Según Belén Colomina, psicóloga, experta en mindfulness, el estrés acumulado durante el día puede hacerte llegar al final del mismo inundada de preocupaciones, tareas pendientes, emociones aflictivas e incluso con una activación que no te permite repararte en el merecido descanso de la noche.
Así, el sueño es una de las principales conductas a cuidar y es por eso que iniciamos el entrenamiento con ella.
En esta sesión de meditación es importante poder elegir el momento previo a la hora de dormir para, desde la calma y el silencio de tu habitación y tu cama, poder permitirte estos minutos de autocuidado. En ella abandonamos el modo hacer para conectar con el modo ser, con las sensaciones de tu cuerpo para soltar tensiones y el bombardeo de pensamientos de la mente conceptual. Así, para obtener mejor eficacia de la misma, te recomiendo que unas horas antes de ir a la cama, empieces a disminuir la estimulación a la que te expones, tanto de pensamientos, como de pantallas. Anota todo lo que creas que puede estorbar en tu mente para así saber que mañana lo tendrás ahí, anotado para hacerlo y ocuparte de ello porque hoy, ya toca descansar, reparar para iniciar de nuevo, mañana, un muy buen día.
Recuerda que, para mejorar los resultados, será importante que puedas integrarla en tu día a día, junto a una alimentación saludable y una práctica regular de ejercicio moderado. Las rutinas y hábitos saludables apoyaran el entrenamiento de tu mente. No te olvides de ninguna parte de ti. ¡Iniciamos entrenamiento!
