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Resumen – AT

Módulo III

Intervenciones Terapéuticas en crisis

Fundamentos

Los ejes que vertebran la conceptualización de la práctica del acompañamiento terapéutico son:

  • Una revisión que se interroga respecto de lo que se define como sano y enfermo en la actualidad
  • Un enfoque psicodinámico para pensar el desequilibrio psíquico
  • Una perspectiva metapsicológica del acompañamiento terapéutico
  • La necesidad de ayudar a buscar un destino al dolor psíquico
  • El reconocimiento del Otro como fundante de la estructuración psíquica, garante de su sostenimiento
  • La convicción de que, más allá de la repetición hay espacio para lo nuevo, concepción solidaria con la idea de un psiquismo abierto
  • La perspectiva de la complejidad

El Acompañamiento Terapéutico es un recurso imprescindible, un espacio intermedio entre la enfermería especializada y el psicólogo o psiquiatra tratante

Hacia una metapsicología del acompañamiento terapéutico.

Pensar la metapsicología del acompañamiento terapéutico requiere ubicarlo desde el punto de vista tópico, dinámico y económico.

El punto de vista tópico alude a la teoría de los lugares.

El punto de vista dinámico considera que los fenómenos síquicos son resultantes de un conflicto

El punto de vista Económico se refiere a la cantidad, distribución y circulación de una energía cuantificable.

Del dolor y el sufrimiento

El sujeto desvalido, desamparado, necesita de otro que lo auxilie, que pueda escuchar su dolor y le permitan hacer frente a la desesperanza qué lo inunda.

El acompañamiento terapéutico busca restituirle la palabra al sujeto avasallado encontrando un sentido a su dolor, promoviendo el conflicto. La manera de producir diferencia o novedad es a través de la aceptación de la existencia del conflicto y el trabajo sobre el mismo cómo acción transformadora.

El lugar del “OTRO”

En este sentido, coincidimos con el modelo de Piera Aulagnier, qué destaca la importancia de la cultura en la conformación de la subjetividad y los vínculos.

Esta autora sostiene, además, que el niño no es pasivo, sino qué es convocado desde el inicio a una tarea de metabolización de aquello que se va gestando en los encuentros con el otro.

La relación con el otro excede lo que suele llamarse relación con un objeto externo. El vínculo con otro requiere una relación de presencia.

El otro es, desde está concepción, un semejante y al mismo tiempo un ajeno.

Dolor y Resilencia

La resiliencia se presta a extrapolarlo al terreno de las ciencias sociales, y relacionarlo con la capacidad de recuperación de la vida mental frente a situaciones traumáticas.

El concepto de resiliencia, extrapolado al terreno de la psicología, puede definirse entonces cómo la capacidad de los seres humanos de superar los efectos de una adversidad a la que están sometidos, e incluso, de salir fortalecidos de la situación.

Se ha definido como una capacidad emocional, cognitiva y sociocultural de las personas o grupos que permite reconocer, enfrentar y modificar constructivamente aquellas situaciones que causan daño, sufrimiento y amenazan el desarrollo humano siendo el aspecto más especial y original el énfasis de la necesidad del otro cómo punto de apoyo para la superación de la adversidad.

Está conceptualización tiene mucha afinidad con la labor del acompañante terapéutico, que también se ofrece cómo sostén real y metafórico, sensible y resistente al mismo tiempo.

Para entender el fenómeno de la resiliencia Boris Cyrulnik apela al concepto de “oxímoron”,

El oxímoron revela el contraste de aquel que, al recibir un gran golpe, se adapta dividiéndose. La parte de la persona que ha recibido el golpe sufre y produce necrosis, mientras otra parte mejor protegida, aún sana pero más secreta, reúne con la energía de la desesperación, todo lo que puede seguir dando un poco de felicidad y de sentido a la vida.

La capacidad resiliente va asociada a la creatividad, a la autonomía, a la ensoñación, a la disposición al cambio y a la posibilidad de innovar.

Intervenciones en crisis

Que define una urgencia

La urgencia se presenta como una demanda en donde la respuesta no puede ser diferida. En esta definición se halla comprometida una concepción del tiempo.

La Urgencia lleva necesariamente a introducir el tema del acting out y el pasaje al acto. En el acting out, además de su característica básica, la tendencia a la acción, se agregan dos factores: la dramatización y una creencia, en su mayor parte inconsciente, en la magia de la acción.

El pasaje al acto es una amenaza presente en la urgencia.

En la adolescencia, el acting out está presente en la mayoría de las consultas. Es casi un modo de estar durante esta etapa de la vida.

Intervenciones en urgencias

Los casos que habitualmente llegan a la urgencia, suelen ser intento de suicidio, adicción, anorexia, crisis de pánico, actos de violencia.

En general en las consultas no hay una demanda de saber si no de contención, de limite, de garantía de cierto funcionamiento reglado. Se responde a modo de red a través de psiquiatras, psicólogos, acompañantes terapéuticos. Las intervenciones se caracterizan por su pluralidad. La magnitud de la crisis, y el seguimiento de la demanda debe ser soportada por más de uno.

Adicciones

La adicción es una enfermedad cerebral.

Para la Asociación Americana de Medicina de la Adicción (ASAM), la adicción es una enfermedad primaria y crónica de recompensa cerebral, motivación, memoria y circuitos relacionados.

La adicción afecta la neurotransmisión y las interacciones dentro de las estructuras de recompensa del cerebro, incluidos el núcleo accumbens, la corteza cingulada anterior, el cerebro anterior basal y la amígdala, de manera tal que se alteran las jerarquías motivacionales y las conductas adictivas, que pueden incluir o no el consumo de alcohol y otras drogas.

La adicción se caracteriza por:

> Incapacidad para mantener la abstinencia
> Pérdida del control de los impulsos
> Deseo intenso o ansia de consumo de sustancias (craving)
> Dificultad para reconocer las consecuencias derivadas del consumo
> Respuestas emocionales disfuncionales en las relaciones interpersonales

Causas

La adicción es una patología compleja de origen biopsicosocial, es decir, las causas son múltiples y actúan de forma compleja para producir el desorden adictivo.

La enfermedad no se desarrolla sobre un vacío, sino que existe una base especial sobre la que asienta la enfermedad

Diagnóstico para adictos

Comorbilidad: La enfermedad de adicción con frecuencia se presenta junto a otras patologías psiquiátricas

Criterios para el diagnóstico de una adicción

Según el DSM-5, para diagnosticar el trastorno por consumo de sustancias debe cumplirse dos criterios de los siguientes, durante 12 meses:

  • Uso peligroso.
  • Problemas sociales o interpersonales relacionados con el consumo.
  • Incumplimiento de los principales roles por su consumo.
  • Síndrome de abstinencia (también para el cannabis).
  • Tolerancia, uso de mayor cantidad de sustancia o más tiempo.
  • Intentos repetidos de dejarlo o controlar el consumo.
  • Emplear más tiempo del que se pensaba en actividades relacionadas con el consumo.
  • Tener problemas físicos o psicológicos relacionados con el consumo.
  • Dejar de hacer otras actividades debido al consumo.

El modelo de Prochaska y Diclemente: un modelo de cambio

James Prochaska y Carlo Diclemente desarrollaron su modelo transteórico, compuesto por estadios, procesos y niveles.

LOS ESTADIOS DEL CAMBIO

1. Precontemplación: el paciente manifestando negación del problema y sin considerar realmente el cambio.

2. Contemplación: el sujeto reconoce tener un problema dudando aún sobre sus beneficios.

3. Preparación: en esta etapa la persona se halla lista para la actuación, habiendo dado algunos pasos en pos del objetivo.

4. Acción: se refiere al momento en que se hacen más evidentes los pasos que se toman para lograr el cambio. Su duración es de 6 meses.

5. Mantenimiento: sigue a la acción y dura otros 6 meses,

6. Finalización: el cliente ya no necesita de la utilización de ningún proceso de cambio a fin de impedir la recaída o el regreso al problema.

Es importante destacar que, al intentar cambiar un problema, gran parte de los sujetos recaen al menos una vez en el proceso

LOS PROCESOS DEL CAMBIO

Se refieren a la dimensión procesal (cómo cambian las personas).

1. Concientización: se refiere a las actividades que procuran incrementar el grado de información que trae un estímulo a la persona

2. Autoreevaluación: es un proceso desencadenado por algunas actividades que la persona realiza luego de reevaluar aspectos cognitivos y afectivos.

3. Autoreevaluación social: el individuo considera que, si el cambio sucede, su entorno sería más saludable.

4. Autoliberación: luego de hacer una retasación de su situación, la persona toma la decisión de cambiar la conducta problemática.

5. Liberación social: consiste en actividades que ayuden a que el individuo tenga más alternativas para elegir

6. Relieve dramático: es cuando se experimentan y expresan emociones producidas por las consecuencias negativas que conlleva la conducta problema

7. Contracondicionamiento: es un proceso conductual que consiste en la modificación de una respuesta

8. Control de estímulo: esta técnica implica una reestructuración del ambiente con el objetivo de reducir la probabilidad de que el estímulo se presente.

9. Manejo de lo eventual: el objetivo central de este proceso es utilizar una serie de actividades para cambiar las consecuencias que siguen al comportamiento problemático mediante un sistema de refuerzos y castigos

10. Relaciones de ayuda: es esencial para lograr el cambio y se refiere simplemente, al apoyo social que pueden proveer los familiares, amigos, etc.

NIVELES DEL CAMBIO

  1. Síntoma/Situación.
  2. Cogniciones desadaptativas.
  3. Conflictos actuales interpersonales.
  4. Conflictos familiares/sistemas.
  5. Conflictos intrapersonales.

¿Cuáles son los tratamientos para la drogadicción?

Son varias las opciones de tratamiento para la drogadicción que han dado buenos resultados. Entre ellas se cuentan:

  • orientación conductual
  • medicación
  • aplicaciones y dispositivos médicos que se usan para tratar los síntomas de abstinencia o instruir al paciente sobre el desarrollo de nuevas aptitudes
  • evaluación y tratamiento de problemas concurrentes de salud mental, como la depresión y la ansiedad
  • seguimiento a largo plazo para evitar la recaída

Como reconocer un trastorno por consumo de drogas

Preguntas para personas adultas:

  1. ¿Consumes la droga en mayor cantidad o durante más tiempo de lo previsto?
  2. ¿Deseas consumir menos o dejar completamente la droga pero no puedes?
  3. ¿Pasas mucho tiempo buscando, consumiendo o recuperándote de la droga?
  4. ¿Sientes deseos intensos y urgencia de consumir la droga?
  5. ¿Eres incapaz de manejar tus responsabilidades en el trabajo, el hogar o la escuela por el consumo de la droga?
  6. ¿Continúas consumiendo la droga incluso si te causa problemas en tus relaciones?
  7. ¿Renuncias a importantes actividades sociales, recreativas o relacionadas con el trabajo por el consumo de la droga?
  8. ¿Consumes drogas una y otra vez, aun cuando el hacerlo te pone en peligro?
  9. ¿Continúas consumiendo, aun cuando sabes que un problema físico o mental que tienes podría ser consecuencia de la droga o haber empeorado por ella?
  10. ¿Consumes mayor cantidad de droga para obtener el efecto que buscas?
  11. ¿Tienes síntomas de abstinencia que se alivian cuando consumes más droga? (Algunos síntomas de abstinencia son evidentes, pero otros pueden ser más sutiles, como sentirse irritable o nervioso.)

Preguntas sobre adolescentes o adultos jóvenes que todavía viven en el hogar familiar:

  1. ¿El adolescente/joven pasa tiempo con amigos diferentes?
  2. ¿Ha dejado de preocuparle su apariencia?
  3. ¿Sus calificaciones y desempeño en la escuela están empeorando?
  4. ¿Falta a clase o a la escuela o quiere dejar de estudiar?
  5. ¿Está perdiendo interés en sus actividades favoritas?
  6. ¿Tiene problemas de conducta en la escuela o problemas con la policía?
  7. ¿Ha cambiado sus hábitos de sueño o de comida?
  8. ¿Tiene más problemas con la familia y los amigos?

Si la respuesta a todas o algunas de estas preguntas es sí, tu amigo o ser querido podría tener un problema por consumo de drogas. En los casos más graves, ese problema se llama adicción. Le puede suceder a cualquiera, a personas de todo tipo y nivel, a ricos y pobres, y puede suceder a cualquier edad.

El ataque de pánico

El ataque de pánico o crisis de pánico se presenta como un episodio agudo, referido a un problema somático. La expresión sintomática está caracterizada por el paroxismo, el exceso, la explosión, se sitúa en el campo del acto y no del dicho

La irrupción de lo real sobre las representaciones simbólicas genera el desborde de angustia.

Cuando el sujeto sepa qué hacer con lo real que irrumpe, encontrará otras respuestas y ya no tendrá necesidad de consultar de urgencia.

La despersonalización con la sensación de amenaza de Muerte y el temor a la repetición, conforman el ataque de pánico.

¿Cómo ayudar frente a una crisis de pánico?

¿Cómo ayudar a alguien en una crisis de pánico?

Si presenciamos una crisis de pánico, lo primero que debemos hacer es mantener la calma. Debemos entender que la persona que lo está sufriendo siente un miedo incontrolable, por lo que es importante transmitirle tranquilidad y hacerle entender que no está solo.

También es recomendable seguir estos pasos:

Respirar: cuando una persona sufre una crisis tiende a respirar más profundo y/o rápido de lo habitual, lo que provoca una hiperventilación que aumenta la sensación de pánico. En estos casos, pídele que se concentre en hacer que su respiración sea más corta y superficial.

Preguntar sobre lo que pasa: es importante saber si el afectado ya ha tenido un episodio similar antes

Acude a un lugar seguro: frente a cuadros ansiosos es recomendable buscar lugares sin ruidos estridentes o con mucho público y quedarse ahí hasta que pase la crisis.

No seas invasivo: no trates de sostenerla o abrazarla. Tampoco realices movimientos bruscos o repentinos

Cambia el foco: en algunos casos, una alternativa es dirigir la atención de la persona hacia algún elemento

No te frustres

¿Te tomaste los remedios?: en el caso de pacientes que están bajo tratamiento psiquiátrico

No obligues a comer:  Recomienda beber sorbos pequeños de agua, y de ser necesario, ingerir bocados pequeños de comida, pero solamente una vez que haya terminado el episodio.

Trastornos Alimentarios – Cuando la dieta enferma

La anorexia y la bulimia son desordenes de la alimentación que presentan una serie de actitudes conflictivas relacionadas con la comida, el peso y el esquema corporal y una característica muy común en la iniciación del padecimiento de esas enfermedades, es que no se dan a partir de una gordura, sino de una dieta para adelgazamiento sin verdadero sobrepeso o aún con peso considerado normal.

Anorexia

Anorexia es dejar de comer por voluntad propia, aun disponiendo de abundantes alimentos.

La preocupación por el peso no es un hecho aislado, sino que se produce, en la mayoría de los casos, cuando las personas enfrentan situaciones nuevas en su vida, fundamentalmente relacionadas con el aspecto y la sexualidad.

Las características más importantes de un cuadro anoréxico son:

  1. rechazo a ingerir alimentos por miedo engordar
  2. disminución importante de peso (más del 15 % del peso mínimo normal para la edad y la estatura).
  3. distorsión de la imagen de su cuerpo. Se ven gordas o gordos.
  4. Disminución de la frecuencia cardiaca y de la tensión arterial.
  5. Intolerancia al frío.
  6. vómitos.
  7. constipación.
  8. piel seca y amarillenta.
  9. trastornos del sueño.

caída del cabello.

El abordaje se inicia con entrevistas lo más exhaustivas posibles que permitieron captar la demanda formulada por el paciente, y la de su entorno

Bulimia

La característica principal de esta enfermedad es la irresistible tentación de comer, sin detenerse, grandes porciones de alimentos, especialmente dulces o ricos en calorías. Luego, ante el menor temor a engordar, estos atracones son seguidos por vómitos, abuso de laxantes, ejercicios físicos enérgicos o ayuno riguroso, que derivan en alteraciones del esquema corporal, trastornos menstruales y bruscos aumentos y descensos de peso.

Conducta de la persona bulímica

  1. muestran una preocupación excesiva por el peso y la comida.
  2. son pacientes que se ven obesos no coincidiendo consulta ya y silueta real.
  3. sufren trastornos menstruales.
  4. padecen depresión o cambios de carácter.
  5. tienen atracones de comida asociadas a estrés o ansiedad.
  6. tienen sensación de culpa asociada al acto de comer.
  7. comen en secreto o a escondidas.
  8. esconden alimentos.
  9. roban alimentos.
  10. usan el baño después de comer.
  11. abusan de laxantes y diuréticos.

Ambas enfermedades, anorexia y bulimia, pueden llevar a cambios metabólicos cómo hipotermia (cambios de la temperatura normal del cuerpo), bradicardia (ritmo lento del corazón), hipotensión (tensión insuficiente), y además trastornos dentales.

¿Qué hacer?

Pensar que es una enfermedad psíquica:

Hablar con el familiar afectado

Actitud y conducta más normal posible:

Tener paciencia y constancia

¿Qué no hacer?

No tomar decisiones precipitadamente:

No «castigar» al paciente:

Violencia contra sí mismo.

En los casos de urgencias que presentan violencia contra sí mismo, las respuestas oscilan entre dos polos que van del tratamiento ambulatorio a la judicialización o la internación.

Como toda crisis también es una ocasión oportuna para la toma de decisiones que el paciente no podía asumir

Uno de los destinos de la urgencia es el comienzo de una demanda y oferta de análisis que permita abrir el camino al trabajo transferencial. Ese consentimiento puede considerarse ya un logro terapéutico.

¿Qué hacer si alguien tiene tendencias suicidas?

El primer paso es averiguar si la persona corre riesgo de seguir sus sentimientos suicidas. Actúa con delicadeza, pero formula preguntas directas, como las siguientes:

  • ¿Cómo estás afrontando lo que ha estado ocurriendo en tu vida?
  • ¿A veces sientes ganas de darte por vencido?
  • ¿Piensas en la muerte?
  • ¿Piensas en hacerte daño?
  • ¿Piensas en el suicidio?
  • ¿Alguna vez has pensado en el suicidio o has intentado hacerte daño?
  • ¿Pensaste cómo o cuándo lo harías?
  • ¿Tienes acceso a armas u objetos que se puedan utilizar como armas para hacerte daño?

Si necesitas ayuda inmediata

Si alguien ha intentado suicidarse:

  • No dejes sola a la persona.
  • Llama al 911 o al número local de emergencias de inmediato. O bien, si crees que puedes hacerlo de forma segura, lleva a la persona a la sala de emergencias del hospital más cercano.
  • Intenta averiguar si la persona está bajo los efectos del alcohol o las drogas, o si es posible que haya tomado una sobredosis.
  • Informa de inmediato a un familiar o a un amigo acerca de lo que está sucediendo.

Si un amigo o un ser querido habla o se comporta de una manera que te hace pensar que podría intentar suicidarse, no intentes manejar la situación por tu cuenta:

  • Busca ayuda de un profesional capacitado tan pronto como sea posible. Es posible que la persona necesite hospitalización hasta que haya pasado la crisis suicida.
  • Anima a la persona a que llame a una línea directa de prevención del suicidio. 
  • Alienta a la persona a que llame a una línea directa de prevención del suicidio. 
  • Alienta a la persona a buscar tratamiento.
  • Ofrécele a la persona ayudarla a buscar asistencia y apoyo.
  • Alienta a la persona a comunicarse contigo.
  • Sé respetuoso y reconoce los sentimientos de la persona.
  • No seas condescendiente ni sentencioso.
  • Nunca prometas mantener en secreto los pensamientos suicidas de una persona.
  • Tranquiliza a la persona haciéndole saber que la situación puede mejorar.
  • Alienta a la persona a evitar el consumo de alcohol y drogas.
  • Si es posible, elimina los elementos potencialmente peligrosos de su casa.
  • Tómate en serio todos los signos de comportamiento suicida

Violencia de género

Violencia contra las mujeres es cualquier conducta (una acción, un insulto, una actitud, un silencio o la falta de colaboración) que daña a la mujer por el solo hecho de serlo.

Puede ocurrir en cualquier espacio público o privado:

» Violencia doméstica: es la ejercida por un integrante de su grupo familiar –en la mayoría de los casos, la pareja o expareja–, independientemente del espacio físico. (¡) El término pareja incluye el/la novio/a, el/la conviviente, el exmarido, etc.

» Violencia institucional: es la ejercida por los/as funcionarios/as, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que buscan obstaculizar o impedir que las mujeres accedan a políticas públicas y ejerzan sus derechos.

» Violencia laboral: es la discriminación contra las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados que obstaculiza su acceso, ascenso o permanencia en el empleo.

» Violencia contra la libertad reproductiva: es la que vulnera el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente cuántos embarazos quieren tener o cuánto tiempo quieren esperar para tener más hijos/as.

» Violencia obstétrica: es la que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres.

» Violencia mediática: es la publicación o difusión de mensajes e imágenes que denigran a las mujeres y atentan contra su dignidad, en cualquier medio masivo de comunicación.

¿Qué tipos de violencia contra las mujeres existen?

Violencia física

Violencia psicológica

Violencia sexual

Violencia económica

Violencia simbólica

¿Qué hacer?

» llamar a la línea 144

» acercarte a un hospital

Te aconsejamos que te acerques al CAJ más cercano.

Asistencia en ciclos vitales

Desvalimiento en la infancia

El acompañamiento terapéutico en la infancia no difiere, esencialmente, en sus fundamentos, de otros campos de aplicación. Pero sí plantea alternativas significativamente distintas en el abordaje.

Pensar en la infancia presupone situarla tomando en cuenta los múltiples entrecruzamientos que la determina. Esos son:

  1. el estado de indefensión del niño en las etapas tempranas de la vida.
  2. la dependencia del amparo y sostén parental.
  3. las condiciones del contexto socio cultural en el que el niño está alojado.

La inclusión de acompañamiento terapéutico en la infancia responde a una concepción del funcionamiento psíquico, atravesado por una perspectiva de neogenesis.

Anna Freud propone, con acierto, un criterio integral de evaluación clínica que agrupa 6 categorías diagnósticas:

  1. a pesar de los trastornos manifiestos de la conducta diaria, el crecimiento de la personalidad del niño es esencialmente saludable y su padecimiento cae dentro de la amplia gama de las variaciones de lo normal.
  2. las formaciones patológicas existentes que son los síntomas, son de naturaleza transitoria y pueden clasificarse cómo productos secundarios de las tensiones del crecimiento.
  3. existen regresiones permanentes de los impulsos hacia puntos de fijación previamente establecidos que conducen a conflictos del tipo neurótico y dan lugar a las neurosis infantiles ya los trastornos del carácter.
  4. existen regresiones de los impulsos como el caso anterior, que regresiones simultaneas del superyó que conducen a trastornos de infantilismo, condiciones limítrofes, delincuencia o psicosis.
  5. existen deficiencias primarias de naturaleza orgánica o privaciones tempranas que distorsionan el desarrollo y la estructuración, y producen personalidades retardadas, defectuosas y atípicas.
  6. existen procesos destructivos de origen orgánico, tóxico o psíquico, de origen conocido o desconocido que han interrumpido el crecimiento mental o están a punto de hacerlo.

Generalidades en las patologías infantiles

La esquizofrenia en los niños

La esquizofrenia cómo patología puede manifestarse fenomenológicamente causando pensamientos y sentimientos extraños y un comportamiento poco usual.

Pero se puede notar algunas señales de alerta en los niños con esquizofrenia. Por ejemplo, los niños que disfrutaban relacionándose con otros pueden comenzar a ponerse tímidos y retraídos, como si vivieran en su propio mundo.

Formas de esquizofrenia:

Paranoide:

Catatónica:

Hebefrénica

Indiferenciada:

Para el tratamiento se requiere el empleo de medicamentos difíciles de emplear, tanto por lo limitado de sus efectos cómo por la cantidad de reacciones adversas que pueden provocar.

Autismo infantil

El autismo es un trastorno infantil que suele darse preferentemente en niños que en niños. Las habilidades de un niño autista pueden ser altas o bajas dependiendo tanto del nivel de coeficiente intelectual cómo de la capacidad de comunicación verbal.

Las causas del autismo aún son desconocidas

Perfil de un niño autista.

Un niño autista tiene una mirada que no mira pero que traspasa. En el lactante se suele observar un balbuceo monótono del sonido, balbuceo tardío, y una falta de contacto con su entorno, así como de un lenguaje gestual. No sigue a la madre y puede entretenerse con un objeto sin saber para qué sirve.

En la etapa preescolar el niño se muestra extraño, no habla. No entra en el campo del lenguaje. Le cuesta asumir el Yo e identificar a los demás. No muestra contacto de ninguna forma. Pueden presentar conductas agresivas incluso hacia sí mismo.

El apoyo familiar es de gran utilidad.

El autismo no tiene curación

Depresión infantil.

La depresión infantil puede surgir a causa de cambios importantes y estrés, como resultado de la perdida de los padres, un divorcio, o problemas familiares, etcétera.

Con niños de hasta tres años, las señales para preocuparse empiezan cuando esos niños parecen tristes o decaídos aun cuando se les están consolando

Pueden, incluso, que se peguen desesperadamente a quién se ocupa de ellos o que dejen de comunicarse.

Para poder ayudar en este caso, es necesario:

identificar los síntomas de depresión:

hacerle preguntas y estar atento a las pistas

establecer y mantener limites

el estrés:

tranquilizar al niño

busque tratamiento

La hiperactividad

Es un trastorno de la conducta en niños. Se trata de niños que desarrollan una intensa actividad motora, que se mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito.

Estos niños son especialmente problemáticos, posen un espíritu destructivo, son insensibles a los castigos, inquietos y nerviosos.

También son difíciles de educar, ya qué pocas veces pueden mantener durante mucho tiempo la atención puesta en algo, con lo que suelen tener problemas de rendimiento escolar a pesar de tener un coheficiente intelectual normal.

La hiperactividad infantil es bastante frecuente Y es más común en niños que niñas.

El tratamiento depende de cada caso individual.

Enuresis infantil

Es la emisión repetida de orina en la cama o en la ropa, de forma involuntaria o intencionada. La conducta es clínicamente significativa y se manifiesta con una frecuencia de dos veces por semana durante un tiempo de tres meses consecutivos.

Las causas de la enuresis pueden ser un sin número que pueden estar relacionadas con un desorden del dormir, con un desarrollo más lento de lo normal del control de la vejiga, o como el resultado de emociones y tensiones que requieren especial atención

Las causas emocionales son muchas.

Ecopresis infantil

Es la incontinencia de materia fecal después de los 4 años de edad.

El niño puede no tener ninguna afección orgánica. El trastorno puede ser la expresión de la continuidad de una incontinencia fisiológica infantil, aparece después de haber adquirido control de los esfínteres o consiste en la deposición deliberada, aun cuando exista un control normal de los esfínteres.

La encopresis puede ser primaria o secundaria

Vulnerabilidad adolescente

El resultado del impacto entre la verdad puberal y la estructura infantil permite distinguir tres modalidades de devenir en este tránsito. Lo puberal puede configurar: un acontecimiento, un trauma o una catástrofe.

En el primer caso implica un cambio suplementario de la estructura.

El segundo posible es que la emergencia de lo puberal genere una catástrofe.

Una tercera posibilidad, es que la irrupción de lo perturbador genere un trauma.

Excesos y desmedida son una marca de nuestra época. Con estos comportamientos tóxicos, los adolescentes buscar aliviar y anestesiar transitoriamente sentimientos de vacío, de impotencia, de sufrimiento.

Consideramos que la sensación de prescindencia de la que son objeto hoy los adolescentes, favorece actitudes de resignación en algunos casos, de transgresiones y marginalidad en otros. La droga, en muchos casos, es un modo patológico de llenar el vacío, un modo de transitar ese estado psíquico al que denominamos “sin rumbo”.

Surge una situación traumática desde el afuera a través de las nuevas condiciones del lazo social, y también desde adentro del adolescente por los cambios corporales, la ebullición pulsional y la variación de la apoyatura del cuerpo.

En la práctica clínica con adolescentes que presentan patologías graves, encontramos que la descompensación y el quiebre emocional que allí se desencadena trae una historia silenciosa que lo antecede.

Modos de intervención en la clínica

Es lo que se refiere al tipo de vínculo transferencial qué entablan con los acompañantes terapéuticos, podemos decir que los adolescentes, más allá de la singularidad del caso por caso, reciben a los acompañantes, por ser, en general, de su misma generación, con menor resistencia que la que les provocan los adultos.

Es fundamental tener presente que la dimensión del riesgo, las dificultades de anticipación y la inestabilidad propia de la dinámica adolescente, los exponen y vulneran especialmente. El lenguaje de la actuación es predominante.

En el trabajo con adolescentes, todo el equipo tiene que ser paciente, para enfrentar tanto las dificultades propias de la desestabilización que plantea este momento vital, cómo los desafíos propios de las patologías graves.

Subjetividad contemporánea. Depresiones en la adultez

La exclusión o la amenaza de exclusión, tal como lo planteamos en “dolor social y resiliencia”, conlleva el peligro al que se lo denomina inexistir en vida.

El terror de inexistir es más radical qué el temor de morir.

Se busca formar acompañantes terapéuticos permeables a las condiciones imperantes en el contexto.

El acompañamiento terapéutico de adultos no puede desconocer está perspectiva. No podemos tratar de entender a un sujeto recortando sus síntomas de las circunstancias en que su vida transcurre.

Los duelos de la vida adulta

Elliot Jaques en su trabajo sobre la crisis de la mitad de la vida, planteo que esta crisis, predominantemente depresiva, trae al escenario psíquico la inevitabilidad de la propia muerte.

Son intentos de correr una carrera contra el tiempo. La dificultad para aceptar el propio envejecimiento puede llevar a un empobrecimiento personal con una inhibición en la posibilidad de desarrollo creativo o a un cambio de carácter.

En las actuales circunstancias, junto a los duelos propios de la vida adulta surgen otros relacionados con las condiciones de vida imperantes.

Perdida de proyectos, perdida de trabajo, pérdidas económicas ubican al duelo en un primer plano.

La cuestión nodal reside en cómo reaccionará ese sujeto frente a las pérdidas que le toca afrontar en esta etapa.

El duelo puede dar lugar a reacciones depresivas o de tinte maníaco.

Es interesante la propuesta de Winograd al referirse a las depresiones en plural. Pueden tener distintas extensiones y distintas intensidades en caso en cada caso según el funcionamiento psíquico y estructural que predomine

Señala Bowlby qué el núcleo de la depresión no está dado ni por la tristeza ni por la inhibición psicomotriz, sino por el tipo de ideas presentes en torno a la imposibilidad de realización de un deseo.

En el adulto la depresión agitada corresponde al primer momento de la pérdida.

Depresiones por déficit

En este sentido, Piérre Marty, qué ha ahondado en la investigación de la patología psicosomática, introduce el concepto de depresión esencial.

Los comportamientos son racionales y relativamente automáticos, sostenidos por un yo ideal narcisista.

Las representaciones son pobres, faltan ideas personales. Los hechos y los gestos no tienen valor imaginario. Desaparecen los deseos.

La depresión esencial puede extenderse hacia desorganizaciones en el plano somático y en la vida operatoria y también puede traducirse en una eclosión de sintomatología positiva de orden mental o somático.

En estos casos, el acompañamiento terapéutico privilegia intervenciones destinadas a apuntalar, a generar condiciones para armar redes de sostén que permitan fundar y recomponer el entramado psíquico.

Modos terapéuticos de acompañamiento.

El proceso de duelo adquiere características particulares en cada sujeto.

El duelo normal tanto como el patológico no son un proceso exclusivamente intrapsíquico si no que depende del contexto de los objetos significativos que acompañan al sujeto en esas circunstancias, objetos que podrían facilitar la aceptación y superación de la pérdida o, por el contrario, convertirse en el factor que refuerza la fijación patológica.

Coincidimos también con este autor en estimular y promover la palabra, invitando a la expresión verbal, cuidando de no provocar, por exceso de lenguaje o comportamiento, nuevas fuentes de heridas narcisistas.

Se requiere del terapeuta la capacidad de identificación en los niveles más variables, así como la posibilidad de separarse de cada una de las identificaciones. La tarea es fatigosa porque cada encuentro puede plantearse como un nuevo comienzo.

Trastornos Bipolares

Cómo su nombre lo indica, se trata de un territorio que se extiende desde un polo maníaco hasta su extremo opuesto depresivo.

Descifrar estos pasajes precozmente, permite al equipo terapéutico operar preventivamente, acotando los riesgos propios de los tránsitos bruscos. T

El abandono de sí se expresa en una actitud de dejadez y descuido. Dolores lumbares crónicos, sobrepeso, falta de higiene personal, cuidado bucal postergado, desorden de sueño, eran algunos indicadores de su desmejoría.

En general, las temporadas depresivas suelen prolongarse en el tiempo.

Una observación clínica recurrente, que hemos hecho a través de los años, es cómo se anuncia, en muchos casos, la proximidad de la entrada en el estado maníaco. Se trata de una batalla vigilia -sueño, la que el paciente se esfuerza a no dormir durante algunas noches, para no tener que pulsear con el despertar.

El tratamiento psicofarmacológico del paciente con trastornos bipolares busca estabilizar y amortiguar la frecuencia e intensidad de los diferentes episodios.

El sostén en la tercera edad

La vejez nos despierta temor y rechazo.

Son sus limitaciones las que nos amenazan desde un futuro más o menos cercano. Es su desvalimiento presente o ya anunciado el que nos impacta.

La vejez requiere de asistencia médica y social y se ve particularmente damnificada por estos cambios socioculturales.

La realidad que debemos recuperar es la de poder construir sistemas de representaciones que restituyan el derecho a pensar y a estructurar proyectos

El acompañamiento terapéutico en adultos mayores podría incluirse como una herramienta que favorezca la salida del aislamiento a la que la vejez ha sido condenada.

Proponemos un abordaje que se encuentra en las antípodas de la medicalización de la vejez. Se emparenta con todos los que se refieren a la vejez cómo la edad del sentido, momento de reencuentro con ciertas verdades que permitirán algunas reformulaciones.

Boris Cyrulnik se refirió a esta etapa de la vida como aquella en la cual cambia la manera de relacionarse con la propia historia, de sentir y de inscribirse en el mundo.

Vamos a las funciones del Acompañante Terapéutico:

La primera y fundamental, dicen, es contener al paciente: el acompañante terapéutico debe ofrecerse cómo sostén

La segunda de estas funciones es brindarse cómo modelo de identificación.

El acompañante sería, en esta perspectiva, el que muestra al paciente modos diferentes de actuar y reaccionar en la vida cotidiana

La tercera función está bastante relacionada con la anterior: Prestar el Yo. El AT sirve como yo auxiliar: Asume funciones que el yo del paciente no puede desarrollar

La cuarta función es: Percibir, reforzar y desarrollar la capacidad creativa del paciente. Esto, tiene implicancia en las fases diagnosticas, en la que el acompañante terapéutico tratará de percibir las capacidades manifiestas y latentes del paciente, sobre lo que luego se trabajará.

La quinta función del acompañante terapéutico es brindar su información para la comprensión global del paciente. Por el contacto cotidiano, el AT dispondría de información fidedigna del comportamiento.

Otra función del acompañante terapéutico, la sexta, seria representar al terapeuta: con el acompañamiento, se produce una ampliación de la acción del terapeuta, así, la acción del terapeuta no se restringe al aquí y ahora de la sesión.

La séptima función del acompañante es actuar como agente resocializador, refiriéndose aquí a pacientes severamente perturbados, desconectados del mundo que lo rodea, en donde la tarea del acompañante terapéutico sería la de paliar la distancia que separa al paciente de todo lo perdido, facilitando su reencuentro en forma paulatina y dosificada.

Esto nos lleva a la última, la ocho, de estas funciones que se le asignan al acompañante terapéutico: servir como agente catalizador de las relaciones familiares. El acompañante terapéutico puedes contribuir, a descomprimir y a amortiguar las relaciones del paciente con su familia.

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