Autoestima y Valores
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La mejora en la autoestima
Los seres humanos nacemos llenos de confianza, sin miedo, porque la confianza
es innata; es posible recuperarla cuando la perdemos, es una cualidad que siempre puede desarrollarse.
La confianza se basa en la autoestima, la dignidad y la creencia de que podemos
enfrentar cualquier reto o dilema de nuestra vida, es la forma en que nos hablamos
de nosotros mismos. Las características de las personas con confianza y autoestima son:
· Se aman y respetan: Son capaces de verse tal cual son y amarse y
respetarse con todas sus características. Esto se ve reflejado en todos los
aspectos de su vida ya que se impondrán ciertos estándares de conducta
que están dispuestos a aceptar. Cuando otro trate de faltar a estos
estándares, estas personas tendrán el valor y la decisión suficientes para
exigir las actitudes que espera de forma educada y cortés.
· Tienen la habilidad de calcular riesgos: Las personas con niveles
correctos de autoestima y confianza son capaces de ver los riesgos de las
acciones que toman. Esto se debe a que, aunque pueden enfrentar los miedos que las podrían detener y conocen sus capacidades, también están
conscientes de sus puntos débiles y de lo que no pueden hacer.
· Enfrentan y eliminan sus miedos: Todos tenemos miedos, algunos
irracionales y otros no. Las personas con suficiente confianza y autoestima
son capaces de aceptar sus miedos, enfrentarlos y eliminarlos. Aunque este
pueda ser un proceso complicado, saben que es necesario para seguir
adelante.
· Resuelven sus problemas: son capaces de ver sus problemas y tomar las
decisiones que les permitirán salir adelante. Hacen frente, incluso, a los
problemas que parecen ser más complicados y no esperan que nadie les dé
las pistas para salir adelante, sino que ellos las buscan y siguen el camino
correcto.
Los psicólogos coinciden en que la confianza y la autoestima son factores
determinantes en todos los aspectos de nuestra vida: nuestra felicidad, el éxito que
obtenemos, las relaciones interpersonales, la creatividad y la vida sexual, solo por
mencionar algunos. Según lo que los psicólogos indican, entre mejores niveles de
autoestima y confianza tengamos, mayor facilidad tendremos para alcanzar
nuestros objetivos.
Orígenes:
La confianza y la autoestima son originadas y fomentadas desde la infancia y dentro de la familia.
Debemos recordar que la familia es el núcleo básico de la formación del ser humano y que, un ambiente dominado por padres excesivamente críticos y perfeccionistas, puede ocasionar serios problemas emocionales. Por el contrario, un ambiente sano fomenta futuros adultos sanos física y emocionalmente.
Seguridad en sí mismo:
La seguridad en uno mismo, y la autoestima no son lo mismo, sin embargo,
contribuyen con algo en común: “lograr el éxito”. Cuando una persona es segura de sí misma, y tiene un buen amor propio, es obvio que muchos de sus emprendimientos van a tener más poder y empuje que los de alguien que ni en sí
mismo confía.
A través de la seguridad en sí mismo, es más fácil atreverse a hacer nuevas cosas, a crear nuevos negocios, a realizar cosas creativas y demás. Y a través de una buena autoestima, todo eso es posible más fácilmente.
¿Cómo mejorar la seguridad?
• Haciendo ejercicio físico: Al menos 3 veces por semana (si es más, mejor).
El ejercicio incrementa los niveles de endorfina y te hace sentir con más
energía y vitalidad.
• Asegúrate de dormir suficiente: Lo recomendado son entre 7 y 9 horas cada
día.
• Realiza más de lo que le gusta, acércate a aquellas cosas, personas y
lugares que te hacen feliz, y aléjate de los que no.
• Conforme comiences a aplicar estas ideas, verás y sentirás cómo tu vida irá
cambiando.
Síntomas de baja autoestima:
• Tener una baja opinión de sí mismo,
• Sentirse incómodo en situaciones sociales, y la elección de no participar en
ellos.
• Pensamientos negativos sobre su cuerpo.
• No sentirse “suficientemente bueno”.
• Falta de dirección – le falta ambición y objetivos.
• Sentirse constantemente cansado.
• Sentirse sensible a los comentarios de los demás al no poder aceptar los
cumplidos.
• La falta de voluntad para probar cosas o experiencias nuevas debido al miedo
al fracaso.
Los pilares de la autoestima
Autoconocimiento: Es reconocerse a sí mismo, reconocer las necesidades,
habilidades, potencialidades y debilidades, cualidades corporales o psicológicas,
observar tus acciones, como actúas, porqué actúas y que sientes.
Autoaceptación: Es la capacidad que tiene el ser humano de aceptarse como
realmente es, en lo físico, psicológico y social, el aceptar cómo es su conducta
consigo mismo y con los otro. Es admitir y reconocer todas las partes de sí mismo
como un hecho, como forma de ser y sentir.
Autovaloración: Refleja la capacidad de evaluar y valorar las cosas que son buenas de uno mismo, aquellas que te satisfacen y son enriquecedoras, te hacen sentir bien, te permiten crecer y aprender. Buscar y valorar todo aquello que te haga sentirte orgulloso de ti mismo.
Autorespeto: Expresar y manejar en forma conveniente sentimientos y emociones, sin hacerte daño ni culparte. El respeto por ti mismo, es la sensación de considerarte merecedor de la felicidad, es tratarte de la mejor forma posible, no permitir que los demás te traten mal, es el convencimiento real de que los deseos y las necesidades de cada uno son derechos naturales, lo que permitirá el poder respetar a los otros con sus propias individualidades. propia escala de valores, desarrolla y fortalece sus capacidades y potencialidades, se acepta y se respeta; está siempre en constante superación, por lo tanto, tendrá un buen nivel de autoestima, generando la capacidad para pensar y entender, para generar, elegir y tomar decisiones y resolver asuntos de la vida cotidiana, escuela, amigos, familia, etc. Es una suma de pequeños logros diarios.
Pensamientos que bajan la autoestima
¿Cuáles son aquellos pensamientos que influyen en nuestra autoestima y la
bajan?
Los síntomas de baja autoestima son los siguientes:
Tendencias defensivas: un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su
futuro y, sobre todo, a sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y
de la vida misma.
Hostilidad: irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aun por cosas de
poca importancia; propia del supercrítico a quien todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
Deseo excesivo de complacer: no se atreve a decir «no», por temor a desagradar y perder la benevolencia del peticionario.
Indecisión crónica: no tanto por falta de información, sino por miedo exagerado a
equivocarse.
Culpabilidad: se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y los lamenta indefinidamente, sin llegar a perdonarse por completo.
Perfeccionismo: o auto-exigencia de hacer «perfectamente», sin un solo fallo, casi todo cuanto intenta; lo cual puede llevarla a sentirse muy mal cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
Autocrítica rigorista: tendiente a crear un estado habitual de insatisfacción consigo misma. Hipersensibilidad a la crítica, que la hace sentirse fácilmente atacada y a experimentar resentimientos contra sus críticos.
Pensamientos que elevan la autoestima
La persona con alta autoestima es capaz de obrar según crea más acertado,
confiando en su propio criterio, y sin sentirse culpable cuando a otros no les parezca bien su proceder. No pierde el tiempo preocupándose en exceso por lo que le haya ocurrido en el pasado ni por lo que le pueda ocurrir en el futuro. Aprende del pasado y proyecta para el futuro, pero vive con intensidad el presente.
Características de las personas con alta autoestima: Confía plenamente en su
capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar fácilmente
por fracasos y dificultades. Y, cuando realmente lo necesita, está dispuesta a pedir
la ayuda de otros. Como persona, se considera y siente igual que cualquier otro; ni
inferior, ni superior; sencillamente, igual en dignidad; y reconoce diferencias en
talentos específicos, prestigio profesional o posición económica. Da por sentado
que es interesante y valiosa para otras personas. No se deja manipular, aunque
está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente. Reconoce y acepta en sí misma diferentes sentimientos y pulsiones, tanto positivas como negativas, y está dispuesta a revelárselos a otra persona, si le parece que vale la pena y así lo desea. Es capaz de disfrutar con una gran variedad de actividades. Es sensible a los sentimientos y necesidades de los demás; respeta las normas sensatas de convivencia generalmente aceptadas. Es una persona que no se deja manipular por los demás, y está expectante a mejorar día a día.
Beneficios de la confianza: Es el vínculo más importante de las personas, y se
sostiene a partir del cumplimiento de las promesas, del soporte de la integridad
individual y del nivel de responsabilidad con el que asumimos los vínculos.
• El poder de los compromisos: cumplir las promesas.
• El poder de la responsabilidad: dejar la postura de víctima.
• El poder de la coherencia: busca la integridad.
Promesas: Una promesa supone un compromiso con otra persona o contigo
mismo. Cuando la pronunciamos estamos declarando que tenemos la firme
voluntad de hacer algo específico. Y eso le da confianza a la persona que la recibe
o, cuando menos, el derecho a reclamar o a molestarse si no realizamos lo
acordado. Cumplir con lo prometido es beneficioso para nuestras relaciones. Cada
vez que hacemos lo que decimos que vamos hacer, ganamos en credibilidad y
confianza a los ojos de otros. Y también vamos ganando en autoestima.
Todo lo contrario ocurre cuando no se cumple con el compromiso. Esto supone un
daño para nuestra reputación y para nuestra autoestima.
Por eso mismo, ten en cuenta estas sugerencias:
o Sé muy realista: No prometas la luna y las estrellas, a menos que se trate
de una metáfora.
o Sé claro: Que quede claramente definido el objeto de la promesa. Valida con
la otra persona si se entienden los alcances de tu compromiso.
o Sé concreto: Cuanto más específico sea el compromiso, mejor.
o No hagas promesas por presión: Jamás prometas algo porque alguien te
insista. La promesa debe salir de ti.
o Sé honesto: Si te comprometes y ves que no puedes cumplir tu promesa,
dilo. Explica tus razones. Es mejor eso que quien sea se quede esperando lo
que has prometido.
o Promete poco: Trata de que tu palabra tenga valor. Cada vez que digas que
vas a hacer algo, hazlo. Si no, no lo digas.
o Piénsalo dos veces: Ésta es la idea más importante. Considera la dificultad
y, si no puedes comprometerte, no lo hagas.
Responsabilidad: La palabra «responsabilidad», proveniente de «responder» y
«habilidad»: habilidad para elegir la respuesta.
Las personas que son protagonistas de su vida no dicen que su conducta es la
consecuencia de las condiciones, el condicionamiento o las circunstancias. Su
conducta es un producto de su propia elección consciente; se basa en valores, y no es producto de las condiciones ni está fundada en el sentimiento.
La postura de victima socava nuestra confianza y nuestra capacidad para enfrentar
desafíos y resolver problemas. Al ser víctimas de circunstancias que no podemos
cambiar, nos restamos poder, pues si no somos parte del problema, tampoco
podemos ser parte de la solución.
Integridad: La integridad incluye la veracidad, pero va más allá de ella. La veracidad consiste en decir la verdad: en otros términos, en adecuar nuestras palabras a la realidad. La integridad consiste en mantener las promesas y satisfacer las expectativas.
Uno de los modos más importantes de poner de manifiesto la integridad consiste en ser leales con quienes no están presentes. De esa manera construimos la
confianza. Cuando uno defiende a quienes están ausentes, retiene la confianza de
los presentes.
La integridad en una realidad interdependiente, consiste simplemente en que uno
trata a todo el mundo siguiendo el mismo conjunto de principios. Cuando lo
hagamos, las personas llegarán a confiar en nosotros.
Integridad significa también evitar toda comunicación engañosa, desleal o que no
respete la dignidad de las personas. Según la definición de la palabra, «mentira es toda comunicación que intenta engañar». Ya nos comuniquemos con palabras o conductas, si somos íntegros, nunca podremos intentar el engaño.
El pre-juicio y la forma que este afecta las relaciones humanas
Veamos este relato para comenzar a entender lo que significan los prejuicios:
“Una vez, un circo llegó a un pueblo, cuyos habitantes eran todos ciegos. Este circo traía un elefante, que al caminar por las calles hacía que todo el pavimento
retumbase. Los habitantes estaban asustados porque no entendían qué podía hacer semejante ruido. Tras una larga reunión, decidieron mandar a los cuatro hombres más sabios del pueblo a que descubriesen de qué se trataba.
Cuando llegaron, el primero de ellos tocó la pata del elefante y pensó que aquello
era fácil de explicar, ya que era similar al tronco de un árbol. Tras él, el segundo
elegido tocó el cuerpo del elefante y pensó que aquello era como una pared. El
tercer sabio tocó la trompa del elefante y pensó que aquello era semejante a una
serpiente. Y, finalmente, el cuarto sabio tocó la cola del paquidermo y concluyó que aquello era como una cuerda.
Cuando se reunieron en la plaza del pueblo para explicar qué era aquello que hacía tanto ruido, comenzaron a discutir unos con otros al dar opiniones tan opuestas. El que había tocado el cuerpo del elefante y pensaba que era una pared, creyó que su compañero estaba loco al decir que aquello era como una cuerda, y así sucedió con todos. Al final, los cuatro sabios se enfadaron y dejaron de hablarse.
Unos días más tarde, pasó por el pueblo un tuerto que había oído el gran problema
que había. Todos fueron corriendo a preguntarle quién tenía la razón. Cuando el
tuerto dijo que todos tenían la razón, la gente pensó que se había vuelto loco.
Entonces él explicó cómo el elefante tenía el cuerpo como una pared, las patas
como troncos, la trompa como una serpiente y la cola como una cuerda”.
Como vemos el pre-juicio es un juicio anticipado que hacemos de determinadas
cosas, situaciones o personas sin tener toda la información completa y verdadera.
Un prejuicio (del lat. praeiudicium, ‘juzgado de antemano’) es el proceso de
formación de un concepto o juicio sobre alguna persona, objeto o idea de manera
anticipada. En términos psicológicos, es una actividad mental inconsciente que
distorsiona la percepción.
¿Pre-juicio o preconcepto?:
Los preconceptos: dicho de una idea, de una teoría formada sin juicio crítico y sin
tener en cuenta los datos de la experiencia.
Prejuicios y su influencia en diferentes habilidades interpersonales:
Liderazgo: genera falta de justicia, desconfianza y favoritismo en el líder, lo cual
denigra su imagen rápidamente.
Negociación: genera mala disposición para los encuentros, pone a la defensiva sin razón, mal interpreta por temor o sesgo, etc.
Toma de decisiones: interfiere en la neutralidad del análisis de los problemas.
Puede hacer confundir el problema con la causa. Puede generar acusaciones
infundadas ante problemas.
Comunicación: puede transformar las inflexiones y tonos de voz, generando mal
estar en la otra persona, por parecer agresivo, acusador, déspota, etc.
Empoderamiento: en este punto, la cuestión se puede agravar si la persona posee miedos internos fuertes, ya que distorsionaría el empoderamiento y lo volvería parcial, injusto, poco motivador y endeble totalmente.
¿Qué hacer?
1. Tiempo. Antes de emitir un comentario o de catalogar a una persona, debes
tomarte el tiempo necesario para conocerla bien. Observa con cierta distancia y
trata de no actuar impulsivamente, para que la otra persona pueda actuar libremente y desenvolverse con naturalidad. Si no le das la oportunidad, nunca sabrás si estabas en lo cierto con lo que pensabas.
2. Piensa antes de hablar. Debes tratar de evitar todas aquellas palabras que sean destructivas tanto para ti como para el entorno. Tratar de pensar positivamente, mantenerte abierto ante la situación, reúne toda la información necesaria, para de este modo aceptar las diferencias y no juzgarlas.
3. Todo somos iguales. Nadie es mejor persona por vestirse, hablar o actuar de
tal o cual manera. No caigas en el error de creer que tu estas capacitado para juzgar.
4. Sinceridad. No des por hecho algo basado en suposiciones. Si tienes algún tipo
de duda en relación a ciertas situaciones.
5. Todo está en tu cabeza. Los prejuicios existen en la mente de cada persona,
por tanto, es ahí donde debes erradicarlos. Es una tarea que debes ir haciendo día
a día.
Ejercicio Actividades Adolescencia Modulo I lección 3
Anexo dejar de criticar a los demás
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Aplicación del principio Ganar-Ganar
De los seis paradigmas de la interacción humana, ganar/ganar es el que se espera
puedas aplicar bajo la premisa “siempre existe una tercera alternativa”.
Ganar- Ganar: Ganar/ganar es una estructura de la mente que constantemente
procura el beneficio mutuo en todas las interacciones humanas. Con una solución
de ganar/ganar todas las partes se sienten bien por la decisión que se tome, y se
comprometen con el plan de acción. Ve la vida como un escenario cooperativo, no
competitivo. Ganar/ganar se basa en el paradigma de que hay mucho para todos,
de que el éxito de una persona no se logra a expensas o excluyendo el éxito de los
otros.
Ganar/ganar se basa en la creencia de que existe una tercera alternativa. No se
trata de tu éxito o el mío, sino de un éxito conjunto
Pierdo-Pierdes: Cuando se reúnen dos personas del tipo gano/pierdes es decir,
cuando interactúan dos individuos resueltos, obstinados, egoístas, el resultado será pierdo/pierdes. Ambos perderán. Los dos se vuelven vengativos y quieren recobrar lo que se les quite o «hacérselas pagar» al otro. Pierdo/pierdes es la filosofía del conflicto, la filosofía de la guerra.
Gano- Pierdes: Una alternativa a ganar/ganar es gano/pierdes. Como estilo de
liderazgo, gano/pierdes es el enfoque autoritario: «Si yo consigo lo que quiero, tú no consigues lo que quieres». Las personas del tipo gano/pierdes son proclives a utilizar la posición, el poder, los títulos, las posesiones o la personalidad para lograr lo que persiguen.
Gano: Otra alternativa común es simplemente pensar «gano». Las personas con
mentalidad de «gano» no necesariamente tienen que querer que algún otro pierda.
Esto es irrelevante. Lo que les importa es conseguir lo que quieren.
Cuando no hay un sentido de confrontación o competencia, este enfoque es
probablemente el más común en una negociación. Una persona con mentalidad de
«gano» piensa en términos de asegurarse sus propios fines, permitiendo que las
otras personas logren los de ellas.
Pierdo- Ganas: Las personas con este enfoque por lo general están deseosas de
agradar o apaciguar. Buscan fuerza en la aceptación o la popularidad. Tienen poco
coraje para expresar sus sentimientos y convicciones, y la fuerza de los demás las
intimida fácilmente.
En la negociación, pierdo/ganas se considera una capitulación: es ceder o
renunciar. Como estilo de liderazgo, representa permisividad o indulgencia. Las
personas que se reprimen constantemente, y no trascienden los sentimientos para
darles un significado superior, acaban descubriendo que ello afecta la calidad de su autoestima y finalmente la calidad de sus relaciones con los otros.
Tanto la de gano/pierdes como la de pierdo/ganas son posiciones débiles, basadas
en las inseguridades personales.
Ganar-Ganar o no hay trato: Si estos individuos no llegaran a una solución
sinérgica —con la que todos estuvieran de acuerdo—, podrían recurrir a una
expresión superior del paradigma ganar/ganar: «ganar/ganar o no hay trato».
No hay trato significa que, si no podemos encontrar una solución que beneficie a
ambas partes, coincidiremos en disentir de común acuerdo: no hay trato. No se ha
creado ninguna expectativa, ni se ha establecido ningún contrato. «Yo no lo acepto
a usted como empleado, ni vamos a emprender juntos una tarea particular, porque
es obvio que nuestros valores o nuestras metas van en direcciones opuestas». Es
mucho mejor comprenderlo desde el principio, y no más adelante, cuando las
expectativas creadas lleven a la desilusión de todas las partes.
Cuando se tiene presente la opción del «no hay trato», se puede decir con
honestidad: «Solamente me interesa un acuerdo ganar/ganar. Trabajemos para
conseguir un acuerdo del tipo ganar/ganar. Pero si no podemos, pongámonos de
acuerdo en que no habrá trato. Tal vez en otra oportunidad podamos ponernos de
acuerdo».
Integridad
Cuando identificamos con claridad nuestros valores, nos organizamos
proactivamente y las acciones cotidianas se ordenan en torno de esos valores;
desarrollamos la autoconciencia y la voluntad independiente al hacer y mantener
promesas significativas, al comprometernos y ser fieles a nuestros compromisos.
No hay modo de recurrir a un «gano» en nuestras vidas si no podemos
comprometernos y mantener los compromisos con nosotros mismos y con otros.
La integridad es la piedra angular de la base de la confianza.
Madurez
La madurez es el equilibrio entre el coraje y el respeto.
Puede que se la denomine equilibrio entre la fuerza del yo y la empatía, o entre la
autoconfianza y el respeto por los demás, o entre la preocupación por los otros y la
preocupación por la tarea.
Para recurrir a ganar/ganar uno no sólo ha de ser amable; tiene que ser valiente.
No sólo debe experimentar empatía, sino también confianza en sí mismo. Lograr
ese equilibrio entre coraje y consideración es la esencia de la madurez real y
fundamental para el ganar/ganar.
Mentalidad de abundancia
Es el paradigma de que en el mundo hay mucho para todos. Las personas con
mentalidad de escasez se sienten mal si tienen que compartir reconocimiento y
mérito, poder o beneficios, incluso aunque sea con quienes les ayuden en la
producción. También se sienten muy mal ante los éxitos de otras personas, incluso, y especialmente cuando se trata de miembros de su propia familia o de amigos íntimos, asociados o compañeros.
La mentalidad de abundancia, surge de una profunda sensación interior de valía y
seguridades personales. El resultado es que se comparten el prestigio, el
reconocimiento, las utilidades, la toma de decisiones. Se generan posibilidades,
opciones, alternativas y creatividad.
Esta mentalidad reconoce las posibilidades ilimitadas de crecimiento y desarrollo de la interacción positiva, creando nuevas «terceras alternativas».
Victoria pública
No significa victoria sobre otras personas. Significa el éxito en la interacción efectiva que genera resultados beneficiosos para todos los implicados. Victoria pública significa trabajo conjunto, comunicación conjunta, lograr juntos que sucedan las cosas imposibles de obtener mediante esfuerzos independientes y aislados.
El respeto: generador de vínculos perdurables en la comunicación de calidad
Veamos ahora al generador de vínculos perdurables en la comunicación: El respeto
El carácter de toda relación está determinado por el carácter de las conversaciones que la sustentan. Si estas conversaciones son pobres,
la relación será necesariamente pobre. Si mejoramos las conversaciones, mejorará
también la relación.
El respeto comienza en la misma persona, está basado en la percepción que ésta tenga sobre sí misma. Tener un gran respeto por uno mismo conlleva tener un gran respeto hacia los demás.
Reconocemos nuestros recíprocos derechos. Y esto se demuestra a través de las
conversaciones.
Los objetivos de las conversaciones son, entre otros, comprometerse a actuar
considerando al otro y crear una base de confianza y respeto para que las relaciones sean perdurables.
Congruencia de comportamiento
Cuando tenemos un objetivo claro y bien enfocado en nuestro horizonte, todas las
partes involucradas participan en equipo para lograrlo, eso es congruencia. Cuando hay congruencia, el logro de cualquier objetivo es fácil y se alcanza con un esfuerzo mínimo, porque todas las fuerzas propias tiran hacia la meta sin problema. Seguro que todos hemos percibido esta sensación de logro en algún momento de nuestra vida.
Congruencia: Comportamiento externo y estado interno en el que la intención,
meta, proceso y acción van en una misma dirección. Estado de ser armonioso y
unificado donde el individuo actúa de forma sincera y positiva cara a la consecución de un logro.
Incongruencia: Estado en el que el comportamiento y/o estados internos se
encuentran en conflicto entre sí. En este caso las manifestaciones de conducta entre lo que dice y se hace aparecen contradictorias.
Realiza este ejercicio para identificar estados de congruencia e incongruencia. Con
este conocimiento, habremos conseguido un aprendizaje sobre nosotros mismos
que nos ayudará la próxima vez que demos forma a una idea. Buscaremos la
congruencia entre nuestro objetivo y nuestros valores, y la acción que
emprendamos acompañará hacia el éxito.
Cerramos los ojos y pensamos en algo que queríamos con todas nuestras
fuerzas y lo logramos.
Con esa sensación reconocemos nuestros sentimientos respecto al objetivo:
¿Cuáles son nuestros valores? ¿Cuáles son nuestras creencias? ¿Cuál es la
intención?
Nos fijamos en todos los detalles de nuestro objetivo en ese momento…..
Percibimos cómo todo trabaja por nosotros y para nosotros para lograr
nuestro deseo.
¿Hay algo en específico que pueda definir su congruencia?
Por el contrario, para identificar la incongruencia:
Pensemos en algo que, por un lado era una buena idea y por otro nos
planteara alguna inquietud, porque podría producir algún efecto colateral no deseado o quizá una extraña sensación de que algo no está bien.
Sentimos como damos vueltas al asunto y no llegamos a nada.
Reconocemos cómo nos cuesta iniciar y dar el paso, no vemos el desenlace
con claridad. He aquí una señal de incongruencia.
Reconocemos la incongruencia y la intención positiva. Tenemos una nueva
oportunidad para revisar el objetivo:
¿Cuáles son nuestros valores? ¿Cuáles son nuestras creencias? ¿Cuál es la
intención?
Los valores
Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta al analizar nuestra congruencia o incongruencia es todo lo referente a los valores. Los valores son los estados a los que las personas dan importancia. Un valor es una palabra que indica algo elevado en la jerarquía de nuestros intereses.
Los utilizaremos continuamente, en muchos casos de forma inconsciente, para
juzgar lo que está bien y lo que está mal.
Ciertos valores como la justicia, el amor, la libertad, la salud que denominamos
valores primarios designan lo que es más importante para nosotros, es decir, lo
que queremos alcanzar en nuestra vida. Estos valores, sin darnos cuenta, dirigen
realmente nuestra vida y tienen una influencia tremenda sobre el desarrollo de
nuestras capacidades porque nos indican que esos estados son los únicos que
merece la pena alcanzar.
Anexo la autoestima y la comunicación
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Resolución de conflictos
Flexibilidad, ejercicios de tercera posición
La flexibilidad es la que nos ayuda a adaptarnos a los cambios que la vida nos propone. Es necesaria para la innovación, desarrollando más nuestra creatividad. Debemos desarrollar actitud de ser flexibles para corregir nuestro rumbo cuando lo consideremos necesario, con nuestras metas claras, sabiendo qué es lo que queremos obtener. Cuando la flexibilidad se encuentra estable, se siente placer, optimismo, nos relacionamos con nuestra creatividad, fluyendo y disfrutando. Se vive en armonía y equilibrio. Cuanta más flexibilidad tengamos, mayores posibilidades estableceremos para una mejor elección dentro de la paleta respuestas posibles y así, aumentaremos nuestras posibilidades de éxito. En la comunicación, la flexibilidad ayuda al emisor a modificar la forma de decir las cosas para ser comprendido.
Las posiciones perceptuales
· Primera Posición: En la primera posición vemos, oímos y sentimos a través de nuestros propios sentidos. Somos nosotros mismos. El uso exclusivo de la primera posición lleva a la persona a posturas excesivamente centradas en el yo, muy cercanas al egoísmo.
· Segunda Posición: En la segunda posición nos metemos en el mundo de la persona que tenemos enfrente y vivimos el mundo desde su experiencia. El uso exclusivo de la segunda posición lleva a la persona a perder conciencia de sí mismo y a identificarse con las necesidades e intereses de los demás.
· Tercera Posición: En la tercera posición vivimos el mundo como un observador objetivo, distante, sin involucrarnos en los sentimientos de lo que está ocurriendo. El uso exclusivo de la tercera posición lleva a la persona a no acercarse nunca emocionalmente a los demás ni a las situaciones. La capacidad de adoptar las tres posiciones, yo mismo, el otro y el punto de vista del observador, es una capacidad de todos los seres humamos. La mayor parte de los problemas de comunicación se producen porque no tenemos suficiente flexibilidad para cambiarnos de una posición a otra y nos mantenemos en una de ellas de manera rígida.
Conozcamos algunos ejercicios de tercera posición:
· Posiciones desequilibradas: Cuando existe déficit de flexibilidad, se presentan la ansiedad y la ira muy claramente, que esto se determina por la rigidez, llegando a la tensión y estrés. Nosotros tenemos el poder para cambiar cuando nos damos cuenta que los obstáculos se nos están presentando para llegar a un determinado objetivo. Por ello hablamos de la Tercera Posición, así desarrollas la habilidad de distanciarte de la situación y vivirla como un observador neutral. Si no te identificas con las emociones, tu capacidad analítica y tu objetividad serán mayores. ·
Cuando utilizarla: Esta posición puede ser muy valiosa para ver las cosas desde lejos, para pensar en ellas de un modo más objetivo. Puede resultarnos especialmente valiosa cuando no deseamos que nuestros sentimientos se vean envueltos en ellas. Las personas que consiguen manejar con calma y tranquilidad las conductas agresivas de otros, lo hacen desde esta posición que les permite no sentir enfado, la frustración, la ofensa que sentirían si estuvieran en la primera posición.
· Reconocer el valor y la autonomía de la otra persona: Cada persona tiene un valor intrínseco que debes reconocer y respetar. Asimismo, debes permitir que las personas tomen sus propias decisiones y que confíes en ellas para saber qué es lo que esto significa. Desde luego, puedes aconsejarlas o brindarles tu ayuda, pero recuerda que al final, cada persona tiene que tomar decisiones por sí mismos y para ser ellos mismos. Es importante que recuerdes que cada persona tiene tanto valor como tú y que debes tratar a cada persona con el mismo respeto que te gustaría que te traten. También vale la pena recordar que solo porque creas en algo no significa que todos estén obligados a creer lo mismo.
· Escucha Activa: Muchas personas no escuchan muy bien, porque están distraídas, revisando su teléfono o están pensando en lo que van a decir. Aprende a escuchar de verdad cuando otras personas hablen. Mira a los ojos de las personas cuando te hablen. No dejes que tu mirada corra a toda velocidad por el espacio o sentirán que no estás prestando atención a lo que están diciendo. Presta atención mientras hablen. Apaga tu teléfono o colócalo en modo silencioso para que puedas estar presente realmente en la conversación. La consideración para con el otro Debes escuchar las ideas, opiniones y consejos de otra persona con una mente abierta. Las palabras son muy poderosas y pueden ser sumamente irrespetuosas si no se usan adecuadamente. Afectan de manera profunda a los demás por lo que debemos utilizarlas cuidadosamente. Por ejemplo, si debes realizar una crítica al trabajo de alguien más, utiliza términos objetivos y no palabras que ofendan o sean peyorativas con la persona que realizó la tarea. El tiempo es algo que no abunda en la era moderna, así que asegúrate de que sea realmente necesario que invadas el espacio temporal de otra persona. Por ejemplo, si vas a interrumpir a un compañero de trabajo con una consulta, primero solicita autorización. Aunque no necesariamente estés de acuerdo con la idea del interlocutor, debes respetar su punto de vista y su idea. Ahora bien, si las ideas de alguien son irrespetuosas (por ejemplo, si presentan puntos de vista racistas o machistas), no tienes la obligación de escucharlo y deberías, si puedes, hacerle saber que está siendo irrespetuoso.
Ejercicio:
Piensa en una situación que implicó a otra persona además de ti. Recuerda dónde tuvo lugar, qué se dijo, y cómo te sentiste. La tercera posición viene después de haber experimentado la primera y la segunda posición.
• Primero, revive la situación desde tu posición: ve, escucha y siente desde tu propio cuerpo.
• Luego, entra en segunda posición. Ahora vive la experiencia <con los zapatos> de la otra persona.
• Una vez que hayas revivido la experiencia desde esta posición, sal de ella y percíbela desde afuera: verás a la otra persona y a ti como si fueses un espectador. Asegúrate de que el “tú” de la imagen y la otra persona se encuentran a una distancia equidistante del “observador” y al mismo nivel. Escucha a la otra persona y a tu imagen hablando. Si, como observador, sigues sintiendo alguna emoción, imagina que la transfieres a la persona a quien le pertenece: al “tú” de la imagen o a la otra persona.
Nota: Lleva tiempo y práctica.
Ayuda tener otra persona para practicar. Cuando tenemos un conflicto precisamente uno de los retos es que aceptemos la idea de que existen otras posibilidades. El cerrarnos y enfocarnos en nuestras emociones no nos ayuda a encontrar soluciones que generalmente son muy simples y están a nuestro alcance. En todas las relaciones si cambias tu perspectiva y la manera en que te comportas, se generará un cambio instantáneo en la manera en que te relacionas con la persona con la cual tienes el conflicto. El problema está que generalmente esperamos que el cambio sea generado por la otra persona. Sin embargo, a lo largo de nuestra vida nos encontramos en relación con personas con carácter fuerte y violento, quienes pierden a menudo los estribos, cayendo en situaciones de enojo, ira y discusiones sin sentido y es difícil ponerse en el lugar de la otra persona, ser flexibles y comprensivos. Cuando tenemos que tratar con personas con comportamientos irracionales, nuestro cerebro activa el centro de respuesta al miedo. Esta parte del cerebro no puede distinguir si te está gritando una persona histérica o un perro nervioso hace amago de atacarte, así que todo dependerá de que seas capaz de poner en marcha tu mente consciente con el fin de calmar la situación.
No todas las personas reaccionan igual ante las mismas respuestas o actitudes, pero hay recomendaciones a poner en práctica:
· Escuchar atentamente: El paso número uno para mantener una conversación con cualquier persona se hace más importante cuando se trata de alguien irascible e irracional. Cuando escuchamos realmente estamos centrándonos en lo que la otra persona está contando y no en lo que queremos comentar a continuación.
· Mantener la calma: Cuando nos encontramos en una situación con alta carga emocional es complicado no dejarnos llevar por el calor del momento y saltar. Controlar la respiración con inspiraciones lentas y profundas o contar interiormente hasta diez –o cien si fuese necesario– nos ayudará a no acabar igual de nerviosos que la otra persona.
· No juzgar y ser respetuoso: Intenta ser comprensivo y entender el trasfondo del estado de ánimo de esa persona sin tacharla directamente de enajenada. Pregúntate qué es lo que esta persona está tratando de ganar –o de evitar– con este momento de ira. · Independientemente de cómo te esté tratando la otra persona (dentro de unos límites, claro) “mostrar desprecio nunca te ayudará a resolver la situación de manera productiva”.
· No recriminar su comportamiento: Si alguien está molesto, se pone nervioso y no es capaz de calmarse, que le repitas que se le está yendo de las manos es contraproducente y sólo hará que su enojo aumente.
· Evitar sonreír: Si pones una sonrisa puede parecer que te estás burlando de la persona. El humor a veces puede relajar el ambiente, pero según con quién estés hablando y qué tipo de comentarios hagas, puede complicar más la situación.
· No dar la razón como a los locos: Decirle ‘lo entiendo’, por lo general, sólo empeora las cosas. Probablemente no se comprende ni él mismo como para que apeles a una falsa empatía. Mucho mejor es ampliar información con un ‘explícame más para que pueda entender mejor’. Mientras argumenta, de paso, puede que relaje los ánimos.
· No ponerse a la defensiva: Cuando alguien nos está atacando verbalmente diciéndonos cosas desagradables o que no son ciertas es muy difícil controlarnos, pero si te pones a su nivel entrarás en un bucle sin fin. No te lo tomes como algo personal.
· No responder con ira: Subir el tono de voz, señalar a la otra persona con el dedo o responder irrespetuosamente sólo añade más emocionalidad a la situación. “Usa un tono de voz bajo y tranquilo, incluso monótono”.
· Evitar el “lo siento”: Aunque puedas ser el responsable del motivo de su enfado, desde luego no lo eres de su comportamiento. Asumir directamente la culpa con un ‘ahora mismo lo arreglo’ cuando la otra persona ya ha perdido los nervios puede llevar a que acabe siendo algo personal. Mantén la calma y espera a que se le pase.
· Establecer límites: Mantén la calma, deja hablar, entiende su enfado… Pero plantea límites. Cuando nos enfrentamos a una persona demasiado nerviosa hay que hacerle ver que no puede pasarse de la raya, eso sí, con toda la educación y tranquilidad que podamos.
· Después de la tormenta; descarga la tensión: Hablar con alguien te ayudará a deshacerte del estrés acumulado tras la discusión. Puedes deshacerte de la adrenalina acumulada yendo a dar un paseo, a correr o saliendo a cenar algo. No dejes que las emociones se acumulen en tu cuerpo o acabarás siendo tú quien tenga un brote de ira.
Estrategias de motivación y comprensión
La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta de la persona hacia metas o fines determinados; es el impulso que mueve a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación. La motivación es lo que le da energía y dirección a la conducta, es la causa del comportamiento. La motivación es un proceso que pasa por varias fases. Inicialmente la persona anticipa que se va a sentir bien (o va a dejar de sentirse mal) si consigue una meta. En un segundo tiempo, se activa y empieza a hacer cosas para conseguir dicha meta. Mientras vaya caminado hacia ella, irá evaluando si va por buen camino o no, es decir, hará una retroalimentación del rendimiento. Y por último, disfrutará del resultado.
Para sentirte motivado, ten en cuenta los siguientes puntos:
· Desarrolla un buen plan de acción.
. Divide tu meta final en pequeñas submetas.
· Guarda tu energía física y psíquica. No la malgastes en cosas que te alejen o te distraigan de tu objetivo.
· Nunca pierdas de vista tu objetivo. Aun cuando aparezcan inconvenientes, asúmelos como parte del proceso.
· No gastes tiempo en quejarte, sólo te quita energías y no te soluciona nada.
· Oblígate a accionar. Habrá ocasiones en las que tengas poca energía y otras en las que tendrás que realizar tareas que no te gusten. En estos casos “Hazlo ya”.
· Rodéate de personas optimistas, que luchan por lo que quieren conseguir. Todo se contagia, el pesimismo y el optimismo.
· Fíjate en la parte que llevas conseguida, no en la que te queda por conseguir.
· Y, disfruta del camino.
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La siguiente Técnica de la PNL para aumentar la motivación, demuestra cómo los distintos elementos de la imaginación, la expectativa, los criterios, y los anclajes se pueden combinar en una estrategia simple para ayudar a la gente a inspirarse mejor y motivarse a sí mismos; para que puedan tomar las acciones eficaces que los conduzcan a sus resultados deseados.
Paso 1: Imagínate disfrutando de un logro fundamental Imagínate que has logrado uno de tus más grandes sueños en la vida. Imagínate disfrutando plenamente de él. Experimenta, disfruta de lo que ves, oyes y sientes en relación a este gran sueño… Esto en PNL es una “creación mental”…es como sembrar una semilla que en el futuro dará sus frutos.
Paso 2: Mejorar y anclar ese estado como un estado de motivación placentera En este paso debes amplificar los aspectos convincentes y de motivación de esta experiencia “soñada”… Amplificar, hacer la experiencia más grande y más brillante siempre genera más motivación. Ahora, sin dudas lo que has obtenido es un estado de motivación placentera. Y tienes que anclar ese estado de motivación placentera. Para ello, tienes que asociar el estado amplificado, con “algo”. Cuando experimentas en tu interior esta experiencia y casi al llegar al “clímax motivante”… en realidad, un “microsegundo antes” de la cresta de la ola emotiva…allí te anclas: te aprietas un dedo con la mano, o bien cierras un puño, etc…También y -simultáneamente-puedes decirte algo a tí mismo. Te servirá de ancla ya que habrás asociado, -el tocar una parte de tu cuerpo-, con ese particular estado de motivación poderosa.
Paso 3: Viaja “al futuro” con este estado de motivación placentera Ahora debes agregar y transportar ese sentimiento de motivación placentera mientras te trasladas a tu “sueño” o futuro deseado, a tu “película ideal”. En este paso entonces, debes marchar hacia tu futuro ideal, agregando además el sentimiento motivante y placentero. Imagínate a ti mismo caminando hacia tu futuro soñado, tomando acciones que te permitan lograr tu sueño. Agrégale ese sentimiento, el estado motivante; para ello, dispara tu ancla (la que habías trabajado en el paso #2) para incorporar a la experiencia, ese estado de motivación placentera. Para disparar el ancla tocas esa parte del cuerpo; realizas ese movimiento con el que habías asociado el estado motivante, para traerlo aquí y ahora a tu vida.
Paso 4: Prueba La prueba siempre es necesaria en PNL. Por eso voy a pedirte, que en los próximos días y semanas, observes atentamente si te resulta más fácil tomar acciones hacia este, u otros sueños o resultados deseados. Puedes practicar esta técnica en relación a diferentes estados deseados, o cosas que deseas alcanzar. Si observas que no obtienes resultados, vuelve a practicar esta técnica de PNL, paso a paso; tal vez necesitas definir mejor ese resultado deseado o hacerlo más motivante o anclarlo mejor.
La respiración
La respiración es nuestra primera fuente de energía: aumenta nuestra vitalidad física, psíquica y espiritual y nos ayuda a restablecer el equilibrio emocional. El estrés produce una gran activación y desgaste del organismo. Una respiración adecuada nos ayuda a disminuir dicha activación, a recobrar el equilibrio y a manejar nuestras emociones. La respiración Consciente nos ofrece la oportunidad de ampliar nuestro campo de control sobre el cuerpo físico y emocional. La inhalación o inspiración, oxigena cada célula de nuestro cuerpo. La exhalación o expiración, ayuda al drenaje linfático y desintoxica al organismo.
La respiración Consciente nos ofrece la oportunidad de ampliar nuestro campo de control sobre el cuerpo físico y emocional.
Por ejemplo, la técnica de respiración Yogui, reúne todas las ventajas de la respiración alta, media y baja. Pone en juego todo el aparato respiratorio, cada parte de los pulmones, cada célula de aire y cada músculo respiratorio. Conozcamos la respiración clavicular, abdominal y costal:
· La respiración clavicular El aire se introduce levantando las clavículas. Sólo la parte superior de los pulmones recibe un aporte de aire fresco. Es el modo menos bueno de respirar; por lo común, es atributo de las mujeres.
· La respiración abdominal El diafragma desciende en el momento de la inspiración, el abdomen se hincha. La base de los pulmones se llena de aire, el descenso rítmico del diafragma provoca un masaje suave y constante de todo el contenido abdominal y favorece el buen funcionamiento de los órganos.
· La respiración costal Se efectúa separando las costillas y dilatando la caja torácica como un fuelle. Esta respiración llena los pulmones en su región media. Hace penetrar menos aire que la respiración abdominal y requiere más esfuerzo. Es la respiración «atlética». La respiración completa La respiración yóguica completa engloba los tres modos de respiración y los integra en un único movimiento amplio y ritmado.
El aprendizaje se hace mejor acostado de espaldas; puede, por lo tanto, practicarse eventualmente en la cama.
Ejercicio:
1. Vacía los pulmones a fondo.
2. Haz descender lentamente el diafragma y deja entrar aire en los pulmones. Cuando el abdomen esté hinchado y la parte baja de los pulmones esté llena de aire…
3. Separa las costillas, pero sin forzarlas, después…
4. Termina de llenar los pulmones levantando las clavículas. Durante toda la inspiración el aire debe entrar progresivamente, en flujo continuo. Es esencial respirar silenciosamente y tu espíritu debe estar concentrado enteramente en el acto respiratorio. Entra bien el abdomen al final de la espiración. Por regla general, la espiración debe ocupar el doble del tiempo de la inspiración. La crítica Las personas que son más seguras de sí mismas, simplemente no critican a otros porque no tienen esa necesidad. Son más tolerantes con las diferencias y se dan cuenta que su verdad no es la única, sino que cada persona tiene su verdad y todas son igual de valiosas. Te proponemos observarte cada vez que críticas a alguien. No caigas en esa trampa de creer que eres superior y toma conciencia que todas las personas son diferentes e igual de valiosas. Antes de actuar, pensar. Deja de juzgar a quienes te rodean. La próxima vez que te encuentres con alguien a quien sueles criticar, procura encontrar algo para apreciar en esa persona. Ni siquiera es necesario que lo digas, solo que lo pienses, y que sea autentico. Y observa que sucede.
Video respiración yoguista
Estrategia para la toma de decisiones Si nos preguntamos, ¿Por qué frente a un mismo hecho las personas reaccionamos de manera distinta? ¿Por qué a veces actuamos de una forma y luego nos arrepentimos? ¿Cuáles son los mecanismos que hay detrás de nuestras decisiones? ¿Por qué nos resulta imposible ponernos de acuerdo con otros en determinados temas?, en gran medida podemos responderlo con la ayuda de lo que Chris Argyris llamó, en el año 1985, escalera de inferencias.
Es un modelo que ilustra cómo ascendemos mentalmente desde las observaciones hasta las decisiones y acciones.
Exponer e indagar de manera productiva, bajar por nuestra escalera de inferencias explicando nuestras evidencias, criterios, razonamientos, conclusiones y sugerencias e invitar a la otra parte a hacer lo mismo para encontrar un terreno común desde el cual construir una interpretación compartida.
Ejercicio: El problema actual y la solución
En este ejercicio pasas de un estado problemático, llamado “ESTADO ACTUAL”, a uno de solución, llamado “ESTADO DESEADO”, generando los RECURSOS necesarios para lograrlo.
1. En un papel escribe y completa con pocas palabras la frase: “Me siento mal con este estado actual de: ……”.
2. Ahora busca tres o cuatro descripciones de tu problema y escríbelas.
3. Pregúntate en voz alta varias veces para que te escuches: “¿Qué es lo que realmente quiero en lugar de esta situación problemática?” Enúncialo en forma positiva, respirando profundamente. Habla de lo que realmente quieres y no de lo que no quieres.
4. Cierra los ojos, haz una imagen mental de tu estado problemático actual y enmárcala como si fuera una foto. Analízala por unos instantes, y respira profundamente.
5. Hacia la derecha de esta foto, haz una imagen de lo que quieres como estado deseado e igualmente enmárcala como si fuera una foto. Analízala por unos instantes, mientras respiras profundamente. Obsérvalas y date cuenta de las diferencias y las posibilidades entre las dos. Toma real dimensión del problema, generalmente no es tan grave y tienes la capacidad de resolverlo.
6. Ahora visualiza los mejores resultados para tu problema. Deja que tu mente fantasee por unos instantes y de esta manera, los RECURSOS que necesitas para resolverlo aparecerán (paciencia, decisión, tolerancia, valor, seguridad, organización, disciplina, amor, perdón, comprensión).
7. Trae a la mente las dos fotos que describen tu estado actual y tu estado deseado. Construye un puente entre las dos y coloca en él los RECURSOS que necesitas para pasar de un lado al otro, es decir, del espacio del problema al de la solución.
8. Luego de haber puesto las dos fotos unidas por el puente, desenmarca la del estado deseado y dale movimiento. Haz una película con ella. Respira y contesta las siguientes preguntas: ¿Qué sientes al verla así?, ¿cuál sería tu primer paso para lograr esto?, ¿cuándo, dónde y cómo lo vas a dar?
9. Abre los ojos y regresa al papel para contestar las preguntas anteriores.
10. Hazte estas preguntas y contéstalas en el papel: ¿para qué me sirve resolver este problema, y cuáles son los beneficios que obtengo yo y los que me rodean al hacerlo? Visualízalo y respira profundamente.
11. En tu papel concluye la siguiente frase: “Pasar al estado de solución me hace sentir……….”. Vuelve a respirar profundamente. Como trabajo posterior al ejercicio, lee cada vez que se pueda, por lo menos tres o cuatro veces a la semana, lo escrito en el papel punto por punto, respirando después de leer cada uno, cerrando los ojos y visualizando el estado deseado en movimiento. Así se formará una programación para solucionar este problema.
Anexo la escalera de la inferencia
Estrategia de Mozart
Si hay un personaje de la historia de la música clásica que se ha ganado un lugar indiscutido como genio es Mozart. A los seis años, este prolífico compositor ya tocaba el piano en público. Sus obras de arte incluyen muchísimas sinfonías completas y óperas como Las bodas de Fígaro, Don Juan, La flauta mágica y Réquiem. Hoy se denomina “efecto Mozart” a los beneficios que produce escuchar su música. Se dice que las personas logran niveles de concentración mayores a lo normal al oír sus famosas sonatas ya que, debido al ritmo que tienen, el cerebro recibe impulsos que permiten enfocarse más en sus tareas. «Las palabras crean realidades aquello que decimos puede cambiar nuestra manera de experimentar todo lo que nos sucede en la vida” Una de las estrategias de Mozart es determinante para cambiar nuestra mirada de la vida, es un pilar para lograr confianza total en nosotros mismos. Este genio tenía una actitud positiva frente a todo lo que le pasaba. No dejaba que los reveses de la vida lo frustraran. Esto era algo tan llamativo que había quienes sospechaban que Mozart escondía “algo malo”, pues cómo podía ser que a todo lo que le ocurría — incluidas las experiencias dramáticas— él pudiera darle un giro positivo. ¿Cómo podemos cambiar esa “interpretación”? Una primera estrategia es cambiar el relato de aquello que nos sucede, el modo en que se lo contamos a los demás. Muchas veces hacemos todo lo contrario de lo que hacía Mozart: en lugar de contar al principio todo lo bueno que sucedió, empezamos por el detalle negativo.
Una de las claves de esta estrategia es observar cómo relatas tu historia. ¿De qué manera cuentas las cosas que te suceden? Una de las claves es observar como relatas tu historia. Desde lo más cotidiano hasta las cuestiones más transcendentes de tu vida, como las cuentas. Te proponemos que uses esta fórmula para contar “tus historias”: que el 80% de lo que relates esté centrado en lo positivo o en el aprendizaje que recibiste de lo ocurrido, y que reserves un 20% para hablar de lo negativo o lo que te preocupa. Vas a sentir un cambio en tus emociones y vas a empezar a incorporar esta estrategia. Esta actitud nos aleja de la frustración que nos producen a veces los errores y los obstáculos. Actividad Relato de una situación: “Pase uno de los peores cumpleaños de mi vida. Me había pasado el día entero cocinando para mis amigos y preparando la casa para el festejo, y dos horas antes de que llegaran se desato una tormenta terrible. Se inundaron las calles cerca de mi casa, se cortó la luz en todo el barrio y la decoración que yo había hecho en la galería se estropeo por completo, ¡imaginen mi enojo! Vinieron todos mis amigos, pienso que la pasaron bien, pero no puedo creer la mala suerte que tuve justo el día de mi cumpleaños” Cuenta la historia con una actitud positiva… “Pase un cumpleaños totalmente diferente a cualquier otro. Estuve el día entero disfrutando de cocinar para mis amigos y a poco rato que llegaran para el festejo se desato una tormenta terrible y muchas calles se inundaron, sin embargo todos pudieron llegar a mi casa, estuvimos todos!. En un momento se cortó la luz! Quedamos todos a penumbra, pero encendimos velas y se generó un ambiente de intimidad especial. Todos elogiaron mis postres y me dijeron que la pasaron genial. Fue un día realmente especial!!.
Narra ahora, una situación de tu vida cotidiana de manera negativa y luego relata la misma situación en versión positiva.
Ponerme en los zapatos del otro
Ponerse en los zapatos del otro implica comprender el punto de vista de la otra persona, comprender su estado emocional y anímico, comprender sus circunstancias personales y su historia de vida. La comprensión nos ayuda a conocer al otro por lo que ese conocimiento profundo hace que sea más nuestro y nos facilita la aceptación y la capacidad de perdonar a la persona que tenemos en frente. Estar en el lugar del otro no implica necesariamente estar de acuerdo con el otro, ni supone abandonar nuestras creencias o valores. Lo importante es intentar respetar su punto de vista y aceptar como válidas y correctas sus propias opiniones, ideas o valores. Posición desequilibrada Un empleo excesivo de esta situación (Ponerse en los zapatos del otro) te puede conducir a la pérdida de autoestima, ya que te identificas demasiado con las necesidades y los sentimientos de la otra persona a costa de los tuyos. En esencia, antepones los demás a ti. Cuando te identificas demasiado con ellos, dejas de pensar en lo que quieres para ti y no intentas obtenerlo. También puede que acabes haciendo tuyos sus sentimientos y no puedas desprenderte de ellos. Cuando utilizarla Cuando no entiendas el comportamiento de otra persona, ponerte en el lugar del otro, te ayudará a percibir y sentir la situación como si fueras ella. Una vez que la entiendes o intentas entenderla (puesto que habrá ocasiones en las que no podrás comprobar si tus posiciones son correctas), la otra persona lo percibe y se sentirá más cómoda contigo, dado que comprendes su punto de vista. Además, al ganar un mejor entendimiento de la situación, tienes más opciones a tu alcance y podrás tener en cuenta el efecto que cada una de ellas tiene sobre la otra persona.
Ejercicio A
Pídele a otra persona que realice este ejercicio contigo. Duración 15 minutos. Puede realizarse en el interior o al aire libre. Mientras caminas, imita el ritmo de tu amigo, adopta su paso. Presta atención a lo que mira, y míralo tú también. Mueve tu cabeza del modo que ella lo hace. Será como ser su sombra. Haz el ejercicio sin mediar palabra. Después de 15 minutos, cuéntale lo que experimentaste, lo que pensaste y sentiste. Compáralo con su propia experiencia.
Estructura Sugerida de la Terapia PNL
La Terapia PNL (Programación Neurolingüística) brinda unas técnicas y herramientas muy efectivas para ayudar a superar el problema desde la raíz, entrenando la mente para cambiar, de manera rápida y sencilla, cualquier situación que esté impidiendo el desarrollo de la persona.
Por medio de ejercicios muy eficaces y poderosos nos enseña a transformar aquellos pensamientos y creencias que afectan negativamente a nuestro estado mental, emocional y físico. También, nos ayuda a desterrar los modelos y hábitos que no nos permiten llegar a nuestros objetivos, o a ser felices, y al mismo tiempo nos ayuda a instalar otros que nos preparan y potencian para lograr lo que deseamos.
Teniendo en cuenta que el origen de muchas enfermedades está en la mente inconsciente, y que el cuerpo es sólo el lugar donde se manifiestan y desarrollan, la PNL no se centra sólo en los síntomas sino que aborda los tratamientos en los niveles más profundos del ser y de la personalidad, produciendo cambios generativos y evolutivos en las personas, a fin de que puedan desarrollar todas sus capacidades y su potencial.
Las sesiones de Terapia con PNL pueden ser de 60, 90 ó 120 minutos, dependiendo de la técnica a aplicar. El número de sesiones necesarias para obtener resultados depende del objetivo a lograr, pero en general, se trata de una terapia más bien corta, donde se consiguen resultados en pocas sesiones.
La Terapia con PNL aborda diversos tipos de trastornos, no existen contraindicaciones, ni efectos secundarios, ni alteraciones extrañas, ni ningún tipo de conflicto lateral derivado del tratamiento. Por lo que podemos afirmar que es una terapia completamente ecológica. Tiene como ventaja que, además de aumentar la seguridad y confianza en ti mism@, lograrás comunicarte mejor con tus hijos, padres, pareja, familiares, amig@s, compañer@s de trabajo y con todas las personas que te rodean.
Es especialmente útil para lograr superar conflictos de origen familiar y laboral, tales como:
Crisis de pareja
Conflictos con los hijos
Relaciones adictivas
Celos e inseguridad
Aprender a poner limites
Aceptación ante lo inevitable
Situaciones de abusos
Comunicación efectiva en las relaciones laborales
Baja autoestima y poca confianza en uno mismo
También otros como fobias, hábitos perjudiciales, ansiedad, migrañas, estrés, etc.
Propuesta de Trabajo Sugerida | |||
Sesiones | Temario | Objetivo | |
1 | Tema a Tratar o desbloquear. Realizar el test de sistemas representacionales y focalizar tipo de negociación | Conocer al consultante | |
2 | Trabajar las creencias limitadoras y potenciadoras a través de ejercicios | Que el clte. reconozca que lo limita y que lo potencia | |
3 | Realizar el modelo S.M.A.R.T o GROW basado en el tema | Para conocer los objetivos | |
4 | Trabajar la autoestima con ejercicios y aplicar el sistema GANAR-GANAR | Fomentar la autoestima y autovaloración | |
5 | Implementar las tareas de motivación y comprensión y practicar estrategias de toma de decisiones | Usar la escalera de inferencia | |
6 | Una vez trabajados los puntos anteriores, y con una propuesta firme de cambio se realiza el anclaje. Cierre | Reafirmar con el anclaje el cambio del tema que se trajo a terapia |