Síntomas, sentimientos y movilizaciones internas
Movimientos de apertura, retracción. Sentimientos primarios, secundarios, adquiridos y meta sentimientos
Para el diagnostico entre los síntomas y las estructuras psicológicas del consultante, podemos observar dos movimientos internos bien diferenciados: el movimiento de apertura y el de retracción. Tienen una gran significancia para la capacidad de estar en el mundo y en interacción con los sentimientos que provocan y en los cuales influyen. Movimiento de apertura: es el interés por el mundo, la dedicación a la vida y una actitud inconsciente o intencionada, una franqueza interior. Es el movimiento primario que está orientado hacia el encuentro con personas y objetos. Los sentimientos primarios responden al patrón del movimiento de apertura y el estado corporal está caracterizado por distensión, agilidad y reacciones espontaneas y ajustadas a las situaciones. Movimiento de retracción: es todo tipo de retirada en la cual el consultante se aparta y se cierra en su fuero interno. Sirve para enfrentar o protegerse en una situación. Se manifiesta por tensiones crónicas y por fantasías y conceptos sobre cómo debería ser y no como realmente es. La actitud global del paciente equivale a una negación.
Síntomas
Podemos interpretar los síntomas y errores de los que se queja el paciente, su comportamiento inapropiado y los sentimientos incomprensibles que lo irritan y atormentan como simbolizaciones convenientes que siempre serán “correctas”. El síntoma lo vive como un trastorno y una carga. Se siente responsable y se auto recrimina si no puede controlarlo. Concluye siendo un alivio cuando finalmente, los síntomas adquieren un sentido o presentan otro significado a través de razonamientos sistémicos. Cuando en una situación dada, aparece un síntoma o un sentimiento que fue traído del sistema familiar, entonces, partimos de la base de que es correcto en su calidad y medida, pero no así el momento y la constelación en que se manifiesta, pues pareciera pertenecer a otra persona. Las preguntas importantes para una nueva comprensión del síntoma son entonces: ¿Cómo debe ser interpretado, en que contexto tiene sentido y a qué situación y persona dentro del sistema del paciente podemos atribuirlo?
Sentimientos primarios y movimiento interno de apertura
Son considerados como sentimientos originarios que están unidos. Se los reconoce por las siguientes características. Fortalecen, expresan el natural movimiento de apertura y siempre serán adecuados en la situación en que se manifiestan. Puede ser un afecto, un amor profundo, la furia por alguna injusticia o el miedo por alguna amenaza. El sentimiento recorre una escala de tensiones: aparece, se incrementa, decrece y concluye. El paciente sigue en contacto con el mundo exterior que no sucede con los sentimientos secundarios. Cuando un niño nace su único movimiento de apertura es su expresión y su comunicación. Este movimiento permanece latente por permanecer en la manada. Si somos excluidos nos devorarán las fieras. Las personas que pueden sentir sus sentimientos primarios y vivir un movimiento de apertura, por lo general no vienen a terapia. Es más usual ver a personas que por su historia y experiencias, les es vedado ese libre acceso, de manera que sienten una restricción interna que con sus medios no pueden vencer solos. Como hipótesis podemos suponer que los problemas y síntomas son sentimientos secundarios o sentimientos adquiridos.
Sentimientos secundarios, movimiento interno de retracción y movimiento de apertura interrumpido
Para el niño el vínculo con los padres o sus cuidadores constituyen el inicio de todo su mundo. Vive en relación e interacción, haciendo la experiencia de recibir dedicación y atención y la satisfacción de sus necesidades cuando se manifiesta y comunica. Si sus ofrecimientos de relacionarse no son respondidos, cae en estados de inquietud física y se aparta. Esto se entiende como un patrón básico para sentimientos secundarios y si, se proyecta como patrón a lo largo de la vida, podremos definirlo junto a Bert Hellinger como un “movimiento interrumpido de apertura”
Si la interferencia relacional se presenta con frecuencia se llegará a un límite en el que primará la resignación y el niño ya no hará intentos de iniciar contactos con otras personas. Especialmente detrás de la depresión y la resignación resulta visible que el paciente vuelve a estar expuesto a situaciones y sentimientos vinculados con ellas, en las que, en un movimiento de apertura, jamás ha encontrado una contraparte que le haya dado una respuesta. Cuando en la terapia, el paciente se acerca a los sentimientos primarios detrás de las estrategias secundarias de elaboración, entonces frecuentemente describe esos sentimientos de miedo o, en general, miedo a la vida, profundo temor, pánico, angustia mortal, terror, espanto indescriptible, amenaza existencial y generalmente, la sensación de querer hablar del miedo a disolverse, transcurrir, desaparecer.
En la práctica podemos observar el patrón de un movimiento interrumpido de apertura cuando, en la historia de la infancia del paciente, su contacto con una persona referente fue interrumpido a temprana edad (viajes, enfermedad, guerra, etc.) Otras veces puede suceder cuando padre o madre estaban atados internamente al propio sistema no pudiendo estar disponibles para su hijo.
Como pueden reconocerse los sentimientos secundarios en el proceso terapéutico
Así como los sentimientos primarios corresponden a un movimiento de apertura, los sentimientos secundarios acompañan al movimiento de retracción, se los puede detectar bien en el proceso terapéutico. Dado que los sentimientos secundarios con los estados físicos respectivos se nutren de imágenes internas y experiencias anteriores y no se generan a partir de la situación presente, el paciente tiende a no estar en contacto con el terapeuta o cerrar los ojos. Siendo así, los sentimientos secundarios pueden ser interrumpidos fácilmente al insertarlos en el presente, pidiéndole que lo mire a los ojos. Los sentimientos secundarios son crónicos, no tienen un inicio concreto ni un final claro y no recorren una escala de tensiones, como si lo hacen los primarios. Aparecen en las sesiones siguientes. Como contraparte, nosotros como terapeutas reaccionamos con patrones secundarios y fijamos nuestros límites. Percibimos la expresión de sentimientos del paciente como equivocada y sentimos impaciencia, agresión, aburrimiento, aparecen la incredulidad y, a veces, también la indignación, aunque no la compasión. El conjunto de síntomas que reactiva el paciente es una imagen compleja de un estado proveniente de su pasado que nos permite deducir las circunstancias y especialmente la época del trauma, las necesidades que el paciente tenía en aquel entonces y las posibilidades de solución que necesita en el presente para dar un buen final a la antiquísima situación traumática. Para el proyecto del desenvolvimiento terapéutico se presenta la pregunta: ¿Qué sucede, que siente y qué vive el paciente si no recurre a sus conocidas estrategias de superación?
Patrones adquiridos a través del sistema: sentimientos, acciones, pensamientos
Bert Hellinger describe la adquisición de experiencias, estados y misiones de generaciones anteriores como una dinámica fundamental. Así como los sentimientos secundarios no se corresponden con la situación, tampoco son adecuados los sentimientos adquiridos. Se manifiestan sin disparador externo alguno y debilitan tanto como los sentimientos secundarios porque no pertenecen a esa persona. Estos sentimientos se pueden comprender en el marco de la “lealtad infantil”. Los sentimientos adquiridos provienen del contexto de otra persona. Se origina en el sistema familiar. Los sentimientos y acciones adquiridos son vividos y descriptos como ajenos al Yo. Es decir, que tiene en algún plano profundo y con frecuencia inconsciente, una idea de su Yo “real” al cual se oponen su actuar, pensar o sentir concretos. Cuando el paciente se encuentra “como a su lado” ocupa entonces dos posiciones: una, que pertenece a su propia descripción del Yo y otra, en la que está ubicado al lado de su experiencia del Yo. Aquí se presenta la pregunta: ¿A quién le corresponde esa otra posición? ¿Quién es el otro? El paciente podrá atribuirle los sentimientos adquiridos y devolverlos mediante un ritual.
Los sentimientos adquiridos general irritación porque, para el paciente, no tienen sentido alguno en su propio contexto de vida. Apenas hallemos una explicación, podrá interpretarlos de otro modo e integrarlos. Para el paciente también es un gran alivio enterarse de que el sentimiento es correcto, pero no así su tiempo y lugar.
Movimientos resistidos
El niño está unido a su sistema familiar a través de una profunda lealtad. Desarrollar y realizar deseos propios conduce a conflictos internos. Cuando no se promueve la autonomía vive los deseos propios como una falta culposa contra la familia.
En el proceso de una constelación, el paciente puede integrar ambas pretensiones pronunciando las frases que halló Hellinger. Por ejemplo, puede decirle a la madre o al padre: “Por favor…mírame amablemente, cuando lo haga distinto a ti” “Yo haría todo por ti y por fin me permito esa distancia, lo estoy haciendo por ti, para que continúe bien lo que tú comenzaste”.
Meta sentimientos
Hellinger describe el concepto como estados que aparecen espontáneamente y que tienen poca relación con las personas, sino más bien con la vida, con la creación y con Dios. Pueden constituir fuertes movimientos internos que incluyen estados de éxtasis y experiencias imponentes, que también son descriptos como experiencias espirituales. Abarcan a la persona en su totalidad. Vienen a consultorio especialmente personas que sufren sentimientos secundarios o adquiridos. Por el contrario, los metasentimientos son vividos como fortalecedores y como experiencias especiales.
CUERPO Y RESPIRACION
El cuerpo siempre está en resonancia con el acontecer actual y con los contenidos de pensamientos, recuerdos y fantasías. Cuando el paciente relata una situación, vuelve a vivir esa situación en su imagen interna y su cuerpo reacciona como en aquel entonces, como si aquel pasado fuera realidad hoy. A esta altura del trabajo terapéutico se trata ante todo de despertar el interés del paciente por su respiración y por su cuerpo. Si prueba nuevas formas de comportamiento asociando con ellas experiencias positivas, podrá ampliar los patrones restrictivos de su historia y la visión del mundo juntos, buscamos patrones de superación mejores que aquellos que el paciente aprendió y vivió hasta ese momento. Partiendo de una reacción refleja inconsciente, se transforman en una secuencia consciente que el paciente podrá cambiar paulatinamente de acuerdo a sus ideas y de manera tal que sean adecuadas a su estado actual. Cuando el paciente adelanta los labios y el mentón, respira por la nariz tomando aire silenciosa y cuidadosamente, en todos los casos se trata de patrones indicadores de cómo aprendió a respirar. Esta forma estrecha de respirar fue, en el momento de la constitución del patrón, el modo adecuado y correcto de hacerlo. Necesitamos incentivarlo para convencerlo de que hay otras técnicas más satisfactorias para respirar. Cada modificación del patrón respiratorio conlleva una modificación de la conciencia, de la percepción y del estado general. Mediante la disminución de la actividad respiratoria podemos reducir la cantidad de información en la medida que la podamos soportar y elaborar; o bien, aplicando técnicas especiales junto con determinadas posturas del cuerpo, elevan la presencia interna y la conciencia, tal como ocurre en el caso en las milenarias prácticas de meditación. El paciente podrá exponerse a la situación con los ojos abiertos y no tendrá que recurrir a patrones de superación que con el tiempo y harán daño. Aprender cuando nos encontramos en una situación difícil, nuestro cuerpo reacciona recurriendo a los patrones de experiencia probados y a las estrategias de superación adquiridas por reflejo o aprendidas. Según la situación y la edad en que haya adquirido esta estrategia, tiene las regiones típicas para él, que puede ser hombros, frente, nuca, boca, mandíbula, ojos, pelvis y/o nalgas. Si la estrategia secundaria de superación marcada a temprana edad constituye el único patrón continuado de reacción del paciente, entonces no puede reaccionar en forma adecuada ni flexible frente a las situaciones actuales. Durante la sesión el terapeuta podrá acompañar con las preguntas: ¿Dónde aprendió esta conducta sintomática? ¿Qué situación se adecua a tal síntoma? ¿para qué situación es (fue) apropiada o útil? Es decir: ¿Dónde radica el sentido de que el paciente se conduzca y sienta de tal manera? Si la reacción física se presenta como un ataque de pánico, entonces buscaremos una situación dentro del sistema en la que un ataque de pánico estuvo o estaría plenamente justificado; por Ej: la del padre, quien como mensajero en el frente debía trasladar los partes de batalla y que, a lo largo del frente o cercado por el enemigo, presenció la muerte en sus camaradas. Cuando el síntoma es el profundo agotamiento y no poder moverse, la pregunta es quien sufrió estos trastornos en el sistema familiar. En mujeres se pueden observar las reacciones físicas y psíquicas de una violación. Informan miedo, culpa, rabia y asco fusionados con agitación y problemas de pareja. Resulta muy útil disponer de un patrón de relajación al cual el paciente puede recurrir.
¿Qué sucede si Ud. Exhala profundamente?
Desde el comienzo y ya incluso durante la conversación sobre los síntomas, siempre se vuelve a pregunta: ¿Cómo está respirando en este momento? O ¿cómo se altera su respiración cuando cuenta esto? Por un lado, el terapeuta puede aclarar al paciente los nexos existentes entre la respiración, estado y pensamientos. Por el otro, el paciente realiza la experiencia de que puede modificar en forma considerable su estado en pocos segundos mediante una o varias inhalaciones profundas. Más tarde, en oportunidad de las constelaciones, podrá aprovechar este nuevo patrón cuando el terapeuta lo lleve a situaciones que degeneren reacciones similares a aquellas en las que en su momento aprendió ese patrón respiratorio tan restrictivo. Inhalar y exhalar profundamente produce muchas veces reacciones, por Ej: llorar. Otros no logran exhalar irritándose, dudando y lo hacen muy levemente. El terapeuta podrá exhalar con él con sonido y preguntar ¿Cómo se siente u al exhalar alguna vez muy profundamente? En caso que el paciente tenga dificultades para percibir o describir su respiración, ayuda colocar una mano sobre el corazón y quizás la otra sobre el abdomen. Así se podrá diferencias más fácilmente. Podría decir: “sienta como sube y baja el tórax” ¿Qué mano percibe más movimiento? El terapeuta podrá retomar estos breves ejercicios de percepción al finalizar la sesión y encárgaselos como tarea.
Tensión corporal y ejercicios para la relajación
Las tensiones corporales especialmente las crónicas son desagradables. Restringen la capacidad de reacción y de gozo, suelen ser dolorosas y generan más tensiones y molestias, dado que el cuerpo intenta compensarlas. Si son crónicas, muchas veces escapan a la acción consciente y resisten todo intento de modificación. El entrenamiento en relajación, según Jacobson constituye un método probado para la “progresiva relajación muscular” (audio)
En la terapia conductista, la técnica de relajación se aplica para la llamada desensibilización. Como idea básica, funciona la experiencia de que el miedo y la relajación no constituyen estímulos compatibles. Si hay alguna porción muscular en la que sienta dolores, le propongo realizar el ejercicio concretamente en esa parte y repetirlo todas las veces que sienta que le hace bien.
La Relajación Progresiva de Jacobson
Esta técnica fue desarrollada en 1929. Consiste en aprender a tensar y relajar los diferentes grupos musculares del cuerpo.
La Relajación Progresiva de Jacobson se basa en el hecho que la respuesta de estrés genera una serie de pensamientos y comportamientos que provocan tensión muscular en la persona. Esta tensión aumenta la percepción subjetiva de ansiedad. La relajación progresiva reduce esta tensión muscular, y con esto la sensación de ansiedad.
A nivel procedimental, el entrenamiento se realiza a lo largo de un mínimo de siete semanas. Durante este periodo, el usuario tendrá que aprender a tensar y a relajar 16 grupos de músculos en todo el cuerpo: manos, antebrazos, bíceps, hombros, frente, ojos, mandíbula, garganta, labios, cuello, nuca, espalda, pecho, abdomen, piernas (muslos y pantorrillas).
La fase de tensión se realiza para el usuario aprenda a percibir las sensaciones asociadas a la aparición de la ansiedad o tensión, siendo estas sensaciones las que indicarán a la persona que tiene que relajarse. Esta tensión muscular permite a los músculos relajarse todavía más que si se hubieran relajado tensar previamente. Al final del entrenamiento, se aprenderá a relajar los músculos directamente sin ponerlos previamente en tensión.

Percepción corporal y constelación
La percepción corporal nos brinda indicaciones exactas acerca de la cualidad de las dinámicas y los vínculos del paciente. Si no tiene experiencia en constelaciones, resulta razonable introducir al paciente paso a paso al modo de trabajo. Por eso razón, lo recomendable es:
Breve introducción “Ahora le propongo algunos ejercicios y Ud. Observará como le va con ellos” Ubíquese en su imagen interna frente a su padre y mírelo o coloco dos hojas una frente a otra pidiéndole que se ubique en “su lugar”. Después que haya tomado aire dos veces, preguntar: ¿Cómo se siente allí? ¿La distancia es correcta? Si la distancia le produce sentimientos desagradables ayudarlo a retroceder y cambiar la distancia.
Si el paciente está bien en relación con esta primera persona, de pie, firme y respira bien, pasamos a la siguiente. ¿Qué sucede si colocas a su madre junto a su padre? Nuevamente enfocamos en las reacciones físicas. ¿Cómo es la respiración, las pulsaciones, la tensión del cuerpo? Todo lo realizamos descalzo para su estabilidad.
Breve ejercicio para la percepción corporal
Colocar la mano sobre el corazón para sentirse a sí mismo, hace que la atención se desplace de los contenidos psíquicos a la percepción corporal y también constituye una postura chamánica de sanación y apertura. Cuando durante el proceso, los pacientes muestran cambios físicos, es decir, exhalan profundamente, relajan notoriamente los músculos o se advierte un impulso motriz, es un signo de finalización de una fase o de una “escala de tensiones”. Entonces, en este caso la nueva intervención puede incidir.
Propuestas
A veces para el paciente es un alivio y una ayuda recibir un modelo de la teoría y escuchar ejemplos y experiencias que emergen del procedimiento terapéutico. No obstante, las explicaciones y las intervenciones que sobrevengan serán tan solo ofrecimientos, que el paciente puede tomar o no. Cuando describimos imágenes que se corresponden con las añoranzas del paciente, él se identifica de inmediato con esa imagen de solución. Este procedimiento claramente orientado a la solución, es útil, dado que las imágenes no se pueden negar.
EL CAMPO DEL CONOCIMIENTO
Las investigaciones psicológicas y neurofisiológicas empiezan a plantear que la memoria no reside en un lugar especial del cerebro sino que aquello que recordamos, creamos o intuimos, “lo tomamos del campo y lo traducimos”. Eso explica cómo un aroma de pronto conecta con todo un recuerdo detallado, cómo “creamos” en un golpe de inspiración o incluso cómo algunos niños son capaces de “recordar vidas pasadas” (en realidad, gracias a su constante estado alpha similar al de los estados alterados de consciencia, está más conectado con ese Campo).
En el Coaching Sistémico, así como en Constelaciones Familiares y Organizacionales lo llamamos “Campo de Conocimiento” o simplemente “Campo”. Y nos referimos al igual que en los otros casos a ese espacio que en vez de separarnos nos une y gracias al cual (mientras el representante o Facilitador más centrado y neutral se encuentre) accedemos a información propia del sistema familiar o empresarial del cliente que solicita una Constelación.
Quien alguna vez ha tenido la posibilidad de ver una constelación, ha participado como representante o a constelado a su familia, conoce el sorprendente fenómeno del “campo del conocimiento”. Los representantes tienen acceso a información que en realidad solamente los integrantes de la familia pueden tener. Ellos, al constelar se convierten en canales y entran en contacto con sentimientos y un “conocimiento” de una familia totalmente desconocida. ¿Cómo saben esto los representantes? ¿De dónde viene la información? ¿Cómo saben los representantes algunos detalles que el familiar mismo ha olvidado? ¿Qué ocasiona la dinámica tan intensa a veces? Para que te hagas una idea de lo que puedes experimentar como representante durante una constelación, imagínate que has sido escogido para representar al padre. A tu lado están personas que no conoces de las que tú solo sabes que representan a la madre, a la hija mayor y al hijo menor. Tú no sientes nada en especial hacia ellos, ni rechazo ni preferencia. Entonces os cogen por el hombro uno a uno y colocados en un lugar en el recinto. Cada vez que se va colocando un representante en este espacio, vienen a ti más y más percepciones. Empiezas a sentir algo que antes no sentías. Te colocan enfrente de “tu mujer”, “tu hija” está demasiado cerca de ti y al “hijo” ni lo percibes. Sientes una gran rabia y tensión hacia “tu mujer”. No te gusta que “tu hija” este tan cercana. Sientes miedo. Sientes que “tu hijo” está muy alejado de ti. El terapeuta introduce a otro representante en la constelación: es la segunda hija que ha fallecido como bebé en su cuna. Sin darte cuenta de lo que pasa, empiezas a llorar y sientes una profunda pena. De repente sabes de donde viene la rabia que sientes por “tu mujer”: te das cuenta que la responsabilizas a ella de la muerte de la niña. Estos sentimientos e información llegan a ti sin más. El terapeuta trabaja con la constelación y te pide que digas ciertas frases clarificadoras y sanadoras. Poco a poco ves con mayor claridad las implicaciones. A medida que las implicaciones se van haciendo más evidentes y se van solucionando te vas sintiendo más relajado. Después de un rato te dan otro sitio. Al final estás al lado de “tu mujer”, y sientes un increíble y profundo amor por ella. “Tus hijos” están frente a ti, también “la hija” fallecida prematuramente ocupa su lugar. Sientes que los deseas proteger y amar como padre y te sientes orgulloso de “tu familia”. Entonces se introduce al constelante mismo en la constelación y así finaliza la misma.
CONSTELAR
Cuando se constela una familia se escoge entre los participantes a sustitutos (representantes) para ti mismo y para los demás integrantes importantes de tu familia, por ejemplo, tu madre, tu padre, tus hermanos y hermanas. Entonces con la mayor concentración y siguiendo tu intuición se van colocando uno por uno en relación entre sí en el espacio. Repentinamente durante este proceso sale algo a la luz que te sorprende. Esto quiere decir que al constelarlos en el espacio estás conectando con un conocimiento al que anteriormente no tenías acceso.
LA FUERZA DEL CAMPO DE CONOCIMIENTO
Lo curioso es que los representantes, desde el momento que son colocados en el espacio de la constelación, se sienten como las personas a las que representan. A veces tienen sus mismos síntomas físicos, y todo esto lo viven sin que los representantes sepan nada sobre tu familia; ellos sólo saben a qué persona representan. Así cada vez se hace evidente en las constelaciones, a través de los representantes, que hay una fuerza existente entre tú y los miembros de tu sistema que forma este campo de conocimiento.
METODOLOGIA – PREPARANDONOS PARA CONSTELAR
Uso de las constelaciones familiares como instrumento
Este capítulo facilita la comprensión del trabajo con las constelaciones familiares. Los efectos y la forma en que uno las maneja son múltiples y las diferencias con otras tendencias y posiciones terapéuticas resultan notables. Quien se acerca por primera vez a este trabajo no posee en un principio una imagen clara de la situación y se sentirá más bien confundido. El efecto Las constelaciones familiares tienen muchas veces un efecto muy fuerte sobre los clientes. Esta es la respuesta de una cliente a la pregunta sobre los cambios en su vida. Ella realizó su constelación familiar tres meses antes. Las decisiones y las consecuencias se han vuelto más claras. La honra y el honor ganaron una posición más alta dentro de la relación. El ojo crítico y posponer contra todo lo que sea viejo, ha cedido lugar a una honra que puede condenar los errores. Yo tomo ahora mis deberes como madre con amor y como si fuese la cosa más natural del mundo. Anteriormente los tomaba con cierta amargura. ¿Cómo podemos interpretar a este efecto? ¿Qué pasa realmente durante una constelación? Todos llevamos dentro una imagen interna de la familia completa de la cual venimos. Solo así se entiende porque alguien es capaz de constelar a su familia en forma rápida y adecuada. Esta imagen era hasta ahora inconsciente y estaba oculta en el interior. Es una imagen y no un diagrama lógico. Las imágenes no necesitan ser entendidas o justificadas. En una constelación se saca hacia fuera la imagen hasta el momento desconocida de la familia, y esta toma vida mediante los representantes. La imagen está ahora sobre el escenario y el cliente es el público. Las tensiones y los sentimientos que hasta el momento se encontraban escondidos dentro de la imagen, alcanzan la superficie. Un cliente hace una constelación porque tiene sentimientos que lo atormentan y se siente confundido desde siempre. Algunas veces, se ha preguntado en secreto si no estará enloqueciendo. Durante la constelación ve y escucha que su representante siente la misma confusión y el mismo tormento. De esta manera se manifiesta que estos sentimientos no son un componente inseparable de su personalidad, sino que provienen de las relaciones con su familia. Estos sentimientos están relacionados con el lugar especial que él ha tomado dentro de su familia, pues toda persona que se para en su lugar percibe la misma confusión (su representante). Este descubrimiento no cambia sus sentimientos, pero lo libera de una carga adicional. Él puede ahora tomar distancia de su vivencia interior y sólo esto ya produce una liberación. Como ya lo mencionamos anteriormente, las tensiones cambian cuando son expuestas entre los miembros de la familia. Entonces se puede continuar y se establece algo nuevo. Algunas veces, una constelación es como un drama en el cual la ira, la culpa y la trama se manifiestan. Ellas entran en escena, muestran, solucionan y cambian. El amor que estaba oculto hasta entonces, sale ahora a la superficie. De esta manera, la constelación y su imagen transmitida serán relajadas y pacíficas. El cliente descubre en lo profundo de su ser un vínculo amoroso y un sentimiento compartido con su familia. Nos podemos imaginar cuanto más relajado y conciliatorio será este cliente si en el futuro lleva dentro de él a esta imagen pacificadora. En reiteradas ocasiones, se ubica al cliente en la constelación cuando esta llega a su fin. Él se para ahora en el lugar que hasta el momento fue ocupado por su representante. Hasta el momento observador, es ahora una parte de la constelación. Él miraba desde afuera a las personas y acontecimientos. Él entra ahora en las relaciones y experimenta como se siente en su propio lugar. Así se produce una gran identificación emocional. A partir de ese instante será parte de la familia y aceptará a los representantes como personas reales. Para magnificar la experiencia se puede sugerir al cliente que pronuncie frases intuitivas (“querida madre: soy tu hijo y te doy las gracias por haberme dado la vida”). El terapeuta debe encontrar para esta situación un buen equilibrio, dado que para algunos clientes es suficiente el juicio mediante la observación, mientras que para otros son más importantes la vivencia personal y las impresiones recibidas. Como fue mencionado anteriormente, el trabajo con representantes es más simple pues ellos pueden manifestar sin prejuicios los cambios de lugar y los efectos de las frases. El terapeuta se preguntará si está complicando innecesariamente el trabajo al ubicar al cliente en su propio lugar, y si realmente es significativo para el cliente realizar esto personalmente. El cliente guarda esta nueva imagen dentro de sí y deja que hagan efecto sus propiedades curativas. No es importante analizar o entender dicha imagen. El poder de esta imagen se encuentra en su visión espontánea. Así como la imagen vieja lo influenciaba y controlaba sin su conocimiento, de esta forma la nueva imagen producirá su efecto en su interior. Pero para la mayoría de nosotros esta visión intuitiva es algo completamente inusual. Estamos acostumbrados a razonar, esto es automático y es muy difícil de parar. El pensamiento quiere entender y tomar decisiones al momento. Uno se pregunta afanosamente: ¿qué desea decirme la constelación? ¿Qué hago con ello? ¿Debo llamar esta noche a mi madre? ¿O mandarle primero una carta a mi padre? Estos pensamientos pueden producir confusiones tan fuertes que ocultan la imagen. Así lo demuestra. el próximo ejemplo de uno de mis seminarios La cliente tiene un hermano que murió muy joven. Ella lo encuentra en la constelación. El amor fluye cuando el hermano pronuncia: “es mi muerte y yo cargo con ella. Tú me honras al dejarme hacerlo. Tú eres solo la hermana.” Más tarde se toca el tema y la cliente comenta ocasionalmente:” yo ya sabía que era incapaz de ello”. Cuando preguntamos sobresaltados acerca del porqué, ella dice: “me lo dijo mi hermano durante la constelación.” La cliente estaba profundamente convencida de su incapacidad. Esta convicción es como un filtro que solo deja pasar los contenidos adecuados a dicha convicción. O como ocurre en este ejemplo, donde el contenido de lo dicho es manipulado de tal manera que se adecua a la convicción momentánea. Que su hermano se haga cargo de su muerte durante la constelación es interpretado por ella como: “tú eres incapaz.” El verdadero contenido de esta manifestación y el amor de su hermano no la alcanzan pues el filtro interior es más fuerte. Semejantes experiencias sacuden y despiertan. Pues hasta el momento, en la mayoría de los casos, era suficiente la confianza en la fuerza purificadora de la imagen de la constelación. ¿Qué se puede hacer cuando los filtros son tan herméticos que apenas dejan pasar algo nuevo? Ha llegado el momento de prestarle más atención a lo que otras tendencias terapéuticas definen como “resistencia”. Se ha discutido muy poco entre los consteladores familiares acerca de la circunstancia que hace que se cierren ciertas barreras internas que en primera instancia son insalvables. Pues el dejar que las imágenes hagan su efecto, exige una especie de disciplina espiritual que le está vedada a alguien sin experiencia. Para mí se demuestra la fuerza de las constelaciones en que, a pesar de la gran cantidad de obstáculos, se obtienen gran cantidad de resultados. Hay una condición para que el cliente pueda introyectar la imagen de su propia constelación: el participante del seminario que realizó recientemente una constelación no podrá tomar parte como representante inmediatamente en otra constelación. Aparte, el no debería ser molestado con preguntas curiosas de parte de los otros participantes. Él necesita de tiempo para elaborar su constelación. Este paso espiritual precisa de tiempo y espacio. Por esto no se realizan
inmediatamente después de una constelación ningún tipo de conversaciones o interpretaciones acerca de las imágenes de la misma. Todo esto atrae nuevamente al pensamiento analítico y meditado que impide el efecto espontáneo de la imagen. Para evitar mal entendidos: la imagen de la constelación no es una manera de actuar. Quien se pone en acción luego de una constelación posiblemente desconoce esto. Algunas veces, pasan meses hasta que el cambio interior puede expresarse. En reiteradas ocasiones, aparecen confusión y dudas durante las horas, días y semanas posteriores a una constelación. Uno ha desarrollado y cargado hasta el momento una cierta imagen de su familia. Todas las tensiones vividas y todas las heridas abiertas se manifiestan allí. En muchos casos parece ser subjetivo, pero sin embargo tiene un trasfondo real. La nueva imagen establecida durante la constelación es en reiteradas ocasiones una imagen más bien ideal, una imagen donde fluye el amor entre padres e hijos. Esto nunca o solo en contadas ocasiones fue vivido por el cliente. Por esto una parte de él se ha fijado a la vieja imagen y combate a la nueva. Es importante saber que estas fases confusas aparecen y es bueno permitirlas. La mejor postura interior es la que confía en la nueva imagen y su fuerza. Ciertas veces para un cliente que tiende a analizar y especular es recomendable el olvido de dicha imagen. Las constelaciones familiares deben darle exclusivamente “un impulso al alma”. Lo importante es el crecimiento y este no se puede producir en forma “técnica”. Cuanto menor sea el impulso dado por el terapeuta, mayor será el crecimiento en las manos del cliente. Sus fuerzas y su responsabilidad crecerán. Hellinger define a este accionar como “minimalismo”, es decir: el terapeuta hace lo menos posible. El terapeuta actúa adecuadamente al finalizar cuando ha encontrado el punto en el cual se concentra la mayor cantidad de energía en el sistema. De esta manera se ha dado suficiente impulso y la energía se encuentra a disposición del crecimiento del cliente. La energía se pierde si el terapeuta continúa trabajando. Un ejemplo: un cliente se siente muy solo y no guarda relación alguna con sus padres. Él se reconcilia con su madre durante la constelación. Ella lo toma en sus brazos y lo abraza durante un rato. Semejante encuentro necesita de tiempo para desarrollarse. La fuerza de este desarrollo se minimiza si se trata de elaborar inmediatamente la relación conflictiva con el padre. Una idea benéfica tanto para el cliente como para el terapeuta es que el efecto del trabajo de la constelación y de la imagen no sean manipulados por ninguno de los dos. Este no es un trabajo de rendimiento o con un plazo a cumplir. El resultado se desarrolla por sí mismo. El papel del terapeuta Quien observa por primera vez una constelación familiar y conoce anteriormente otras formas de terapia, se sorprende frente a la autoridad que asume el terapeuta durante este trabajo. Él rechaza momentáneamente a clientes por considerar que “el motivo no está maduro todavía.” Le da la palabra al representante y le maneja a su gusto. Incluso le indica que frases debe decir. Posteriormente le da en forma aparentemente aleatoria un lugar y elige como antepasados a personas de su agrado. Todo esto es muy extraño y se diferencia ostensiblemente del comportamiento del terapeuta en otras terapias. ¿Son las constelaciones acaso la forma terapéutica elegida por clientes que desean mirar con profundo respeto a la autoridad que les indica el camino? ¿Precisa el guía de las constelaciones una estructura básica autoritaria? El terapeuta maneja las constelaciones con gran autoridad. Se corre realmente peligro que imitadores entusiastas se aferren a una forma autoritaria sin tener acceso a su propia esencia. La elección de las palabras, el tono duro con el cual son pronunciadas y el comportamiento áspero no son determinantes. La condición esencial para este trabajo es la comunicación del terapeuta con el “campo de conocimiento” y su propia intuición. Yo mismo trabajé muchos años antes del trabajo con las constelaciones familiares con las PNL (programación negro-lingüística). Este es un método en el cual la adaptación al cliente tiene un papel preponderante. En este método, la autoridad no tiene expresión alguna. En ese entonces, yo sentía desagrado frente a todo tipo de posición autoritaria y por supuesto, no tenía deseos de realizar semejante papel. La vivencia de conducir constelaciones me trajo sorpresas. En algunos momentos y situaciones creció la autoridad en mi desde algún lado. Yo estaba tan inesperadamente seguro de lo que percibía en ese momento que pude encarar el riesgo y manejarlo con seguridad. Esto me era nuevo y nunca me había ocurrido algo semejante. La aparición de esta seguridad se transformó en algo normal a medida que fui interiorizándome en el trabajo. No como compañía constante, sino más bien como una invitada que aparece con gusto y luego reitera dichas apariciones.
Yo sospecho que la fuerza del “campo de conocimiento” es quien llama o exige este fenómeno de autoridad. Quien se atreva a introducirse en el campo cambiará y ganará más confianza y conocimiento de sí mismo. Esta es para mí la razón por la cual actualmente en Alemania las constelaciones familiares tienen tanto éxito con clientes y terapeutas. La autoridad no es un fin en sí. Ella es solo una cara de la moneda. Quien le da vuelta se da cuenta que el terapeuta sigue la energía del campo de la misma forma como ella fluye a través del representante. Las constelaciones familiares solo pueden desarrollarse en contacto con los representantes y con la confianza en sus reacciones. El papel del terapeuta es muy variado. Se puede considerar el trabajo con las constelaciones como un acto de balance que contempla a tres niveles diferentes. Estos niveles son las energías de los representantes, los ordenamientos en un sistema familiar y la realidad.
El terapeuta trabaja siempre en un nivel, pero es consciente de la existencia de los otros en el trasfondo. Estos son utilizados acorde a la necesidad. De esta manera presta atención a los impulsos y energías de los representantes. Su percepción ira agudizándose al ganar experiencia. Por ejemplo, un hijo se inclina frente al padre y este frunce el cejo. O la tía que murió joven se ubica en la constelación y la sobrina respira profundamente. El terapeuta registra todo esto y reacciona inmediatamente, ya sea por informaciones o por sugerencias modificadas. Cuanto más ve el terapeuta, menos información necesita, pues reconoce la dirección en la cual fluye la energía del representante. Ellos son los que mediante su papel experimentan lo adecuado a cada correspondiente familia. Él observa sus reacciones y confía en ellos. Él es guiado mediante las reacciones de los representantes y reconoce si está en la dirección correcta. La calidad de su trabajo debe ser valorada en como siga a los representantes. Se revela claramente cuan confiables son los representantes en la constelación doble sin palabras anteriormente mencionada. Los representantes siguen solo a sus impulsos interiores, muestran la vida interior de una constelación y encuentran en reiteradas ocasiones la solución. Otro nivel, casi un polo contrario, está formado por los ordenamientos de un sistema familiar. Estos se han comprobado a lo largo de muchas constelaciones. También se ha comprobado al mismo tiempo que hay excepciones en reiteradas ocasiones. Es por ello que no hay una seguridad definitiva en relación a como se deben realizar los ordenamientos en la correspondiente constelación. El terapeuta utiliza su conocimiento completo acerca de las normalidades y las excepciones para lograr un buen orden con el cual cada uno se sienta bien en su lugar. Sus intervenciones se basan muchas veces en los ordenamientos que rigen en las familias. Pero ahora trataremos el importante nivel de la realidad. La realidad contiene los hechos concretos que el cliente conoce y comparte. Hasta el momento era el terapeuta quien los traía a la constelación. Por ejemplo, una cliente informa que su padre la ha violado. En la constelación no se observa nada de esto en primera instancia. La representante de la cliente mira amistosamente al padre, quien se encuentra parado y en paz frente a ella. Para entrar en la realidad, el terapeuta sugiere a la representante que le diga al padre: “tú me has violado.” De esta forma se ha introducido un importante elemento de la realidad en la constelación, los sentimientos cambian y el terapeuta puede continuar trabajando con la nueva situación. Y finalmente, también existe la llamada “linterna”. Ella determina que elemento del panorama familiar será exactamente observado. El cliente y su persona se encuentran en primer término: para él se realizará la constelación y para él se buscará la solución. Los otros conflictos, tensiones y tramas que no tienen efecto sobre su persona pueden dejarse de lado. Estos solo distraen la atención. Si el cliente tiene un motivo especial e importante, este será utilizado para iluminar exactamente con la linterna todos los rincones oscuros que se encuentren relacionados con el motivo. Precisamente, los dos puntos de vista energía y ordenamiento hacen comprensibles los diferentes estilos de diferentes terapeutas. Por ejemplo, un terapeuta utiliza el ordenamiento en forma clara y decisiva y le coloca en primer plano. Él conduce rápidamente durante las constelaciones a los representantes a los lugares que garantizan un buen ordenamiento. Las frases que él indica están basadas en el ordenamiento y lo destacan. Lo peligroso de esta situación es: quien presta demasiada atención al ordenamiento, no ve lo suficientemente claro y se
orienta muy poco a los representantes. Posiblemente pasan de alto la especial dinámica familiar y son poco flexibles. Él vacila cuando aparece una excepción desconocida hasta el momento. Entonces se transforma en un sabiondo que solo pretende establecerse en el sistema con su ordenamiento conocido. Y también está el terapeuta que en primera línea se deja conducir por las energías de los representantes. Él confía en que el ordenamiento establecido es el correcto y se orienta por completo a los representantes. El peligro aquí es el siguiente: quien solo fluye con las energías de los representantes comienza a nadar y se pierde ocasionalmente en la corriente. En algún momento no se puede continuar porque los representantes están atrapados dentro de su rol. Los puntos de orientación en la realidad y el ordenamiento son necesarios como apoyo y producen claridad. Quien por lo contrario solo se basa en la realidad, utiliza superficialmente las especiales posibilidades de las constelaciones familiares. Tanto el ordenamiento como las reacciones de los representantes pueden darle indicaciones para continuar con el trabajo. Pues un terapeuta solo puede realizar un buen trabajo, cuando frente a la necesidad utiliza los polos descuidados hasta el momento. En mis seminarios se ha demostrado que el modelo triangular energía-ordenamiento-realidad es muy adecuado para analizar los errores cometidos en el trabajo con constelaciones. Es de utilidad saber cuál de los tres polos energía-orden-realidad ha sido descuidado para encontrarle solución a una constelación con defectos. Yo opino que los terapeutas continúan desarrollándose cuando siguen con intensidad la energía de una constelación, el llamado “campo de conocimiento”. Por supuesto que necesitan como condición previa de su conocimiento y de la inclusión de la realidad y del ordenamiento. Pero estos son limitados y apreciables. Lo nuevo e inesperado son las correspondientes energías de una constelación. Cuanto más confíe el terapeuta en ellas, mayor será su acceso a lo desconocido. Bert Hellinger acentúa cuán importante es que el terapeuta sea “no-intencionado”, es decir que no tenga la intención de curar ni la intención de modificar el destino. ¿Qué significa esto? En mi trabajo hago diferencias entre dos tipos de intención. De una manera, por supuesto que tengo el deseo y la intención de apoyar a los clientes en el camino hacia la cura con la ayuda de las constelaciones. Yo experimento esta intención como un fluir natural que atraviesa la constelación. En reiteradas ocasiones aparecen dificultades y obstáculos que trato de solucionar y a veces lo logro. Pero otras veces este fluir natural se interrumpe y no se puede continuar. Si continúo trabajando en esta situación por orgullo, testarudez, miedo o por la necesidad de curar, entonces me estará dominando la segunda forma de intención y esta es peligrosa. No tener intenciones en dicha situación es el camino más fértil. ¿Terapia y/o ayuda existencial? Las constelaciones familiares no han sido todavía establecidas y limitadas como método terapéutico independiente. ¿Son las constelaciones acaso una forma de terapia? ¿Qué significa sano y qué significa enfermo? Esta debería ser la pregunta consecuente. La transición entre ambos conceptos es recíproca. Tomemos por ejemplo un sentimiento de leve mal humor y tristeza que se vuelve cada vez más fuerte y toma el control sobre los pensamientos. La fuerza desaparece y una parálisis interior toma su lugar. El rendimiento laboral baja sensiblemente y trabajar se vuelve algo imposible. Los esfuerzos van solo en retroceso. Al final de este proceso la persona se retrae letárgicamente en su cama y necesita de atención y cuidado. ¿A partir de cuando termina la salud y comienza la enfermedad? Hay criterios subjetivos e internos que hacen que alguien se sienta débil y enfermo. Además, se debe especialmente a características externas que alguien deba guardar cama, no tenga control sobre su rutina o sea declarado como enfermo por parte de un médico. Hoy en día se encuentran muchos criterios escritos en los libros de leyes. Pues quien está enfermo y asegurado tiene exigencias y para evitar el abuso se necesitan estrictas definiciones. Además, la palabra enfermedad tiene una intrínseca relación con la política laboral y profesional. Aquí es donde se decide quien tiene la formación idónea para enfrentar enfermedades graves y quien puede o no ejercer. Frente a la gran cantidad de médicos, psicólogos, curanderos, trabajadores sociales y consejeros hay que garantizar la existencia comercial de los grupos laborales correspondientes. Si las constelaciones familiares son o no una terapia acorde a lo escrito en los parágrafos, no ha tenido prácticamente importancia hasta el momento para los Consteladores. Este punto de vista apenas tiene importancia para los fundamentos del trabajo. Desde esta perspectiva es indiferente si la dificultad es pequeña o grande, si se trata de unos cambios levemente depresivos o de una grave
depresión con deseos de suicidio. La visión se orienta hacia las causas sistémicas que en la mayoría de los casos se encuentran entramadas con la familia de origen y en algunos otros con la familia del presente. Bert Hellinger realiza cursos de enseñanza desde 1995. Ya ha demostrado su trabajo delante de cientos de médicos y terapeutas. En reiteradas ocasiones, los clientes que realizan una constelación sufren enfermedades graves. El espectro de estas enfermedades va desde el cáncer en cualquiera de sus manifestaciones u otras enfermedades corporales hasta la psicosis y la esquizofrenia. Se ha demostrado que no hay diferencia alguna con el trabajo realizado con alguien que solo tiene problemas normales como la mayoría de todos nosotros. La gravedad del problema no tiene un papel importante en el desarrollo y en los pasos hacia la solución del problema. De lo dicho hasta ahora se desprende la respuesta a la pregunta inicial: la constelación familiar es una terapia cuando se le utiliza para tratar las enfermedades y a los enfermos. Esta actúa profundamente sobre la enfermedad y propicia la cura. Todo aquel que trabaja con enfermos necesita de mayores conocimientos y capacidades para manejar las difíciles situaciones que se plantean. El estado de los pacientes es muchas veces inestable. Todo aquel que tenga una calificación médica o terapéutica puede utilizar esta terapia con los pacientes. Pero cuando el paciente no está enfermo, la constelación familiar no es una terapia. Esta es la realidad de la mayoría sana que toma parte en los seminarios con constelaciones familiares. Ellos tienen los problemas y dificultades de la normalidad. Las constelaciones les ayudan a solucionar sus problemas y tienen un efecto conciliatorio en la familia. Nexos desconocidos se vuelven visibles y los ordenamientos básicos se tornan comprensibles. Muchos guías ofrecen por esta razón a la gente sana el trabajo con las constelaciones familiares. Las constelaciones familiares alcanzan actualmente a una parte muy amplia de la población como nunca antes lo hizo otra forma de terapia. En primera instancia son las mujeres quienes se acercan a este trabajo seguidas luego por los hombres que siempre son más renitentes. Pero es claro que la mayoría de los participantes no pertenecen al grupo de los aficionados a las terapias que persiguen las modas y las últimas tendencias esotéricas y terapéuticas. Generalmente son madres de familia, madres solteras y solteros quienes se sienten atraídos por las constelaciones familiares. Un ejemplo típico: le presté un video con una constelación a una señora de alrededor de 30 años de edad quien lo vio con su madre durante el fin de semana. La madre quedo tan impresionada que pago un seminario para sus tres hijas adultas y el novio de una de ellas. Ella dijo que ella misma era muy vieja para todo esto. Tres meses más tarde, se inscribió para un seminario junto a un conocido de su misma edad y su hijo. ¿Es la constelación una situación única? ¿Cuántas constelaciones se pueden o deben realizar para investigar a su familia? Bert Hellinger defendió durante los primeros años de experiencia práctica en forma estricta e inconfundible, que todos pueden constelar una vez su sistema de origen y una vez su sistema del presente. Esta oportunidad única es suficiente y desarrolla su efecto siempre y cuando se le confíe. Todo aquel que quiera constelar por segunda vez solo demuestra que no confía en su alma y se está haciendo daño. El único motivo legítimo que justifica una segunda constelación es la aparición de hechos concretos desconocidos hasta el momento. Pero este concepto ha cambiado en el transcurso del tiempo. Fue un gran momento cuando Bert Hellinger dijo en 1997 en Wiesloch durante el primer congreso del grupo de trabajo de los consteladores familiares que con una constelación se alcanza la capa superior de una personalidad, pero debajo de esta hay otras capas y tramas que son alcanzables mediante siguientes constelaciones. Yo lo comparo con el fuego. Cuando los primeros hombres tuvieron por primera vez el fuego en sus manos el respeto y el temor deben haber sido enormes. Con el tiempo aprendieron a dominarlo un poco y comenzaron a usarlo cuidadosamente de manera específica. Aún hoy se les enseña a los niños que el fuego es peligroso y que la más pequeña chispa puede ocasionar un gran incendio. Algo similar ocurre con las constelaciones. Al comienzo, el temor era tremendo cuando el “campo de conocimiento” y su poder se volvieron consientes y aparecieron en las constelaciones. Entretanto ya experimentamos un tiempo su existencia y persistencia y estamos más confiados. Ahora podemos comenzar cuidadosamente a acercarnos y continuar la investigación. Yo veo mientras tanto que la participación reiterada en constelaciones durante un largo tiempo es una herramienta valiosísima para fomentar el crecimiento personal. Quien piensa luego de un seminario: “ya constelé a mi familia y esto fue todo”, desconoce el potencial que existe en este trabajo. En todos los participantes que vinieron a muchas constelaciones se comprueba que se encuentran en un proceso en marcha y que expanden su conciencia. También resulta adecuado participar como observador o representante en un seminario. Lo más convincente para mí es mi experiencia personal. Luego de la constelación de mi familia original ocurrieron cambios en forma rápida y elemental. Yo los vivencie de manera clara y definida. Pero al mismo tiempo, vivencie también grandes bloqueos y conflictos internos. Me acerque lentamente a estos temas con la ayuda de las constelaciones, algunas veces entre mis conocidos y otras solo. Yo descubrí que el tema original se ocultaba en muchas facetas de mi vida y que las constelaciones son de gran ayuda para expandir mi conciencia. (Entretanto sospecho que por esta razón realizo mi trabajo con tanto entusiasmo. He encontrado la posibilidad de permanecer yo mismo en el proceso…) En los seminarios que yo guío, experimento a menudo que se pueden profundizar los mismos conocimientos en nuevas constelaciones luego solo de dos o tres días. Normalmente hay tiempo suficiente en el último día del seminario para profundizar y observar detenidamente a un aspecto determinado. Esto ocurre muchas veces con la ayuda de constelaciones de no más de 10 minutos de duración. Hace poco tiempo en un seminario, un padre deseaba aclarar la complicada relación con su hijo menor de 19 años de edad. Él presentó durante el primer día a su familia del presente, su mujer y sus hijos en la constelación. Se revelaron varias tramas, especialmente relacionadas con el hijo mayor. Elijo menor pasó más bien desapercibido y no presentó problemas en el marco de la constelación. El padre pidió profundizar el trabajo el último día. Él presentó esta vez solo a su hijo menor y a sí mismo en la constelación. Se estableció desde un comienzo una gran tensión entre ambos. El hijo sentía temor frente al padre pues percibía ira de su parte. El padre no era consciente de esta situación. Se reveló que el hijo retomó esta ira paterna. La paz recién volvió a reinar entre ellos cuando el padre aceptó enfrentarse a sus propios sentimientos. Esta corta constelación fue mucho más profunda que la del primer día y trajo más claridad. Las imágenes internas de una constelación necesitan de tiempo para desarrollar su efecto. Cuando alguien desea realizar otra constelación se debe observar exactamente si dicha persona quiere profundizar para lograr un mayor entendimiento. En este caso, una nueva constelación tiene sentido. Si el cliente no está de acuerdo con lo manifestado en la primera constelación y expresa: “El resultado de mi constelación es tan malo. Quiero hacer otra constelación”, está desvalorizando la constelación porque el resultado no fue de su agrado. En este caso, una nueva constelación sería algo torpe y sin sentido. Lo decisivo es que la primera constelación muestra algo verdadero que está más allá de lo terrible u horroroso que sea el resultado. Hay que enfrentarse internamente con esta imagen para poder elaborarla. Esto no es siempre simple y agradable, ciertas veces es doloroso e inclusive cruel. La elaboración profunda de estas imágenes puede durar largos años. Me alegra que cada vez haya más cursos de perfeccionamiento en constelaciones familiares. También para las constelaciones familiares se necesita de herramientas manuales y es ventajoso que las herramientas que pertenecen a esta artesanía puedan ser probadas en ambientes protegidos. Además, un curso de perfeccionamiento ofrece la oportunidad de integrarse durante un largo tiempo a un proceso de crecimiento con las constelaciones familiares. Yo disfruto durante mis cursos al ver como los participantes y representantes se vuelven más sensibles y como los temas de sus constelaciones se vuelven más elementales. Todo lo que en un principio era turbio y oculto se transforma luego de un tiempo siempre en algo definido e implacable. ¿Pueden las constelaciones ser algo peligroso? Quien realice constelaciones como terapeuta debería ser Conciente de los peligros que ello acarrea. Recuerdo el caso de una terapeuta que tomó parte en un seminario durante un congreso terapéutico. El motivo de la terapeuta era su complicada relación con el sexo opuesto. Ella dijo que había sido violada por su padre como niña. Este hecho ya había sido elaborado durante una terapia de 10 años. Ella realizó la constelación de su familia durante el primer día. El tema de la violación se percibía en el ambiente, pero parecía estar solucionado en gran parte. Al día siguiente, el tema de la violación se presentó nuevamente en la constelación de otra participante. Este hecho fue tan grave que los padres perdieron su derecho como tales y la cliente tuvo que apartarse de ellos. Durante la noche me encontré casualmente con la terapeuta. Ella estaba llorando, muy confundida y en mal estado. Me contó balbuceando que la constelación sobre la violación de la otra mujer reveló otra vez las heridas y lo terrible de su propia violación. Paso un tiempo hasta que se repuso.
Entonces al día siguiente constelamos nuevamente a su familia. Esta vez se revelo la maldad de esta violación. La solución adecuada fue similar a la anterior. Ella se apartó de sus padres. Las constelaciones liberan energías descontroladas y poderosas. Sentimientos que estaban bajo una gruesa capa aparecen repentinamente en la superficie. Todo esto no se puede pronosticar como lo demuestra el ejemplo anterior. Quien como guía se deja llevar por sus buenos motivos y utiliza el instrumento de la constelación en forma inocente e inofensiva, corre el mismo peligro que el aprendiz de brujo. Este desencadenó fuerzas que no podía luego controlar. Es importante en las constelaciones contemplar un marco protector para el caso de posibles complicaciones. En reiteradas ocasiones se realizan las constelaciones en el marco de los seminarios. La gente se reúne por un tiempo que dura entre 2 y 6 días, realizan su constelación, participan como representantes en las constelaciones de los otros y luego continúan su camino. Luego, en la mayoría de los casos el cliente que participa como miembro único de la familia estará solo con sus experiencias a elaborar. En reiteradas ocasiones también aparecen fuertes sentimientos luego de las constelaciones. ¿Cómo podría verse una posible red de seguridad? Esto es relativamente simple cuando el cliente ubica a las constelaciones en el marco de una larga terapia conducida por el propio terapeuta u otro guía. De esta manera tiene en su terapeuta a un consejero que lo ayuda a elaborar. Yo también experimenté muchas veces que terapeutas que conocen mi trabajo envían clientes a mis seminarios. Dichos clientes se encuentran luego más protegidos. Pueden aparecer determinadas complicaciones si el terapeuta encargado desconoce el trabajo con las constelaciones familiares. Este no podrá entender las tramas y los efectos de las constelaciones. Esto significa más complicaciones para el cliente. Yo recomiendo a los clientes que se encuentran en una situación difícil que busquen después de la constelación a un terapeuta familiarizado con este trabajo. El trabajo con las constelaciones toca las capas profundas de la personalidad y el cliente necesita apoyo y acompañamiento. ¿No es peligroso para los representantes asumir roles extraños? ¿Puede un simple participante soportar las tensiones exigidas por ciertos roles? Así se demuestra que después de las constelaciones los representantes de roles difíciles y con tensiones no resueltas durante la constelación cargan todavía un tiempo con ellas. El terapeuta debe recomendar al representante ser consciente del rol y luego dejarlo de lado. Yo hice buenas experiencias cuando el Constelador despide en forma explícita a los representantes de su familia. El los mira y les dice: “Os he dado los roles de los miembros de mi familia. Os doy las gracias, pero ahora los tomo de nuevo.” Pero más allá de esto hay situaciones en el marco de las constelaciones familiares en las cuales los terapeutas recomiendan cuidado y precaución. Recuerdo el caso de una cliente entramada con la muerte y el terrible destino de muchos miembros de su familia. Me volvía hacia un tío cuando escuche un golpe a mis espaldas. La representante de la cliente (era una experimentada representante) había caído desmayada al piso. Sin embargo, no había heridas, volvió en si rápidamente y pudo continuar parada. Desde ese momento me paro directamente detrás de los participantes que tengan un rol difícil para sostenerlos en caso necesario. Los representantes experimentados dejan de lado a las energías extrañas, pero los novatos deben aprender primero. Un rol difícil puede representar una gran carga para alguien inseguro. Por ejemplo: un niño minusválido asesinado por el programa de eutanasia durante el Tercer Reich. El terapeuta debe tener un ojo para esto. La siguiente situación me ha demostrado que peligros pueden esconderse en las constelaciones. Una terapeuta presentó el caso de una cliente en uno de los grupos de perfeccionamiento que conduje junto con mi mujer. Ella eligió a mi mujer para el rol de la cliente. Se observo que la cliente se sentía atraída irremediablemente hacia la muerte. Nada de lo que trate pudo cambiar algo. Finalmente tuve que aceptar este resultado y mis limites como terapeuta. Pero luego fue muy difícil para mi mujer salir fuera de ese rol. Ella describió su experiencia en ese rol como un frío y un vacío contra los cuales nada podía hacerse. Ella necesitó de casi media hora de movimiento y paseo para volver completamente a sí misma. El caso de esta cliente tampoco abandonó por completo mi mente y al leer un libro de Bert Hellinger tuve la idea de una nueva intervención. Yo quería atreverme a realizar una prueba cuando el grupo de perfeccionamiento volviese a encontrarse. Yo pedí a los representantes de entonces que representaran un momento su rol y probé mis ideas, pero no se produjo cambio alguno y la atracción hacia la muerte continuaba. Luego de 5 minutos interrumpí la constelación. El sentimiento de frío y vacío experimentado por mi mujer aumentó hasta volverse casi independiente. La energía de una persona se había transformado en una experiencia personal difícil. Estos sentimientos desaparecieron lentamente y volvieron a aparecer a la noche, en la cama. Los sentimientos se retiraron por completo luego de una hora de trabajo terapéutico posterior. Este destino extraño tomó tal fuerza que retomar este rol por tercera vez hubiese sido un atolondramiento irresponsable. Estos ejemplos muestran cuán importante es ser precavido y cuidadoso. Un procedimiento rápido en este trabajo nos lleva a lugares y situaciones que no podemos controlar.
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Genograma:
Guía para elaborar instrumentos de exploración de la dinámica familiar basados en el Modelo de Virginia Satir.
Objetivo
1. Experimentar el proceso de construcción de los insumos para la exploración de la dinámica familiar basado en el modelo desarrollado por Virginia Satir.
2. Ampliar la conciencia en relación a la dinámica familiar propia
3. Crear, conocer y aplicar los instrumentos de recolección de información
necesarios para elaborar los insumos
Conceptos Básicos
Los Mapas Familiares o genograma, tanto personal, como el mapa paterno y
materno. (Ver anexos) Es una representación gráfica de la estructura
familiar de la “Estrella”, incluye la organización familiar y la dinámica
relacional. El Mapa familiar o genograma, debe considerar los siguientes
datos: Nombre completo, Fecha de nacimiento, Edad, Lugar de nacimiento,
profesión u oficio, Religión, Patrón de comunicación, 3 adjetivos
La Cronología Familiar. (Ver anexos) Se refiere a la historia de los miembros
de la familia de origen de la “Estrella” dentro del contexto histórico
regional, nacional y mundial. Incluye desde el nacimiento de los padres de
la estrella hasta el momento actual que vive ésta.
El Círculo de Influencia. (Ver anexos) Se refiere a todas aquellas personas
que tienen o han tenido influencia en la vida de la “Estrella”, incluye a
familiares consanguíneos o por afinidad, vecinos, amigos, etc.
Diagramación de Iceberg personal: Tomando como base la metáfora del
Iceberg Personal de Virginia Satir (ver anexo), esta actividad se refiere a la
diagramación de: Anhelos, expectativas, percepciones, Valores, creencias y
normas de la familia, secretos.
Apgar Familiar. El APGAR familiar es un instrumento que muestra cómo
perciben los miembros de la familia el nivel de funcionamiento de la
unidad familiar de forma global, incluyendo a los niños ya que es aplicable a
la población infantil.
Pasos para elaborar un genograma personal
1. Determina por qué deseas crear un genograma. Objetivos Personales (esto
corresponde a los objetivos de la “estrella” en caso de la Reconstrucción familiar
El propósito te ayudará a concentrarte en el tipo de información que deseas
recopilar de la familia. También esto es útil para ayudarte a decidir con quién
compartirás el genograma terminado – a veces la información puede ser
considerada molesta o puede ser demasiado sensible para algunos miembros de la familia, por lo que tendrás que juzgar que información compartir, dependiendo del contexto.
Los genograma pueden enfocarse en una serie de temas, incluyendo el abuso de sustancias, enfermedades mentales y la violencia física, al igual que muchas
enfermedades físicas.
Los genograma pueden proporcionar a los trabajadores de la Salud, un
documento visual que registra la historia de algún problema mental o médico presente, a través del linaje familiar.
2. Decide cuántas generaciones te gustaría representar en el genograma.
Tomando en cuenta que “Todo genograma bien construido tiene que incluir, como mínimo, tres generaciones”
Esto te dará una idea clara de lo que tendrás que trabajar para obtener la
información y completar el diagrama y si es posible realizarlo debido a la edad de las personas y su distribución geográfica.
No olvides que puedes utilizar el correo electrónico, o comunicaciones como Skype y otros para ponerte en contacto con familiares lejanos, incluso si no puedes o no quieres viajar para hablar con ellos en persona.
3. Investiga tu historia familiar. Anota todo lo que sabes. En el caso de La
Reconstrucción Familiar de un Cliente, aplica un instrumento de recolección de
información, utiliza una grabadora.
Una vez que hayas agotado todo lo que conoces, habla con los miembros de tu
familia. Has preguntas acerca de las relaciones familiares y eventos importantes.
Toma buenos apuntes.
Ten en cuenta que esta búsqueda de información familiar puede ser difícil para
algunos miembros de la familia.
Prepárate para escuchar un montón de historias. Las historias son el mejor medio por el cual podemos recordar y transmitir información – si alientas esto, a medida que escuches atentamente y además hagas preguntas abiertas, esto motivará más a las personas en compartir mayor información.
También puedes encontrar información a través de búsquedas en internet o libros de familia. Sin embargo, debes estar seguro de que esta información sea exacta si decides utilizarla, lo que significa que tendrás que cotejarla directamente con las personas.
4. Diseña tu genograma o el genograma de tu cliente
Existen plantillas disponibles de genograma que se pueden llenar en línea o hacer a mano.
También puedes comprar programas de software diseñados específicamente para crear genogramas.
5. Usa símbolos estándar del genograma para representar a los miembros de la
familia y sus relaciones, tanto normales o disfuncionales. (Ver anexo)
Los símbolos actúan como un indicador visual de la información obtenida de las
entrevistas. Puedes dibujar los símbolos estándar del genograma a mano o
utilizando las opciones para dibujo o formas de algún procesador de textos.
6. Organiza el gráfico con base a las relaciones familiares, empezando con la
generación más antigua que deseas representar.
Por ejemplo, puedes decidir por iniciar tu genograma con tus abuelos o incluso
bisabuelos. Los genogramas se pueden utilizar para mostrar la diversidad de las
relaciones familiares, así como los patrones de enfermedades.
Un genograma incluye símbolos para indicar las interacciones familiares, como los conflictos, cercanías, alejamientos, etc. Las relaciones emocionales tienen símbolos específicos que ayudan a tener un diagrama claro del genograma.
También hay símbolos que indican abuso sexual y físico, así como trastornos
mentales y físicos.
7. Busca las conductas o patrones.
Una vez que hayas hecho el genograma, obsérvalo cuidadosamente para que
identifiques las conductas o patrones. Puedes encontrar patrones hereditarios o
tendencias psicológicas particulares que son muy notorias cuando se agrupan de esta manera.
Ten cuidado al hacer suposiciones. Los datos son una cosa, pero no los utilices para confirmar que tu familia tiene un problema de alguna enfermedad en particular.
Habla con un médico profesional acerca de cualquier posibilidad de problemas
hereditarios de este tipo.
Evita usar el genograma para hacer suposiciones acerca de los motivos de los
miembros de la familia, ni tampoco lo uses para enfrentarlos. Si estás escribiendo
la historia de la familia, los patrones establecidos en un genograma pueden ser muy útiles como una forma de explicar ¿por qué los antecesores de la familia emigraron de un área geográfica hacia otra?, ¿qué clase de problemas en sus relaciones tenían? y ¿cómo se puede ayudar a desenterrar a otros miembros de la familia que no han sido oficialmente reconocidos?
Cosas que necesitarás
Plumas.
Libreta.
Papel para dibujar.
Algún procesador de textos (opcional).
Una plantilla de genograma o algún programa informático para
genogramas.
Guía de símbolos del genograma
FRASES CLARIFICADORAS
Para que la comunicación durante una constelación se mantenga clara y fuerte se utilizan unas frases clarificadoras. Estas son cortas afirmaciones que, en sintonía con los representantes, reproducen la observación exacta. Por ejemplo, un representante contesta a la pregunta de “cómo se siente”: “estoy muy enfadada, reviento de rabia”. Esto también se manifiesta físicamente, por ejemplo, cerrando los puños. El terapeuta le pide entonces un par de veces que respire profundamente y que sienta a donde va dirigida esa rabia. Ella contesta: “a mi marido”. Entonces el terapeuta le pide que le diga al representante de su marido: “Estoy muy enfadada contigo”. La mujer lo dice y su reacción física es relajarse, y respira aliviada. Esta relajación y alivio hacen ver claramente a todos los presentes y a ella misma que el sentimiento ha sido adecuadamente reflejado. No es necesario dramatizar más. Entonces se le pregunta al hombre como se siente. Él contesta al terapeuta: “Si, así es, ella está enfadada conmigo, y yo me siento culpable. Creo que la he abandonado”. El terapeuta propone que diga la frase: “Me siento culpable” y que si es cierto que así lo siente. A lo que el hombre responde: “Si, así es, me siento realmente culpable”. Los dos representantes han reaccionado con alivio físico. Con esto se ha hecho evidente la implicación base del conflicto entre ellos. A continuación, se sigue trabajando con “frases clarificadoras”, en este caso, por ejemplo, el hombre dice: “Lo siento, yo acepto mi propia responsabilidad y te dejo a ti la tuya”.
COMUNICACIÓN
Toda la comunicación se hace por medio del terapeuta. Las frases clarificadoras tienen la función de sacar a la superficie las implicaciones y expresarlas adecuadamente. La reacción física que acompaña a las frases adecuadas son la relajación y el alivio. Estas frases tienen la mayor eficacia cuando se formulan sin emoción y lo más cortas posible. Se trabaja con frases clarificadoras y sanadoras hasta que todas las implicaciones en la constelación salgan a la luz. La mayoría de las veces es necesario intercambiar estas frases entre sí, y ello hace posible llegar a conocer las diferentes capas de las implicaciones. El terapeuta pone mucha atención de que los polos opuestos detrás de las emociones sean evidentes. Así por ejemplo encontramos detrás de la agresión, el desamparo o detrás de la postura de victima un juego de poder. Un ejemplo: Marido y mujer se encuentran uno en frente del otro. Entre ellos se nota claramente una gran tensión. El terapeuta le pregunta a él cómo se encuentra; el hombre contesta: “Ella me vuelve loco, estoy muy enfadado con ella”, El terapeuta le propone que diga la frase: “Estoy muy enfadado contigo”. El marido dice esta frase y confirma que es justa. También la mujer asiente con la cabeza.
Ahora le pide al hombre que diga: “Me encuentro desamparado”. También el hombre asiente. La mujer comienza a sonreír y le dice al terapeuta: ‘Yo también estoy tan enfadada que él ya no tiene un lugar en mi corazón”. El terapeuta le pide a ella que diga: “Estoy enfadada y en venganza me he cerrado hacia ti”. Ella dice que eso es lo que siente. El hombre dice al terapeuta: “Esto me enfurece”. Mientras el hombre dice esto, aparece en la cara de la mujer una sonrisa triunfante. El terapeuta pide, primero al hombre y después a la mujer que digan: “Como autores de este juego de perpetrador y víctima somos iguales”. Ambos dicen esta frase y se miran a los ojos. El terapeuta pide al hombre que diga: “Yo te he deseado como mujer, y te escogí a ti como mi mujer, y he convivido contigo como mi mujer”. La mujer tiene que decir una frase similar. Después de decir estas frases ellos se miran asombrados. Ambos asienten: “Así es” y se sonríen. La mujer dice: “En realidad él es un cielo”. El hombre dice: “Yo amo a esta mujer”. Ellos se acercan hasta llegar a estar juntos, evidentemente, unidos de nuevo. En esta constelación se ve claramente que los enfados para ellos eran una forma de demostrar su amor y su forma de comunicación. Al nivel profundo, cuando la verdad se comunica y se acepta, el amor se hace evidente. El amor, que anima a entrar en sus corazones y sanarlos.
FRASES SANADORAS
Cuando en una constelación las implicaciones se aclaran por medio de las frases clarificadoras, se busca con la ayuda de frases sanadoras, soluciones para estas implicaciones. También aquí se usan frases cortas y precisas que ayudan a expresar adecuadamente los hechos o sentimientos.
A veces parece que el lenguaje que se usa para estas frases es un poco anticuado. Cuando se le pide a un representante que diga: “Yo te honro” o “sólo soy un niño” o “te doy mi bendición”, la gente siente recelo o resistencia. En las constelaciones vemos día tras día claramente que este lenguaje tiene un profundo significado. Son estas frases las que solucionan las implicaciones, y las que tienen un efecto profundo en nosotros. Hacen que el amor empiece a fluir de nuevo. Es también gracias a este lenguaje que la comunicación durante una constelación no se desliza a generalidades superficiales.
Aquí les damos unos ejemplos clarificadores del uso de este lenguaje.
Un niño está delante de su madre y el terapeuta pide al representante de su hijo que diga: “Tu eres la madre. Yo sólo soy un niño. Tu segundo hijo. Tú eres la grande. El problema de tu relación es tuyo. Tú lo puedes sobrellevar. Yo te honro a ti y a tu destino”. Después de estas palabras el niño hace una inclinación profunda delante de su madre. Después dice el niño: “Te doy las gracias por el regalo más grande que me has podido dar, mi vida”.
EXPLICACIONES• La primera frase, “tú eres la madre”, da a la madre su lugar. Ella es la madre, y deja claro su posición y su responsabilidad dentro del sistema familiar. • La segunda frase, “yo sólo soy un niño”, pone en claro el lugar del niño en relación con la madre, y en cuanto al “sólo” es muy importante, no es un juicio de valor sino una constatación de la responsabilidad. Si un niño es “solo un niño”, no tiene responsabilidades hacia sus padres y los problemas en sus relaciones. El “sólo” libera al niño de toda carga que lleve de sus padres, tanto si esta viene del amor de hijo o porque los padres apelan emocionalmente al niño. Si el niño es “sólo” un niño, son los mayores los que tienen que solucionar sus problemas y cargar con sus responsabilidades. El niño puede ser niño y jugar. • La frase “tu segundo hijo” da al niño el lugar que le corresponde entre sus hermanos o hermanas. • Las frases “tú eres la mayor, el problema de tu relación es tuyo,” pone en claro una vez más en quien recae la responsabilidad. En constelaciones con otras problemáticas las frases pueden cambiar. Por ejemplo: “Papá tú eres el mayor, el dolor es tuyo”. “Mamá, tú eres la mayor y la furia que sientes por papá es tuya y tú puedes aceptar que yo tenga una buena relación con papá”. “Papá, tú eres el mayor, no tengo nada que ver con tu anterior pareja, mi madre es la correcta”. • La frase “tú lo puedes sobrellevar” del primer ejemplo pone en claro y confirma que cada uno lleva su propio destino, lo puede llevar y en realidad quiere llevarlo. Cuando los padres han apelado a los hijos emocionalmente es porque los sienten como suyos y les pertenece también el poder “apelarles emocionalmente”. Así son ellos, es su destino el ser como son; les guste a los hijos o no, eso no importa. Con la frase “tú lo puedes sobrellevar” se pone en claro que a ellos les pertenece y no tiene nada que ver con el niño. Lo que quiere decir que no van dirigidos al niño personalmente. El hijo hace una reverencia a su madre.

LA PARENTIFICACIÓN
A menudo el hijo tiene todavía juicios y reproches. Cuando en el hijo aún viven, los juicios, la resistencia o una actitud defensiva, esto se ve claramente en la constelación. Con aquello que se va evidenciando se puede seguir trabajando, hasta que todas las implicaciones salgan a la luz. En la relación entre padres e hijos se ve repetidamente un desorden en la balanza de dar y recibir. Eso se llama parentificación y significa, en pocas palabras, que los padres apelan emocionalmente a sus hijos. Cuando se recupera el equilibrio, llega la próxima frase: “Yo te honro, y honro tu destino”. Cuando honramos a alguien en su destino le damos un lugar en nuestro corazón. Esto sólo puede ser incondicionalmente. Hemos trabajado, sacado a la luz de antemano, y tomada conciencia. Solo así es posible honrar a alguien de verdad y abrazarlo en tu corazón. Los representantes son un instrumento exacto, y susceptible para sentir si lo que se expresa es de corazón o si todavía hay resistencia. Si esta ha desaparecido, los representantes lo notan perfectamente. En este caso, la madre se siente de verdad honrada, aliviada y siente el amor hacia su hijo. También el hijo siente alivio y liberación.
LA REVERENCIA
El próximo paso para solucionar las implicaciones completamente es la reverencia. A veces la reverencia es muy profunda, hasta llegar al suelo, con las palmas de la mano hacia arriba. Por medio de este ritual nos libramos de todos los juicios hacia nuestros padres y los recibimos como parte de nuestro destino. Aceptamos a nuestros padres tal y como son con sus virtudes y sus defectos. En el mismo momento dejamos todo lo que les pertenece a ellos, con ellos. Esto nos libera de viejas cargas y abre nuestro corazón.
LA VIDA
Con la última frase: “Te doy las gracias por el regalo más grande que podrías hacerme, mi vida”, se expresa ese agradecimiento una vez más verbalmente y no hay regalo mayor en la vida que recibir esta de tus padres. Frente a este gran regalo, todo lo demás que quizás existía no es de importancia. Te hace humilde.
La realidad en las constelaciones puede desviarse de este ejemplo. Cada constelación tiene su propia dinámica y necesita a veces de otras frases, pero lo que está claro es que este lenguaje específico es de gran importancia. (adjunto listado de frases)
LOS RITUALES EN LAS CONSTELACIONES
El ritual más usado en una constelación es la reverencia hacia los padres. Al mismo tiempo se manifiesta – de forma perceptible – el tomar distancia y soltar todo lo que cargamos de nuestros padres. De esta forma les honramos a ellos y a su destino tal como es. Aceptamos a nuestros padres tal como son. Esta es una experiencia muy liberadora. El terapeuta se cuida de que la reverencia se realice cuando todas las implicaciones han salido a la luz y hayan sido solucionadas. Sólo entonces es una inclinación auténtica teniendo un efecto conmovedor y sanador. El representante del padre al que se le hace la reverencia puede sentir claramente si ésta ha sido auténtica.
