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Resumen – Módulo IV

Resumen Módulo IV

El síntoma en el niño

En la concepción que de él elabora Jacques Lacan, el síntoma del niño está en posición de responder a lo que hay de sintomático en la estructura familiar.

El síntoma puede representar la verdad de la pareja familiar.

El niño  realiza la presencia de eso que Jacques Lacan  designa como objeto a en el fantasma.

El niño aliena en él todo acceso posible de la madre a su propia verdad, dándole cuerpo, existencia e incluso la exigencia de ser protegido.

El síntoma somático le ofrece a este desconocimiento el máximo de garantías: es el recurso inagotable para, según los casos, dar fe de la culpa, servir de fetiche, encarnar un rechazo primordial.

Las funciones del padre y de la madre se juzgan según una tal necesidad. La de la Madre: en tanto sus cuidados están signados por un interés particularizado, así sea por la vía de sus propias carencias. La del padre, en tanto que su nombre es el vector de una encarnación de la Ley en el deseo.

Generalidades en las patologías infantiles (1)

La esquizofrenia en los niños

La esquizofrenia como patología puede manifestarse fenomenológicamente causando pensamientos y sentimientos extraños y un comportamiento poco usual. Como  enfermedad psiquiátrica poco común en los niños, y es muy difícil de reconocer en sus primeras etapas.

¿Cómo detectarla en los niños?

Las esquizofrenias aparecidas antes de los 5 años tienen rasgos extremadamente comunes con el autismo, y sólamente una evolución posterior, con la aparición de síntomas psicóticos propiamente dichos, y el lenguaje permitirá un diagnóstico de certeza.

Pero se puede notar algunas señales de alerta en los niños con esquizofrenia. El comportamiento de un niño con esquizofrenia puede cambiar lentamente con el paso del tiempo. Por ejemplo, los niños que disfrutaban relacionándose con otros pueden comenzar a ponerse tímidos y retraídos, como si vivieran en su propio mundo.

Si en la familia hubo otros antecedentes familiares de esquizofrenia puede ser hereditaria pero en un porcentaje relativamente bajo

A los niños con estos problemas y síntomas hay que hacerles una evaluación integral. Generalmente, estos niños necesitan un plan de tratamiento que envuelve a otros profesionales. Una combinación de medicamentos y terapia individual, terapia familiar y programas especializado

Formas de esquizofrenia

– PARANOIDE: Es la más frecuente. Se caracteriza por un predominio de los delirios sobre el resto de los síntomas

– CATATÓNICA: Es mucho más rara que las formas anteriores y se caracteriza por alteraciones motoras

– HEBEFRENICA: Es menos frecuente,

lo fundamental son las alteraciones del estado de ánimo.

– INDIFERENCIADA: Este diagnóstico se aplica a aquellos casos que siendo verdaderas esquizofrenias no reúnen las condiciones de ninguna de la formas anteriores.

Tratamiento

Requiere el empleo de medicamentos difíciles de emplear, tanto por lo limitado de sus efectos como por la cantidad de reacciones adversas que pueden provocar. En general, los síntomas psicóticos antes citados corresponden a dos grandes grupos:

– Síntomas «positivos», o productivos. Se refiere a conductas y/ o formas de pensamiento aparecidos en la crisis psicótica, en forma aditiva

– Síntomas «negativos», o propios del deterioro: se restan capacidades apareciendo signos de embotamiento o de carencia.

Pues bien, los tratamientos básicos antipsicóticos (Neurolépticos) suelen actuar más o menos sobre los síntomas positivos.

Autismo Infantil

suele darse preferentemente en niños que en niñas.

Las causas del autismo aún son desconocidas. Pero existen algunas teorías:

1. Las relaciones del niño autista y su entorno y medio social.

2. Deficiencias y anormalidades cognitivas.

3. Ciertos procesos bioquímicos básicos.

Perfil de un niño autista

Un niño autista tiene una mirada que no mira pero que traspasa. En el lactante se suele observar un balbuceo monótono del sonido, balbuceo tardío, y una falta de contacto con su entorno, así como de un lenguaje gestual. No sigue a la madre y puede entretenerse con un objeto sin saber para qué sirve.

En la etapa preescolar el niño se muestra extraño, no habla.

Pueden presentar conductas agresivas incluso a sí mismo. Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a cabo actividades de poco alcance de manera repetitiva.

Vale a pena conocer un resumen de los síntomas que pueden indicar que el niño sea autista:

– Acentuada falta de reconocimiento de la existencia o de los sentimientos de los demás.

– Ausencia de búsqueda de consuelo en momentos de aflicción.

– Ausencia de capacidad de imitación.

– Ausencia de juego social.

– Ausencia de vías de comunicación adecuadas.

– Marcada anormalidad en la comunicación no verbal.

– Ausencia de actividad imaginativa, como jugar a ser adulto.

– Marcada anomalía en la emisión del lenguaje con afectación.

– Anomalía en la forma y contenido del lenguaje.

– Movimientos corporales estereotipados.

– Preocupación persistente por parte de objetos.

– Intensa aflicción por cambios en aspectos insignificantes del entorno.

– Insistencia irrazonable en seguir rutinas con todos sus detalles.

– Limitación marcada de intereses, con concentración en un interés particular.

¿Existe tratamiento?

El abordaje resulta ser interdisciplinario, psicoterapia, psiquiatría, acompañamiento terapéutico y la educación especial fundamental  puede darse en una escuela específica o bien de forma individualizada

El autismo no tiene curación.

Depresión infantil

La depresión infantil, puede surgir a causa de «cambios importantes y estrés”, como resultado de la pérdida de los padres, un divorcio, o problemas familiares, etc.

Algunos signos a tener en cuenta son:

-está continuamente triste, llorando con más facilidad

– pierde el interés por los juegos preferidos y por la escuela

– se aleja de sus amigos y de la familia

– presenta una comunicación pobre

– se aburre y se cansa con facilidad

– presenta menos energía o concentración

– se queda irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con más facilidad.

– se le nota extremamente sensible hacia el rechazo y el fracaso

– expresa baja autoestima, depreciándose a ellos mismos

– elige “finales tristes” para sus cuentos y representaciones

– se comporta de una manera agresiva

– se queja constantemente de dolores tales como de cabeza o de estómago

– duerme demasiado o muy poco

– come demasiado o muy poco

– sufre una regresión, hablando como un bebé u orinándose en la cama

– habla de suicidio

– habla de escaparse de la casa

¿Cómo actuar en esos casos?

Identificar los síntomas de depresión.

– Hacerle preguntas y estar atento a las “pistas”.

– Establecer y mantener límites.

– El estrés.

– Tranquilizar al niño.

– Busque tratamiento

Síndrome de Down

El síndrome de Down es una anomalía en los cromosomas

No existe cura para el Síndrome de Down y tampoco es posible prevenirlo.

Las personas con S.D. tienen más similitud que diferencias con las personas de desarrollo regular. Por otra parte, existe una gran variedad de personalidad, estilos de aprendizaje, inteligencia, apariencia, obediencia, humor, compasión, congenialidad y actitud entre los bebés con S.D

Problemas de salud especiales

Entre el 30 y el 50 por ciento de los bebés con síndrome de Down tienen defectos cardíacos.

Entre el 10 y el 12 por ciento de los bebés con síndrome de Down nacen con malformaciones intestinales que requieren ser corregidas quirúrgicamente.

Entre los problemas visuales más comunes se encuentran el estrabismo, la miopía, la hipermetropía y las cataratas.

Los niños con síndrome de Down pueden tener deficiencias auditivas por causa de la presencia de líquido en el oído medio, de un defecto nervioso o de ambas cosas.

Los niños con síndrome de Down tienen mayores probabilidades de sufrir problemas de tiroides y leucemia. También tienden a resfriarse mucho y a contraer bronquitis y neumonía. Los niños con este trastorno deben recibir cuidados médicos regulares, incluyendo las vacunaciones de la niñez.

Por lo general, los niños con síndrome de Down pueden hacer la mayoría de las cosas que cualquier niño pequeño puede hacer

Sin embargo, generalmente aprenden más tarde que otros niños.

Muchos de ellos aprenderán a leer y escribir y participarán en diversas actividades propias de la niñez, tanto en la escuela como en sus vecindarios.

¿Pueden casarse?

los hombres con síndrome de Down no pueden engendrar hijos. En cualquier embarazo, una mujer con síndrome de Down tiene el 50 por ciento de probabilidades de concebir un niño con síndrome de Down, pero muchos embarazos con fetos afectados se pierden naturalmente.

La hiperactividad

La hiperactividad es un trastorno de la conducta en niños

Se trata de niños que desarrollan una intensa actividad motora, que se mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito.

Perfil de un niño hiperactivo

Según Still, estos niños son especialmente problemáticos, poseen un espíritu destructivo, son insensibles a los castigos, inquietos y nerviosos. También son niños difíciles de educar, ya que pocas veces pueden mantener durante mucho tiempo la atención puesta en algo, con lo que suelen tener problemas de rendimiento escolar a pesar de tener un cociente intelectual normal.

Los indicadores de hiperactividad en los distintos momentos evolutivos son los siguientes:

– De 0 a 2 años: Descargas mío clónicas durante el sueño, problemas en el ritmo del sueño y durante la comida, períodos cortos de sueño y despertar sobresaltado, resistencia a los cuidados habituales, reactividad elevada a los estímulos auditivos e irritabilidad.

– De 2 a 3 años: Inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva, escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos accidentes.

– De 4 a 5 años: Problemas de adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de normas.

– A partir de 6 años: Impulsividad, déficit de atención, fracaso escolar, comportamientos antisociales y problemas de adaptación social.

Síntomas:

Los síntomas pueden ser clasificados según el déficit de atención, hiperactividad e impulsividad:

– Dificultad para resistir a la distracción.

– Dificultad para mantener la atención en una tarea larga.

– Dificultad para atender selectivamente.

– Dificultad para explorar estímulos complejos de una manera ordenada.

– Actividad motora excesiva o inapropiada.

– Dificultad para acabar tareas ya empezadas.

– Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en una silla.

– Presencia de conductas disruptivas (con carácter destructivo).

– Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo que piensan, no se reprimen.

– Incapacidad para aplazar las cosas gratificantes

– Impulsividad cognitiva:

Tratamiento

El tratamiento depende de cada caso individual.

El tratamiento farmacológico es a base de estimulantes para ayudar a que el niño pueda concentrarse mejor, y sedantes en el caso de que el niño muestre rasgos psicóticos.

El tratamiento psicoterapéutico está destinado a mejorar el ambiente familiar y escolar, favoreciendo una mejor integración del niño a la vez que se le aplican técnicas de modificación de conducta.

El tratamiento cognitivo o autoconstrucciones, se basa en el planteamiento de la realización de tareas

Generalidades en las patologías infantiles (2)

El control de esfínteres

El control de los movimientos intestinales y de la orina, se puede adquirir la mayoría de los niños antes de los cuatro años de edad. Pero eso no es una regla general.

La retirada del pañal es un proceso lento y que requiere una buena dosis de paciencia, observación, ánimo y persistencia por parte de la familia y de los educadores.

Enuresis infantil

La enuresis infantil es la emisión repetida de orina en la cama o en la ropa, de forma involuntaria o intencionada. La conducta es clínicamente significativa y se manifiesta con una frecuencia de 2 veces por semana durante un tiempo de 3 meses consecutivos.

Y son los niños, más que las niñas, los que se encuentran en esta situación.

Causas de la enuresis

La enuresis puede tener un sin número de causas que pueden estar relacionadas con un desorden del dormir, con un desarrollo más lento que lo normal del control de la vejiga, o con el resultado de emociones y tensiones que requieren especial atención. Raramente significa que el niño tiene un problema de los riñones o de la vejiga.

Las causas emocionales son muchas.

También se produce por cansancio o estrés emocional.

El apoyo y la confianza son demostraciones con las que los padres pueden ayudar a sus hijos a superar esta difícil situación.

Además, lo que NO deben hacer en estos casos:

– Castigar y burlarse del niño por orinarse. Eso aumentará su inseguridad.

– Despertarlo durante la noche por si tiene ganas de vaciar su vejiga.

– Usar gasas o pañales. El niño se despreocupará en crear el mecanismo de despertarse cuando siente ganas de orinar.

– Restringirle los líquidos antes de dormir. Ocasionará lo mismo.

– Recurrir a la utilización de hierbas, métodos naturales, y de medicinas, sin prescripción médica.

– Desistir y permitir que el niño haga pis cuando quiera. Despreocuparse sin ayudarle a que solucione el problema, entre otros.

Tratamiento

A veces el niño muestra síntomas de problemas emocionales

En esos casos se debe hablar con un profesional en salud mental infantil.

El proceso del control de esfínteres no debe ser aplicado en función de que el niño beba menos líquidos o que sus padres estén todo el tiempo atormentándole con sus preocupaciones sobre si hace o si no hace pis, caca…

Ecopresis infantil

Se denomina Encopresis a la incontinencia de materia fecal después de los 4 años de edad. Es el paso voluntario o involuntario de heces .que comprende desde el simple manchado de la ropa interior a la evacuación de mayores cantidades de heces, en lugares no adecuados para este propósito, de acuerdo con las pautas socioculturales propias del lugar.

El niño puede no padecer ninguna afección orgánica.

El trastorno puede ser la expresión de la continuidad de una incontinencia fisiológica infantil, aparecer después de haber adquirido el control de los esfínteres o consistir en la deposición deliberada

Algunas causas

•            Predisposición física a la ineficaz motilidad y funcionamiento intestinal

•            Tratamientos prolongados con laxantes y supositorios.

•            Fisuras anales.

•            Constipación.

•            Pacientes con constipación que inician dietas para el estreñimiento.

•            Causas de origen emocional.

•            Frecuente en niños autistas o con severos desórdenes emocionales.

La encopresis es más común durante el día que por la noche.

La encopresis puede ser Primaria o secundaria:

Primaria: Cuando no se adquirió nunca el control esfinteriano. Nunca dejó de hacer caca encima o en lugares inapropiados.

Secundaria: Hubo control de esfínteres pero en algún momento se perdió.

Introducción al Síndrome X Frágil

es la primera causa de retraso mental hereditario y la segunda después del Síndrome de Down.

Su diagnóstico

La importancia del diagnóstico es doble. Por un lado, permite detectar otros portadores en la familia y asesorarlos genéticamente. Por otro lado, la persona afectada puede recibir una ayuda más específica a nivel médico, psicológico y educativo.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS

En varones:

En los recién nacidos las características físicas que más destacan son: Macrocefalia (mayor perímetro craneal), orejas grandes y/o separadas y, en algunos casos, prolapso de la válvula mitral. Las orejas casi nunca son deformes, sin embargo muestran una hendidura en la parte superior del lóbulo.

En el niño los rasgos que destacan, además de los anteriores, son: cara alargada y estrecha, estrabismo, paladar ojival (alargado y muy arqueado), laxitud articular y pies planos.

En mujeres:

Las mujeres son menos fáciles de identificar por los rasgos físicos típicos, ya que tienen la cara larga y estrecha y las orejas grandes, asociado con el retraso en el aprendizaje o leve retraso mental. También se suelen dar, a veces, hiperextensibilidad en las articulaciones, paladar ojival y prolapso de la válvula mitral.

CARACTERÍSTICAS PSÍQUICAS

Las características de conducta más frecuentes en los varones son: hiperactividad, trastornos de atención, timidez extrema, evitación de la mirada, lenguaje repetitivo, estereotipias con aleteos o morderse la mano, angustia, hipersensibilidad a los estímulos, resistencia a los cambios, etc…. En las mujeres: angustia, timidez y dificultades en áreas como las matemáticas.

El retraso mental depende de la afectación que tenga el individuo pudiendo ser desde leve hasta severo.

Tratamiento

Hoy por hoy, el Síndrome del Cromosoma X frágil no tiene tratamiento médico curativo, pero si tratamiento paliativo de algunos de sus síntomas.

El tratamiento ha de seguir dos vías esenciales, por un lado un tratamiento médico y por otro un tratamiento educativo.

El tratamiento educativo debe empezar desde el momento del nacimiento del niño.

Teniendo en cuenta esto, los niños X frágil, necesitan apoyo en unas áreas determinadas:

–             Atención, hiperactividad e impulsividad.

–             Aprendizaje.

–             Habla y lenguaje.

–             Incapacidad para procesar la información sensorial de manera efectiva y habilidades motoras escasamente desarrolladas.

–             Problemas de comportamiento.

Se observan grandes dificultades en el proceso auditivo, procesos secuenciales, razonamiento abstracto y habilidades aritméticas.

Lo más importante de todo es que todas aquellas personas que estén trabajando con el niño deben perseguir el mismo objetivo, por lo que es fundamental una coordinación en el trabajo entre los padres, profesores, médicos y psicólogos, conociendo al niño y aprovechando todas aquellas cualidades que le pueden ser útiles e intentando modificar las que le interfieran con un buen funcionamiento psico-social.

Epilepsia

Definición: Síndrome cerebral crónico caracterizado por crisis recurrentes de manifestación clínica variable y etiologías diversas, , que puede correlacionarse con hallazgos paraclínicos positivos.

Clasificación: se dividen en dos grandes grupos:

Generalizadas, que pueden ser de etiología idiopática, sintomática o criptogenética (*).

Se subdividen en ausencias simple y compleja, típica y atípica; mioclónicas, tónicas, clónicas, tónico-clónicas y atónicas.

Focales, las cuales pueden ser idiopáticas, sintomáticas o criptogenéticas (*). Se subdividen en motoras, neurosensoriales, sensitivas, neurovegetativas o psíquicas.

Idiopática:

Sintomáticas:

a) Lesionantes

b) No lesionantes

Criptogenética

Ausencias

Mioclonía

Tónica

Clónica

Tonico-clónica

Mioclónica-Tónico-Clónica

Atónicas

En el caso de las crisis focales debe tenerse en cuenta el foco, la lesión y la región así como su propagación simple o compleja:

Simple

Compleja

Las manifestaciones clínicas incluyen fenómenos relacionados con su localización:

Crisis Frontales

Crisis temporales

Crisis Parietales:

Crisis Occipitales

Tratamiento:

El tratamiento de la epilepsia debe enfocarse desde una perspectiva integral bio-psico-social con miras a mantener y mejorar la calidad de vida del paciente.

Psicofármacos para niños y adolescentes  (1)

El tratamiento con medicamentos de niños y adolescentes se basa más en la experiencia clínica

que en estudios clínicos comparativos.

MEDICAMENTOS PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES:

 ¿PARA QUÉ SIRVEN?

Los medicamentos pueden ser útiles en muchos problemas, pero no en todos. Los medicamentos

pueden ser útiles en el tratamiento de trastornos del estado de ánimo (depresión, excitación

[hipomanía o manía], o humor inestable), problemas de atención (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), síntomas de ansiedad, como compulsiones, reviviscencias y otras

consecuencias de traumas, algunos problemas de control de impulsos y confusión en el

pensamiento y en las percepciones.

Debido a que la elección del medicamento debe estar guiada por un diagnóstico, los médicos generalmente diagnostican un trastorno antes de recomendar un tratamiento de prueba con un medicamento.

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA PRÁCTICA

A. Evaluación

Toda terapia con fármacos debe estar precedida por una evaluación individualizada, cuidadosa y tan exhaustiva como el caso lo requiera.

El tratamiento psicofármaco lógico debe ser parte de un plan integral que esté basado en una evaluación exhaustiva.

La evaluación del niño o adolescente debe identificar:

• los síntomas que se presenten, y las palabras que el niño o adolescente emplee para describir sus síntomas;

• el nivel actual de funcionamiento;

• los antecedentes de desarrollo;

• los antecedentes personales, como historial de uso de sustancias/drogas, antecedentes de tratamiento, estado mental actual, y

• antecedentes de abandono, maltrato, abuso sexual u otros traumas.

La evaluación de la familia debe incluir:

• antecedentes familiares de trastornos mentales;

• evaluación del funcionamiento actual y factores estresantes;

• evaluación de las actitudes hacia los síntomas y necesidades del niño o adolescente, incluyendo las maneras en que la familia o su cultura describen al niño o adolescente, y

• cualquier necesidad, presente o pasada, de protección.

La evaluación clínica debe incluir un examen físico.

La evaluación está basada en entrevistas clínicas.

B. Planificación y contratación del tratamiento

En el plan, el profesional clínico especificará los síntomas que se tratarán y fijará metas; seleccionará un medicamento para iniciar el tratamiento, y programará consultas para evaluar el progreso.

1. Articulación de problemas e identificación de síntomas y de metas

El plan de tratamiento debe anticipar los efectos secundarios que podrían surgir y requerir

tratamiento, como distonías agudas o síntomas de enfermedad de Parkinson. Cuando ocurran

estos síntomas, hayan sido previstos o no, deben tratarse rápidamente.

3. Planeación del tratamiento y seguimiento

Seguimiento

Hecha la selección de un medicamento específico, el médico, el niño o adolescente, la familia y

otras personas deben hablar de sus expectativas

Anticipando problemas

En la planificación del tratamiento se debe anticipar qué hacer si el medicamento no es efectivo o si pierde efectividad.

Asesoría

Se debe considerar la asesoría de expertos si el tratamiento no es efectivo.

4. Autorización con conocimiento de causa

La obtención de la autorización con conocimiento de causa completa la contratación del tratamiento.

¿Quién?

Por lo general, en el caso de niños y adolescentes menores de 18 años, el tratamiento clínico – incluso el tratamiento con psicofármacos – debe contar con la autorización del padre o del tutor.

Los adolescentes de 18 años o más deben autorizar su propio tratamiento.

¿Qué?

La autorización con conocimiento de causa debe especificar el trastorno del niño o adolescente y el tratamiento propuesto.

¿Cómo?

Para autorizar servicios médicos, la persona (o, en el caso de un menor, uno de sus padres o su tutor) debe ser competente. Se supone que un individuo es competente para tomar decisiones con conocimiento de causa a menos que sea «jurídicamente» incompetente

La historia clínica debe documentar el proceso de la autorización: quién participa, qué información se ha proporcionado, que inquietudes han surgido, y la misma autorización final para el tratamiento.

¿Cuándo?

La autorización para el tratamiento se debe obtener antes de que empiece el tratamiento

¿Dónde?

En el escenario ideal, un padre da su autorización en una entrevista en persona con el profesional clínico a cargo del tratamiento.

¿A quién?

La autorización se le debe dar al profesional clínico que receta el medicamento.

Psicofármacos para niños y adolescentes  (2)

C. Integración del tratamiento

La farmacoterapia debe coordinarse con otras intervenciones. Todas las intervenciones deben componer un plan integrado de tratamiento.

Los médicos que recetan medicamentos para niños y adolescentes deben hablar con el médico

de cabecera.

Los informes de tratamiento deben escribirse de modo que otros profesionales clínicos los puedan consultar, incluso los médicos de cabecera y los educadores, según sea adecuado.

D. Comunicación y documentación

El tratamiento debe resumirse en un documento conciso para que pueda consultarse en varios escenarios de tratamiento, pero manteniendo siempre los requisitos de confidencialidad.

El informe del tratamiento con medicamentos de un niño debe ser más que una lista de medicamentos. Debe mencionar si la prueba con cada medicina fue adecuada, si cada medicina contribuyó a aliviar síntomas específicos y si la impresión de efectividad fue clara o ambigua, como ocurre con frecuencia.

E. Continuidad del tratamiento

La meta debe ser proporcionar continuidad en el tratamiento (incluso el tratamiento con medicamentos) y en las relaciones a medida que el menor se recupera.

PUNTOS DE CONTROVERSIA

Los psiquiatras infantiles todavía están tratando de llegar a un consenso en ciertos puntos.

A.          Antidepresivos en niños y adolescentes

Por un lado, todos los profesionales clínicos reconocen el riesgo de una depresión sin tratamiento.

Además, existen pruebas de que un pequeño número de niños deprimidos presentan ideas o impulsos suicidas mientras están bajo tratamiento con SSRI. A la luz de estos datos, se han planteado argumentos en contra de usar SSRI en niños y adolescentes.

El uso de antidepresivos en niños y adolescentes, aun más que otros medicamentos, requiere de una cuidadosa consideración de los riesgos y beneficios potenciales, con tratamiento y sin él.

B.           Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

Los medicamentos estimulantes ayudan a los niños y adolescentes con ADHD a concentrarse mejor. El tratamiento con medicamentos estimulantes es tan bueno o mejor que el tratamiento conductual solo.

Primero, los niños y adolescentes con ADHD tienden a tener también otros problemas. Por consiguiente, es posible que quienes traten niños y adolescentes con ADHD hagan varios diagnósticos y recomienden más de un medicamento.

Segundo, algunos factores –además del ADHD– pueden dificultar la concentración.

Tercero, es posible que los beneficios de los medicamentos estimulantes sean visibles solamente cuando la confusión externa e interna hayan cedido.

Cuarto, si el tratamiento del niño o adolescente incluye varios medicamentos, la interacción entre ellos debe recibir un detallado seguimiento.

C.   Trastorno bipolar

El tratamiento con estabilizadores del estado de ánimo puede ser útil.

Algunos niños y adolescentes se pueden beneficiar de los medicamentos antidepresivos, pero sólo si toman también un estabilizador del estado de ánimo. Es posible que para esos niños y adolescentes se recete un estabilizador del estado de ánimo junto con un antidepresivo.

D.          Empleo de antipsicóticos (también llamados neurolépticos)

Algunos profesionales clínicos recetan antipsicóticos sólo en trastornos psicóticos obvios. Otros están a favor de un empleo más amplio en niños y adolescentes, para ayudar a los niños y adolescentes que padezcan desorganización severa discapacitante o emociones desbordadas sin control.

Un plan integral debe determinar que el medicamento antipsicótico, si se ofrece, en verdad ha provocado un gran cambio en la capacidad del niño o adolescente de enfrentar sus problemas y que su empleo no debe continuar más allá de lo necesario.

E.           Estados postraumáticos

Entre las opciones de tratamiento se encuentra la psicoterapia, especialmente las terapias cognitivo-conductuales (siglas en inglés: CBT); la farmacoterapia y las terapias somáticas más recientes, como la desensibilización y el reprocesamiento de los movimientos oculares

Con frecuencia se presentan síntomas como “oír voces” en niños y adolescentes traumatizados.

Esa alucinosis por sí sola no es un indicador de enfermedad psicótica y quizá no requiera de medicamentos antipsicóticos, con los riesgos asociados.

F.           Niños y adolescentes con trastornos del desarrollo

Los niños y adolescentes con retraso madurativo que presentan síntomas psiquiátricos deben ser sometidos a una evaluación a fondo en un ambiente multidisciplinario, y se les debe ofrecer terapia integral con énfasis en intervenciones conductuales especializadas.

Sin embargo, dependiendo de las circunstancias de un niño o adolescente en particular y de la morbilidad psiquiátrica asociada, es posible que se recomienden antipsicóticos o estabilizadores del estado de ánimo.

A menudo se recomienda la intervención farmacológica cuando la conducta agresiva y autodestructiva es tan intensa, frecuente o persistente que amenaza al niño o adolescente, o a quienes estén cerca.

Es recomendable tratar cada caso individualmente

G. Descontrol grave del comportamiento (agresividad y autodestrucción)

Es esencial examinar el contexto en el que se presenta el comportamiento agresivo o autodestructivo.

Al recetar cualquier medicamento para el descontrol grave del comportamiento, el profesional clínico debe mantener un equilibrio entre la urgencia de la situación y la conveniencia de saber más del caso antes de tomar cualquier medida.

En general, el tratamiento farmacológico del descontrol grave del comportamiento se inicia con medicamentos menos tóxicos, de acción más rápida: sedantes [como diphenhydramine (Benadryl y otros)], los agonistas alfa y los bloqueantes beta.

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