Resumen Módulo I
Introducción
Las familias son el eje básico de la planificación y formulación de la política social, porque son organizaciones sociales encargadas de reproducir la vida en la biología, la psicología y la sociedad.
Considerando que este fenómeno está transformando la sociedad actual, debemos adaptar nuestras acciones a las personas mayores para asegurar una mejor calidad de vida.
El Adulto Mayor
El envejecimiento es el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos.
Supone una disminución (no pérdida) de la capacidad de adaptación en cada uno de los órganos, aparatos y sistemas, así como de la capacidad de respuesta a todos los agentes que pueden afectar al individuo (caídas, ambiente, enfermedades, estilos de vida no saludables, viudez, jubilación, etc.)
Rol del cuidador domiciliario
Se denomina “rol” al desempeño de una persona en una situación dada, a la manera en que demuestra lo que se espera de su posición.
Podemos decir que el rol es el papel que se representa.
El rol del cuidador domiciliario, como otros roles, requiere de una construcción, y para ejercerlo se necesita la presencia del otro que demande sus servicios.
Podemos decir que es un rol nuevo, que su aparición se relaciona con el envejecimiento poblacional y la necesidad de generar estrategias de atención al adulto mayor evitando, o retrasando, su institucionalización residencial.
El buen ejercicio del rol del cuidador domiciliario requiere de la incorporación de conocimientos y de una fuerte motivación vocacional y actitudinal
Es un rol que en su ejercicio brinda apoyo al adulto mayor en las actividades de la vida diaria, manteniéndolo en su hogar el mayor tiempo posible y conveniente, inserto en su comunidad y conservando sus roles familiares y sociales, con el fin de mejorar su calidad de vida.
Cuidador formal y cuidador informal
Los cuidadores informales, representados generalmente por familiares, amigos o vecinos, no disponen de capacitación
Dentro de este grupo suelen identificarse el cuidador principal (cónyuge o familiar femenino más próximo) y los cuidadores secundarios
El cuidador formal, en cambio, es quien recibe una capacitación teórico práctica desde una concepción bio-psico-social de la vejez y del envejecimiento en interacción con su entorno, que apunta a generar estrategias de autovaloración y autocuidado, desarrolla habilidades a través de las tareas diarias como cuidador domiciliario
Esta formación se realiza desde una mirada interdisciplinaria de la vejez y el envejecimiento.
Un aspecto fundamental es el reconocimiento e identificación de las funciones del cuidador y en especial en su perfil, determinando dos niveles bien diferenciados del mismo: el perfil laboral y el perfil técnico.
El concepto de perfil se define como la expresión de cada una de las cualidades que define a una determinada persona.
Funciones del cuidador domiciliario
• Prevención: advertir y detectar de manera precoz aquellas situaciones que se presenten
• Promoción: centrar la mirada en la identificación y la optimización de las posibilidades existentes
• Educación: esta función pretende que el cuidador domiciliario sea el interlocutor para difundir aquellos conocimientos específicos incorporados
• Asistencia: proveer apoyo y entrenamiento en el desenvolvimiento de las actividades de la vida diaria del adulto mayor
Perfil técnico del cuidador domiciliario
El perfil técnico es “el conjunto de aptitudes, conocimientos y experiencia laboral de una persona”.
Establecer y regular el perfil técnico del cuidador implica la necesidad de coherencia y concordancia con las funciones y las tareas que se requieren para dar cumplimiento al perfil laboral de quien se desempeña como tal.
Variables de índole personal
La primera variable incluye los indicadores correspondientes a edad, sexo, y salud.
La edad se transforma en un indicador de relevancia
Se considera la edad adecuada para el cuidador la de 25 a 50 años.
El sexo es un indicador de poca incidencia
Mujeres y varones tienen capacidades
La salud sí se convierte en un indicador fundamental, pues permite determinar las condiciones adecuadas y necesarias que el cuidador debe tener para el desarrollo de su tarea.
La variable socioeconómica
Esta variable concentra indicadores objetivos tales como los sociales y los económicos. Los indicadores sociales deben ser evaluados en profundidad, pero para nada deben considerarse excluyentes.
Los indicadores económicos cumplen un rol relevante, pues ponen en juego aspectos bien diversos, relacionados con la remuneración o pago que van a percibir por la tarea como cuidador
La variable psicológica
influye sustancialmente en la construcción de vínculos con la persona que recibe el cuidado, su entorno y grupo familiar y sus redes sociales de apoyo.
Las cualidades personales son aquellas que representan al cuidador domiciliario en el desempeño de su tarea y se relacionan con las características de personalidad.
Las cualidades actitudinales se refieren a aquellas capacidades cognitivo-afectivas que respaldarían una adecuada atención al destinatario del servicio de cuidados.
La variable formativa
Implica el aprendizaje desde tres perspectivas o ámbitos: el conocimiento, el desarrollo de habilidades y la presencia de valores y actitudes.
La educación formal resulta un indicador importante, se valora el nivel primario completo como el adecuado
La educación no formal, concentra el recorrido de las personas en áreas por fuera del sistema educativo formal.
La experiencia es un factor motivador de importancia
Su formación, desde una perspectiva integral e integrada de la vejez y del envejecimiento, busca potenciar aquellos aspectos ligados a la relación cuidador domiciliario-persona cuidada
En la construcción del perfil técnico, será importante trabajar aspectos relacionados a sentimientos de omnipotencia y su contracara de impotencia o frustración
Otro aspecto que contribuye al perfil técnico es el motivacional
Perfil laboral del cuidador domiciliario
El perfil laboral es el conjunto de las tareas, funciones, acciones y características de una ocupación o trabajo determinado.
Se refiere a las tareas, rol y funciones, relacionadas a las características propias del desenvolvimiento de la vida diaria del adulto mayor.
Tareas inherentes al perfil laboral del cuidador domiciliario
• Acompañamiento y asesoramiento en todas las actividades de la vida diaria.
• Administración de medicamentos por vía oral y de uso externo, indicados y prescriptos por profesionales.
• Preparación de alimentos. Ingesta asistida.
• Higiene y arreglo personal y del hábitat.
• Acciones preventivas de accidentes.
• Actividades recreativas y ocupacionales acorde a sus posibilidades.
• Colaboración en las prácticas indicadas por el profesional.
• Difusión de acciones de promoción de la salud y reinserción social.
Vínculo cuidador – adulto mayor
Un vínculo implica la presencia de dos, y por supuesto el reconocimiento de un otro diferente y diferenciado.
El vínculo se fundamenta en la relación con el otro y en las emociones que se ponen en juego.
Cuando lo que las personas mayores reclaman es apoyo, comprensión, o alivio, los cuidadores no pueden responder exclusivamente desde la teoría o el marco conceptual.
Este vínculo se construye en una relación de asimetría, es decir el cuidador domiciliario aporta su saber, sus habilidades y destrezas en relación al cuidado que requiere el adulto mayor.
Este vínculo debe estar atravesado por el paradigma de derechos.
El adulto mayor no es un beneficiario sino un titular de derechos.
Distancia óptima
La existencia de una distancia óptima, constituye un factor fundamental en la fórmula cuidador – persona cuidada. No proveer a través del cuidado una actitud paternalista, tampoco brindar un apoyo despersonalizado, el equilibrio: humanizar la tarea. Ni muy cerca ni muy lejos.
Lograr una distancia óptima en esta interrelación opera directamente en el adulto mayor y su entorno familiar brindándoles mejores posibilidades de ayuda, apoyo y cuidados.
Mucha distancia o mucha cercanía puede generar problemas en esta relación. El grado óptimo de distancia o cercanía varía de una persona a otra e incluso, en la misma persona a lo largo del día.
Dignidad, respeto, intimidad, información y confianza en la tarea de cuidados domiciliarios
Dignidad
Se basa en el reconocimiento de la persona como valiosa en sí misma por el mero hecho de su condición humana.
Todo ser humano es merecedor de respeto.
Prestar una especial atención
a) la protección y garantía de la intimidad y la privacidad,
b) la protección de la propia identidad y el cuidado de la imagen personal,
c) evitar los sentimientos de exclusión,
d) el respeto a la edad adulta y
e) el respeto y apoyo al desarrollo del proyecto de vida propia.
Un aspecto esencial para valuar, la dignidad y el respeto, no puede ser la ausencia de negligencia al momento de encarar la tarea, sino corresponde identificar la presencia de diligencia y excelencia.
La ausencia de estos valores, resultan una amenaza a la dignidad de las personas mayores.
Otro aspecto fundamental en esta relación interpersonal, es la confianza.
Si el cuidador parte de prejuicios que catalogan a las personas mayores como demandantes, poco colaboradoras o personas incapaces, que no se enteran ni saben nada, solo podrán establecerse relaciones distantes y basadas en la desconfianza, que provocarán actitudes defensivas y obstaculizarán la tarea de cuidar.
Cuidado del Cuidador
Cuidar es un acto natural, es un acto de vida. Cada acto que hacemos cuando cuidamos a alguien es simple, pero tiene efectos muy importantes para quien es cuidado.
Es una atención integral a la persona en todos sus aspectos
El cuidado implica comunicación, confianza, compromiso y amor. Lleva a una transformación profunda y cualitativa.
El buen desempeño estaría determinado por el equilibrio relativo entre los factores de riesgo
y factores de protección
Autocuidado. Prevención
¿Cómo cuidarnos?
Reduciendo la frecuencia de aparición de factores de riesgo, impactando en su duración, colaborando en la implementación de estrategias para abordar problemas que se les pueden presentar a los cuidadores e impedir que se presenten, potenciando, manteniendo, introduciendo factores de protección que actúen compensatoriamente a las situaciones estresantes.
Aspectos Generales del envejecimiento
Junto con el envejecimiento de la población se produce un cambio denominado transición epidemiológica, lo que significa que las enfermedades agudas se convierten en crónicas, lo que disminuye su mortalidad, pero se prolongan a lo largo de toda la vida del individuo, con sus consecuentes limitaciones de secuelas o invalidez.
Personas mayores con discapacidad
La Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad (ENDI) nos permite saber que la mayoría de las personas de 65 años y más presentan solo una discapacidad (63%), y un porcentaje menor pero importante presentan dos (28%) y tres discapacidad (9%),
Necesidad de cuidados
Aunque no todas las personas mayores presentan discapacidades, muchas tienen dificultades para realizar las tareas de la vida diaria si no encuentran quien las ayude.
Es por ello que resulta imprescindible la capacitación de personas que desarrollen la tarea de cuidados en el hogar de este grupo poblacional
¿Qué es el envejecimiento?
El envejecimiento es un proceso largo que comienza cuando nacemos y finaliza con la muerte. Desde el punto de vista individual, es inexorable, todos envejecemos.
La edad física (cronológica) es una variable importante, pero no la única, puesto que no todas las personas envejecen o cambian físicamente al mismo tiempo
Por lo tanto, debemos distinguir entre la definición cronológica de la vejez (la edad en años) y la construcción social que se realiza de ella.
La gerontología
Distinguimos a la geriatría de la gerontología, dado que la geriatría es la rama de la ciencia médica que se ocupa de los aspectos clínicos, terapéuticos y preventivos relacionados con el proceso salud-enfermedad de las personas mayores.
La gerontología es más abarcadora e incluye a la geriatría.
La gerontología es un saber multidisciplinario en la medida en que se nutre de las ciencias biológicas, sociales y psicológicas
La atención domiciliaria
La atención domiciliaria se define como el conjunto de servicios de apoyo sanitarios y sociales prestados a las personas en su hogar, manteniéndolos en sus casas el mayor tiempo posible y conveniente, insertos en su comunidad y conservando sus roles familiares y sociales, con el fin de mejorar su calidad de vida.
Atención domiciliaria y servicios de apoyo domiciliarios
Presentan cuatro categorías
• Servicios de alta tecnología. Dirigidos a personas que presentan una patología que requiere para su tratamiento de tecnología compleja.
• Servicios especializados. Estos servicios se basan, no sólo en el profesional médico, sino principalmente en el personal de enfermería, en el fisioterapeuta, en el terapista ocupacional, en el fonoaudiólogo, y en el nutricionista, entre otros.
• Servicios de baja complejidad. Se brindan a personas que, por razones biológicas, psicológicas y/o sociales, no pueden realizar las tareas de la vida diaria por sí solos
• Servicios para pacientes terminales. Incluyen todos los servicios mencionados anteriormente, incorporando los de asistencia espiritual, psicológica y legal.