Adultos Mayores – Módulo II

Estilos de vida saludable

  • Nutrición

Una buena nutrición es importante para el correcto desarrollo de los órganos y su funcionamiento. Tenga en cuenta que durante el proceso de envejecimiento hay ciertos cambios que pueden influir en su estado nutricional (disminución de produc­ción de saliva, desgaste dental, adelgaza-miento de encías, cambios del gusto, así como también cambios gastrointestinales y metabólicos).

Para una alimentación saludable:

• Coma por lo menos cinco raciones de frutas y verduras por día.

• Evite el consumo excesivo de sal: úsela menos en las comidas que prepara en casa y reduzca el consumo de aquellos alimentos que la contienen; por ejemplo: conservas, enlatados, embutidos, panificados.

• Evite el consumo excesivo de azúcares.

• En algunas oportunidades debido a los cambios en el gusto, puede haber dificultad para diferenciar y/o sentir los sabores. Esto puede hacer que usted sin darse cuenta quiera aumentar la cantidad de azúcar o de sal, por lo tanto, ¡hay que estar atento!

• Tome abundante líquido, preferentemente agua.

• Coma variado, lento y mastique bien.

• Consuma alimentos con fibras: espinaca, lechuga, acelga, brócoli, porotos, espárra­gos, lentejas, manzana, entre otros.

• Elija alimentos naturales y frescos ya que conservan su valor nutritivo y vitaminas. Recuerde lavarlos bien.

• Evite las frituras y el consumo excesi­vo de grasas, especialmente las de origen animal.

• No coma en exceso y trate de evitar los alimentos que le hacen mal.

• Realice las cuatro comidas, no saltee nin­guna.

• Controle su peso.

• Evite acostarse apenas termina de cenar.

• Consulte a su médico por una alimentación saludable.

RECOMENDACIONES NUTRICIONALES DEL ADULTO MAYOR

Energía

El proceso de envejecimiento se acompaña de una reducción significativa de la actividad física, hecho que contribuye a una pérdida de masa muscular. No existe una buena definición del IMC ideal para la tercera edad, si bien se estima que no debe exceder el valor de 30. Por otra parte, los datos de ingesta indican que son significativamente más bajas que en adultos más jóvenes. Esto se explica por una menor actividad física y una menor masa muscular. Si se aumenta la ingesta sin incrementar en forma simultánea el gasto energético, se inducirá un aumento de tejido adiposo favoreciendo el desarrollo de obesidad. Por otra parte, si se provee solo lo necesario para mantener un balance energético para un nivel de gasto bajo, se estará manteniendo una situación poco saludable creando situaciones de desnutrición. Por lo tanto, se deberá promover una mayor actividad física, de este modo un gasto mayor, que permita aumentar el consumo de alimentos y de nutrientes específicos con el objetivo de evitar el sedentarismo y dar la energía para equilibrar este mayor gasto. Promoviendo así una mayor capacidad funcional, salud cardiovascular y músculo-esquelética. Al aumentar el gasto energético los adultos mayores pueden consumir una mayor variedad de alimentos, especialmente si se consumen alimentos, altos en nutrientes específicos y moderada densidad energética (verduras, leguminosas y frutas). Esto permite una mejor ingesta de micronutrientes, carbohidratos de lenta digestión, fibra dietética y de otros componentes saludables (fitoquímicos). Las implicancias metabólicas de estos cambios son una mejor tolerancia a la glucosa, un menor riesgo de diabetes mellitus tipo II, menor hiperinsulinemia y dislipidemia.Proteínas

Los requerimientos de proteína son un tanto mayores para personas de la tercera edad considerando que existe perdida de músculo (sarcopenia). La inmunidad celular se ve particularmente afectada por el déficit proteico con infecciones más frecuentes y severas en esta población. Una dieta con mayor cantidad de proteína, acompañada de ejercicio físico especialmente de tipo isométrico (pesas y resistencia), favorece una mejor síntesis y utilización de la proteína. Al relacionar las cifras de requerimiento de proteínas con las de energía se recomienda que la dieta tenga un aporte de 1.1 o 12% de calorías proteicas.

Grasas

La ingesta de grasas es fundamental como fuentes de energía, como aporte de ácidos grasos esenciales y de vitaminas liposolubles. Las recomendaciones de grasa son de 23% del total de calorías, debiendo ser menor del 10% como grasa saturada, menor o igual del 10% como grasa poliinsaturada y con predominio de grasa monoinsaturada. La ingesta de colesterol ha de ser menor a 200 mg/día.

Hidratos de Carbono

Se recomienda que el aporte de carbohidratos sea de un 65% de la ingesta calórica total, y que dicho aporta se realice a expensas de carbohidratos complejos (almidones), limitando la ingesta de carbohidratos simples (azucares y derivados) a menos del 10% de las calorías totales. Se recomienda una dieta rica en carbohidratos ricas en fibra lo que previene el estreñimiento, favoreciendo la función del colon.

Recomendaciones de Micronutrientes

Recomendaciones de Vitaminas

Una ingesta adecuada de vitaminas es uno de los pilares fundamentales en una alimentación saludable. Existen estudios epidemiológicos que demuestran la importancia de la ingesta de vitaminas antioxidantes como vitamina E, vitamina C y beta caroteno en la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer y cataratas.

Vitamina D

La vitamina D es un nutriente esencial en la regulación de los niveles de calcio y fósforo sérico. En los adultos mayores es importante asegurar una ingesta adecuada de vitamina debido a que las causas de deficiencia pueden ser varias. Muchas veces tienen una mínima exposición a la luz solar, pueden presentar una menor síntesis de vitamina D por la luz solar, y es frecuente que exista una disminución en la absorción y/o en la hidroxilación de la vitamina. Por lo anterior se considera que el adulto mayor es un grupo vulnerable a las deficiencias de vitamina D. De acuerdo a la información disponible se ha establecido que una ingesta dietética de 10 a 15 ug/día en los adultos mayores es adecuada en la prevención de la osteoporosis y en la regulación de la homeostasis del calcio y fósforo. Serie: Documentos Técnico Normativos 20

Vitamina A

La vitamina A en forma de 11 cis-retinol participa en la transmisión del estímulo luminoso que da lugar a la visión. La ingesta de alimentos ricos en carotenos como provitamina A, el beta caroteno y otros carotenos como el licopeno y zeaxantina, que no son provitamina A, actúan como potentes antioxidantes, y pueden contribuir a la defensa del organismo neutralizando los radicales libres y la peroxidación lipídica involucrados en el proceso de envejecimiento y desarrollo de enfermedades cancerígenas o las demencias. Las recomendaciones de ingestas son de 500 a 600 ug de vitamina A, como equivalente de retinol constituye una ingesta adecuada de vitamina A para los adultos mayores.

Vitamina E

La vitamina E es un potente antioxidante, en consecuencia protege a los lípidos (fosfolípidos de las membranas y lipoproteínas) del ataque causado por los radicales libres. En altas dosis podría tener un rol en hacer más lento el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Su deficiencia se ha implicado en la génesis de procesos como cataratas, alzheimer o parkinson y a la regulación de procesos inmunes, aunque un déficit no es muy marcado en adultos mayores incluso con ingesta calórica disminuida se requiere de suplementos farmacológicos que deben ser indicados por un médico. La dosis de protección frente a enfermedades cardiovasculares es de 100 a 400 mg/día, 10 a 40 veces mayores que la ingesta recomendada. Datos preliminares también indican que dosis de entre 60-200 mg de alfa tocoferol logran mejorar la respuesta de inmunidad celular en los adultos mayores en buen estado de salud. Considerando la información disponible una ingesta de 10 a 15 mg equivalentes de alfa tocoferol/día constituyen una ingesta adecuada para los adultos mayores.

Vitamina C

Es también un potente antioxidante, que por ser hidrosoluble ejerce este rol en un medio acuoso. Se ha demostrado en estudios de laboratorio que la vitamina C plasmática evita la oxidación de las liproteínas LDL y que el ácido ascórbico potencia la acción del tocoferol en la prevención de lesiones ateroscleróticas. Existen evidencias epidemiológicas que muestran una asociación inversa entre la ingesta de vitamina C y enfermedades cardiovasculares. Estos antecedentes se podrían explicar por su rol antioxidante y por estar involucrada en el metabolismo del colesterol, síntesis de prostaciclinas y en la mantención del tejido epitelial. Por otra parte, algunos estudios muestran que niveles sanguíneos altos de vitamina C, se asocian a una menor prevalencia de catarata senil, lo que también se podría explicar por su rol antioxidante. Las recomendaciones de vitamina C para el adulto mayor es de 60 mg/día, lo cual constituye una ingesta adecuada.

Ácido Fólico

El Ácido fólico tiene gran importancia en el mantenimiento del organismo, especialmente en la función cognitiva, esta también involucrada en patogénesis y/o manejo de la depresión y trastornos neuropsiquiatricos del adulto mayor. La presencia de anemia macrocítica y los niveles de folato sérico se han utilizado como indicadores de deficiencia de folato y los que han permitido establecer la ingesta recomendada de este nutriente. Recientemente, ha surgido un nuevo indicador de estado nutricional de folato, el cual está siendo ampliamente usado y que es el nivel de homo cisteína. Se sugiere como ingesta adecuada de ácido fólico 400 ug/día. Vitamina B 12 (Cianocobalamina) La carencia de esta vitamina no solo incluye la anemia megaloblastica y daño neurológico, sino que contribuye a la elevación de los niveles de homocisteina asociada a riesgos cardiovasculares. Se ha demostrado, que en muchos casos los adultos mayores presentan mala absorción de vitamina B 12, por esto es importante cubrir los requerimientos con 2.4 ug/día.

Recomendaciones de Minerales

Calcio

La salud ósea de los adultos mayores está en gran parte condicionada por lo que pase en la etapa de la niñez, adolescencia, y de adulto joven. El envejecimiento se acompaña de una pérdida progresiva de minerales y de sustancia ósea, que lleva a un aumento de riesgo de fractura. En el caso del calcio, como en otros minerales los niveles plasmáticos no proporcionan una buena indicación del estado nutricional. La densidad ósea mide mejor del estado mineral de los huesos, pero debido a la gran variabilidad en ingesta entre personas con densidad normal, no es posible establecer un valor crítico de ingesta para definir recomendaciones. En los adultos mayores, la osteoporosis es una enfermedad común, la cual se produce porque el esqueleto se desmineraliza, contribuyendo así a la fragilidad de los huesos y casi siempre a fracturas de cadera. Con frecuencia se recomienda un alto consumo de calcio aunque este no ha sido demostrado como efectivo. Las recomendaciones para el adulto mayor es de 1300 mg/día para ambos sexos.

Fósforo

El fósforo desempeña un importante papel en los tejidos blandos, en especial en el músculo, ya que el almacenamiento de energía depende de fosfatos asociados a enlaces de alta energía, como el ATP. Alrededor del 85 % del fósforo corporal se encuentra en el tejido óseo en una proporción de masa P/Ca de 1 a 2. Se suele recomendar que la ingesta de fósforo no exceda la de calcio porque interfiere con su absorción, es decir se recomienda que se consuma una proporción cercana a 1:1. La RDA/98 para el fósforo es de 800mg.

Magnesio

El magnesio participa en procesos bioquímicos y fisiológicos que afectan al metabolismo energético y la transmisión nerviosa. Alrededor del 60% del magnesio corporal se encuentra en el hueso. Actualmente no existe información sobre la absorción de magnesio en las personas mayores, aunque no hay razones para creer que la absorción esté seriamente deteriorada. Las recomendaciones del ministerio de salud son 224mg para varones y 190 mg/día para mujeres.

Hierro

La absorción de hierro está influida por las necesidades corporales, las reservas del organismo, el pH gástrico y los alimentos ingeridos. En un adulto sano, de edad avanzada, con reservas apropiadas de hierro se necesita una ingesta adecuada, para reemplazar las pérdidas obligatorias de hierro. Serie: Documentos Técnico Normativos  El hierro hem (aproximadamente el 40% del hierro de los tejidos animales) se absorbe más fácilmente que el hierro no hem. Se ha visto que el ácido ascórbico facilita la absorción de este tipo de hierro. El consumo de al menos 75mg de ácido ascórbico o 90g de carne, pescado, hígado, pollo, o una combinación de estos alimentos aumenta el nivel de hierro no hem absorbido desde el 3 al 8%. La absorción se considera que alcanza el 23%. Los requerimientos de Hierro son de 13.7mg/día para varones y 11.3mg/día para mujeres.

Zinc

El zinc es necesario para la función de múltiples sistemas enzimáticos, relacionados con síntesis proteica y de ácidos nucleicos. Por lo tanto es esencial para el crecimiento y reparación celular. El zinc desempeña un papel clave en funciones del organismo. Importante para los adultos mayores, por ejemplo en la cicatrización de las heridas, la agudeza gustativa y la función inmunitaria. La biodisponibilidad del zinc es un factor de gran importancia para establecer recomendaciones de ingesta. La ingesta diaria recomendada por el Ministerio de Salud y Deportes para personas mayores a 65 años es de 9.8mg para mujeres y 14mg para hombres.

Selenio

Se ha señalado una posible participación del selenio en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, cáncer y en la función inmunitaria. Las recomendaciones actuales de ingesta son de 25ug/día en mujeres y 33ug/día en varones.

Agua

El agua es el constituyente más abundante del cuerpo humano, alrededor del 60% del peso corporal en los adultos jóvenes y desciende hasta aproximadamente el 50% en los adultos de edad avanzada. Puesto que el cuerpo no puede almacenar agua, este líquido debe consumirse diariamente. El recambio normal diario de agua corporal se estima en un 4% del peso corporal, lo cual sugiere que la ingesta debe ser semejante. La cantidad de agua que se debe calcular para el adulto mayor es de 1000ml por cada 1000 calorías. Considerando que las personas mayores son las vulnerables a la deshidratación como resultado de la menor función renal, es preciso reforzar la recomendación de incrementar la ingesta de líquidos entre 1500 a 1800 ml/día, a menos que este contraindicado en cuadros renales o cardiacos. La regulación de la temperatura se compromete en un individuo con deshidratación debido a que el agua actúa como amortiguador térmico, por lo tanto, las personas mayores que viven en condiciones de poca humedad y alta temperatura son susceptibles de sufrir hipertermia por insolación.

VALORACIÓN NUTRICIONAL

Es el conjunto de procedimientos que permite determinar el estado nutricional de una persona, valorar las necesidades o requerimientos nutricionales y determinar los posibles riesgos de salud que pueda presentar con relación a su estado nutricional. Es necesario poder definir, en primer lugar, el estado normal o estándar, pero este es muy variable en función del área geográfica, edad, factores psicosociales, factores médicos y factores dietéticos. Los objetivos principales de la valoración nutricional, consisten en identificar las posibles causas, cuantificar las consecuencias e indicar el tratamiento más adecuado para cada situación. En la valoración nutricional convencional se evalúan aspectos de la historia clínica, encuesta dietética, valoración geriátrica (funcional, cognitiva y psicológica) y socioeconómica. Los factores que inciden son la disminución de la ingesta total de alimentos, la cual a su vez es debida a distintas causas, tales como demencia, accidentes cerebro vascular, neoplasias, deterioro de la dentadura, depresión, alteración de las papilas gustativas, entre otras. También los tratamientos farmacológicos contribuyen al deterioro nutricional ya que pueden causar trastornos gastrointestinales, sequedad de boca, deshidratación que a menudo no se consideran en la valoración nutricional.

Para la valoración Nutricional se debe considerar 4 métodos:

  • Evaluación global subjetiva
  • Encuesta dietética cualitativa y cuantitativa de la ingesta
  • Parámetros antropométricos
  • Parámetros bioquímicos que complementan la Valoración Nutricional

Evaluación global subjetiva

La evaluación global subjetiva se realiza con particular atención en la reducción de la ingesta dietaría, voluntaria o involuntaria, cantidad de peso perdido, enfermedades básicas que afectan al paciente y los efectos de la malnutrición sobre el estado funcional, tales como: debilidad e incapacidad para trabajar o realizar actividades de la vida diaria. En el examen físico se considera: emaciación muscular y de grasa, edema y ascitis.

Encuestas dietéticas cualitativas y cuantitativas de la ingesta

Se han elaborado una multitud de cuestionarios para la detección sistemática del posible riesgo de malnutrición, ya que la valoración nutricional convencional requiere de personal cualificado y determinación de laboratorio, lo cual conlleva un alto costo, en comparación con los cuestionarios, que son sencillos, rápidos, y no requieren de personal cualificado ni determinaciones analíticas. Es así que existe un método sencillo que es el CRIBADO, que permite la detección de malnutrición sistemática en el adulto mayor lo cual debe realizarse de forma rutinaria, para detectar y tratar en forma precoz la malnutrición. Existen varias escalas de valoración nutricional, una de las más utilizadas es el MNA (Mini – Nutricional Assesment).

Otro método es la anamnesis alimentaria de 24 horas, donde se determinan cantidad de alimentos consumidos, tipo de alimentos, frecuencia de consumo, tiempos de comida, y otros.

Parámetros antropométricos: La valoración antropométrica se la determina mediante la toma de peso, medición de la talla, circunferencia braquial, circunferencia de la pantorrilla y pliegues cutáneos.

a) Peso corporal

Es peso corporal es una medida que aporta cierta información sobre nuestro cuerpo, pero no nos ofrece un panorama completo del estado de nutrición de un individuo. En términos nutricionales, el peso solo es un número como lo es la circunferencia de la muñeca o la estatura. En adultos mayores que si puedan mantenerse en bipedestación se puede utilizar el peso habitual para lo cual se utiliza la siguiente fórmula: Peso actual x 100 % PESO HABITUAL = Peso Habitual

b) Talla

Es una medida que se obtiene con el paciente de pie, que va desde la planta del pie hasta el vértice de la cabeza. En el caso de personas que no pueden estar en bipedestación, se puede estimar la talla a partir de la altura talón/rodilla, flexionados en un ángulo de 90 grados, es útil para realizar aproximaciones en el cálculo del índice de masas corporal. (IMC).

c) Índice de Masa Corporal (IMC) El IMC estima el peso ideal de una persona, en función de su tamaño y peso. La OMS ha definido este índice de masa corporal como el estándar para evaluación de los riesgos asociados con exceso o falta de peso en adultos mayores.

d) Pliegues cutáneos

Se han utilizado combinados de los pliegues para evaluar la grasa corporal total, entre las más utilizadas están las ecuaciones de regresión propuestas por Durnin y Womersley sobre la base del logaritmo de la sumatoria de cuatro pliegues subcutáneos: tricipital, bicipital, subescapular y supra iliaco, medidos en el lado del cuerpo correspondiente al brazo derecho, las medidas se miden tres veces y luego se promedian los valores.

e) Pliegue cutáneo tricipital

Se mide en el punto medio entre el acromion y olecranon sobre el músculo tríceps del brazo izquierdo, flexionado en 90 grados con un lipocalibre de presión constante tipo Holtain se debe hacer tres determinaciones y sacar la media.

f) Circunferencia braquial

Es un índice para evaluar la reserva de proteínas y energía. Se ha utilizado para estimar la prevalencia de malnutrición.

Se calcula con la siguiente fórmula: CMB (cm) = CB (cm) – PCT (mm) x 0.314 Todos estos parámetros se deben comparar con los estándares de la población de referencia con relación al sexo y la edad.

i) Circunferencia de cintura

El envejecimiento se asocia con una redistribución del tejido adiposo, con un aumento de la grasa visceral que es un conocido factor de riesgo cardiovascular, a través de su asociación con insulino resistencia, diabetes, hipertensión e hiperlipidemias. La medición de la circunferencia, permite una aproximación sencilla a la distribución de la grasa corporal, en individuos con exceso de adiposidad. La circunferencia de cintura se mide a nivel del ombligo, con el sujeto en pie, con la pared abdominal relajada. La circunferencia de cadera es la máxima circunferencia a nivel de los glúteos.

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VALORACIÓN NUTRICIONAL (Continuacion)

Parámetros bioquímicos que complementan la evaluación del estado nutricional

a) Hemoglobina (Hb) y hematocrito (Hcto)

La prevalencia de anemia encontrada en estudios europeos (SÉNECA) y norteamericanos (NHANES II) es muy similar y alcanza valores entre 5% y 6%, usando los patrones de referencia OMS (Hb <130mg/dl para hombres y <120 mg/dl para mujeres).

Respecto al hematocrito la mediana para hombres es 46 y 44% en los mismos estudios, con rangos entre 37 y 53 para percentiles 2,5 y 97,5. En mujeres estos valores alcanzan cifras de 41% y 42% con rangos de 35 a 50% para los mismos percentiles.

b) Albúmina

Aunque la albúmina sérica no es un indicador muy específico, ni muy sensible de las proteínas corporales, sin embargo, aparece como un muy buen indicador del estado de salud en el adulto mayor. Diversos estudios en adultos mayores viviendo en la comunidad y con buena capacidad funcional muestran baja prevalencia de albuminémias bajas (<3.5 g/dl) o muy bajas (<3 g/dl), en contraste con lo que ocurre con adultos mayores institucionalizados o enfermos. Niveles de albúmina menores a 3.5 g/dl, tienen significado como indicador nutricional cuando no miden otros factores patológicos.

c) Perfil lipídico

Este representa un indicador de riesgo cardiovascular. Los factores de riesgo que hacen enfermedad coronaria en adultos y adultos jóvenes parecen hacerlo igualmente en adultos mayores. Más aún, se ha observado que la mejoría o corrección de factores de riesgo cardiovascular en los adultos mayores disminuye su riesgo de enfermar y morir por esta patología.

En esta población, es bastante frecuente encontrar valores de colesterol total superiores a 200 mg/dl, como también valores de colesterol de HDL inferiores a 40 mg/dl y de triglicéridos superiores a 150 mg/dl. El primer paso es hacer un análisis crítico del riesgo coronario y de la salud en general. En pacientes con alto riesgo coronario, pero plenamente funcionales, el tratamiento de la hipercolesterolemia puede ser tan útil como los tratamientos para corregir la hipertensión o el tabaquismo.

d) Glicemia e hiperinsulinemia

Los cambios metabólicos que se producen con la edad pueden tener consecuencias metabólicas. Entre ellos, la intolerancia a la glucosa, tiene influencia adversa sobre los lípidos plasmáticos y la presión arterial.

La hiperinsulinemia, una consecuencia directa de la intolerancia a la glucosa, es un factor de riesgo independiente para enfermedad coronaria. La intolerancia a la glucosa en adultos mayores, causada por insulino resistencia tiene varias causas. Los cambios en la composición corporal especialmente con la acumulación de grasa visceral son asociados con niveles de insulina más altos. Un adecuado aporte de carbohidratos en la dieta, reducción de peso y grasa corporal mejoran la sensibilidad a la insulina. Sin embargo, más importante es la mejoría de la acción de la insulina, que se alcanza con el ejercicio. Por lo tanto, el entrenamiento muscular y una adecuada nutrición, deberían mejorar la sensibilidad a la insulina en los adultos mayores y reducir las consecuencias adversas de esta alteración.

GUÍA ALIMENTARIA PARA EL ADULTO MAYOR

La aplicación de la guía alimentaria, permitirá orientar a los adultos mayores en la selección adecuada de alimentos para obtener la energía necesaria proveniente de carbohidratos, proteínas y grasas, así como también obtener otros nutrientes y no nutrientes como por ejem­plo fibra dietética.

Como objetivo general, las guías orientarán la selección de una alimentación que promueva una mejor salud y contribuya a evitar discapacidades secundarias a enfermedades crónicas no transmisibles del adulto mayor.

Es importante considerar que las costumbres, hábitos, disponibilidad de alimentos y necesida­des nutricionales de los adultos mayores, influirá en la selección de alimentos así como tam­bién los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento, como son la percepción del gusto y olfato, alteraciones del aparato masticatorio y de las funciones gastrointestinales.

Una dieta saludable corresponde a aquella que contiene una cantidad suficiente de energía, nutrientes y otros componentes que permitan prevenir deficiencias o excesos nutricionales.

Los 10 mensajes para una mejor calidad de vida

Fundamentos de las guías alimentarias

Los adultos mayores constituyen un grupo vulnerable, con una alta probabilidad de malnu­trición, la que se relaciona con una disminuida capacidad funcional de los distintos órganos, reducción del metabolismo basal y menor absorción de nutrientes.

Otro de los factores, que contribuye al desarrollo de estos problemas, es una alimentación in­suficiente, poco variada y con bajo aportes en nutrientes, así como de fibra dietética, además es muy frecuente en nuestro medio el consumo de sopa y no así de un plato fuerte (segundo).

La guía “consuma una alimentación variada durante el día”, representa un mensaje adecua­do, promoviendo el consumo de una dieta saludable y que contenga todos los nutrientes necesarios como las proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales.

Los vegetales y las frutas son la base de una dieta saludable, proporcionan vitaminas, mine­rales y fibra dietética, no contienen grasas o la contienen en pequeñas cantidades. Diversos estudios muestran que su consumo tiene un efecto protector en enfermedades crónicas tales como enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

Está determinado que las verduras y frutas aportan una cantidad considerable de vitaminas y minerales, además de otros compuestos antioxidantes como son los flavonoides y otros. A pe­sar de estos beneficios se ha podido comprobar que en ciertas regiones del país, el consumo de verduras y frutas es escaso y a veces nulo posiblemente al factor climatológico, hábitos, etc.

Por lo anterior expuesto se debe promover el consumo de estos alimentos, en este grupo etá­reo para evitar hipovitaminosis y facilitar el tránsito Intestinal, sabiendo que las personas de la tercera edad tienen problemas de estreñimiento debido al bajo consumo de fibra y cambios fisiológicos propios de la edad.

Consumir lácteos preferentemente de menor contenido graso.

El consumo de leche y sus derivados en nuestro medio es reducido, por lo tanto existe una baja adecuación a las recomendaciones de calcio. Esta condición está dada por diversos factores económicos, culturales, sociales y la presencia de intolerancia a la lactosa.

La leche es una fuente importante de proteínas, vitaminas, minerales y grasas, junto a sus de­rivados (yogurt, quesos) son los principales fuentes de calcio y riboflavina de la dieta, propor­cionando también niacina, vitamina A y B12.

En la edad adulta, la ingesta de calcio es necesaria para mantener una adecuada mine­ralización del esqueleto. Sin embargo, dado que un porcentaje de la población presenta intolerancia a la lactosa, se recomienda su ingesta fraccionada durante el día o leche des­lactosada y yogurt que son mejor tolerados. Siendo que la leche entera es una de las fuentes importantes de grasas saturadas y colesterol de la dieta, se recomienda productos parciales o totalmente descremados.

Las carnes en general, pescados y otros contienen proteínas de alto valor biológico. La fun­ción principal de este grupo de alimentos dentro de nuestro organismo, es la función plástica, es decir, formación y regeneración de tejidos.

Es importante destacar que las carnes rojas son ricas en grasa, principalmente en grasa sa­turada y contiene colesterol (60 a 90 mg/100g). El contenido lipídico varía según de donde proviene, principalmente si es de tipo industrial, los rangos abarcan desde un 10% en el caso de la carne magra (ternera, pollo, conejo), hasta un 30% en el caso de carnes grasas (cerdo, cordero y pato).

El hierro de origen animal se absorbe mejor (10%) en que el de los vegetales (1%) y más aun con la presencia de vitamina C. La vitamina C mejora la absorción del hierro no hemínico.

El hierro es necesario para la formación de hemoglobina, que es un componente de la san­gre. La deficiencia de hierro provoca anemia.

El Zinc es otro mineral presente en las carnes, necesario para el crecimiento, la salud de la piel, coadyuva en la inmunidad y aumenta el apetito.

Sin embargo, por ser una fuente importante de grasas saturadas y colesterol, se recomienda que la población en general, y en especial el adulto mayor prefiriera carnes con menor con­tenido de grasa tales como pescado, atún y pollo.

Las grasas son sustancias complejas, que se relacionan con el desarrollo de numerosas enfer­medades nutricionales. Los lípidos o grasa contienen dos veces más calorías que los carbohi­dratos y las proteínas por unidad de peso.

El consumo de grasa saturada y colesterol dietario eleva el colesterol sanguíneo y el colesterol LDL, pero su efecto es variable dado que existen individuos muy sensibles y otros que no son afectados por el colesterol contenido en los alimentos. La ingesta máxima de colesterol para este grupo de edad es de 250 mg/día.

Las grasas en los alimentos vienen principalmente en forma de triglicéridos. Estos correspon­den a grasas compuestas por ácidos grasos y glicerol.

Los ácidos grasos saturados se encuentran contenidos fundamentalmente en alimentos de origen animal. Estos elevan el colesterol sérico y los niveles de colesterol LDL.

Se denominan ácidos grasos esenciales a aquellos que no pueden ser elaborados por el orga­nismo y por lo tanto deben ser suministrados por la dieta. Todos ellos tienen acciones importan­tes en el organismo, en el transporte y metabolismo de las grasas, así como en la inmunidad y conservación de la función e integridad de las membranas celulares. Existen dos familias de ácidos grasos esenciales poliinsaturados: ácidos omega 3 y omega 6.

Los ácidos grasos omega 3 se encuentran principalmente en pescado, nueces y aceite de soya. Existe numerosa evidencia científica que su consumo disminuye el riesgo de enferme­dad cardiovascular.

Los ácidos grasos omega 6 incluyen principalmente el ácido linoleico, que se encuentra en aceites de origen vegetal como oliva y maíz. Su consumo baja el nivel de colesterol total, el LDL como también el de colesterol

En nuestro país el consumo de alimentos ricos en omega 3, 6 es limitado ya sea por la disponi­bilidad de alimentos o por el costo.

En el grupo etáreo de los adultos mayores, para tener una alimentación saludable se reco­mienda que no más del 23% de las calorías deban provenir de grasas. Las grasas saturadas deben reducirse a menos del 10% de las calorías totales, con lo cual se favorece la reducción de los niveles de colesterol sanguíneo, considerando que las persona de la tercera edad tie­nen tendencia a presentar niveles de colesterol elevado.

La sal es un compuesto formado por sodio y cloro, de ahí que se conozca como cloruro de sodio. El sodio es un elemento mineral, que mantiene el equilibrio del agua y otros compuestos en el organismo. Las necesidades de sodio varían de un individuo a otro. Se estima que la can­tidad máxima recomendada es de 2000mg de sodio/día, equivalentes a 5 gramos de sal.

En nuestro medio una gran parte de las personas de la tercera edad son hipertensos por tanto se deberá reducir el consumo de sal común y productos procesados.

Las fuentes de sodio en la dieta son:

La adición de sal a las comidas (sal agregada a las preparaciones y el uso del salero).

Alimentos a los que se agrega sal o sodio durante su procesamiento o preparación (en­latados, ahumados, salsas, fiambres y quesos).

Contenido natural de sodio en los alimentos.

El agua puede considerarse como un verdadero nutriente, especialmente en las personas mayores, en las que hay que prestar mucha atención a su estado de hidratación. Parte de los procesos normales de envejecimiento incluyen cambios en los mecanismos homeostáticos con alteración en el balance hidroelectrolítico que afectan negativamente al individuo y aumentan la morbi/mortalidad constituyendo uno de los principales problemas clínicos de las personas mayores.

No hay otra sustancia tan ampliamente involucrada en tan diversas funciones como el agua. Todas las reacciones químicas del organismo tienen lugar en un medio acuoso; sirve como transportador de nutrientes y vehículo para excretar productos de desecho; lubrica y propor­ciona soporte estructural a tejidos y articulaciones. Una de sus funciones más importantes está relacionada con la termorregulación. El agua ayuda a disipar la carga extra de calor, evitan­do variaciones de temperatura que podrían ser fatales.

Como porcentaje de la masa corporal, el contenido de agua es mayor en los hombres que en las mujeres y tiende a disminuir con la edad en ambos sexos.

Se produce un declive de la filtración glomerular y una menor capacidad para poder con­centrar la orina, para preservar el sodio, y para excretar grandes cantidades de agua. A los 70 años, la capacidad de los riñones de filtrar y eliminar sustancias de desechos es aproxima­damente, la mitad que a los 30 años. Las personas mayores pierden demasiada agua por la orina, aunque ésta no elimine muchos materiales de desecho. Una persona mayor necesitará mucha más agua para excretar la misma cantidad de urea, sodio, etc.

La sensación de sed disminuye con la edad, la sed en respuesta al estrés por calor y a la des­hidratación térmica, también se ve reducida en el adulto mayor.

Dado que la ingesta de fluidos, es el único camino para compensar los déficits de agua y que los riñones son trascendentales en la reducción de las pérdidas de líquidos, la disminución de la sed y de la capacidad de concentración del riñón, contribuyen a predisponer al adulto mayor a la deshidratación, misma que se debe evitar, pues se asocia con hipotensión, au­mento de la temperatura corporal, confusión mental, dolor de cabeza e irritabilidad. Si una persona mayor, normalmente alerta sufre o tiene episodios de confusión, hay que compro­bar la ingesta de líquidos (Chernoff, 1994). Además la falta de líquido puede ser el principal contribuyente del estreñimiento, muy común entre las personas mayores y cuyo tratamiento, además de incrementar la ingesta de fibra dietética, incluye un mayor consumo de líquidos que estimulan físicamente el peristaltismo.

Los nutrimentos de mayor acción cariogénica, son los tres disacáridos más importantes: saca­rosa, lactosa y maltosa. Se puede reducir la incidencia de caries si se reduce el consumo de azúcar, se evitan los dulces entre las comidas y no se consumen caramelos.

Sus efectos negativos para la salud, conllevan la aparición de enfermedades como la hipertri­gliceridemia, que se presenta por el consumo excesivo de azúcares y grasa, favoreciendo la síntesis lipídica, e incrementando el riesgo para la enfermedad aterosclerótica, principalmen­te que es una de las causas principales de muerte en el mundo y en el país.

Asimismo, cuando hay un consumo exagerado de azúcares, se presenta una alta probabili­dad de que se presente la deficiencia de tiamina, vitamina B12, ácido pantoténico y biotina con sus respectivas consecuencias, debido a que estos nutrientes son necesarios para el me­tabolismo de los carbohidratos.

Se deberá tener en cuenta que el azúcar se encuentra contenido en numerosos alimentos procesados, colaciones envasadas, productos de confitería, chocolatería, y bebidas gaseo­sas, las que aportan una alta cantidad de calorías y pocos nutrientes específicos. Muchos alimentos naturales contienen azúcar como ser frutas, verduras, pan, cereales y granos.

Por lo anteriormente señalado y para cumplir con esta recomendación no se debe adicionar azúcar a los alimentos, los adultos mayores más que propender a una baja de peso debiera adecuarse la cantidad total de calorías de la dieta al gasto de energía e incentivar la activi­dad física.

El escaso o nulo valor nutritivo del té y café, además de considerarse bebidas estimulantes del sistema nervioso no son recomendados para su consumo.

Otra de las razones por las que se debe disminuir el consumo de té y café, es porque tienen en su composición taninos, que son inhibidores de la absorción de hierro, mineral importante para un buen estado de salud de los adultos mayores.

PORCIONES RECOMENDADAS PARA EL ADULTO MAYOR

Arco alimentario para el adulto mayor

Medidas caseras para medir el tamaño de la porción

Para definir el tamaño de las porciones se utilizan medidas caseras que son las siguientes:

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• Actividad física

La actividad física contribuye a mejorar su salud y a mejorar la calidad de vida.

El ejercicio físico es la medicina más barata, con más indicaciones y menos efec­tos secundarios. Requiere un cumplimiento terapéutico por parte de las personas que lo practican y un control por parte del pro­fesional sanitario.

¿Por qué es bueno realizar actividad física?

• Para mantener la capacidad de hacer cosas.

• Para reducir el riesgo de sufrir problemas del corazón.

• Para moderar la progresión de las enfer­medades crónicas.

• Para promover el bienestar psicológico.

• Para facilitar las relaciones sociales.

• Para aumentar la fuerza muscular y la coordinación de los movimientos (menor incidencia de caídas y fracturas óseas).

• Para retrasar la aparición de osteoporosis.

• Para prevenir la depresión.

• Para prevenir la arterioesclerosis.

Por eso se recomienda:

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud: “Los adultos mayores de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minu­tos, o una combinación equivalente de actividades moderadas vigorosas.

Beneficios o efectos del ejercicio o actividad física sobre la salud

La práctica de ejercicio físico es altamente recomendable, pues no sólo produce una re­ducción de las presiones arteriales, sino que también tiene un efecto beneficioso sobre otros factores de riesgo cardiovascular tales como la obesidad, diabetes, colesterol alto, etc. Sea cual sea la edad de las personas regularmente se debe realizar ejercicio físico moderado y que éste debe constituirse en un hábito saludable que reportará beneficios a lo largo de toda la vida.

a. Efectos sobre el apetito y obesidad

Hacer ejercicio físico en personas con sobrepeso, al contrario de lo que ocurre en las perso­nas delgadas, no produce un aumento del apetito, además, aparece un discreto rechazo por los alimentos grasos. Cuando junto a la dieta se hace ejercicio físico, la pérdida de masa magra se reduce al mínimo, modificando favorablemente la composición corporal. El ejercicio de fuerza, suele incrementar el peso de forma moderada por el incremento de masa muscular.

b. Efectos sobre el perfil lipídico

Eleva el HDL-colesterol (colesterol bueno) y disminuye los niveles de LDL-colesterol (coleste­rol malo) y triglicéridos.

c. Efectos sobre la tolerancia a los hidratos de carbono

La grasa corporal está íntimamente relacionada con la resistencia a la insulina y con la hi­perinsulinemia, por eso los obesos que hacen ejercicio físico, aumentan la sensibilidad a la insulina, la captación y la utilización de la glucosa por parte de las células del organismo. Este efecto beneficioso dura mientras se hace el ejercicio.

d. Efectos sobre la masa muscular

El tono y la fuerza muscular, con la edad tiende a disminuir, la pérdida de tono de los mús­culos abdominales y la redistribución de la grasa por la pérdida de los estrógenos, que se producen en la mujer en la menopausia, hacen que aumente el perímetro abdominal, ya que la musculatura es incapaz de actuar como sostén. Produciendo además cambios en la estática que dan lugar a dolores lumbares imprecisos.

e. Efectos sobre la masa ósea

El ejercicio en las mujeres post-menopáusicas produce desórdenes en el ritmo de pérdida de masa ósea porque favorece la entrada de calcio en el hueso.

f. Efecto sobre las articulaciones

El ejercicio físico permite la movilización diaria de todas las articulaciones, ayudando al buen mantenimiento de los cartílagos articulares y de esta manera disminuye la aparición de la artrosis.

g. Efectos sobre la velocidad psicomotora

A medida que avanza la edad, la velocidad de respuesta perceptiva, de escritura y la velocidad en la coordinación de movimientos se deterioran. Sin embargo, diferentes estu­dios han comprobado que las personas que realizaban ejercicio físico tienen un tiempo de reacción más rápido

h. Efectos sobre la ansiedad

El ejercicio contínuo eleva los niveles de betaendorfina, lo que tiene como consecuencia un estado de bienestar que explica la “adicción al ejercicio”. Incluso en depresiones leves o moderadas su efecto beneficioso puede ser comparable con los tratamientos psicoterá­picos.

i. Efecto sobre el insomnio

Aparte de llegar más cansados a la cama, el ejercicio aumenta las ondas lentas y disminu­ye el tiempo de movimiento durante el sueño, conduciendo a un sueño relajante.

Musicoterapia

LA MUSICOTERAPIA Y LAS EMOCIONES EN EL ADULTO MAYOR

La Musicoterapia es el uso de la música o de los elementos musicales por un musicoterapeuta con un paciente o grupo de pacientes. Tiene como objeto atender necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. La musicoterapia apunta a desarrollar potenciales y/o restablecer funciones del individuo para que este pueda emprender una mejor integración intrapersonal e interpersonal y, en consecuencia, alcanzar una mejor calidad de vida (Federación Mundial de Musicoterapia, 1996). El propósito de esta investigación es explorar las características emocionales de un grupo de adultos mayores en los encuentros de musicoterapia llevados a cabo en una institución residencial de Mendoza, Argentina; y explicar, en base a las sesiones, los beneficios que la música tiene en su salud mental. El diseño de esta investigación corresponde a un estudio Teórico-empírico, de índole cualitativa con alcance exploratorio. Para evaluar los resultados se utilizó la observación participante, y se tomaron entrevistas al personal de la residencia y a la musicoterapeuta a cargo de las sesiones. Como resultado se puede observar que la Musicoterapia es de gran ayuda como complemento del abordaje psicológico en el adulto mayor, por su contribución en el bienestar emocional del mismo.

En una sesión de musicoterapia se puede apreciar diversas actividades, como cantar, bailar, recordar canciones. Entre estas, se da la improvisación con instrumentos, que es para Bruscia (1998, Albornoz, 2012) el método principal en musicoterapia, ya que es una expresión de cordura, conexión y relación con la realidad de la vida cotidiana.

En relación a las emociones, Raffman (1993, citado en Díaz, 2010) dijo que las emociones musicales son distintas a las emociones básicas, ya que aquellas implican limitados gestos faciales, por más que sean de gran intensidad.

También Leivinson (2010) explica que la musicoterapia brinda la posibilidad de expresar de diversas maneras las emociones, pero sin darles forma predeterminada, sino sencillamente ejerciendo función liberadora. Con respecto a las emociones que se manifiestan en la sesión y que a la vez están ligadas al género musical escuchado, las investigaciones de Izard y Ekman pueden ser de gran utilidad para lograr un mayor entendimiento de la influencia de la música en las emociones. Izard (Izard, 1990 citado en Coon, 2003) dijo que las expresiones faciales afectan a las emociones, ya que proporcionan información al encéfalo, el cual ayuda a determinar qué tipo de emoción se está sintiendo. Ekman (Ekman, 1993 citado en Coon, 2003) también dijo que “hacer caras” puede causar determinado tipo de emociones.

Esto quiere decir que, además de que las emociones determinan expresiones, también las expresiones pueden determinar emociones. Este aporte es útil, ya que, si la persona que se encuentra en la sesión se siente triste, con determinado género musical (samba, salsa, merengue, etc.) y distintos tipos de actividades (bailar, cantar, tararear) puede realizar gestos faciales propios de la alegría o la risa y lograr que repercuta en su sistema nervioso, experimentando emociones propias de la alegría.

En los adultos mayores, la intervención de la musicoterapia es de gran ayuda para mejorar su calidad de vida. Oliver Sacks (2009, citado en Leivinson, 2010) comenta que oír música conocida suscita emociones y asociaciones que pueden estar olvidadas, lo que permite a los pacientes acceder a estados de ánimo y recuerdos, pensamientos que parecían haberse perdido en la mente del anciano.

  • Sueño
  • Con el correr de los años disminuyen los tiempos de duración del sueño, haciendo que éste sea más liviano y que el tiempo total se reduzca, aunque no demasiado, aumentando también los despertares nocturnos.

Sugerencia:

• Vaya a acostarse apenas comience a sen­tir sueño.

• Si se despabila, no mire televisión en la cama.

• Si es necesario, elimine la siesta.

• Duerma en un ambiente con temperatura que le sea adecuada.

• Disminuya el consumo excesivo de líqui­dos por la noche, especialmente café.

El sueño puede alterarse por:

• Ingesta de algunos medicamentos.

• Tipo de alimentos y cantidad de líquidos que toma antes de acostarse.

• Sedentarismo.

• Dolor.

• Otros trastornos: depresión, enfermedades cardíacas, neurológicas, reumatológicas.

¡Duerma bien, el sueño es reparador!

  • Sexualidad

La sexualidad constituye una parte importante de la salud emocional y física. ¡El placer no tiene edad!

La actividad sexual permite crear intimi­dad y expresar sus sentimientos hacia el otro. Constituye un beneficio para su salud física al reducir el estrés y aumentar su sensación de bienestar.

A medida que envejece, su salud sexual cambia. Sin embargo, envejecer no nece­sariamente significa el final de su activi­dad sexual. Se puede tener una vida sexual saludable y placentera a cualquier edad.

• Son importantes los momentos de intimidad, si no se dan naturalmente, búsquelos.

• Si es necesario puede modificar las pos­turas sexuales y buscar otras formas de estimulación, en especial cuando haya algunas enfermedades que así lo requieran.

• Si no tiene pareja estable, use preser-vativos para prevenir las infecciones de transmisión sexual (ITS).

• En las mujeres puede haber sequedad debido a la disminución de las secreciones vaginales, si lo necesita use lubricantes.

• En los hombres, no se preocupe si la erec­ción lleva más tiempo, si tiene orgasmo sin eyaculación o si disminuye la cantidad de semen eyaculado.

• La masturbación es una práctica normal.

Si aparecen dificultades en alguna etapa del acto sexual:

No tenga vergüenza, si necesita consulte con un especialista.

Cuidados generales

  • Piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo y el más visible. Con el avance del tiempo pierde elasticidad, se vuelve más seca, más frágil y menos sensible. Por eso, hay más predisposición a lastimarse e infectarse, a sangrar. Además, al volverse más delgada, pierde parte de su función para regular la temperatura.

Se recomienda:

• Tome un baño diario, preferentemente en forma de ducha. Al salir, séquese bien, especialmente entre los pliegues y entre los dedos de las manos y pies.

• Use jabón neutro.

• Mantenga a temperatura agradable el agua (la mejor manera de darse cuenta es medirla con el dorso de la mano o con el codo).

• Utilice cremas hidratantes.

• Si se va a exponer al sol hágalo en los horarios recomendados: evite la exposición entre las 10:30 y las 15:30 horas. No olvide usar cremas de protección solar.

• Si aparecen cambios de coloración en la piel, picazón, lesiones que no cicatrizan, o lunares que cambian de tamaño o de color, no dude consultar con el dermatólogo.

Vista

• La visión disminuye como consecuencia del envejecimiento.

• Consulte al oftalmólogo por lo menos una vez al año.

• Ilumine lo mejor que pueda su casa.

• Utilice los anteojos que le indica el pro­fesional.

• Sepa que a veces disminuye la produc­ción de lágrimas provocando la seque­dad de los ojos, no se asuste y consulte al oftalmólogo.

• Mantenga las lentes de los anteojos limpias.

• Camine por lugares que estén bien ilu­minados y con cuidado en aquellos que no lo estén.

• Evite obstáculos en el piso que puedan ocasionarle caídas (alfombras, cables, obje­tos que puedan estar en el suelo).

• No se coloque gotas oftálmicas que no le fueron indicadas por profesionales.

• Si perdió parte de su visión, trate de ser ordenado y dejar las cosas siempre en el mismo lugar, para que sea más fácil encon­trarlas.

  • Oído

La audición disminuye como consecuencia del envejecimiento, lo que se conoce como presbiacusia.

• Consulte al otorrinolaringólogo (espe­cialista en oído) anualmente.

• Permita que le hagan los estudios audio-métricos para evaluar su audición.

• De ser necesario, le indicarán el uso de audífonos adecuados.

• No se introduzca objetos para limpiarse los oídos.

• Avísele a cualquier persona con la que tenga que comunicarse, que usted posee alguna dificultad para escuchar, a fin de que le hable más claro, pausado, un poco más fuerte (pero sin gritar) y mirándolo directamente a la cara.

  • Boca

La boca nos sirve para masticar, tragar, hablar y comunicarnos. La salud bucal dependerá de los cuidados odontológicos que se hayan recibido a lo largo de la vida. Los dientes además tienen un com­ponente estético y su pérdida influye en la autoestima, por ejemplo, cuando no queremos sonreír para no mostrar sus ausencias.

• Mantenga una buena higiene bucal: lávese los dientes y/o prótesis después de cada comida.

• Visite al odontólogo anualmente: las caries y la enfermedad de las encías son problemas frecuentes.

• Tenga en cuenta que cuando faltan piezas dentarias puede haber una mala alimentación.

• Recuerde, como ya fue mencionado, que a veces disminuye la producción de saliva.

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  • Memoria ¡La memoria se puede ejercitar!

• Cuando pueda, evite la rutina.

• Lea.

• Si le gusta, haga palabras cruzadas y otros ejercicios de ingenio.

• Desarrolle temas y/o actividades que le sean de interés.

• Aprenda cosas nuevas.

Memoria y Envejecimiento

Perder las llaves, extraviar una cartera u olvidar el nombre de alguien son experiencias comunes. Pero para las personas que se acercan a la edad de 65 años, tales lapsos de memoria pueden ser aterradores. Se pueden preguntan si tienen la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia. Desarrollando Alzheimer es un miedo generalizado de adultos mayores. La buena noticia es que la enfermedad de Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento. ¡La mayoría de los adultos mayores no padecen de Alzheimer! Menos de 1 de cada 5 personas de 65+ años y menos de la mitad de los que tienen más de 85+ años tienen la enfermedad. Sin embargo, es importante entender que nuestro cerebro cambia con el tiempo, y es útil ser capaz de distinguir los cambios normales de aquellos que requieren atención médica y psicológica.

¿Qué Cambios Cerebrales son Normales para los Adultos Mayores?

Aunque nuevas neuronas se desarrollan a lo largo de nuestras vidas, nuestros cerebros alcanzan su tamaño máximo durante los años veinte y luego empiezan muy lentamente a disminuir en volumen. El flujo de sangre al cerebro también disminuye con el tiempo. La buena noticia es que muchos estudios han demostrado que el cerebro sigue siendo capaz de regeneración y de aprender y retener nuevos hechos y habilidades a lo largo de la vida, especialmente para las personas que hacen ejercicio regularmente y estimulan el cerebro intelectualmente. Aunque hay enormes diferencias entre los individuos, algunas habilidades cognitivas continúan mejorando hasta llegar a la edad avanzada, algunas son constantes y algunas disminuyen.

Algunos Tipos de Memoria Mejoran o Permanecen Iguales

Un tipo de memoria llamada memoria semántica sigue mejorando para muchos adultos mayores. La memoria semántica es la capacidad de recordar conceptos y hechos generales que no están relacionados con experiencias específicas. Por ejemplo, entender el concepto que los relojes se utilizan para contar el tiempo es un simple ejemplo de memoria semántica. Este tipo de memoria también incluye vocabulario y conocimiento del lenguaje. Además, la memoria procedimental, la memoria de cómo hacer las cosas, por ejemplo, como decir la hora mediante la lectura de los números en un reloj, por lo general se mantiene lo mismo.

Algunos Tipos de Memoria Disminuyen

¿A veces llega al supermercado y tiene problemas recordando lo que ibas a conseguir? ¿De vez en cuando tiene problemas para recordar dónde dejó su carro en el estacionamiento? ¿O tiene dificultad recordando las citas tales como la hora que se supone que debes encontrarte con tu vecino para tomar un café? La memoria episódica, que captura el «qué», «dónde» y «cuando» de nuestra vida cotidiana, es culpable. Tanto episódica como la memoria de largo plazo se disminuye con el tiempo. Otros tipos de funciones cerebrales que disminuyen ligeramente o lento incluyen:

• Procesamiento de información y aprendizaje de algo nuevo

• Hacer más de una tarea a la vez y cambiar el enfoque.

Causas de Problemas de Memoria

Si usted o un ser querido tiene problemas de memoria que son más molestos de lo que normalmente esperaría, no asuma que el Alzheimer u otra forma de demencia es el culpable. Los fallos en la memoria pueden ser causados por muchas condiciones físicas y psicológicas que son reversibles. ¡Identifique y trate la condición, y su memoria mejorará! Por ejemplo, las siguientes condiciones comunes pueden provocar problemas de memoria:

• Ansiedad

• Deshidratación

• Depresión

• Infecciones

• Efectos secundarios de la medicación

• Nutrición pobre

• Estrés psicológico

• Abuso de sustancias

• Desequilibrio de la tiroides

Es importante discutir estas y otras posibles causas de problemas de memoria con su médico y tener un examen de medicina completo. También, pida ver a un psicólogo para una evaluación neuropsicológica completa, para descartar ansiedad, depresión u otras tensiones psicológicas y para examinar cambios cognitivos.

Consejos para Mantener y Mejorar su Memoria

Estas son las buenas noticias sobre nuestros cerebros envejecidos. Los científicos han identificado maneras de minimizar los cambios relacionados con la edad y mejorar la función de la memoria cotidiana. Éstos son algunos de sus consejos:

Socializar. La participación en actividades sociales y comunitarias mejoran el estado de ánimo y la función de memoria.

¡Muévanse! Las actividades físicas y el ejercicio, como caminar a paso rápido, ayudan a aumentar y mantener la función cerebral.

Entrena tu cerebro. El uso de estrategias mnemotécnicas para recordar nombres mejora el aprendizaje y la memoria. (Los mnemónicos son trucos y técnicas para recordar la información que es difícil de recordar: Un ejemplo es el mnemónico «Rodolfo Narizotas Amó de Verdad a Azucena el Año que la Vio» para recordar las primeras letras de los colores del arco iris en orden de sus longitudes de onda: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta)

No crea en los estereotipos sobre la disminución de la memoria. Los estudios han demostrado que tener creencias positivas sobre el envejecimiento puede mejorar el rendimiento de la memoria en los adultos mayores.

¡Es difícil ganar conocimiento si no puedes ver o escuchar bien! Asegúrese de usar gafas o audífonos recetadas por su médico. Regularmente analice que tenga sus ojos y audición saludables.

Mantenga un sentido de control y confianza en su memoria. No asuma que los pequeños lapsos de memoria significan que usted tiene demencia. Utiliza varias ayudas de memoria para obtener y mantener confianza (consulte Ayudas de Memoria en la página siguiente).

Evite distracciones que desvían su atención. Las distracciones pueden variar desde intentar hacer varias cosas a la vez a ruidos fuertes en el fondo. Incluso tus pensamientos pueden distraer tu atención. Por ejemplo, si usted está preocupado por un ambiente laboral estresante y no está prestando atención cuando su amigo le da instrucciones para llegar a su nuevo hogar, no podrá recordar cómo llegar.

Ayudas para la memoria

Guarde las listas de “hacer” Establecer una rutina No se apresure Mantenga todo en su lugar Utilice asociaciones Etiquetar nueva información Mantenga un calendario Guarde listas «para hacer» y póngalas donde usted las verá más frecuentemente. Cada vez que complete un deber, táchelo.

Establece una rutina y sígala. Por ejemplo, si toma sus medicamentos a la misma hora todos los días, es más probable que los recuerde.

No se apresure. Dese tiempo para memorizar un nuevo nombre o recordar un viejo nombre.

Mantenga todo en su lugar. Si siempre pone sus gafas de lectura en el mismo lugar, siempre sabrá dónde están. Ponga los elementos que usted no quiere olvidar en un lugar donde usted los verá cuando los necesite. Por ejemplo, cuelgue sus llaves por la puerta de salida que usa con mayor frecuencia.

Utilice asociaciones. Por ejemplo, imagine una mesa en tu sala para recordar el nombre de la Sra. Mesa.

Etiquetar nueva información. Etiquete nueva información relacionándola con algo que ya conoce y que es fácil de recordar. Digamos que usted está en su carro en camino a la ferretería y se le olvido de hacer una lista de los cinco artículos que necesita. Mientras los recuerda, relacione cada objeto con uno de los cinco muebles de su habitación familiar: un martillo nuevo y brillante en la parte superior del televisor, un papel de cinta adhesiva en el asiento de su silla favorita, etc. Al llegar a la tienda visualiza las cinco piezas mobiliarias y sus cinco objetos.

Mantenga un calendario en papel o electrónico de fechas importantes. Asegúrese de revisarlo un par de veces al día. Memoria y Envejecimiento

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Otro consejo importante: Los problemas de memoria normal no afectan su vida cotidiana. Si se le olvida dónde pone sus llaves, probablemente sólo necesita estar mejor organizado. Sin embargo, si olvidas para que se utilizan las llaves o cómo abrir las puertas, usted debe ver a un psicólogo para una evaluación completa y /o hable con su proveedor de atención primaria de salud. Este tipo de problema de memoria no es una parte normal del envejecimiento.

Otras señales de que un problema de memoria puede requerir atención profesional incluye:

• Olvidar cómo llevar a cabo tareas cotidianas, como manejar dinero o pagar facturas

• No ser capaz de aprender cosas nuevas, tales como operar un nuevo microondas o tomar una ruta alternativa al supermercado

• No recordar los nombres de sus seres queridos Los fallos de memoria que ocurren normalmente durante la edad avanzada son sutiles y no tienen que interferir con la vida diaria. De hecho, usted puede adaptarse fácilmente a ellos a través de escribiendo listas, estableciendo rutinas, utilizando asociaciones y empleando otros ayudantes de memoria.

  • Vacunas

Vacunarse previene la transmisión de enfermedades a otros miembros de la familia y a la comunidad que no puede vacunarse.

¿Qué vacunas necesita el adulto mayor?

Entre 51 y 64 años:

• Vacuna contra hepatitis B. Protege de hepatitis b y sus complicaciones que son cirrosis y cáncer de hígado: se controla que los adultos tengan 3 dosis aplicadas 0,1 y seis meses.

• Vacuna doble bacteriana. Protege de difteria y tétanos: se recomienda que los adultos se apliquen refuerzos cada diez años, luego de haber recibido un esquema básico de 3 dosis. Si no tuviesen 3 dosis se completa o inicia un esquema de 3 dosis 0, 1 y seis meses y luego refuerzos cada diez años.

• Vacuna contra la gripe: se recomienda una dosis anual para los adultos con fac­tores de riesgo con indicación médica.

Entre 65 y + años:

• Vacuna contra hepatitis B. Protege de hepatitis b y sus complicaciones que son cirrosis y cáncer de hígado: se controla que los adultos tengan 3 dosis aplicadas 0,1 y seis meses.

• Vacuna doble bacteriana. Protege de difteria y tétanos: se recomienda que los adultos se apliquen refuerzos cada diez años, luego de haber recibido un esquema básico de 3 dosis. Si no tuviesen 3 dosis se completa o inicia un esquema de 3 dosis 0, 1 y seis meses y luego refuerzos cada diez años.

• Vacuna contra la gripe: se recomienda una dosis anual para los adultos con fac­tores de riesgo con indicación médica.

• Vacuna neumocócica 23 serotipos. Pro­tege de neumonía, meningitis y sepsis: se recomienda una dosis para todos los adultos de 65 años o más.

  • Caídas

Ya sea en casa, en la calle o en otros lugares, las caídas pueden causar pérdi­da de la autonomía debido a que pueden comprometer la capacidad funcional.

Las caídas son la principal causa de fractura de cadera, y pueden ser la forma de presentación de enfermedades teniendo consecuencias psicológicas y sociales (cam­bios de comportamiento y miedo a nuevas caídas con la consecuente reclusión). Se dan de manera frecuente en mayores de 60 años.

Las caídas pueden ser por:

• Trastornos visuales.

• Enfermedades que alteran la marcha o el equilibrio: de las articulaciones, los músculos, cardiovasculares, neurológicas, gastrointestinales.

• Problemas podológicos.

• Algunos medicamentos.

• Alcohol.

• Factores externos: mala iluminación, obstáculos como muebles, alfombras, ca­bles, utilización de calzado inadecuado, bañera.

Por lo tanto le recomendamos:

• Tenga los anteojos a mano.

• No encere los pisos y evite caminar cuando están húmedos.

• Ubique las luces de manera estratégica.

• Agregue barandas en las escaleras y en los baños.

• Las sillas deben tener altura suficiente para que se siente y se levante con facilidad.

• Los objetos de uso frecuente deben ser de fácil acceso (llaves de luz, teléfonos, utensilios de cocina, objetos de aseo en el baño, etc.).

• Si es necesario utilice bastón.

• Utilice zapatos cómodos.

  • Cataratas

Es una enfermedad ocular frecuente en el envejecimiento. Se produce cuando una lente que tenemos dentro del ojo llama­da cristalino, se vuelve opaca y produce disminución de la visión.

Si bien no se puede prevenir, muchas veces se encuentra asociada al consumo de alcohol o de cigarrillo.

PROMOCIÓN DE LA SALUD Y BIENESTAR EN LA VEJEZ

En esta área se trata la cobertura universal de las personas mayores por los servicios

de salud, la adaptación de los servicios de salud a las necesidades de las personas mayores, la promoción de conductas saludables a través de legislación, políticas y programas; la protección de los derechos de las personas que se encuentran en residencias para mayores, la promoción de recursos humanos a través de un plan de formación en gerontología con énfasis en la atención primaria; la mejora de la información relacionada con el estado de salud de las personas mayores y el monitoreo de los cambios.

SERVICIOS INTEGRALES DE SALUD

Objetivos

• Promover la cobertura universal de las personas mayores, en particular para

los de mayor edad.

• Garantizar el acceso a la consulta, medicación, ayudas técnicas, rehabilitación

y atención domiciliaria de las personas mayores.

• Asegurar la existencia de oferta del sistema progresivo de atención para las

personas mayores que lo requieran.

• Garantizar el derecho a la promoción y atención de la salud sexual de las personas

mayores.

• Garantizar la adecuación de la atención primaria a las necesidades de las personas

mayores.

• Crear marcos legales y mecanismos adecuados para la protección de los derechos

de las personas mayores institucionalizadas en servicios de cuidado de largo plazo.

• Garantizar el derecho a la atención y tratamiento integral e interdisciplinario en

salud mental de las personas mayores.

• Promover espacios de información y atención a familiares de personas mayores

con trastornos psiquiátricos y cognitivos.

• Establecer un sistema de vigilancia epidemiológica relacionado con los problemas

de salud prevalentes en las personas mayores.

• Promover el acceso a los sistemas de rehabilitación integral de las personas mayores.

• Promover la conformación de servicios gerontológicos en los hospitales públicos

y privados.

• Garantizar que la atención sociosanitaria a las personas mayores sea brindada

por recursos humanos formados en gerontología en todo el sistema sociosanitario,

incluyendo la formación de geriatras.

• Garantizar la oferta de cuidados alternativos para personas mayores en el sistema

sociosanitario.

• Promover investigaciones relacionadas con las diversas temáticas de salud de

las personas mayores.

ASPECTOS LEGALES Y NORMATIVOS DE LA SALUD

Objetivos

Promover el tratamiento legislativo que asegure el acceso equitativo y universal

de la atención integral de la salud de las personas mayores.

Garantizar que las prestaciones de salud para las personas mayores sean de calidad, eficientes,

eficaces, interdisciplinarias y especializadas en todos los niveles de atención.

PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN DE LA SALUD

Objetivos

• Promover la elaboración de un protocolo de evaluación gerontológica, único y

nacional para la detección precoz de indicadores de fragilidad y la unificación

de criterios para una implementación estratégica de intervención.

• Promover conductas personales y ambientales saludables en las personas mayores.

• Promover el desarrollo de campañas de concientización y jornadas abiertas

para la detección temprana de indicadores de fragilidad de las personas mayores.

• Generar nuevos programas de promoción y prevención de la salud de las personas

mayores y fortalecer aquellos que han resultado eficientes.

 EDUCACIÓN PARA LA SALUD

Objetivos

• Garantizar el acceso universal a la información a las personas mayores sobre

medidas de prevención y promoción, respetando la diversidad multicultural.

• Promover la información y asesoramiento a las familias y a las personas mayores

sobre el buen envejecer.

• Promover la formación de recursos humanos con capacitación en gerontología

y geriatría, en todos los niveles de atención, con énfasis en el nivel de atención

primaria.

REGISTRO Y SISTEMATIZACIÓN

Objetivos

• Promover un sistema único de información en salud pública y accesible que de

cuenta de las características y del estado de salud de las personas mayores en

Argentina que sirva de diagnóstico para la planificación sociosanitaria.

• Promover la implementación de un sistema de registro y sistematización única

de datos en salud de la persona mayor.

PROMOCIÓN DE LA SALUD Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES

Objetivos

• Promover conductas personales y ambientes saludables a través de leyes, políticas

y programas.

• Promover la inclusión de la persona mayor como sujeto en las campañas de promoción de la salud a nivel nacional, provincial y local.

ENTORNOS PROPICIOS Y FAVORABLES

En esta área se trata la adaptación del entorno físico a las necesidades de las personas mayores para mantener su independencia; el aumento de la disponibilidad

de los sistemas de apoyo para las personas mayores; la eliminación de toda forma

de maltrato y discriminación de las personas mayores y la promoción de una

imagen positiva de la vejez. Se promueve la existencia de entornos físicos, sociales

y culturales que potencien su desarrollo y favorezcan el ejercicio de derechos

y deberes en la vejez.

ENTORNOS UNIVERSALMENTE ACCESIBLES

1.1 – ESPACIOS FÍSICOS

Objetivos

• Garantizar la construcción de entornos físicos universalmente accesibles

(edificios públicos, privados, espacios urbanos, incluyendo mobiliario).

• Readaptar entornos físicos existentes a los parámetros del diseño universal

(edificios públicos, privados, espacios urbanos, incluyendo el mobiliario).

• Garantizar el acceso de las personas mayores a todos los servicios de infraestructura

haciendo especial hincapié en el acceso al agua potable.

• Promover la formación en temas de accesibilidad para quienes diseñan los

espacios físicos en las universidades nacionales.

1.2 TRANSPORTE

Objetivos

• Garantizar la creación de transporte universalmente accesible y seguro adecuándolo

a cada una de las regiones y climas del país.

• Promover la renovación progresiva de las unidades móviles (con accesibilidad

universal) en el trasporte público.

• Impulsar la adhesión e implementación por parte de las provincias de la Ley

Nacional de Accesibilidad 24314/94 y su decreto reglamentario 914/97.

• Promover campañas de sensibilización y difusión sobre los derechos de las

personas mayores y el impacto de la accesibilidad universal en su ejercicio.

• Propiciar la implementación de una tarifa interprovincial que permita a las

personas mayores acceder a descuentos en transporte, hotelería, servicios

recreativos y eventuales.

• Promover la generación de transportes adaptados exclusivos para personas

con movilidad reducida.

• Asegurar el acceso universal a sanitarios públicos y privados de acceso público.

1.3 SEGURIDAD

Objetivos

• Promover la concientización del autocuidado de las personas mayores en relación

a la seguridad vial.

• Promover campañas de prevención de delitos contra la integridad física de las

personas mayores.

1.4 VIVIENDA

Objetivos

• Promover la construcción y adecuación de las viviendas de accesibilidad universal.

• Promover el acceso a la vivienda de las personas mayores por medio de las

cuotas de adjudicación de los institutos provinciales de la vivienda u otros organismos

similares.

AUTONOMÍA Y LA ATENCIÓN DE LA DEPENDENCIA

Objetivos

• Promover la autonomía de las personas mayores independientemente de su

grado de dependencia.

• Garantizar el cuidado a lo largo de la vida por medio de la conformación de

centros de día, cuidados domiciliarios, residencias de larga estadía y otras formas

alternativas a la institucionalización.

• Fomentar la capacitación en el área gerontológica de profesionales y personal

que trabaje con personas mayores dependientes.

• Fortalecer redes comunitarias de contención de personas mayores dependientes.

• Garantizar la capacitación de cuidadores domiciliarios evitando la institucionalización

innecesaria para asegurar la calidad de vida de las personas mayores

en su domicilio el mayor tiempo posible.

• Promover la incorporación de los cuidados domiciliarios y otras instancias alternativas

a la institucionalización como parte de las prestaciones que brindan

las obras sociales y prepagas.

• Promover la creación de un banco de ayudas técnicas y ortesis en todas las

provincias y regiones del país.

• Garantizar la atención a la dependencia involucrando a los sectores público y

privado relacionados con el cuidado de la salud.

• Garantizar la creación de una normativa única que regule el funcionamiento y

estándares mínimos de calidad en todas las instituciones de larga estadía públicas

y privadas del país.

• Promover el cambio de paradigma en aquellas instituciones de larga estadía

públicas y privadas que todavía tienen una perspectiva asilar.

• Promover la inclusión de las personas mayores en el uso de nuevas tecnologías

de información y comunicación.

ACCESO A LA PROTECCIÓN LEGAL, Y A LA DEFENSORÍA EN CASO DE ABUSO

Y/O MALOS TRATOS

Objetivos

• Garantizar el acceso a la protección legal y a la defensoría en caso de abuso

y/o malos tratos por parte de las personas mayores.

• Promover campañas de sensibilización y difusión de información sobre abuso,

negligencia y maltrato a las personas mayores.

• Promover la sensibilización de los actores comunitarios para hacer visibles las

situaciones de discriminación, abuso y maltrato de las personas mayores, para

la derivación al tratamiento y contención de la víctima.

• Promover la investigación científica para diagnosticar situaciones de discriminación,

abuso y maltrato de las personas mayores.

• Promover el compromiso y celeridad necesaria en las disposiciones judiciales

frente a denuncias y situaciones de vulneración de derechos de las personas

mayores.

• Garantizar el acceso a la protección legal especifica, gratuita y a la defensoría

en caso de abuso y/o malos tratos de las personas mayores.

• Promover la creación de organismos competentes en la defensa y atención de

las personas mayores maltratadas.

• Incorporar la especificidad de la persona mayor en la legislación relacionada

con el abuso y el maltrato.

IMAGEN POSITIVA DE LA VEJEZ

Objetivos

• Promover campañas permanentes a través de medios de comunicación social

cuyos contenidos promuevan mensajes e imágenes del envejecimiento en un

sentido positivo.

• Promover actividades intergeneracionales orientadas a la recuperación de valores

fundados en el respeto y el reconocimiento mutuo de saberes y experiencias.

• Sensibilizar a comunicadores sociales sobre los mitos sobre la vejez y el envejecimiento

saludable.

• Promover la incorporación en la currícula escolar en todos sus niveles de la

imagen positiva de las personas mayores.

• Promover la formación de redes de voluntarios mayores.

• Promover la capacitación de líderes mayores.

 FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL

Objetivos

• Promover la formación y fortalecer las organizaciones gubernamentales y no

gubernamentales de y para personas mayores.

• Promover la creación y/o fortalecimiento de los consejos de personas mayores

incluyendo mecanismos de participación de la población rural y pueblos originarios.

• Promover la creación de áreas gubernamentales específicas de personas mayores

en los ámbitos jurisdiccionales en donde no existiesen.

• Fomentar la creación e implementación de mecanismos de participación comunitaria

y ciudadana en la toma de decisiones en el ámbito gubernamental y

no gubernamental relacionados con la temática de las personas mayores.

• Garantizar el acceso a los servicios sociales, educativos y prestacionales de

los migrantes mayores.

• Garantizar el respeto a la identidad de las personas mayores.

• Incorporar la perspectiva de género en relación a la autonomía y a la atención

de la dependencia de las personas mayores.

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