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Resumen – Módulo I

Resumen Modulo V

Orientación Familiar

1. LA ORIENTACIÓN FAMILIAR

1.1. ORIGEN Y DESARROLLO

Se comprobaba una y otra vez que si el paciente cambiaba con la

terapia individual, las consecuencias se hacían notorias en la familia. Era

evidente pensar que un cambio ocurrido en la persona podía formar parte de un

cambio más general que derivaría a otras entidades como la propia familia o la

sociedad.

De este modo se pasó del individuo a la díada, definiendo la terapia como

un intercambio entre dos personas, pero esto resultó insuficiente; más adelante

se cambió a la tríada, a una unidad triangular, sin embargo, con el

reconocimiento de la importancia de otros miembros del grupo familiar la

unidad cambió a una estructura ecológica

1.2 CONCEPTO Y ÁMBITOS

la orientación es un

proceso complejo que incluye multitud de elementos, por ello, las definiciones

de orientación son muy numerosas; no se puede dar una sola.

Según Gordillo (1979) el concepto de orientación es tan amplio y abarca

tantos modos de prestar ayuda a una población de cualquier tipo que se la

considera como un servicio o grupos de servicios especializados o una manera

de actuar.

La orientación es sólo una

aunque tenga distintos aspectos según los problemas que en cada momento se atiendan; no obstante sus ámbitos de aplicación específicos serían:

  • La Orientación Escolar o Académica

Se define como la ayuda a la persona en orden a su proceso de aprendizaje

y utilización de recursos adecuados a sus posibilidades y aspiraciones

  • La Orientación Profesional o Vocacional

Se entiende por Orientación Profesional el proceso de ayuda a la persona

con el fin de capacitarle en su toma de decisiones relativas al tipo de trabajo, en

el que pueda lograr, de acuerdo con sus posibilidades

  • La Orientación Personal

Suele definirse como el proceso de ayuda referido al desarrollo global de la

persona

  • La Orientación Familiar

se define como el proceso de ayuda a la familia con

objeto de mejorar su función educativa (Sánchez, 1988) pero también, la

dinámica funcional, adaptación a sus circunstancias y al entorno vital.

1.3. CONTENIDOS Y NIVELES

el contenido fundamental de la

Orientación Familiar se centra en la ayuda técnica que hay que ofrecerle como

sistema vivo y dinámico sometido a reglas que le permiten evolucionar hacia

una continua apertura, en la que el equilibrio (homeostasis) entre los factores

estables (morfostáticos) y los susceptibles de cambio (morfogenéticos), hagan

viable el progreso de todos los elementos”.

NIVEL EDUCATIVO DE LA ORIENTACIÓN FAMILIAR

Orientación que responde a una necesidad de formación sistematizada y

planificada de los padres e hijos para prevenir la aparición de posibles problemas

NIVEL DE ASESORAMIENTO EN LA ORIENTACIÓN FAMILIAR

Orientación que responde a la necesidad de potenciar las capacidades básicas del sistema familiar

para adecuarlas a las necesidades de cada ciclo vital. Tiene una función compensadora

NIVEL DE TRATAMIENTO TERAPÉUTICO EN LA ORIENTACIÓN FAMILIAR

Orientación que responde a la necesidad de elaborar nuevas pautas funcionales

en el dinamismo del sistema familiar

Introducción
La comunidad de profesionales en Orientación reconoce el impacto que tiene la familia en el crecimiento y desarrollo de las personas
Tanto la familia como el centro educativo comparten la gran responsabilidad de la educación, la formación y el desarrollo humano de la población.
Para coordinar la acción educativa entre familia y centro educativo, se requiere de la definición de políticas claras en la institución educativa; además de la aplicación de éstas en actividades concretas de intervención con las familias.

Posicionamiento teórico

El término orientación familiar se utiliza exclusivamente en los centros educativos públicos, para denominar el trabajo que realizan profesionales en Orientación con familias que experimentan lo que él llama problemas normales.
Para ofrecer la Orientación familiar es necesario moverse de un posicionamiento teórico y metodológico centrado en la persona en sí misma para verla como un ser en interacción.
El posicionamiento sistémico-estructural concibe a la familia como “un sistema social en transformación”
Además, “los problemas y las conductas sintomáticas de las personas son concebidas como el resultado de las interacciones inadecuadas al interior de la familia
Los sistemas complejos se componen de subsistemas, cada persona es un subsistema en sí mismo y participa en subsistemas dentro del sistema familiar.
Otro criterio clave dentro de la perspectiva sistémica relacional es el hecho de que “los subsistemas dentro de un sistema más amplio, están perfectamente delimitados, y las interacciones entre compartimientos están gobernados por conductas y reglas implícitas”
Las relaciones entre las personas se enmarcan por los límites o las fronteras
Lo adecuado es que los límites y las reglas vayan cambiando y flexibilizándose en la medida en que la familia vaya avanzando en su ciclo vital.
Una mayor disposición al cambio permite el crecimiento y desarrollo del sistema familiar, mientras que la oposición o resistencia a éste, pone al sistema en riesgo. Cuando el sistema se encuentra en esta última posición enfrenta problemas o dificultades en el desarrollo de cada uno de los subsistemas
La comunicación cumple un papel esencial en los procesos de relación y cambios en los sistemas familiares

Valoración del sistema familiar

Las fronteras o límites: Se refiere a la separación o cercanía virtual, emocional y conductual entre los subsistemas
Los problemas se presentan cuando esos límites o fronteras son rígidos o difusos
Los límites o fronteras son difusas cuando no permiten la indiferenciación entre los subsistemas, favoreciendo las relaciones aglutinadas
La jerarquía o separación clara entre las generaciones: Cada subsistema tiene un rol específico y una posición al interior del sistema.
El subsistema parental conforma la columna vertebral de la familia
Triangulación: en la organización de la familia subsisten los triángulos cambiantes y coaliciones fluctuantes sin generar celos ni inseguridad entre los miembros.
La pertenencia y la separación: La estructura de la familia brinda a cada integrante la experiencia de formar parte de un todo, seguro y protector
Ciclo vital: La familia en la medida que evoluciona debe ir cambiando, pasa por diferentes etapas
La atención del conflicto: El conflicto según como se maneje, puede ser visto y utilizado como el fertilizante de la vida
El manejo que se haga de las crisis y del conflicto puede permitir cambios significativos para el sistema familiar
La distribución del poder: el manejo del poder en forma adecuada hace que el sistema no se mueva en el caos. Las personas adultas deben llevar el liderazgo en forma consensuada.
El buen uso del poder por parte del subsistema parental brinda, seguridad, creatividad y control, además de herramientas para ejercitar el permanente desarrollo de la inteligencia de la prole.
La comunicación: abarca la diversidad de formas como la gente transmite información
La búsqueda de la homeostasis y del cambio: lo esperado es que el sistema familiar se mueva en un constante equilibrio-desequilibrio

III. Principios metodológicos orientadores de la intervención

Intervención con perspectiva estructural sistémica

Las familias buscan ayuda cuando entran en crisis, generalmente personifican el problema en un subsistema, que con frecuencia es la persona que según la familia presenta dificultades
La intervención estructural no sólo permite a las familias la exploración de sus áreas fuertes interna a los propios ciclos evolutivos y a las demandas del entorno.
Otro principio de intervención importante en esta perspectiva se refiere a que el aprendizaje se adquiere en la acción

Rol profesional

Quien facilita, se desempeña como un ente transformador, y facilitador de cambios, debe actuar sobre el drama familiar e introducir desequilibrio en busca de modificar el sistema y desarrollar un nivel diferente de homeóstasis en el mismo.
La función preventiva de la familia y su impacto como factor de protección frente a factor de riesgo

Introducción
Las causas que operan sobre el consumo de drogas, en cualquiera de las fases que
constituyen el proceso adictivo, son de naturaleza diversa y su dinámica interactiva
Numerosos estudios han identificado varios tipos de factores que diferencian a los consumidores de drogas de los no consumidores.
Se entiende por factores de riesgo aquellas circunstancias o características personales o
ambientales que, combinadas entre sí, podrían resultar predisponentes o facilitadoras
para el inicio o mantenimiento del uso y abuso de drogas. Los factores de protección se
definen como aquellas variables que contribuyen a modular o limitar el uso de drogas.
El primer nivel agrupa los factores de riesgo externos al individuo que operan a una escala extensa y alejada del consumo. Se trata de factores de carácter estructural, social,
económico y cultural. El nivel micro-social se refiere a los contextos ambientales más
inmediatos en los que el sujeto se desenvuelve y participa directamente, sobre todo, la
escuela, el grupo de iguales y la familia.

2.Los factores de riesgo familiares para el uso y abuso de drogas

La importancia del ambiente familiar, particularmente de los padres como determinantes del ajuste psicológico y social de los hijos, está reconocida ampliamente por los especialistas Merikangas et al. (1998) hablan de dos tipos de factores: factores específicos del consumo de drogas y factores generales de un número amplio de conductas problemáticas en la adolescencia

Por su parte, Kumpfer, Olds, Alexander, Zucker y Gary (1998) resumen el estado de la
cuestión proponiendo el siguiente listado:


− Historia familiar de problemas de conducta
− Prácticas pobres de socialización
− Supervisión ineficaz
− Disciplina ineficaz
− Relaciones pobres entre padres e hijos
− Conflicto familiar excesivo
− Desorganización familiar y estrés
− Problemas de salud mental
− Aislamiento familiar
− Diferencias familiares

2.1. Consumo de drogas y actitudes hacia su consumo por parte de la familia

El uso de alcohol y drogas por parte de los padres parece tener una clara relación con el
consumo de alcohol y drogas en los adolescentes, favoreciendo su aparición más
temprana e incrementando la cantidad que se consume.
La adquisición de hábitos y valores por medio de la imitación o
del simple moldeamiento es posible no sólo para los comportamientos adaptados sino
también para los desadaptados

2.2. Estilo educativo

Un segundo apartado de especial relieve en la literatura que vincula a la familia con la
probabilidad de consumo de drogas en los hijos es el del estilo educativo o «manejo
familiar»
Se ha podido demostrar que el desconocimiento de las actividades del hijo, la ausencia de normas claras en el funcionamiento familiar y la ausencia o imposición extrema o
irracional de la disciplina supone un riesgo incrementado de comportamiento desviado y
por ende, de consumo de drogas.
Para algunos, la llamada «ausencia de monitorización o supervisión» es el vínculo clave
entre las prácticas parentales y el uso de sustancias en los hijos
Se han postulado tres déficits parentales que se encuentran en la base de la presencia
de conductas disruptivas infantiles (Espada Sánchez y Méndez Carrillo, 2001).
El primero sería el déficit de supervisión
El segundo es un déficit en las habilidades de mando o del ejercicio de la autoridad
El tercero es un déficit en la habilidad para recompensar o castigar adecuadamente la conducta infantil o adolescente
Estos tres déficits señalan la carencia de unas habilidades que se encuentran en el núcleo
de lo que se ha definido como estilos educativos
En el caso del estilo permisivo, la característica básica es la ausencia de supervisión y
control por parte de los padres
En el estilo autoritario, el control mediante las órdenes y normas se hace de forma
unilateral, sin tener en cuenta las opiniones del hijo
El estilo democrático sería un punto de equilibrio entre ambos

2.3. Conflicto y desorganización familiar
Se hace referencia aquí a que la presencia de peleas y disputas frecuentes en la pareja,
así como al desapego emocional bien entre los padres o bien en la relación con el hijo
El conflicto puede alterar las relaciones familiares. La desorganización familiar, esté o no causada por un conflicto, puede también operar como un factor que dificulta el ejercicio de las funciones parentales

2.4. Falta de apego o relaciones pobres entre padres e hijos
El apego o la vinculación de los hijos hacia los padres parece estar determinado por la
calidez y cercanía emocional y física en la relación, el apoyo y soporte material y personal
de las necesidades de los hijos

2.5. Trastornos de conducta en los padres o en los hijos
Las relaciones entre padres e hijos tienen un carácter bidireccional. Los rasgos de
personalidad y los trastornos de comportamiento de los padres pueden afectar a los hijos.
Sin embargo, la presencia de trastornos del comportamiento en los hijos también puede
influir en la conducta de los padres


2.6. Situaciones de abandono, maltrato o abuso
La presencia de situaciones de abandono, maltrato y abuso tienen una conocida
influencia en la génesis del riesgo para la aparición de diversos trastornos de conducta y
psicopatológicos, entre los que se encuentra el consumo de drogas.

  1. Factores protectores familiares
    La presencia de factores protectores modula la influencia de los factores de riesgo, amortiguando su impacto sobre la conducta de los hijos.
    Los factores protectores son un elemento fundamental en la conformación de lo que en prevención se ha venido a denominar «resiliencia»,
    La resiliencia emerge de la interacción entre el individuo, los sucesos, y el entorno o ambiente donde se producen, incluyendo en el ambiente a la familia y la comunidad.

Conclusiones: implicaciones para la prevención

  1. Existen factores familiares que influyen en la probabilidad de inicio y de
    mantenimiento del consumo de drogas en los hijos.
  2. Existen factores no son independientes entre sí.
  3. Los factores de riesgo familiares ejercen su influencia en conjunción con otro tipo de factores interpersonales y contextuales
  4. Las intervenciones preventivas familiares se dirigen
    a reducir la presencia de estos factores de riesgo familiar
  5. No existe una única forma de intervención familiar
  6. Los programas de prevención familiar maximizarán su éxito si consiguen de los padres colaboración más que participación
  7. Aumentar la motivación de los padres para colaborar en los programas de
    prevención
  8. Todos los programas de prevención deberían proceder a evaluar sus resultados.

Los nuevos modelos familiares

  1. Introducción
    El cambio de roles de hombres y de mujeres, el descenso de la natalidad, el retraso en contraer matrimonio y tener hijos, y la aparición de la ley del divorcio y las legislaciones en materia de reproducción asistida y de adopción durante los años 80, así como la legislación sobre matrimonio que ha regulado la relación
    de parejas de gays y lesbianas, han funcionado en nuestra sociedad como motores de cambio.
  2. Nuevas dinámicas de la familia nuclear. Las parejas de doble carrera o de doble ingreso son una variación de la familia nuclear en la que ambos miembros obtienen ingresos.
    Los matrimonios de fin de semana son un fenómeno reciente en el que sus miembros viven separados la mayor parte de la semana
    La cohabitación se define como una estrategia que proporciona ventajas frente al
    matrimonio en determinados momentos del ciclo vital. Se considera una opción entre los jóvenes que prefieren convivir juntos sin casarse
    Finalmente, las familias tardías, aquellas que están formadas por padres mayores e hijos muy pequeños para la edad que tienen sus progenitores
  1. Nuevos modelos familiares


3.1. Familias monoparentales


Las familias monoparentales están constituidas por la madre o el padre y los hijos que
conviven con una u otro.
Las madres solteras solas se señalan como el colectivo más privado económicamente
La monomarentalidad en muchas situaciones supone un conjunto de estresores cotidianos que se relacionan con problemas de salud mental, especialmente con depresión. La monoparentalidad se relaciona con un mayor riesgo de inicio en el consumo de drogas
Existe gran heterogeneidad entre las familias con este tipo de estructura familiar.


3.2. Familias reconstituidas o combinadas

En este tipo de familias existe al menos un hijo de una relación anterior y dos adultos que
forman pareja

3.3. Familias homoparentales

Las nuevas formas de familia homoparentales plantean nuevas preguntas
Se han llevado a cabo estudios fuera de España (Tasker, 2005) encontrando que los chicos y chicas que crecen con padres gays o lesbianas no parecen presentar problemas significativos y específicos por el hecho de vivir en ese contexto familiar.

  1. Muestran un desarrollo sano y armónico
  2. Se encontraron diferencias que indican que estos chicos y chicas son más
    flexibles en los roles de género
  3. Se requiere continuar investigando con muestras más amplias
  4. Claves y estrategias de intervención en el ámbito de los nuevos modelos
    Familiares

Conclusiones y recomendaciones
A continuación, se resumirán las principales conclusiones y recomendaciones para la prevención familiar del consumo de drogas en el contexto de las nuevas realidades familiares:

  1. Todas las formas de familia tienen el mismo valor, respeto, protección y
    reconocimiento.
  2. Una mayor presencia de problemas relacionados con el consumo de drogas o de
    otras conductas problemáticas pueden estar asociados no a la estructura familiar
    en sí, sino a las condiciones que la rodean
  3. Parece importante que las acciones públicas aporten los recursos necesarios para que las personas puedan desempeñar
  4. Las acciones preventivas han de tener en cuenta los períodos de mayor riesgo
  5. Finalmente, los nuevos patrones familiares nos obligan a plantearnos qué se está haciendo en las acciones preventivas dirigidas a la familia

IV. Población inmigrante y prevención

  1. Introducción
    Es necesario abordar las expectativas y las percepciones del consumo de drogas ligadas a los valores culturales, las pautas de consumo de sustancias y los factores de riesgo y de protección asociados a la diversidad cultural.
  2. Particularidades del fenómeno migratorio y el consumo de drogas
    La relación entre la población inmigrante y el consumo de drogas resulta especialmente de interés debido a dos grupos de factores. Por un lado, existen factores propios del proceso migratorio
    Por otro lado, se identifican factores relacionados con las pautas de
    consumo determinadas por la cultura de origen.
    El hecho de ser inmigrante no se trata de un factor de riesgo que por sí solo

2.1. Factores propios del proceso migratorio

El proyecto migratorio se relaciona con estrés postmigratorio debido a un proceso de
adaptación cultural y familiar.
Si, aparte, el idioma es distinto, el proceso se hace aún más complejo
En general la desestabilización laboral, el desconocimiento del idioma, la
ruptura de las redes familiares y sociales, la ausencia de redes en el país de acogida y el
choque cultural pueden funcionar como factores de riesgo

2.2. Diversidad y pluralidad del colectivo inmigrante
El segundo grupo de factores de riesgo se relaciona con las peculiaridades del consumo de drogas en los distintos países de origen y han de tenerse en cuenta en los programas de prevención de los países de acogida.

2.3. Menores extranjeros no acompañados (MENA)
Un colectivo especialmente vulnerable son los Menores extranjeros no acompañados (MENA). Se trata de menores que llevan a cabo el proceso migratorio sin acompañamiento familiar y que viven en centros de tutela de acogida en nuestro país.

Claves y estrategias para la prevención familiar del consumo de drogas en la población inmigrante


Principios de aplicación:


− Cuanto más vulnerable es un colectivo, las intervenciones han de ser más intensivas
y más tempranas.
− Algunas intervenciones deben realizarse en la población general y no sólo en los
grupos de riesgo para evitar la estigmatización de estos grupos.
− Los programas familiares serán más eficaces si ayudan a las familias provenientes
de otros países y culturas diferentes a integrarse
− En los programas de prevención se han de incluir actividades alternativas al
consumo de drogas que permitan desarrollar habilidades sociales y personales
Objetivos de las futuras líneas de investigación
− Profundizar en cómo favorecer la captación
− Analizar la pertinencia de programas preventivos
− Conocer la relación funcional
− Incrementar la implicación de la comunidad y, sobre todo, de la familia.
− Investigar sobre los factores de riesgo

Conclusiones y recomendaciones generales
La relación entre población inmigrante y el consumo de drogas no es una relación causa efecto.
A continuación, se describen las conclusiones generales acerca de la prevención familiar del consumo de drogas en este colectivo.

Se ha de adecuar la percepción social de los jóvenes inmigrantes como jóvenes
con mayor vulnerabilidad para el consumo de droga

La prevención del consumo de drogas ha de basarse en una atención completa
que facilite la integración en el país de llegada.

Es importante que los técnicos conozcan la legislación vigente

Las actuaciones preventivas han de ser integradoras

En los programas preventivos se han de considerar las distintas percepciones
respecto al consumo de drogas determinadas por la cultura de origen

El conocimiento del idioma y de los códigos de comportamiento culturales es
clave.

Utilizar estrategias de captación y realizar adaptaciones, comunicación del colectivo inmigrante con su familia de origen.

Importancia de los medios de comunicación y las asociaciones de inmigrantes como vías potenciales de prevención.

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