El camino interior conduce al contacto con la existencia humana: la que se vive cuando se ha silenciado la necesidad. Necesidad que emerge, según la terapia Gestalt, estando el organismo en reposo. El sujeto toma conciencia de ella e identifica en su espacio algún elemento, objeto o persona que la satisface, es decir, que dicho elemento se convierte en figura, destacando  sobre los demás que son el fondo. Acto seguido, el organismo moviliza sus energías para alcanzar el objeto deseado hasta que entra en contacto con él, satisface la necesidad y vuelve a entrar en reposo nuevamente. Es en este estado de reposo cuando aparece el camino de la lucidez y el silencio. La lucidez y el silencio llevan a la libertad pasando paulatinamente por la modificación y la transformación.  ¿Cómo transitar hoy, sanamente el camino interior?

Con ayuda psicológica a través de un proceso terapéutico que haga foco en tu propio interior.  Estableciendo el vinculo terapéutico necesario basado en la confianza, seguridad, confidencialidad necesarias; teniendo en cuenta el encuadre profesional que regula dicho vinculo.

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