RESUMEN MODULO III
¿QUÉ ES EL DUELO?
PROCESO DE ADAPTACIÓN NORMAL QUE SIGUE A LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO
DIFERENCIAS DUELO INFANTIL VS DUELO ADULTO
1. El ritmo vital.
2. La duración.
3. El mantenimiento de las rutinas.
4. Expresión emocional.
5. Áreas que se ven afectadas.
6. El significado de la pérdida.
7. El concepto de muerte.
8. Necesidad de comunicarse.
9. Los apoyos familiares y sociales.
10. La información que reciben.
CONCEPTOS CLAVE PARA EXPLICAR LA MUERTE
IRREVERSIBILIDAD: LO QUE MUERE NO VIVE MÁS
UNIVERSALIDAD: TODOS LOS SERES VIVOS
MUEREN
EL CUERPO DEJA DE FUNCIONAR: LAS FUNCIONES
VITALES SE PARAN TRAS LA MUERTE
HAY UNA CAUSA: LA MUERTE TIENE UNA EXPLICACIÓN
Y ES FÍSICA
– Iniciamos los ritos.
1. El niño no entiende lo que vive.
• Mínimo se percibe la ausencia.
2. Ocultar el dolor les hará más felices.
• Les enseñamos a disimular.
3. Los funerales y tanatorios traumatizan.
• El niño tiene que poder prever.
• Se les priva de habilidades para manejar esas situaciones.
4. Hay muertes peores que otras.
• Accidentes, repentinas, violentas, suicidios…
5. El duelo dura aproximadamente un año.
6. El tiempo lo cura todo.
• Pone distancia.
• Hay que hacer algo con ese tiempo.
7. Si estamos tristes el fallecido se pone triste.
• Al abuelo no le gustaría verte llorar.
• Papá se pone triste si lloras.
CREENCIAS ERRÓNEAS SOBRE EL DUELO Y LOS NIÑOS
El duelo en la infancia y en la adolescencia
No hay nada que les impida el dolor y el sufrimiento de una pérdida significativa. Cuando se los excluye de esta experiencia pensando que así
van a ser más felices, estamos evitando que desarrollen las habilidades
necesarias para enfrentarse a situaciones que inevitablemente van a tener
que afrontar en su vida
Hay gran coincidencia entre los expertos en que, a partir de los 6 años
conviene ofrecerles participar en la visita al tanatorio o a los funerales.
Por debajo de los 3 años es posible que no entiendan nada de los rituales y se puedan asustar.
como orientación general, se aconseja ofrecerles la posibilidad de participar en un grupo reducido
en la visita al tanatorio o a los funerales con personas conocidas.
2. La comprensión de la muerte y expresión del duelo según la edad
y el desarrollo evolutivo.
Hay cinco elementos fundamentales que intervienen en la comprensión de la muerte y que van a ir cambiando con la edad.
La muerte es:
• Universal
• Irreversible
• No funciona
• Es incontrolable
• Final de la vida
Hasta los seis años
• No entienden la idea de universalidad de la muerte.
• Carecen del concepto de irreversibilidad
• Creen que el cuerpo de la persona fallecida, de alguna manera, sigue
funcionando
• Predomina el pensamiento mágico
• El pensamiento mágico es determinante de los sentimientos de culpa
que pueden generarse
• La muerte se relaciona con la vejez y la enfermedad
• A esta edad, la población infantil tiene una enorme curiosidad y hace
muchas preguntas
A partir de los seis años
• Comienzan a cuestionarse si la muerte de otros o la suya propia es
posible
• A partir de los 7 años ya comienzan a tener claro el concepto de que
tras la muerte, el cuerpo ya no funciona y que la muerte es irreversible.
• Desaparece el pensamiento mágico.
• Sigue manteniéndose a estas edades una enorme curiosidad, una necesidad de razonarlo todo, de buscar explicaciones a todo lo que sucede.
En la adolescencia
• La comprensión de la muerte y la elaboración del duelo es similar a
la de una persona adulta
• Tienen un gran interés por lo que sucede tras la muerte, si hay o no
vida tras ella…
• La adolescencia es una etapa de cambio y transición hacia la independencia del mundo adulto por lo que en la relación con sus padres y
madres hay más conflictos. Esto puede ser el origen de sentimientos
de culpabilidad si ocurre la muerte de uno de los progenitores o personas cercanas.
• Son conscientes de su propia muerte y pueden fantasear con ella
• Es frecuente que no quieran compartir con las personas adultas las
emociones
• No quieren ser diferentes de sus iguales
• Este tipo de situaciones pueden suponer que el o la adolescente renuncie a vivir su propio duelo.
• Después del fallecimiento tenderá a ensalzar las cualidades del ser
querido fallecido
• Se pueden sentir presionados para comportarse como personas adultas.
• En la infancia la pérdida de un ser querido no supone una ruptura con
la realidad, especialmente si se mantienen las rutinas, tanto académicas como sociales, las actividades diarias y de ocio.
• Es frecuente que la expresión emocional fluctúe
• Las expresiones emocionales puede que no se manifiesten
• Otros duelos importantes son la pérdida de mascotas o sentir cambios
emocionales fuertes en las personas cercanas y que afecten en sus
condiciones habituales de vida.
• En la adolescencia, el duelo por la pérdida de seres queridos se parece
bastante al del adulto
Hay una serie de manifestaciones o conductas que se pueden considerar normales tras haber sufrido una pérdida:
• Ansiedad e insomnio persistentes por el miedo a que se produzcan
otras pérdidas.
• Dificultad para separarse del entorno familiar
• Rumiar fantasías sentimientos de culpa
• Quejas somáticas
Es incuestionable destacar el papel tan importante que tiene el centro
educativo en la evolución de sus duelos
• Dificultades de atención, concentración, memoria.
• Disminución del rendimiento académico.
• Conducta ansiosa (aislarse, preguntar constantemente, inquietud…)
• Arranques de llanto repentinos.
• Conductas hiperactivas, irritabilidad.
• Dificultades de relación con sus compañeros (aislamiento, agresividad…)
Por lo tanto, es fundamental que el profesorado tenga la ayuda y asesoramiento necesario
5. Otras pérdidas… otros duelos
Hay otras muchas pérdidas que se viven con igual intensidad, porque son importantes para la vida de las personas.
En la infancia, la muerte de una mascota supone un gran duelo. En el caso
de las y los adolescentes, sienten mucho la pérdida de las amistades, los
fracasos escolares, los desencuentros amorosos, sentirse excluidos de un
grupo de iguales, la situación de inmigración… La separación de los padres
produce en la infancia y en la adolescencia duelos que comparten muchos
aspectos comunes con el duelo por la muerte de un ser querido.
El duelo es un proceso:
• Activo
• Normal.
• Dinámico
• Dependiente del reconocimiento social
• Íntimo
• Se experimenta la sensación de falta de contro
• Las reacciones emocionales son intensas
Cómo ayudar a elaborar el duelo en la infancia y adolescencia.
Cuando nos planteamos comunicar a un niño o niña la pérdida de un ser
querido, es importante determinar quién, cuándo, dónde y cómo lo va a
hacer; qué comunicar y también evitar expresiones que no ayudan
Quién:
• Preferiblemente el padre y la madre o el familiar más cercano.
• Persona emocionalmente próxima o significativa para el niño o niña.
Cuándo:
• Inmediatamente o lo antes posible.
Dónde:
• Lugar tranquilo, silencioso y seguro (lo más conocido posible para la
o el niño)
Cómo:
• Utilizando un contacto físico apropiado.
• Evitando eufemismos, metáforas
• De forma clara
• Tono de voz cálido.
• Compartiendo sus emociones.
• Interesándose por sus sentimientos y pensamientos sobre lo sucedido.
• Preguntando por sus dudas.
• Recordando a la persona fallecida.
Qué comunicar:
La universalidad.También es importante aclarar, que la muerte supone que nada funciona en el cuerpo.
• Lo que se transmite ha de ser coherente con las creencias de la familia.
Expresiones del lenguaje que no ayudan:
• El término “se ha quedado dormido”
• Del mismo modo “nos ha dejado” o “se ha ido”,
Actitudes prácticas desde los ámbitos familiar y escolar
• El asistir a los rituales y compartir la pena con otros familiares o personas significativas
• La constatación es progresiva
• Es interesante separar el cuerpo y la persona fallecida
• En los casos de enfermedad terminal larga, el duelo se da en gran
parte de manera anticipada
Mantener, dentro de lo posible, la cotidianeidad
• Desde la familia es importante que se mantengan los menores cambios posibles, que niños y adolescentes puedan seguir, en lo posible,
con sus rutinas y tiempos de ocio y amistades.
Apoyarle emocionalmente
Mantener, dentro de lo posible, la cotidianeidad
Apoyarle emocionalmente
Ayudarle a identificar y expresar las emociones
Hablar de la muerte, ponerle nombre a lo que sentimos, lo hace más manejable, menos secreto y, por tanto, menos temible y peligroso.
Reacomodación emocional ante la persona fallecida
• El juego es la principal actividad de aprendizaje y desarrollo en la infancia y también para la elaboración del duelo. Mediante el juego trasladan todo su mundo interno y hacen sus acomodaciones emocionales
e intelectuales.
7. Conductas que nos pueden alertar sobre un duelo complicado
Hay una serie de conductas que nos deben alertar y pueden hacer necesario consultar con la o el pediatra, pero debemos evitar la etiqueta de
“patológico
A pesar de ser manifestaciones “normales” de duelo, estas son algunas de
las conductas que nos deben alertar si se vuelven excesivas en cuanto a
intensidad y/o a duración:
Hasta los seis años
• Incapacidad para realizar aquellas cosas que ya realizaban de forma
autónoma
• Llantos constantes que no cesan, exagerados.
• Ansiedad de separación que no cesa.
• Miedos incapacitantes
• Insomnio prolongado
• Síntomas depresivos
A partir de los seis años
• Aislamiento familiar
• Aparente anestesia emocional
• Excesiva responsabilidad
• Síntomas persistentes de ansiedad, nerviosismo en sus actividades
cotidianas.
• Malhumor y agresividad constante
• Síntomas depresivos
• Bajada drástica de actividad
• Incapacidad para reintegrarse al ámbito académico.
• Problemas de concentración que se prolongan.
• Bajada drástica del rendimiento escolar
• Miedos prolongados e impropios de su edad.
• Ansiedad de separación que no cesa.
• Somatizaciones
En la adolescencia
• Irritabilidad extrema
• Agresividad extrema
• Ira
• Pensamientos negativos
conductas de riesgo
• Ideación suicida
• Sintomatología depresiva mantenida.
• Culpa que no cesa.
• Reacciones mantenidas de entusiasmo o alegría inadecuados.
• Consumo de sustancias
• Incapacidad para retornar a sus rutinas habituales.
• Bajada significativa del rendimiento académico.
• Aislamiento extremo
• Asunción de responsabilidades
• No quiere tocar las cosas del fallecido
• Quejas somáticas
• Aparición de otros trastornos somáticos
Hasta un 35% de niños y niñas menores de 12 años presentan criterios de
depresión un año después de una pérdida parental.
Antes de plantearse que un duelo se puede estar complicando, conviene
darse un tiempo
Materiales para madres y padres
En el acompañamiento al duelo en la infancia y en la adolescencia, hay
que tener en cuenta que son ellas y ellos los que marcan el ritmo sobre
lo que están dispuestos a hacer y lo que les gusta.
Mirar fotos del álbum familiar
Hacer una caja de recuerdos
Dibujar con pintura de dedos u otros materiales, sus sentimientos
Visitar el cementerio o un lugar donde estén las cenizas
Leer cuentos que aborden este tema
COMO PUEDEN AYUDAR LOS MAESTROS EN LA ESCUELA A LOS NIÑOS CON UN DUELO ANTICIPATORIO O QUE YA PASO
Un evento traumático produce una herida o un choque emocional que puede
causar daños duraderos a nivel físico y/o psicológico. Las comunidades escolares deberían estar preparadas para enfrentarlos, en la misma forma en que disponen de un servicio de enfermería,
Los padres de familia siempre deben de informar al colegio acerca de la
enfermedad grave o muerte vivida en el hogar, porque un profesor bien informado puede ser gran apoyo para un niño en el duelo.
Si el grupo está receptivo, también se puede trabajar con ellos sus
preocupaciones e inquietudes sobre la muerte.
CUANDO MUERE UN NIÑO EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA
¿Qué se debe hacer como profesor?
Ante todo, no ignorar el hecho pensando que el atraer la atención del alumnado
hacia la muerte puede romper el equilibrio escolar o la inocencia de los niños y
traerle complicaciones de difícil manejo. Todo lo contrario; asignarle a la muerte
del niño la cuota de “sano desequilibrio” que tiene, es poner de presente el
inmenso valor de una vida humana y la tristeza de la comunidad escolar que
siente el dolor
¿COMO SE COMPORTA Y COMO SE SIENTE UN NIÑO DOLIENTE EN EL AULA?
Problemas de atención y concentración
Al igual que sucede con los adultos, cuando un niño o adolescente está en
duelo gran parte de su energía irá destinada a elaborar la pérdida del ser
querido
Dificultades de la memoria.
Disminución del rendimiento escolar.
Conductas de tipo ansioso.
Arranques repentinos de llanto
COMO TOCAR EL TEMA DE LA MUERTE CON LOS NIÑOS
La mayoría de los niños piden muchas explicaciones y tienen muchas preguntas con relación a la muerte
El tema de la muerte se debe hablar de forma clara y en un leguaje que el niño
pueda entender a su edad y grado de desarrollo. El concepto de muerte varía
con la edad y es algo que se debe tener en cuenta.
Edades de 0 a 2 años
– La muerte se ve como una separación o abandono.
– No hay una comprensión racional de la muerte
– Se siente desesperación por la interrupción en el cuidado que se recibe.
Edades de 2 a 4 años.
– El niño cree que la muerte es reversible o temporal.
– Se puede percibir la muerte como un castigo.
– Se presentan pensamientos mágicos
Edades de 5 a 8 años.
Son sumamente perceptibles a los mensajes no verbales que solemos trasmitirles.
– Se da una comprensión gradual del carácter irreversible y definido de la
muerte
– Se demuestra razonamiento concreto con capacidad de comprender la
relación causa y efecto.
Edades de 9 años a 11.
Los chicos a punto de entrar a la adolescencia son especialmente sensibles a
estos temas. Lo entienden y captan todo
La notica deberá ser dada en privado.
SEÑALES NORMALES DE DUELO EN LOS NIÑOS
– Trastornos de sueño
– Contar una y otra vez eventos acerca del su ser querido y/o de su muerte.
– Sentir que quien murió de alguna forma está presente, o quizá a veces “le
habla”.
– Sonar con quien murió, extrañarlo y echarlo de menos.
– Presentar dificultades para concentrarse en el estudio
Cuando los síntomas perduran o cuando
coexisten muchos, hay que consultar con el especialista
ENTRE LOS SIGNOS QUE MUESTRAN QUE HAY UN PROBLEMA O TRASTORNO (SINTOMAS EN FOCO ROJO).
– Negarse a aceptar el hecho durante mucho tiempo
– Periodos repetitivos de llanto.
– Depresión incapacitante.
– Pensamientos suicidas
– Ira persistente.
– Aflicción constante
– Aislamiento social.
– Ansiedad severa de separación
– Delincuencia o promiscuidad
– Desmejoramiento en el rendimiento escolar.
– Dificultad permanente para dormir.
TIPS DE AYUDA PARA LOS ADULTOS HACIA LOS NIÑOS
NO EVITES SUS PREGUNTAS
DALE RESPUESTAS BREVES Y SENCILLAS.
DALE RAZONES SENCILLAS.
EXPRESA TUS PROPIAS EMOCIONES.
EVITA EUFEMISMOS.
TEN CUIDADO CUANDO HABLES DE DIOS Y DEL CIELO.
DALE SEGURIDAD
TEN EN CUENTA QUE EL TEMA SURGIRA REPENTINAMENTE.
RECUERDA AL FALLECIDO.
HABLA DEL ABORTO ESPONTANEO
EL DUELO EN LOS NIÑOS
ALGUNAS DEFINICIONES PARA FAMILIARIZAR A LOS NIÑOS CON EL TEMA DE LA MUERTE
MORIRSE
ESTAR MUERTO
ATAUD
CEMENTERIO O JARDINES DE REPOSO
CADAVER
CREMACION
ENTIERRO O FUNERAL
DUELO
CULPA
HOMICIDIO O ASESINATO
SUICIDIO
LA MUERTE DE UNO DE LOS PADRES
Para el padre o la madre sobreviviente, invadido emocionalmente por el propio
duelo ante la muerte de su pareja, se plantea una situación sumamente difícil que exige infinita paciencia, tolerancia y amor.
Conciliar sus necesidades de dolientes con las de sus hijos de diferentes edades y estilos de reacción es una tarea titánica
Otro hecho adicional que complica la situación es la frecuente reacción agresiva de los niños
Cuando el niño pierde a uno de sus padres no solo pierde a su papá o a su mamá como persona, sino que también experimenta de privación amorosa, inseguridad, desprotección y falta de apoyo
La edad que tiene el niño en el momento en que ocurre la muerte establece
importantes diferencias:
EL BEBE DE 1 AÑO A 3 AÑOS
no comprende aun el concepto de pérdida permanente
LOS NIÑOS 3 A 6 AÑOS
Buscan y exploran en el ambiente y los sitios donde habitualmente estaba papá o mamá, esperando encontrarlos y pueden presentar llanto, trastornos de sueño, rabietas
LA MUERTE DE UN HERMANO
– Los niños se afectan profundamente con la muerte de un hermano, lo cual
se refleja en múltiples y evidentes variaciones de su conducta.
– Los estudios clínicos corroboran que la muerte de un hermano en la
infancia tiene implicaciones a largo plazo, hasta por siete y nueve años
después
– La muerte de un hermano no es un hecho aislado que los niños olvidan en
poco tiempo. Al contrario, es un evento destacado que deja secuelas en su
desarrollo posterior.
– Las respuestas de un niño ante la muerte de su hermano están
influenciadas por las características de la relación entre ellos y por el
entorno familiar.
el mismo estudio demostró que
experimentar la muerte de un hermano no sólo deja como resultado problemas de conducta: muchos reportaron haber crecido emocionalmente y haber adquirido mayor madurez y una visión psicológica de la vida y del sufrimiento mucho más amplia que la de jóvenes que no habían sufrido ninguna pena mayor en su infancia.
LA MUERTE DE SU MASCOTA
La muerte
de una mascota es la oportunidad para establecer una escena fundante de la
muerte.
Asimismo, debe dársele una sepultura o cremar a esta mascota, despedirse de
ella agradeciendo todo lo feliz que nos hizo y su fiel compañía, y además
pedirle perdón si alguna vez nos portamos mal con ella.
En algunos casos, este es el primer duelo en forma en la vida de un niño;
ensenarlo a agradecer y pedir perdón, y a la vez a perdonar, es instruirlo para
cerrar círculos y capacitarlo para seguir adelante con su vida.
Lo ideal es dejarlos expresar ese enojo y
hablar todas las veces que ellos lo necesiten sobre el tema. Nada de “Ya
pasó, mi hijito, ya no hablemos de eso”, como si con evadirlo desapareciera,
cuando en realidad ocurre todo lo contrario.
OTRAS PERDIDAS, OTROS DUELOS EN LOS NIÑOS
Quizá uno de los duelos menos atendidos es el del niño que por alguna
circunstancia, en lugar de poder disfrutar de una infancia alegre, segura,
confiada y protegida, debe cuidar y proteger a uno de sus padres o seres
querido y además aprender a cuidarse él solo.
Muchas veces estas pérdidas tempranas (o quizá carencias) dan lugar a
personalidades desapegadas afectivamente, o redentoras, que siempre
cuidan, protegen y redimen, con una exagerada tendencia a tolerar el
sufrimiento en la vida.
LA MUERTE Y LOS ADOLESCENTES
Cuando se tiene un miedo saludable a la muerte, ello puede conducir a valorar en mucho la vida. Pero cuando se mira la muerte con ansiedad puede seguirse
comportamientos inadaptados y amenazas abiertas o encubiertas contra la vida.
CARACTERISTICAS EN EL ADOLESCENTE ANTE UNA PERDIDA
12 Años: Se Observa un acusado escepticismo
13 Años_ Sigue la idea de que la muerte es el fin.
14 Años: Se muestran más variables en su respuestas.
15 Años: Son poco los que piensan que uno va al cielo cuando muere.
16 Años: Son muchos los adolescentes que creen en el cielo como recompensa o como el lugar donde van los buenos.
El adolescente espera alcanzar el conocimiento de la muerte, racionalizándola sin avivar demasiado su angustia.
El manejo de la idea de muerte participa de la toma de conciencia necesaria para alcanzar la madurez, ayudándole a darse cuenta de su autonomía y de su libertad.
MIEDOS EN LOS ADOLESCENTES
– Miedo al mal, al sufrimiento
– Miedo al dolor y a la enfermedad, a la suciedad y al contagio
– Miedo al espíritu de los muertos
CLAVES PARA DAR LA NOTICIA A LOS NIÑOS DE LA MUERTE DE UN SER QUERIDO
– Hay que trasmitir al niño lo antes posible la noticia
– La escuela debe ser informada
Podemos ir haciéndolo poco a poco y completándola siempre con las preguntas, dudas y observaciones que él mismo quiera hacer.
– Los niños y los adolescentes deben saber siempre la verdad
– Hay que explicar la muerte en términos reales
– Es importante compartir nuestras creencias religiosas y espirituales
– Es importante tener en cuenta el universo emocional del niño
– Si el niño muestra sentimientos de culpa debemos asegurarnos de que
comprenda que no es responsable de la muerte de su familiar.
– Es fundamental poder dar seguridad y protección
-Debemos trasmitirles, en la medida que nos sea posible, seguridad y confianza
– Los niños pueden sentir mucha angustia
– Los niños necesitan aprender a expresar lo que sienten
– A partir de los seis años, los niños pueden participar en ritos que lleven a cabo por la muerte de un familiar