Adultos Mayores – Módulo III

Recreación y tiempo libre

Introducción

El cuidador domiciliario debe aspirar a mantener y/o mejorar el bienestar físico, social y afectivo de las personas a las que atiende, promover la adopción de estilos de vida saludables y la participación activa en el propio auto cuidado. Para ello debe estar capacitado en todas las áreas en las que debe brindar apoyo.

Un área fundamental es la dedicada a la recreación, ya que las personas atendidas por los cuidadores domiciliarios en la mayoría de los casos disponen de muchas horas libres, por lo tanto, se torna muy importante fomentar en ellos el empleo gratificante de ese tiempo libre.

La recreación y el esparcimiento son imprescindibles para la salud física y mental de las personas, ya que permiten paliar la soledad y el aislamiento, y al mismo tiempo son un vehículo de resocialización, y un instrumento eficaz para resolver conductas evasivas, como el dormir en exceso o destinar numerosas horas a programas televisivos.

Tiempo libre

Las actividades de esparcimiento se planifican en relación con el tiempo libre de los individuos, entendiendo por tiempo libre, aquel que no está destinado al trabajo o al descanso.

Este es un tema especialmente relevante tanto en los adultos mayores como en las personas con capacidades especiales, ya que disponen de una gran cantidad de horas libres, en el primero de los casos, en general, debido al cese de su actividad laboral y al paso de una existencia altamente estructurada a una menos pautada desde el entorno social.

Esto sumado a los cambios de roles dentro del núcleo familiar, lleva a la necesidad de una reacomodación o al establecimiento de nuevos vínculos con el fin de evitar la asociación entre tiempo libre y soledad.

La ocupación del tiempo libre debe convertirse en algo gratificante que favorezca la socialización y que genere nuevos espacios de intercambio entre pares y otras generaciones.

Para esto las actividades deben entenderse como un medio que permita el desarrollo de potencialidades creativas y no como un fin en sí mismas, es decir, que no sean por mero entretenimiento, sino que el fin sea, por ejemplo, lograr la socialización, los espacios que ayuden a los mayores a encontrar sus potencialidades individuales.

El cuidador domiciliario debe entender al tiempo libre no como un tiempo para pasar, sino como un tiempo para aprovechar y compartir, para desarrollar capacidades afectivas y creativas.

La recreación

Es una actividad libremente asumida desarrollada durante el tiempo libre, que tiene como funciones el descanso, la diversión y el desarrollo del individuo, con el fin de integrarlo activamente a la comunidad y liberarlo de la alienación provocada por el trabajo y la rutina.

Es una actividad pedagógica, que forma parte de la educación no formal, tiene objetivos y contenidos propios, y el tiempo, el lugar y los métodos están pautados con relación a los fines que se quiere lograr. Por lo tanto, no basta con que las actividades entretengan para ser consideradas recreativas, sino que deben propiciar a los participantes la modificación de conductas y el aprendizaje.

Sus objetivos deben apuntar a una formación en el tiempo libre que le permita a la persona descubrir, desarrollar y/o mantener sus aptitudes físicas, psíquicas y sociales; adquiriendo nuevas vivencias que le proporcionen ricas y variadas experiencias. Es importante que estas actividades resulten productoras de goce, placer, y sean elegidas libremente.

Cuando las actividades de tiempo libre son entendidas como un medio y no como un fin en sí mismas, pueden intervenir positivamente en los cambios que queremos lograr en las personas que asistimos. Para lograrlo, es fundamental en la planificación de las actividades tener en cuenta los intereses de quienes serán los actores principales, la selección y ejecución de las mismas deberán proceder principalmente de los protagonistas.

Para que la actividad cree interés, debe ser acorde a la realidad sociocultural de cada uno.

Las personas sienten satisfacción o placer en determinadas actividades según las semejanzas o diferencias que éstas tengan con el estilo de las actividades que realizan regularmente. La vida cotidiana en que está inmersa la persona incide en las características que asume el uso del tiempo libre.

La importancia de la participación

Se sabe que la falta de participación trae aparejada la pérdida de la autoestima y la depresión, por lo tanto, devolver a las personas el gusto por las actividades físicas y recreativas significa:

• instarlas a salir del aislamiento,

• ayudarlas a descubrir de nuevo el uso del cuerpo y hacerlas tomar conciencia de sus posibilidades, aceptando al mismo tiempo sus limitaciones,

• ayudarlas a ser útiles, solicitando su participación en nuevas actividades de carácter social,

• mantenerlas alertas y disponibles,

• volverlas menos vulnerables al paso del tiempo y a la enfermedad,

• mantener o mejorar su autonomía física y su independencia social: seguir siendo un ciudadano de pleno derecho,

• integrarlas, cuando sea posible, en una actividad de grupo a fin de que encuentren de nuevo, al contacto con los demás, la necesidad de comunicarse, expresarse y participar.

Video dinámicas de recreacion

Terapia ocupacional

Es aquella que tiene como objeto de estudio la ocupación humana, y está dirigida al logro de la máxima expresión de las capacidades potenciales de las personas, con el fin de conducirlas a una adecuada interacción social y cultural.

Sus actividades son un instrumento terapéutico, y las podemos clasificar en:

• actividades de mantenimiento personal,

• de esparcimiento,

• y productivas.

Es así que mediante una valorización cuidadosa del individuo se utilizan situaciones y actividades apropiadas con el fin de conseguir recuperar o desarrollar sus aptitudes en los aspectos psicológicos, físicos y sociales.

El cuidador domiciliario debe tener en cuenta que existen profesionales encargados de desarrollar esta tarea, los Terapistas Ocupacionales, por lo que un buen cuidador domiciliario acompañara el tratamiento indicado por dicho profesional, ayudando a la persona a la que cuida a realizar las tareas prescriptas.

Laborterapia

Es una técnica encaminada a recuperar al paciente mediante el aprendizaje útil de una labor determinada, siempre teniendo en cuenta sus experiencias laborales, gustos y limitaciones.

Ejemplos de actividades

Las actividades que se pueden desarrollar para el tiempo libre son prácticamente innumerables, por lo tanto, será necesario tener en cuenta diferentes variables que ayudarán a encontrar las más adecuadas para cada caso en particular, por ejemplo, el grado de autonomía es decir sus posibilidades, los gustos e intereses, y las costumbres e historia de vida de cada persona.

Es importante destacar que muchas veces lo que ellas necesitan es la sugerencia, el incentivo o la programación – junto con ellas de las actividades, las que podrán realizarse dentro o fuera de la casa, en forma individual o grupal.

Habrá que tomar ciertas precauciones en cuanto a la elección y adaptación de las actividades, como puede ser la simplificación de las reglas, las modalidades de aplicación, la adaptación del material, el lugar de realización, etc. a fin de poder utilizar las mismas en cada caso particular, especialmente en personas con capacidades diferentes o con movilidad limitada, tratando de aprovechar al máximo sus posibilidades remanentes.

Actividades físicas

Los beneficios de la actividad física están bien documentados. Una vida sedentaria es uno de los riesgos de salud modificables más altos para muchas condiciones crónicas que afectan a las personas adultas mayores, tales como la hipertensión, las enfermedades del corazón, el accidente cerebro vascular, la diabetes, el cáncer y la artritis. Aumentar la actividad física después de los 60 años tiene un impacto positivo notable sobre estas condiciones y sobre el bienestar general.

Existe una relación claramente establecida entre la práctica habitual de ejercicio físico, salud y expectativa de vida. Tiende a mantener y mejorar la autonomía, las capacidades motrices, las funciones cardiovascular y respiratoria, y ayuda a la rehabilitación.

Un estilo de vida activo en el que se incluya el ejercicio físico intencionado, mejora la salud mental y favorece los contactos sociales. El hecho de mantenerse activos puede ayudar a las personas mayores a mantener la mayor independencia posible y durante el mayor período de tiempo, además, de reducir el riesgo de caídas.

No duden nunca en incitar a las personas que cuidan a la búsqueda de movimiento, en cualquier sitio en que se encuentren, desde sus formas más elementales y familiares:

• caminatas y paseos,

• gimnasia, y ejercicios de estiramiento (movimientos suaves de las distintas partes del cuerpo, que hagan trabajar las partes deterioradas y las sanas),

• juegos deportivos adaptados,

• respiración y relajación,

• ejercicios enfocados sobre las actividades de la vida diaria como pasar de la posición decúbito a estar de pie o a la inversa, subirse sobre una silla, agacharse para recoger un objeto, saltar un obstáculo, abrocharse la ropa, atarse los cordones, peinarse, etc.

Actividades intelectuales y culturales

• Lectura de diarios y revistar para comentar.

• Escritura.

• Cine o teatro.

• Exposiciones, conferencias, etc.

Actividades de expresión

Son actividades libres o dirigidas que posibilitan recuperar el placer de moverse libremente, favorecen la creatividad y la comunicación. Entre ellas:

• danzas,

• canto,

• tocar instrumentos musicales,

• expresión corporal,

• pintura,

• manualidades, etc.

Video Actividades Manipulativas

Actividades lúdicas

El juego encierra en sí una función social y cultural, es en el juego donde tanto el niño como el adulto pueden crear y usar toda su personalidad descubriendo su propia posibilidad de comunicación y expresión, ofreciéndole también la posibilidad de manifestarse libremente y canalizar energías.

Aquí, el rol del cuidador tal vez tenga que ver con el “hacer lugar”, creando las condiciones para que se recree el niño interior, sin necesidad de regresar a ser niños. Acompañando a que cada uno encuentre su modo de jugar, disfrutar, divertirse, aquí y ahora, de acuerdo con sus deseos, necesidades y posibilidades.

No existen juegos específicos para personas de edad avanzada o para personas con capacidades especiales; es importante tener en cuenta que para cada individuo y ante cada situación las actividades serán diferentes, según sea la edad, las capacidades o necesidades de los mismos. Por ejemplo:

• Juegos de mesa.

• Juegos teatrales, de mímica o dramatización.

• Juegos de memoria o ingenio, etc.

El rol del cuidador domiciliario

El cuidador domiciliario tiene entre sus roles facilitar y acompañar a las personas en el desarrollo de actividades recreativas y de laborterapia, de tal modo de satisfacer las necesidades vitales relacionadas con el mantenimiento de la condición física, y permitirles a través de las relaciones con los demás, descubrir la seguridad física, la salud psíquica y la alegría de vivir.

Para el logro de los objetivos que el cuidador domiciliario se proponga con cada una de las personas a las que atiende, deberá:

• tomarse el tiempo necesario para observar,

• despertar el interés personal,

• escuchar a la persona,

• satisfacer su motivación, fortalecerla y crear otras nuevas,

• estar atento para inspirar seguridad y confianza y evitar riesgos para prevenir posibles accidentes.

En caso de reunir dos o más personas en la actividad, además deberá intentar:

• integrar a los participantes,

• facilitar el intercambio y mantener el gusto por la actividad,

• fomentar la participación alegre y divertida desprovista de cualquier espíritu competitivo.

Si bien las actividades físicas y recreativas no pueden detener los procesos de envejecimiento, al menos deberían lograr instalar a la persona mayor en su nueva situación social con más comodidad y bienestar, preservando lo que esencial en la vida: la libertad de obrar (la autonomía).

Conclusión

La actividad recreativa contribuirá a la calidad de vida en tanto fomente el desarrollo de la persona y favorezca el encuentro consigo misma y no su evasión, en tanto incentive la oportunidad de conectarse, redescubrir y/o profundizar intereses, necesidades propias y deseos y no la actividad como un transcurrir.

Entendida así, ya sea por la relación social que implica como por los componentes que la integran como el esfuerzo, la creatividad, el desarrollo cognitivo, la imaginación y la autonomía, producirá casi sin buscarlo educación al tiempo que generará gusto, placer y favorecerá la autoestima.

Leccion 2

Estimulación Cognitiva

Introducción

Según M.D. Lezak, la conducta humana está estructurada por tres grandes sistemas que interactúan estrechamente entre sí (Fig. 1):

  • El sistema cognitivo facilita la adquisición y el procesamiento de la información por medio de diferentes dominios cognitivos: atención, memoria, lenguaje, percepción y pensamiento (juicio, razonamiento y cálculo).
  • El sistema emocional está relacionado con las emociones, sentimientos y motivaciones que le dan un matiz especial tanto a la cognición como a la conducta.
  • El sistema de funciones ejecutivas se encarga de funciones de coordinación como la planeación, la organización y la verificación de acciones y de estrategias que facilitan la expresión de la conducta.

El sistema cognitivo hace referencia al conjunto de procesos mentales, denominados funciones cognitivas o dominios cognitivos, que permiten conocer, asimilar e interpretar la realidad. El

desempeño cognitivo en general depende del correcto funciona miento de la atención y la memoria, que son dos dominios básicos para la entrada o registro de la información. Es decir, tanto los dominios del lenguaje, los procesos visoespaciales, el pensamiento y las funciones ejecutivas dependen de la entrada (registro) y la fijación de la información en el almacén de memoria para poder ser procesada y recuperada en el momento requerido, y así dar respuesta a las demandas internas y externas del medio.

La atención es el proceso de entrada que permite distinguir y facilitar el registro de la información que ingresa al cerebro y, además, da seguimiento a su curso en el sistema de memoria para adherirse a la estructura (almacén) de conocimientos pre vios. Desde este almacén la información podrá ser recuperada y utilizada cuando la situación lo amerite o lo exija.

Tanto la atención como la memoria son sistemas cognitivos complejos y no unitarios, es decir, están estructurados por una serie de componentes o módulos funcionales, y cada uno de ellos depende del funcionamiento de estructuras del cerebro diferentes.

La presente lección está dirigida a profesionales que atienden al adulto mayor y tiene por objetivo dar a conocer de manera breve y descriptiva estos dos sistemas cognitivos básicos. En la primera parte se presenta el dominio cognitivo de la atención y en la segunda parte el dominio de memoria. Para cada dominio se describen algunos ejemplos, con estrategias de estimulación cognitiva específicas. No pretende ser un cuaderno de trabajo, ya que solo se encontrarán ejemplos del tipo de ejercicios que se pueden realizar. Tampoco pretende ser un programa de rehabilitación cognitiva, puesto que este es un proceso terapéutico dirigido por un profesional especializado y con objetivos específicos e individualizados.

Atención

«Un estímulo atendido quizá permanezca en la memoria, aquello a lo que no prestemos atención nunca dejará huella»

(Feggy Ostrosky)

La atención es una función cognitiva dinámica, precursora de la acción motora o mental. Implica la capacidad para atender estímulos específicos evitando la distracción de estímulos irrelevantes. Su función básica es la de generar y mantener un estado de activación mental, para orientar, seleccionar y procesar información específica que proviene de fuentes de estimulación externas o internas y al mismo tiempo inhibir los estímulos no pertinentes.

La atención como sistema cognitivo complejo se caracteriza por:

  • Ser puerta de entrada para la información que fluye en el cerebro.
  • Ser la base del buen funcionamiento de diferentes procesos cognitivos como la memoria, el lenguaje, procesos viso-espaciales, las funciones ejecutivas y el pensamiento.
  • Ejercer control voluntario sobre la actividad perceptiva, cognitiva y conductual.
  • Favorecer la elección del proceso cognitivo y/o la respuesta motriz más adecuada para la acción.
  • Orientar el comportamiento hacia la detección y satisfacción de las demandas internas y externas.

La atención funciona por medio de una serie de subsistemas organizados de manera jerárquica, donde cada nivel de funcionamiento es necesario para acceder al siguiente. A su vez, y como el resto de los procesos cognitivos, la atención es resulta do de la interacción dinámica de diferentes regiones del cerebro. Implica un sistema funcional de redes anatómicas y cada estructura juega un papel esencial según el nivel atencional requerido para la situación. Es decir, el funcionamiento de cada uno de los componentes de la atención depende de la actividad de diversas regiones cerebrales especializadas y organizadas en un sistema. En la tabla 1 se describen cada uno de los subsistemas de la atención y sus regiones cerebrales asociadas.

La selección, el control y la vigilancia sostenida son las características más importantes de la atención, ya que permiten iniciar, continuar y finalizar una tarea a lo largo del tiempo.

ENVEJECIMIENTO Y DETERIORO COGNITIVO

En el envejecimiento normal la atención es igual de eficiente que en el adulto joven, pero el enlentecimiento en el procesamiento de la información puede ser un factor determinante en la alteración de los procesos de selección y vigilancia, mismos que se pueden exacerbar en el envejecimiento patológico. Sin embargo, cuando las alteraciones son de predominio amnésico la atención y la vigilancia suelen ser los procesos más activos y eficientes, motivados por el temor a la pérdida de información.

Las disfunciones que se presentan en el envejecimiento en relación a la atención y la percepción se derivan del incremento en el tiempo requerido para procesar un estímulo y de la disminución del grado de vigilancia que es capaz de mantener una persona cuando tiene que realizar una tarea. Por lo tanto, el deterioro de la percepción y la atención en el proceso demencial se inicia en el momento en que la persona comienza a perder su capacidad para recordar, ya que se le pierde el estímulo con el que debería comparar lo que percibe. En consecuencia, la persona empieza a tener dificultades para interpretar correctamente y reconocer adecuadamente las situaciones.

En las fases leves de demencia se presentan dificultades para reconocer caras, objetos, colores, espacios complejos o nuevos. En fases moderadas se altera el reconocimiento táctil, de caras, olores y objetos familiares, así como espacios simples y colores (excepto rojo, amarillo, azul, verde y negro). En el deterioro severo hay dificultades para reconocer la propia cara y/o la de fa- miliares más cercanos, objetos, colores (excepto el rojo y verde), con pobre reconocimiento del propio cuerpo.

ESTIMULACIÓN DE LA ATENCIÓN EN SUS DIFERENTES COMPONENTES

La sistematicidad de las actividades de un plan de estimulación cognitiva es imprescindible para la obtención de resultados sostenidos; en primer lugar, es necesario explicar estos ejercicios y su importancia al familiar o al cuidador del paciente con demencia. La eficacia de la estimulación cognitiva depende de la utilidad y la motivación para ser aplicadas a actividades de la vida cotidiana.

SUGERENCIAS GENERALES PARA FAVORECER Y ESTIMULAR LA ATENCIÓN Y LA CONCENTRACIÓN

Para adultos mayores sanos, a manera de prevención:

–        Mantener la atención de manera voluntaria en las actividades que realizan, haciendo énfasis en las más importantes.

–        Buscar, detectar y utilizar señales ambientales que puedan guiar o dirigir su desplazamiento. Búsqueda en el ambiente.

–        Practicar la lectura, relatar a otra persona lo que se leyó o escribir un breve resumen con las ideas principales.

–        Practicar el cálculo mental, verificar primero con papel y lápiz; usar calculadora solo como último recurso.

–        Aprender cosas nuevas: idiomas, baile, arte, dibujo, música, etc.

–        Practicar ejercicios físicos, aprender nuevas disciplinas.

Para personas con deterioro cognitivo el propósito debe ser la rehabilitación, por lo tanto, requiere de la participación de su cuidador primario:

–        Enseñar a la persona a centrar su atención en el entorno, describiendo objetos y aspectos, indicando puntos importantes para ubicarse.

–        Mantenga su atención en señales determinadas y pida que realice acciones orientadas o dirigidas a un objetivo; por ejemplo: participar en actividades de cocina, ordenar objetos del hogar, apoyar en tareas de mantenimiento de la casa o reparación de objetos, etc.

–        Ayude a realizar o mantener operaciones sencillas y automáticas, como finanzas y gastos personales.

–        Estimular a fijar y poner atención en recuerdos o vivencias agradables, utilizando apoyos de imágenes o fotografías.

Existen diferentes programas para estimular en forma global la atención y la concentración, así como específicos para cada tipo de atención. Muchos de estos programas están graduados en complejidad y requieren de la supervisión de expertos profesionales. Otros son ejercicios variados que pueden ser útiles siempre y cuando sean del interés personal.

A continuación, proponemos una serie de ejercicios para estimular la atención. El presente material no pretende ser un cuaderno de trabajo, solo se muestran ejemplos de ejercicios cognitivos que pueden ser muy enriquecedores para la activación de la atención.

Ejercicios para la atención focalizada

1)       Trace líneas para unir las figuras iguales, evite que las líneas se crucen, tal como se muestra en el ejemplo.

  • Encierre con un círculo las estrellas de seis picos, como la que se muestra aquí:

Ejercicios para la atención selectiva

  1. Marque las sombras del lado derecho que corresponde a la figura del lado izquierdo.
  • Encuentre los nombres de los siguientes animales en la sopa de letras.

Ejercicios para la atención dividida

En las siguientes casillas hay letras y a cada una de ellas le corresponde un número del 0 al 9.

Ejercicios para la atención dividida y memoria de trabajo mediante la lectura

Lea el siguiente texto, prestando atención cuantas veces apa- rece escrita la palabra «Alicia».

La mejor elección de Alicia

Alicia se aferraba en buscar un cachorro de raza perfecta, de esos que valen mucho dinero y que no se pueden conseguir tan fácilmente.

De camino a la tienda de mascotas, Alicia no imaginó que estaba por tener una gran lección de vida.

Comenzó a llover y por un momento se distrajo, estuvo a punto de atropellar a un viejo perro que caminaba con dificultad.

Afortunadamente, Alicia reaccionó a tiempo y frenó el coche antes de que éste golpeara al animal. Molesta, tomó el paraguas y bajó del

auto con la intención de mover al perro que se había quedado paralizado. Sin embargo, al momento de verlo a los ojos, Alicia se conmovió a tal grado que comprendió lo que significaba su búsqueda.

No se trataba de encontrar al perro más caro del mundo, en realidad estaba buscando un compañero de vida, que le brindara amor incondicional y lealtad, entre muchas otras cosas que un amigo peludo puede obsequiar todos los días.

Entonces Alicia tomó en brazos al perro, lo subió a su coche y satisfecha regresó a casa.

Ahora responda las siguientes preguntas del texto anterior:

¿Cuántas veces aparece la palabra «Alicia» en el texto?    

¿Qué es lo que Alicia buscaba? 

¿A dónde se dirigía Alicia?         

¿Qué pasó cuando comenzó a llover? 

¿Qué conmovió a Alicia? 

¿Qué hizo Alicia con el perro?    

¿Qué lección de vida tuvo Alicia?         

ATENCIÓN SOSTENIDA

  1. Encierre en un círculo todos los pares de números conti- guos que sumen 7. Por ejemplo: 4 + 3 = 7.
  • Observe el cuadro siguiente y conteste las siguientes preguntas:
  • Trace una línea para unir los números de dos en dos hasta llegar al 200, inicie en el número 2.

ATENCIÓN ALTERNADA

  1. En el siguiente cuadro, con un color encierre en un círculo todas las letras «E» y con otro color todas las letras «F».
  • Escriba el número 1 debajo de la letra A, 2 debajo de B y 3 debajo de C.

Atención alternada y flexibilidad atencional

¿Cuál de las letras que aparecen en la columna de la izquierda no está en la columna de la derecha?

Leccion 3

La intervención del Cuidador Domiciliario

Introducción

Nos proponemos en esta instancia crear un espacio de reflexión sobre las posibilidades de intervención del cuidador domiciliario a partir del estudio de casos hipotéticos con la finalidad de brindarle herramientas para confrontar sus saberes previos, destrezas y habilidades, e imaginar posibles diseños de planificación de tareas.

Sabemos que no hay recetas mágicas, que cada situación, cada persona y sus circunstancias constituyen particularidades únicas e irrepetibles. Además, es importante tener presente que las intervenciones y la forma de abordar cada situación se construyen con el otro, escuchando al otro en sus necesidades y deseos.

Por otra parte, debemos tener en cuenta que cada región del país tiene características propias, recursos, posibilidades y limitaciones, que deberán formar parte del análisis.

Crucigrama

Complete el siguiente crucigrama teniendo en cuenta las consignas que a continuación se detallan:

1. A través de ella se logra el desarrollo de la confianza, puede ser verbal o no verbal.

2. Obstaculizan la comunicación e interfieren la relación entre el cuidador y el Adulto Mayor.

3. El campo de acción del Cuidador Domiciliario es limitado, por lo que debe contar con el apoyo de otras profesiones. A eso se llama…

4. Es uno de los derechos fundamentales por los que debe velar el Cuidador Domiciliario.

5. La responsabilidad, el compromiso y la técnica hacen a la… de un buen Cuidador.

6. Es necesaria para mantenerse actualizado, debe ser continua y permanente.

7. Es un derecho del Adulto Mayor y una obligación del Cuidador Domiciliario para mantener la confianza mutua (y viceversa).

8. Es un juicio u opinión sobre algo, antes de tener verdadero conocimiento de ello, es decir, sin contar con información suficiente. No son necesariamente negativos. Pueden estar cargados de contenidos o sentimientos tanto desfavorables como favorables.

9. Pensando en un nuevo paradigma reivindicamos al Adulto Mayor como sujeto de…

10. Guían nuestras acciones y hacen a la ética y moral de una persona.

Recreando experiencias

A partir de las siguientes palabras, seleccione 14 de ellas y elabore un texto que contemple distintos actores para después representarlos a través de una teatralización:

Juego y ajuste psicológico

El juego, el disfrute y la espontaneidad tienen sus raíces en el corazón de cada uno de nosotros. Los bebés, impulsados por la curiosidad en su batalla por sobrevivir, alegremente exploran el universo a su alrededor con su

cuerpo entero, para después integrarlo a su mundo interno.

La manipulación de la relación entre este sí mismo interno y el mundo externo es una herramienta primaria para el crecimiento. Para los adultos, el juego sigue siendo un vehículo importante, ya que promueve numerosas

conductas adaptativas que incluyen la creatividad, el ensayo

de roles y la integración mente/cuerpo.

CREATIVIDAD

En alguna ocasión Carl Jung dijo, “El niño pequeño (él mismo) todavía se encuentra por ahí, y posee una vida creativa de la cual carezco. Pero, ¿cómo puedo acceder a ella?” (Jung, 1965, p. 174). Más adelante aprendió que la clave para liberar su potencial creativo era participar en el juego constructivo que tanto había disfrutado en su niñez. Frey (1983) describe cuatro categorías de juego infantil: físico, de manipulación, simbólico y juegos. Las actividades adultas en cada una de estas categorías tienen un enorme potencial creativo. En su libro Your Child’s Growing Mind (La mente en desarrollo de su hijo), la Dra. Jane Healy (1994) considera técnicas para las personas creativas, las cuales incluyen juego, humor, dramatización, movimiento, imaginación, escuchar, expresar, originar e incubar. Tales cualidades también son una parte intrínseca del desarrollo y se encuentran mencionadas en la literatura acerca de la terapia de juego para adultos.

ENSAYO DE ROLES

Cuando juegan, los animales practican sus habilidades de supervivencia al participar en peleas simuladas y en juegos de cacería y ataque. Los humanos no somos tan diferentes. Los niños sanan heridas imaginarias; pasan horas fingiendo que cocinan, compran, viajan y van a la escuela, y son todo —desde bomberos hasta bailarines de ballet—. Recrean funerales, bodas, nacimientos y, de manera literal, todos los sucesos importantes de la vida a medida que practican las conductas adaptativas y los roles adultos. Los adultos hacen lo mismo, aunque de maneras mucho más sutiles. ¿Quién no ha pensado o incluso sostenido conversaciones enteras en voz alta consigo mismo en anticipación a una plática con alguien más? ¿Cuánto tiempo ha pasado frente al espejo probándose ropa y moviéndose al compás de una música imaginaria para ver cómo lucirá? ¿Cuántas veces ha quedado pasmado en el circo deseando montar también en los elefantes? Y, por supuesto, siempre está el Halloween, ¡donde al fin se permite jugar a los disfraces!

INTEGRACIÓN MENTE-CUERPO

El juego es una experiencia holística en el sentido de que invita a nuestro ser total al proceso. Comenzando desde el principio: utiliza ambos hemisferios cerebrales. El lado izquierdo, analítico, es esencial al decidir qué es lo que se hará a continuación, qué estrategias pueden garantizar el logro y cómo se puede verbalizar. El lado derecho, artístico, hace posible disfrutar la experiencia de convertir las formas de las nubes en creaciones mágicas. Además de esto, el valor e impacto de las beta endorfinas sobre nuestra sensación general de bienestar es más que conocido. Si el análisis continúa hacia el interior del cuerpo, se evidencian otros sistemas importantes. Cuando uno ríe, canta, se mueve con felicidad de un lado a otro o sencillamente está absorto en alguna diversión placentera (es decir, juego), tiende a respirar más profundamente, con lo que se obtiene un mejor intercambio de oxígeno. Cuando se relaja el proceso digestivo se reducen las probabilidades de trastornos gastrointestinales —además mitiga la tensión cardiaca—. Asimismo, al jugar se relaja la tensión muscular general, lo que reduce la fatiga y el dolor y la rigidez en todo el cuerpo. La naturaleza competitiva del juego A los niños ya no se les dan ollas viejas y cucharones de madera, sino que se les ofrecen tambores electrónicos que centellean con luces de colores brillantes. Ahora, el alegre pataleo natural del bebé es el medio para un fin a medida que sus movimientos encienden luces y sonidos. Así comienza la idea de que los resultados importan. Para el momento en que el niño comienza su educación preescolar, ha aprendido los elementos básicos de la competencia y la importancia de la aprobación externa. Es fácil observar la manera en que la capacidad de jugar libremente por el sólo hecho de jugar se ha perdido dentro de la necesidad social por sobresalir.

Los juegos en el arenero se han remplazado con ligas altamente organizadas de fútbol, béisbol y básquetbol. Con demasiada frecuencia, los niños necesitan “someterse a prueba” porque en realidad se trata de ganar, no sólo de jugar. En ocasiones los “fracasados” aparecen en películas como Bad News Bears, The Little Giants, and Rudy;* pero aun en esos casos, su triunfo final es la esencia del final feliz. Es posible que las raíces de la manía nacional estadounidense actual con los deportes competitivos se encuentren en sus antepasados victorianos, quienes creían que la mayoría de las diversiones eran frívolas y seductoras por naturaleza. Ya a mediados del siglo XIX, se recomendaba la vigorosa actividad física como forma de neutralizar los placeres del mundo moderno (Rader, 1996). De aquí que comenzaron los deportes organizados. Para bien y para mal, la organización de los deportes ha cambiado la perspectiva acerca del juego en la cultura *N. de T.: Películas en las que equipos o individuos “perdedores” logran el triunfo después de superar diversos obstáculos.

INTRODUCCIÓN

En un sentido histórico, el juego había sido el reflejo de las necesidades infantiles y adultas de experimentar. Reflejaba el cariz étnico de las raíces del grupo, pero las verdades universales sobresalían. El juego Counting Out de Trinidad (Nelson, Glass, 1992) es paralelo al Wonder Ball* que se canta y juega en EUA. El Child is Down (Nelson, Glass, 1992), acerca de dormir y despertar de repente, que se juega en Suecia, se parece mucho a Ring Around the Rosie,† una canción que tiene sus raíces en las calles de Londres. En excavaciones arqueológicas alrededor del planeta se han encontrado dados y una variedad de aros y pelotas. En el mundo entero se observan danzas tradicionales que celebran eventos vitales y que reflejan el sentir de una cultura. Primordialmente, estas son actividades adultas en donde los niños son los aprendices. Es probable que cualquiera que haya asistido a una boda griega tradicional haya participado de la alegría y el desenfreno de uno de los muchos bailes en círculo; la cultura de los nativos estadounidenses también tiene una riqueza de bailes ceremoniales. Hoy en día, en todo EUA se puede encontrar una multitud de bailes tradicionales tanto viejos como nuevos que van desde “el baile del pollito” hasta los bailes country en filas. El que hecho de las personas de todas las épocas siempre han jugado es un hecho histórico incontrovertible, lo que es nuevo es la manera en que quienes viven hoy dentro de esta cultura, lo perciben y utilizan.

En Nueva Guinea los niños participan en juegos en los que ninguno de ambos lados gana; más bien, el juego termina cuando los dos bandos logran el equilibrio. El juego japonés se centra en la importancia del grupo y de la interdependencia más que en la independencia y expresión propia. Los niños nativos estadounidenses no percibían que “hacer trampa” fuese negativo; tan solo era parte creativa y pícara del juego, tal actitud se modificó después de verse expuestos a la cultura euroestadounidense (Rettig, 1995). A medida que la sociedad competitiva occidental coloca rígidas demandas de desempeño sobre las personas, es más que frecuente que se pierda la creatividad infantil. Ante la necesidad de obtener una buena calificación en pruebas estandarizadas, es preciso controlar el impulso interno por salirse de los márgenes. Los uniformes de colores coordinados han remplazado las camisetas y los shorts viejos.

Los juegos deben tener un valor educativo comprobado y es imprescindible mantener a la diversión en una adecuada perspectiva: recientemente, una mujer fue expulsada de su equipo de boliche porque se estaba divirtiendo demasiado, ¡a pesar de que tenía un buen promedio, se decidió que no tomaba el juego con la suficiente seriedad! Es posible que esto sea más revelador en cuanto al núcleo de la actitud general hacia los juegos que el reciente escándalo de las ligas infantiles de béisbol estadounidense en donde un padre mintió acerca de la edad de su hijo a fin de que le permitieran ingresar a un equipo ganador.

Poco debería sorprender que para cuando uno llega a la edad adulta, haya perdido el contacto con la propia capacidad de ser flexible y creativo sin preocuparse de lo que está haciendo la otra persona. Hay una excelente frase en una película, The Sure Thing (1985), en que la heroína, ante la acusación de ser rígida y reprimida, se defiende diciendo: “Soy tan espontánea como cualquiera. Sencillamente creo que la espontaneidad tiene su lugar y su momento”.

Incorporación del juego en la terapia adulta

El juego puede incrementar la autoestima. Propicia a que uno acceda a estados de bienestar y de calma, así como de simpleza y felicidad. Cuando uno está relajado en un juego, es frecuente que aumente su capacidad de empatía e intimidad. El juego es afirmante. Diana Fosha (2000) describe la alegría y el dolor emocional como los indicadores afectivos de sanar.

El juego se convierte en el ambiente natural y ligero en el que el terreno interno se puede explorar de manera segura en cualquier idioma. Los resultados son fáciles de observar.

LIBERACIÓN DEL ESTRÉS

En general, la sociedad occidental está conformada por adultos que necesitan reaprender el arte de jugar y, de hecho, la mayoría de la gente está más que dispuesta. Lo único que requieren es que se les dé permiso. El personal se reunió, cuadernos en mano, para su junta regular. El grupo conocía al conferencista programado y esperaban una capacitación interna, pero lo que obtuvieron fueron dos horas de pura diversión.

* N. de T.: Juego en que los niños se ponen en círculo arrojando un objeto de uno a otro mientras cantan una canción. El niño que se queda con el objeto al final de la canción sale del círculo; el juego continúa hasta que sólo queda uno. * N. de T.: Juego en el que los niños cantan y bailan en círculo. Al finalizar la canción todos se dejan caer al suelo.

* N. del E.: El término “sanar” —y más adelante otros como “alivio” o “curativo”— alude al inglés “healing”.

En esta obra se ha optado por evitar los términos “sanación” (debido a su común acepción, misma que se encuentra fuera del contexto de la clínica) y “cura” (por su posible imprecisión desde el punto de vista psicoanalítico).

TERAPIA DE JUEGO CON ADULTOS

La directora de la agencia había arreglado (sin que lo supiera su personal) un taller de juego como regalo para las fiestas. Se quitaron todas las cosas de la mesa y se formaron equipos (todos ganaron). Utilizaron marcadores, diamantina y etiquetas adhesivas para decorar las bolsas que llevarían los premios (golosinas, gomas para borrar y otros tesoros) y aparecieron los refrigerios (nada demasiado sano). Los juegos no tenían ningún valor educativo en absoluto, pero su potencial sanador era innegable. Era sorprendente ver a estos cuidadores profesionales convertirse en compañeros de juego espontáneos, simples y con frecuencia ruidosos. Los líderes empresariales están descubriendo el poder del juego para refrescar y nutrir y para reducir el estrés. Los expertos en desarrollo organizacional con frecuencia trabajan con el personal por medio de juegos a fin de generar las respuestas cognitivas más genuinas, en lugar de estrechas. En corporaciones importantes por todo EUA, se están instalando gimnasios debido a que ahora se comprende la liberación física del estrés.

En la mayoría de los puestos estresantes, desde ejecutivos empresariales hasta terapeutas, la entrevista incluye al menos una pregunta acerca del cuidado propio —es posible que los altos ejecutivos siempre lo hayan sabido, lo cual explica la importancia del golf en las relaciones de negocios. Aun a pesar de la conciencia empresarial, la capacidad para jugar sigue siendo un arte competitivo; sin embargo, la competencia en manos de un terapeuta de juego puede convertirse en una ventaja. Cuando alguien está absorto en un concurso, es común que baje las defensas, de modo que es factible que emerja la verdad interna — y es frecuente que lo haga. El juego era sencillo. Ver quién podía hacer la lista más larga de respuestas (no había correctas e incorrectas) a algunas preguntas comunes. “¿Qué cosas encontrarías en una fiesta?” “¿Cuántos sabores de helado puedes nombrar?” “¿Cómo te sientes cuando se muere alguien a quien amas?” Los “concursantes” estaban tan embebidos en ganar que se eliminaron los filtros y los sentimientos que nunca habían expresado brotaron sobre sus hojas de papel. Incluso la culpígena palabra “aliviado” salió a relucir.

Algunos ni siquiera se dieron cuenta de lo que habían dicho y así descubrieron varios sentimientos que nunca antes habían admitido que tenían. Otros sabían lo que tenían en mente, pero la apresurada competencia había permitido que se colara el pensamiento hacia el exterior. Todos descubrieron que no estaban solos: otros habían sentido lo mismo.

DOMINIO

La competencia, aun siendo tan poderosa como es, no es lo único que invita al juego. Los adultos, al igual que los niños, tienen una necesidad de experimentar el dominio. El Yo se ve implícitamente nutrido por la ausencia del fracaso. El juego es la herramienta más natural ya que, dentro de un contexto terapéutico, es imposible hacer algo mal. Como en el caso de Susanna, que alguien sea testigo de la creatividad y que sencillamente la acepte, invita al Sí mismo emergente. “Es dentro del juego y sólo en el juego que el niño o adulto individual pueden ser creativos y utilizar su personalidad total, y es sólo al ser creativo que el individuo descubre al Sí mismo” (Winnicott, 1971, p. 54). Sólo estaban amasando el barro distraídamente mientras hablaban. Puso cuatro objetos indefinidos en fila para probar que no era nada creativa. Juntas reflexionaron acerca de los objetos y del número cuatro. Surgió el poderoso recuerdo de un evento que había ocurrido cuando tenía cuatro años de edad; por medio del barro, el suceso encontró una voz y el inicio del alivio. Los objetos se guardaron en una caja especial y, de vez en vez, se sacaban para ayudar a reconstruir el rompecabezas de su pasado. Los objetos, aunque técnicamente eran indefinidos, hablaban con claridad el idioma de su corazón.

EVALUACIÓN LÚDICA

La terapia requiere de evaluación, que en ocasiones es un proceso bastante directo. En otras ocasiones, puede ser esquivo. Esto se complica aún más cuando la terapia y el cliente han de observarse bajo la mirada penetrante de un tribunal. Ella venía de una tierra lejana y buscaba asilo debido a años de abuso reiterado durante su adolescencia. Diversos psiquiatras de la corte habían dicho que era imposible probar sus afirmaciones y que debería ser deportada. Afortunadamente para ella, un astuto estudiante de leyes conocía la terapia de juego y buscó una consulta. A lo largo de tres visitas, se utilizaron varias técnicas. La mujer que ella dibujó cuando se le pidió que dibujara una persona tenía una bella cara sonriente, pero carecía de manos y de pies. Su bandeja de arena estaba llena de temas femeninos de indefensión, abandono y temor. Además, a pesar de contar con un nivel medio de inteligencia, le tomó tres veces más tiempo que un niño promedio de siete 

INTRODUCCIÓN:

Armar un rompecabezas que había hecho como metáfora de alivio después del trauma. Aun cuando no era posible probar las diferentes acusaciones, había suficiente evidencia de trauma psíquico a partir de la “evaluación lúdica” como para convencer al abogado de inmigración que abandonara la petición de deportación y le permitiera quedarse en el país. Ahora, ella se encuentra en terapia dentro de una clínica de abuso sexual y está en vías de tener una vida pacífica.

COMUNICACIÓN: DECIR LO INDECIBLE

Ella había estado en terapia que no era de juego por más de un año. Acosada por pesadillas y abrumada por ataques de ansiedad, lo poco que podía hacer era garabatear los horripilantes pensamientos en un papel y sellarlos con cuidado en sobres que se guardaban en la oficina de la terapeuta. Con el tiempo, pudo escribir algunos de sus pensamientos como parte de historias breves acerca de otra persona. Más adelante, en una sesión extendida cuidadosamente planeada, se invitó a dos ejecutantes de play back. La paciente y la terapeuta se sentaron a un extremo de la habitación; la paciente leyó la primera historia en voz alta. Los actores la representaron y se sentaron en el piso. Como si estuviesen a solas en la habitación, la paciente y la terapeuta hablaron y, cuando estuvo lista, la paciente pidió leer otra historia. De nuevo, se representó de forma sencilla al otro extremo del cuarto; era la personificación de la proyección. De manera caritativa y poderosa, le daba suficiente distancia a la verdad inconfesable como para que fuese posible observarla sin revivirla. Tal vez la parte más interesante de este incidente es que la paciente instigó a que se llevara a cabo el play back, ya que había visto cómo se hacía en una representación pública y percibió que podía ayudarla de alguna manera. Al principio, era la terapeuta quien se había resistido; sin embargo, debido a que estaba comprometida a ayudar a sanar a su paciente, hizo las investigaciones necesarias para aprender la técnica e integrarla en la sesión. De nuevo, esto prueba que es el paciente que con frecuencia sabe lo que necesita y que es parte del trabajo de los profesionales acceder respetuosamente, incluso si eso significa estirar los límites.

INSIGHT

No podía explicar por qué las cosas eran diferentes en esta ocasión. Después de todo, él había trabajado en la morgue de la ciudad por muchos años. Era su trabajo recuperar los cuerpos y, así, había estado en muchas escenas horripilantes. Pero esto era diferente —no podía parar de caminar de un lado a otro y NO QUERÍA hablar de ello—. También aclaró, “¡no estoy como para hacer dibujos!”. Después de mirar alrededor de la habitación durante un tiempo, decidió arrojar barro (el terapeuta tenía una pared dentro del consultorio con este fin). Durante un largo tiempo, estuvieron en silencio, nada más lanzándolo; el terapeuta siguió el ritmo e intensidad de sus tiros A la larga, empezó a hablar de lo bien que se sentía simplemente arrojar algo; siguieron con la plática simultánea, haciendo poco contacto visual. A medida que continuaron lanzando barro, se desarrolló la historia, cada vez aclarando mayores detalles acerca del evento específico y cuestiones secundarias importantes. Después de casi 45 minutos, simplemente miró al terapeuta y dijo, “¡Dios mío!”. Después se sentó a llorar. No sólo por la historia sino, más bien, por el alivio de descubrir que no estaba “loco”. A medida que lanzaba y contaba la historia, había encontrado la respuesta: era tan solo un hombre común y corriente que se había visto atrapado en la compleja convergencia de circunstancias extraordinarias.

COMBINACIÓN DE PODERES

La mayoría de estas narraciones ilustran la combinación de los poderes terapéuticos de la terapia de juego. Por su naturaleza, todo juego estimula el dominio. El movimiento físico provoca la liberación; la creatividad estimula el insight. El juego y su valor terapéutico hacen recordar la vieja canción Dem Bones, que dice “el hueso de la cabeza se conecta con el hueso del cuello”, y así sucesivamente. Jugar, ya sea con juegos, títeres, tambores, barro, deportes, movimiento, dibujos, drama, muñecos, arena o cualquier otra cosa que esté disponible, induce una cascada de efectos positivos. Existe un sinfín de posibilidades para el uso del juego en la terapia con adultos. Durante muchos años los traumatólogos han utilizado diversas técnicas de juego tanto para sesiones informativas, como para terapia (Pynoos, Nader, 1988; Shelby, Tredinnick, 1995). Marian Shapiro (1988) describe el uso de la terapia de hipnojuego como una técnica que utiliza la regresión de edad en combinación con la terapia de juego. Lo anterior da como resultado una re-formación del Yo, más que una intensificación del Yo. Debe recordarse que el juego coexiste con la terapia de conversación. No es una manera de lograr que alguien “hable acerca de ello”. Así como los niños, los adultos pueden sanar dentro de la metáfora. Susanna es un ejemplo, de hecho, su terapeuta no tenía idea de qué era lo que Susanna había “descifrado” mientras lloraba junto a su bandeja de arena. Nunca surgió en las sesiones subsecuentes y, aparentemente, nunca fue necesario que emergiera. Explorar lo que pasó quizá no sea esencial.

Los terapeutas de juego deben estar atentos a cuándo y dónde intercalar conversaciones cognitivas. La paciente no podía encontrar las palabras adecuadas y la terapeuta sencillamente no “hacía ‘click’” con ella. Ambas se estaban frustrando cuando, al final, decidieron bailar; utilizando trozos de tela de colores y movimientos de baile espontáneos, la paciente mostró cómo se sentía; entonces la terapeuta repitió el movimiento una y otra vez hasta que logró captar lo que aquélla quería decir (“hizo ‘click’” con ella). Fue divertido, claro y permitió una comunicación total imposible de lograr por medio de las palabras. Ese es el poder y la belleza del juego. Tiene tanto de arte como de ciencia. El terapeuta de juego y el ambiente de juego Es imprescindible que el terapeuta posea una buena disposición hacia comportarse de manera juguetona, porque es imposible esperar que los pacientes hagan algo que uno no haría; sin embargo, ser así no necesariamente es una característica universal. Schaefer y Greenberg (1997) desarrollaron la Playfulness Scale for Adults (Escala de Comportamiento Lúdico para Adultos), que lista cinco factores: ama la diversión, tiene sentido del humor, disfruta de la simpleza, es informal y es fantasioso. Quizá sería útil realizar un inventario de uno mismo antes de iniciar este tipo de trabajo.

El terapeuta de juego debe sentirse cómodo con la metáfora y el silencio, así como con las palabras. Requiere un alma valerosa y segura de sí misma, ya que el uso terapéutico del juego con adultos es territorio inexplorado. Así como la terapeuta que hizo el intento con el play back, es necesario tener la disposición de escuchar a los pacientes e integrar su sabiduría dentro del plan de ayuda. Jugar con adultos a medida que batallan contra asuntos invisibles es como caminar en un campo minado: es vital ser valiente y muy cuidadoso. Aun con todo esto, bien vale la pena (recuerde eso la próxima vez que esté aspirando arena y limpiando brochas). Es un trabajo absolutamente maravilloso, ya que atrae una enorme profundidad al proceso. Con frecuencia, cuando uno habla, sólo puede ver el “ahora” al tiempo que escucha el “entonces”. No obstante, absortos en el juego, el “entonces” entra a la habitación en su totalidad. Observe los ojos de una persona que está golpeando un trozo de barro y verá el dolor en su momento y realidad, no sólo el recuerdo de éste. Es impactante. Este tipo de poder obliga un ambiente adecuado. Debe invitar la conducta lúdica sin parecer pueril ya que, por sobre todas las cosas, es imprescindible ser respetuoso. Uno puede tomar una esquina del cuarto de juegos y convertirla en el área adulta con un pequeño sofá o unas cómodas sillas. No porque sean pocas las personas que estén dispuestas a sentarse de buena gana en el piso (en realidad muchas accederán a ello), sino porque es posible que tengan que llegar a eso de manera más pausada. También tenga en mente que ciertos juguetes pueden disparar recuerdos traumáticos, así que es preciso contar con un espacio neutral hasta estar familiarizados con todos los temas a tratar. Si usted está comenzando en una oficina que ya es para adultos, es posible que sea más fácil acumular juegos y juguetes en un área de la habitación. Es necesario un adecuado aislamiento acústico de la habitación, ya que es común que el juego se torne exuberante y muchos adultos llegan a sentirse apenados por su capacidad de desenfreno. Además, usted no querrá intimidar a quien se encuentre en la sala de espera.

CONCLUSIÓN

Hay una historia acerca de los soldados que se encontraban enfilados en trincheras opuestas durante la Primera Guerra Mundial. Era Nochebuena y se había declarado una tregua al fuego; a lo largo de la noche y durante todo el día de Navidad, primero de manera tentativa y después con mayor entusiasmo, los hombres salieron de sus escondites. Cantaron villancicos y se inició un juego de fútbol espontáneo entre los soldados de los bandos opuestos que llenó las horas de la tregua. Mito o milagro, cualquiera de ambos es un tributo al poder del juego y a la esperanza que yace en el espíritu humano. El juego es una conducta natural y perdurable en los adultos. Tiene poderes curativos para la mente y el espíritu que sólo ahora comienzan a ser apreciados e inicia el aprendizaje a fin de utilizarlos. El resultado de la integración del juego a la práctica psicoterapéutica con adultos se está volviendo claro y mensurable. Esta obra lista una variedad de enfoques y técnicas, pero sólo son el principio. Ahora es el turno de pacientes y profesionales de arar esta tierra fértil y compasiva.

Era su primer día como orientadora. Sabía que había hecho una buena elección cuando vio colgado en la pared de la oficina un bordado con una cita atribuida a C. Jung, en el que se leía, “Aprende las teorías lo mejor que puedas, pero déjalas a un lado cuando toques el milagro del alma humana”. Con el permiso de Jung, quizá podría añadirse algo más: “Aprende las teorías lo mejor que puedas, pero déjalas a un lado cuando toques el milagro del alma humana. ¡Déjalas a un lado y juega!”       

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Lección 4

Psicodrama

Aunque algunos de los métodos del psicodrama pueden adaptarse e integrarse a otros enfoques terapéuticos, la representación plena, el psicodrama clásico, es tan complejo como una cirugía: al igual que ésta, el psicodrama debe aprenderse en la práctica, con supervisión de entrenadores más experimentados. El texto satisface la función de orientación intelectual, pero los lectores no deberían considerarse como capaces de dirigir las representaciones más complejas sin el debido entrenamiento. (Psicodrama, sociometría y psicoterapia de grupo; 2002). Lo que es más, al igual que el cirujano debe también ser un médico competente, un director de psicodrama debe fundamentar esa práctica en un conocimiento más amplio del diagnóstico y la teoría, un amplio rango de métodos de tratamiento además del psicodrama y así sucesivamente. Aunque los métodos del psicodrama, en forma modificada, tienen muchas aplicaciones en entornos no clínicos, como la educación, el entrenamiento profesional y empresarial, la resolución de conflictos dentro de la comunidad, talleres religiosos, programas de desarrollo de personal y similares; el énfasis de este libro se coloca en su uso como método de psicoterapia, que también fue el propósito original del psicodrama.

ELEMENTOS BÁSICOS

Al paciente se le ayuda a volverse el actor principal, el protagonista, en una interpretación de algún aspecto de su vida. El director, quien es la persona entrenada en el método y que por lo general es un psicoterapeuta, facilita el proceso. La interpretación se ayuda de ejecutantes de apoyo, a quienes Moreno llamó los Yo auxiliares (y, de manera más reciente, referidos simplemente como auxiliares). En ocasiones, estos auxiliares son representados por asistentes entrenados o coterapeutas, pero con más frecuencia por miembros del grupo que asumen estos roles de apoyo. Los ejecutantes por lo común realizan la interpretación en una sección especial de la habitación, a fin de establecer el estatus especial y diferente de “como si” de la dramatización. En general, primero se realiza un proceso de calentamiento que incluye diversos elementos: promover una sensación de seguridad, la autorrevelación simétrica y la disposición lúdica pueden aumentarse a través de una serie de experiencias estructuradas (calentamientos).

La dirección de grupos orientados a la acción tiene cierto “truco”. Los directores deben planear los calentamientos y las explicaciones de modo que se dirijan al tamaño, composición y propósito del grupo. El método en sí mismo es muy flexible y adaptable a casi cualquier contexto, porque no es necesario emplear el “enfoque clásico” completo para obtener muchos de los beneficios de sus diversos componentes. Debido a que la realización de psicodramas terapéuticos completos, orientados al problema, es capaz de generar emociones poderosas, el director debe estar plenamente entrenado en el uso del método. Sin embargo, los terapeutas que implementan otros enfoques pueden utilizar de todos modos algunos de los métodos del psicodrama al servicio de su propio trabajo. El role playing es el derivado más comúnmente conocido del psicodrama. Tiende a enfocarse más en cómo debería lidiarse con el problema y hace menos énfasis en la exploración profunda de los sentimientos de los pacientes o en la promoción de una catarsis. El segundo paso después del calentamiento es el establecimiento del escenario. La persona cuyo problema ha de explorarse —quizá uno que es común a muchos de los miembros del grupo— es entrevistada por el director y avanza de una descripción abstracta de los temas implicados a un ejemplo bastante específico. El principio esencial en este momento es: “si no podemos escenificarlo, verlo, escuchar las palabras, entonces realmente no sabemos que está pasando”; esto ayuda a contrarrestar la tendencia de las personas a utilizar términos abstractos y “palabrería psicológica” como una defensa inconsciente contra en verdad participar en la situación. Al delimitar el escenario, es factible ocuparse más o menos tiempo definiendo la escena imaginada; las dimensiones de la habitación y la localización de la puerta, ventajas, sillón o lavabo. El siguiente paso aclara el reparto de personajes. Al momento de iniciar la escena, ¿quién está en la habitación?

SOLILOQUIO

A veces una escena comienza con el protagonista abordando una situación —regresar a casa después de estar un año en la universidad, alistarse para una entrevista de trabajo o levantarse para ir a la escuela en un día en que sucedió algo traumático—. A esto prosigue el calentamiento, de modo que el protagonista comience a recordar qué tipo de pensamientos preliminares establecieron la escena resultante. El soliloquio presenta al protagonista mientras conduce un automóvil, se viste o camina, quizá con el director como una contravoz interna invisible que evoca más preguntas (un tipo de “doble” [más adelante se describe el uso de la técnica del doble]). Aunque es posible que estos pensamientos se hayan mantenido internos, sin hablarse en voz alta, se expresan en palabras para propósitos del psicodrama. Decir las palabras en voz alta —expresión— es una manera poderosa de sentir la realidad de los pensamientos. La mente inconsciente tiende a desorientar, oscurecer, desestimar y evadir de otras maneras la clara aseveración de muchos pensamientos y sentimientos. Los diversos mecanismos de defensa pueden operar de forma continua, sutil, unos con otros, y mezclarse con una variedad de otras maniobras de evitación —modos de hablar que crean distancia y “desapropiación” de la experiencia—. Los métodos psicodramáticos sirven para contrarrestar esta tendencia haciendo que la experiencia sea más vívida, además, decir las cosas en voz alta sabiendo que otros escuchan estas declaraciones, ayuda a promover un grado más agudo de conciencia.

INTRODUCCIÓN DEL AUXILIAR

La siguiente escena a menudo implica a otro personaje y quizá el protagonista elija a alguien del grupo para que interprete el rol: “¿Quién del grupo puede ser tu papá?”, pregunta el director; “Mark”, contesta el protagonista. “Mark, ven aquí y ahora tú eres el papá” (y así lo hace Mark). Las variaciones son posibles. El director puede elegir al auxiliar; alguien dentro del grupo podría entrar al calentamiento y desear interpretar al padre e indicaría su interés levantando la mano. Además, es posible que la persona elegida no desee entrar a la dramatización. El director debería enfatizar la naturaleza voluntaria del proceso —es válido que los participantes digan “no” en cualquier momento durante la acción. Pero ¿cómo debería comportarse el auxiliar? El director dice al protagonista (a quien aquí se le llamará Joe para los propósitos de esta explicación), “Joe, haz una inversión del rol y vuélvete tu papá; muéstranos cómo actúa al principio de esta escena”. Aun después de iniciada la escena, puede haber varias acciones e inversiones de rol en los que el protagonista se convierte en la otra persona y muestra cómo reacciona ésta. Lo anterior ayuda al auxiliar a realizar el calentamiento del rol. En un cierto momento, el auxiliar obtiene una comprensión de quién es el padre y comienza a responder desde un punto de vista que representa al padre de Joe.

TRABAJO EN EL AQUÍ Y AHORA

Una de las maniobras evasivas más comunes es la de la narración (contar un cuento). Encontrar un tema similar a un cuento acerca de la propia vida ayuda a obtener estructura y significado; sin embargo, la narración tiende a estar en palabras y en tiempo pasado o, si se habla sobre un suceso anticipado, en subjuntivo: “yo haría…” o “podría…”. A fin de aumentar el realismo que logra un mayor grado de apropiación de la experiencia, el psicodrama actúa en lugar de simplemente hablar de ello, y esa actuación se vuelve a enfocar para experimentarse “como si sucediera en el aquí y ahora”. De modo que cuando el protagonista comienza a volverse hacia el director y explicar qué sucedió (narrando el pasado), el director debe ayudar a redirigir su conducta: “Muéstranos, no nos lo digas; está ocurriendo ahora”. Una variación consiste en instruir a los participantes a que fraseen sus comentarios como afirmaciones directas hacia la otra persona, no al director o al público. Cuando Joe voltea la cabeza, sacudiéndola y dice al grupo “no le importan mis sentimientos”, el director dice, señalando con el dedo al “padre”: “¡Díselo a él!”, a fin de que Joe se vuelva hacia su padre, quien es interpretado por Mark, y le diga “¡Papá, a ti no te importan mis sentimientos!”.

DOBLE

Es una técnica que introduce un mecanismo dramático, la voz superpuesta que aparece en muchas películas y programas de televisión, con la que se permite que el público escuche los pensamientos no expresados del protagonista. Al carecer de la tecnología electrónica, se utiliza a otro auxiliar para interpretar al doble, el papel de los sentimientos de Joe, las cosas que podría pensar pero que comúnmente no diría. Éste es el papel más productivo. El arte de doblar implica esforzarse para hacer surgir material que podría estar al nivel preconsciente, el cual se refiere a aquellas cosas de las que uno se percata conscientemente en la mente pero que producen una sensación de incomodidad o que uno tiende a alejar, inhibir o negar de otras maneras. Decir tales cosas ayuda a abrir el flujo general de ideas e insights que suben desde el inconsciente.

De nuevo, el director debería estar atento a los sentimientos del protagonista en cuanto a que aquello que dice el doble sea “egosintónico”, es decir, que sea percibido como algo que en verdad expresa de manera precisa los pensamientos internos. A veces el doble falla y dice cosas que no se sienten como ciertas y el director tendrá que tranquilizar al paciente en cuanto a que es correcto estar en desacuerdo y corregir al doble. A su vez, se instruye al doble a atender a las indicaciones del protagonista y no fijarse tanto en sus propias ideas hasta el punto de adjudicar “sus propios problemas” al protagonista. Los dobles que no consigan alinearse con el protagonista deben ser relevados de manera amable, para entonces elegir a otro individuo que cumpla esta función. Se trata de un rol muy fecundo y los psicodramatistas en entrenamiento ocupan una gran cantidad de tiempo practicando los roles auxiliares, mismos que implican una actividad de asunción del rol —en realidad consiste en imaginar cómo se siente estar en el predicamento de la otra persona—. De hecho, esta actividad es la esencia de la empatía.

CORTE DE LA ACCIÓN

El director debería sentirse en libertad de anunciar “¡Corte!” para detener la escena, y durante el receso subsecuente podría entrevistar o aleccionar al protagonista o a uno de los auxiliares. La esencia es igual a la del director de cine que pide un corte mientras filma para realizar ciertos ajustes; se supone que la película editada cubrirá estas interrupciones. No obstante, en cintas acerca de cómo se filman las películas, y en el psicodrama, el público puede observar el proceso en sí de cómo se modifica la actuación y, de hecho, estas modificaciones son la esencia del método. Aunque en los periódicos uno podría leer acerca de cómo una situación conmovedora es un “psicodrama”, en realidad se trata de un uso erróneo del término. Para servir como psicodramas, los dramas complejos y con una intensa carga emocional deben incluir el elemento adicional de la oportunidad para el intérprete principal de hacer una pausa y reflexionar: “¿Es ésta es la manera en que quiero representar este rol?”, “Más aún, ¿es éste el rol que quiero interpretar?”, “¿es posible negociar de nuevo este rol?”. Tales preguntas permiten interrumpir los viejos patrones de reacción e introducir una nueva perspectiva. Esto es en gran medida lo que Moreno intentaba representar a través del valor de la espontaneidad —lidiar con una vieja situación de una nueva manera o con una nueva situación de una manera más efectiva.

TÉCNICA DEL ESPEJO

La técnica del espejo implica interrumpir la escena, sacar de escena al protagonista, permitir que otro auxiliar interprete el rol del protagonista y observar. Es el equivalente dramático de introducir una videocinta de play back: el protagonista puede ver cómo está actuando, incluyendo las comunicaciones no verbales. Después de esto, se puede permitir que el protagonista represente de nuevo la escena.

REINTERPRETACIÓN Y ENTRENAMIENTO DEL ROL

La esencia del ensayo en teatro, música, danza y otras actividades es la oportunidad para refinar una conducta. Hablar o pensar sobre ello no puede remplazar el potencial de la práctica real que implica la sensación de decir algo de manera directa, enfrentando el posible enojo o tristeza del otro, de luchar contra la situación y refinar el propio comportamiento elegido en el rol. A menudo una dramatización requeriría, en cierto momento, de una serie de varias reinterpretaciones, no sólo una, a modo de practicar un rol nuevo o uno emergente. Una técnica relacionada combina la reinterpretación y el espejo con una variación: ¿cómo manejarían las otras personas del grupo un predicamento específico? Varios participantes podrían levantarse y asumir el rol del protagonista mostrando cómo reaccionarían.

De modo que, si el desafío se tratara de resistir la presión de los pares en cuanto a fumar o practicar sexo sin protección, los otros modelarían y, por ende, practicarían sus propias conductas autoasertivas. A su vez, el protagonista obtendrá ideas —pero, al mismo tiempo, no se le obliga a elegir ninguna en particular— para formular otra vez las tácticas o estilo en la siguiente escena en la que de nuevo se enfrente con el estímulo desagradable. Es posible que ese sea el uso más generalizado de la técnica de role playing.

SOCIODRAMA

El sociodrama es la aplicación de los métodos psicodramáticos a la exploración a mayor profundidad de los temas que implican un conjunto único o limitado de roles. En realidad, las personas representan varios roles diferentes, muchos de los cuales están en conflicto entre sí y cada uno posee sus propios elementos únicos. Así, por ejemplo, Joe quizá tenga una esposa que se comporta de una manera determinada y un padre que solía amenazarlo de un modo muy específico. Si Joe está enfrentando cierto conflicto con su jefe, es probable que estén implicadas, al menos en parte, las presiones que siente con su esposa y que se vea distorsionado por los viejos patrones de aprendizaje que provienen de su relación con su padre. Ese es el psicodrama. En contraste, un ejemplo de sociodrama es la exploración dentro de un grupo que observa la manera en que las personas trabajan con sus supervisores en el lugar de trabajo. Investigaría los temas que comparte la mayoría de la gente en relación con los supervisores.

El sociodrama se dirige a los retos de un rol determinado, pero no a los elementos particulares de cómo dicho rol se manifiesta en la vida del individuo en interacción con los otros roles que posee (Sternberg, Garcia, 2000). Debe reconocerse que las actuaciones sociodramáticas pueden conducir con facilidad a un psicodrama y, a su vez, es frecuente que las actuaciones psicodramáticas tengan escenas que en realidad son más sociodramáticas — las cuales tratan con el entero sentido con que la cultura define un determinado rol—. En los grupos terapéuticos, este viraje puede ser sutil, pero en los grupos educativos o gerenciales los directores deben estar alerta sobre esta tendencia y resistirse de manera enérgica a la propensión de volver una exploración dada de un rol (un sociodrama) en un problema personal (un psicodrama).

REALIDAD EXCEDENTE

Uno de los aspectos más poderosos del psicodrama es la capacidad de actuar no sólo aquello que sucedió sino también, como dijo Moreno, “lo que nunca sucedió, ¡lo que nunca podría suceder!” lo cual, según Moreno, es la verdad psicológica y quizá sea más importante que los meros hechos históricos. La dramatización permite que se actúen las fantasías, los delirios y alucinaciones, una reunión con el fantasma de un ancestro o el encuentro con un niño que nunca nació. Debido a que una de las metas más importante del psicodrama es ayudar a los pacientes a desarrollar insight, la introducción de perspectivas que no se habían considerado de manera plena resulta útil en ciertas ocasiones. “Qué tal si…” puede abrir a las personas a deseos o anhelos que fueron bloqueados hace muchos años: “¿qué tal si pudieras repetir esa fiesta humillante de cumpleaños cuando eras niño, sólo que hacerlo de modo que todo resulte maravilloso?”, “¿qué tal si tuvieras una plática íntima con un padre o madre que nunca te escuchó, utilizando la técnica del ‘yo auxiliar reformado’ en la que el padre no sólo escucha, sino que realmente comprende?”. En este momento ya deben ser evidentes para el lector las muchas maneras diferentes en que los pacientes podrían beneficiarse de representar una amplia variedad de escenas. El psicodrama es enormemente rico y este capítulo sólo ofrece una especie de aperitivo para familiarizarlo con su rango y potencial. Es posible que se sienta motivado a leer más al respecto, tomar algunos talleres y aprender a utilizar este valioso grupo de herramientas.

INVERSIÓN DE ROLES

La inversión de roles es simplemente la actividad de intercambiar papeles. Al delimitar una escena, la inversión de roles es de ayuda para mostrar a un auxiliar cómo piensa el protagonista que debería actuar la otra persona. Como ya se mencionó, es una manera de ofrecer un calentamiento al auxiliar. El uso más complejo de la inversión de roles ocurre más adelante, cuando el encuentro ha proseguido durante un tiempo. En cierto momento se vuelve apropiado que el protagonista considere el punto de vista de la otra persona.

Antes de eso, debería tener oportunidad de ventilar un poco, de ponerse en contacto con sus propios sentimientos y de apropiarse del derecho que tiene de sostener su propio punto de vista. Pero entonces llega el momento de renunciar al egocentrismo, de expandir la mente para tratar de comprender cómo se siente realmente ser la otra persona.

Algunas formas de psicoterapia no demandan por completo tal ampliación de la conciencia; sin embargo, el psicodrama en parte se basa en una psicología social y también tiene cierto cariz ético. No es necesario que en última instancia se esté de acuerdo con la otra persona, sino que el verdadero insight requiere un reconocimiento de las perspectivas alternas, cierta empatía hacia el otro. Cuando dentro de su psicodrama el director invita a una inversión de roles, a tomar el lugar de su supervisor, la persona de pronto se ve sí mismo cargado con un conjunto diferente de presiones de rol. Los supervisores tienen que equilibrar su deseo de ayudar a sus subordinados con las restricciones que reciben de sus superiores, de la política de la empresa y de las necesidades de los compañeros del subordinado. En esta inversión de roles, la directora (en este caso una mujer) puede interrumpir la acción y entonces establecer una miniescena en la que entrevista a Joe, ahora en el rol de su supervisor: “señor Smith, ¿cómo se siente estar en este trabajo?, ¿cuáles son sus ventajas y desventajas?, ¿qué tipo de empleado es Joe?, ¿cuáles son sus propios prejuicios en cuanto a la solicitud que Joe le hizo?”. Ciertamente, Joe (en el rol de su supervisor, el señor Smith) no siempre sabe las respuestas a estas preguntas, pero puede suponerlas y, de hecho, toda persona abriga fantasías acerca de las motivaciones y experiencia de los demás. Lo que se está realizando tan solo hace que tales fantasías sean más explícitas. Además, una vez que se sacan a relucir en un estado de conciencia aumentada, son sometidas a una capacidad correspondientemente más compleja de la mente para el análisis racional. De modo que aunque esta inversión unidireccional de roles no es tan buena como contar con la presencia de las dos personas reales implicadas en un conflicto que puedan proporcionar retroalimentación correctiva, sigue siendo mejor que sólo reaccionar según los viejos hábitos de actitudes y comportamiento.

ENTRENAMIENTO EN HABILIDADES

Un componente significativo en la terapia debería ser el desarrollo de habilidades —no sólo información, sino actividades que vale la pena practicar y que es preciso aprender a través de la experiencia—. El entrenamiento en asertividad comenzó a volverse un método más reconocido a finales del decenio de 1960-69 y el role playing es bastante más efectivo que tan solo leer sobre el tema o escuchar conferencias. También tiene mucha fuerza el hecho de no sólo aprender a ser asertivo uno mismo desde el inicio, sino también a responder de maneras mesuradas, pero enérgicas, cuando la otra persona no cede con facilidad, prosigue con la discusión o hace que la disputa crezca de manera desmedida. Enseñar a los padres a manejar la obstinación de sus hijos también requiere de cierta práctica conductual de este tipo (la cual fue introducida por el psicodrama y después incorporada dentro de la terapia conductual).

ENTRENAMIENTO DE LA IMAGINACIÓN

El psicodrama y su idea derivada de la “realidad excedente” alientan a las personas a imaginar. Varias otras terapias relativamente recientes de imaginería hacen lo mismo, pero el psicodrama (que las precedió) permite que la imaginería se actúe, lo cual aumenta la intensidad de la experiencia física. La dramatización requiere un proceso hasta cierto punto concreto de delimitación de la escena. La idea es que, en cierto modo, todos los presentes conforman el público y si el público no logra “verlo y escucharlo”, no sabrá de qué está hablando el paciente. Como ya se mencionó, el requisito de que las imágenes sean específicas ayuda a evitar las defensas de racionalización y verbalización excesiva, es decir, hablar sobre el tema y dar rodeos evitando la cuestión real.

En el trabajo de duelo, por ejemplo, representar en escena un recuerdo compartido que se expresa trae específicamente a la mente imágenes que se han suprimido y, con frecuencia, junto con ellas llega una carga de emociones. Un abuelo en agonía que escucha a su nieto decir “te quiero” es una imagen más agradable que si oyera “te odio”, sin embargo, no resulta sencillo recordar por qué el niño consideraba que el anciano le despertaba cariño. Sería más significativo algo como “recuerdo la vez que caminamos en la playa en Miami, encontraste una estrella de mar y me la regalaste, y todavía la tengo en la repisa de la chimenea”. Es factible visualizar la escena un poco más; incluso tendría más fuerza escenificar esa caminata, sentir la brisa, especificar si ambos iban descalzos o tenían zapatos —con mucha frecuencia las emociones residen en los detalles más pequeños.

TEORÍA DEL ROL

Moreno fue uno de los fundadores de la teoría del rol, una contribución singular de EUA a la sociología. La teoría del rol es principalmente un lenguaje o manera general de abordar las consideraciones acerca de la psicología. Una de sus muchas ventajas es que puede atender a la dinámica asociada con varios niveles del funcionamiento humano y entre ellos: somático, intrapsíquico, interpersonal, de grupo pequeño, de grandes grupos y cultural. El concepto de rol se ha vuelto común en la actualidad, expandiéndose de sus orígenes en el teatro (donde al principio describía los pergaminos “enrollados” que tenían el  papel asignado a los actores) para detallar una función dentro de un sistema más complejo que a veces no tiene nada que ver con las personas. De modo que su lenguaje es familiar. Las principales ventajas de la teoría del rol se derivan de sus asociaciones sutiles con sus orígenes, la dramaturgia, porque implica que todo individuo se halla representando roles. Por extensión, toda persona está en la posición de elegir representarlos de manera diferente; uno puede aprender a interpretarlos mejor; abandonar un rol, cambiar roles, balancearlos, aumentar el propio repertorio de roles; también participar en otras operaciones que cambian estas unidades de conducta, de punto de vista, actitudes y expectativas sociales como si fueran las piezas en un tablero de ajedrez.

El teatro es una de las artes y los artistas son considerados como personas creativas; por ende, los individuos que interpretan roles deberían llevar cierta creatividad a la tarea. En otras palabras, la interpretación de roles se remonta al sitio teórico que tiene la creatividad en la vida. Además, a las personas les agrada la idea de considerarse como creativas; hace que progresen en la terapia o en educación o en los negocios, y les invita a reconsiderar sus ideas y a ponderar nuevas alternativas. La teoría del rol reconoce la influencia del pasado, pero tiende a colocar mayor énfasis en el problema actual y en el futuro que se prevé de manera inmediata. Por ende, en el proceso terapéutico, una evaluación cuidadosa de las complejidades reales de los conflictos de rol inherentes a la situación vital real del paciente puede ofrecer una comprensión más pertinente acerca de la naturaleza del problema que el tiempo ocupado en dilucidar los detalles de la primera infancia. La combinación del reconocimiento del predicamento existencial del individuo y su “lenguaje amigable para el usuario” hacen que la teoría del rol se constituya en un fundamento natural para el psicodrama. Además, es compatible con muchos, si no es que con la mayoría, de los constructos teóricos del psicoanálisis (al igual que con los conceptos teóricos de otros enfoques) que entonces pueden ser analizados de manera más comprensible.

SOCIOMETRÍA

Incluso antes de desarrollar el psicodrama, Moreno vio el potencial terapéutico de los grupos —en especial la utilidad de los administradores en hospitales, cárceles o escuelas que permitían que las personas que preferían afiliarse unas con otras lo hicieran en disposiciones de grupos, dormitorios o proyectos—. Para evaluar las preferencias interpersonales de los individuos (la reacción espontánea que explica el rapport) Moreno simplemente preguntaba a los miembros del grupo con quién preferían reunirse para participar en alguna actividad específica. Después clasificaba los resultados en una tabla y hacía planes con base en ello. Para los miembros más maduros del grupo, Moreno encontró que compartir la información y ayudar al grupo a lidiar con ella era una forma eficaz de explorar aspectos psicodinámicos e interpersonales muy significativos. Los métodos psicométricos pueden utilizarse sin emplear el psicodrama, el cual, a su vez, es factible de ser implementado sin utilizar formalmente la sociometría. En realidad, ambos enfoques son sinérgicos. Quienes trabajan con grupos, incluyendo a maestros y terapeutas de juego que manejan grupos, deberían prestar atención a estos asuntos de preferencia interpersonal —los flujos de atracción y repulsión que ocurren en cualquier entorno grupal (Moreno denominó “tele” a esa conectividad).

FACILITACIÓN DE LAS FASES DE LA PSICOTERAPIA

Los métodos del psicodrama son capaces de potenciar varias funciones en la terapia (Blatner, 1985). El proceso de psicoterapia tiene un tipo de progreso lógico que, aunque no es rígido, ofrece cierta estructura racional para el profesional.

1. Introducción y apoyo.

2. Contrato inicial y recopilación de antecedentes.

3. Enfoque en un problema, profundización y revisión de actitudes.

4. Formulación y recontratación.

5. Manejo de las fricciones en la relación de ayuda.

 6. Reintegración.

1. Introducción y apoyo. Los inicios de la terapia pueden facilitarse a través del uso de los principios del calentamiento, virar la sensación que tienen muchos pacientes de que su presentación debe ofrecerse claramente estructurada. El calentamiento ofrece la oportunidad de abordar el problema de manera gradual. Si el paciente se siente intimidado, la técnica de inversión de roles con el terapeuta o con otras personas puede reducir las fantasías de que se le esté juzgando, así como contrarrestar las tendencias a sentir que se es el centro de atención o a abrigar expectativas irreales y mágicas. Al proporcionar apoyo durante esta fase vulnerable, una forma modificada de doblaje (a la cual el autor de este capítulo llama empatía activa) permite que el paciente sepa que el terapeuta está dispuesto a ver la situación desde su punto de vista y que está dispuesto a corregir cualesquiera impresiones equivocadas.

2. Contrato inicial y recopilación de antecedentes. Esta función se beneficia del uso de la interpretación de pequeñas viñetas, breves representaciones utilizadas para aclarar las descripciones. A menudo, las quejas iniciales son vagas o demasiado abstractas. Yo —el autor de este capítulo— digo, “no sé qué quieres decir hasta que realmente visualice la escena”.

Tal enfoque cuasidramático ayuda a progresar hacia aspectos específicos, revela los elementos no verbales que moldean el significado de la interacción presentada y propicia que el paciente sienta que el terapeuta comprende el predicamento. La recopilación de antecedentes también se facilita con el uso del diagrama de redes sociales (al que Moreno llamó originalmente “el átomo social”) el cual, en esencia, implica dibujar una gráfica esquemática con un símbolo para el Sí mismo colocado enmedio y anotando los símbolos para las personas relevantes en la red social del paciente, junto con indicaciones de qué tan cercanos o lejanos los percibe éste, utilizando la distancia espacial como sugerencia de la distancia emocional. Quizá incluya el trazo de líneas que indiquen cómo se siente el paciente hacia cada una de tales personas y cómo considera que esos otros se sienten hacia él. Es una manera muy útil de formar la alianza terapéutica y de obtener información que le parezca pertinente al paciente.

3. Enfoque en un problema, profundización y revisión de actitudes. Lo anterior lleva a la terapia al “medio tiempo”. Note que dentro del proceso está ocurriendo un procedimiento continuo de diagnóstico. “En ocasiones, la simple descripción de un episodio conductual no es suficiente para reactivar todas las partes del patrón. Realizar un role playing del episodio puede ayudar al paciente a adquirir conciencia más plena de todos los aspectos de la experiencia y comprenderlos.” (Ford, Urban, 1998, p. 651.) Como parte de esta exploración de los significados subyacentes de los comportamientos y actitudes que salen a la superficie, con frecuencia se emplean las técnicas de doblaje, inversión de roles, concretización, espejo y exageración. Utilizando la realidad excedente, es factible actuar los sueños y fantasías; en ocasiones la catarsis acompaña a este proceso. A medida que se obtienen insights, se ayuda a los protagonistas a considerar alternativas al invitárseles a reinterpretar una escena de manera diferente y el entrenamiento del rol quizá resulte útil para integrar nuevas actitudes.

4. Formulación y recontratación. A menudo resulta útil desmitificar el proceso terapéutico y analizar la comprensión general del problema. Hablar en función de los roles que se interpretan y de cómo podrían ser definidos de modo diferente ofrece un lenguaje relativamente neutral para este proceso de poner los cimientos a la alianza terapéutica (Blatner, 1993).

5. Manejo de las fricciones en la relación de ayuda. Es inevitable que surjan las fricciones y, de hecho, el manejo de lo que se ha dado en llamar (engañosamente) resistencias y transferencias puede conducir a muchos insights. Técnicas como el espejo y la inversión de roles llegan a resultar benéficas en este caso. Así, por ejemplo, una fuente común de resistencia es la proyección de que el terapeuta está siendo crítico; mediante imaginar cómo se siente ser el terapeuta y ser entrevistado en ese rol, los pacientes quizá comiencen a adquirir mayor conciencia de las expectativas negativas y consigan neutralizar su impacto. Otra resistencia habitual es el sentimiento de que el terapeuta no está “haciendo las cosas bien” y, de nuevo, si esto se identifica, es posible explorarlo a través de una inversión de roles modificada y después reinterpretar la interacción anterior, excepto que el paciente tiene la oportunidad de mostrar lo que pensaría y haría un “buen” terapeuta.

6. Reintegración. La función de reintegración se puede facilitar actuando una escena correctiva, al utilizar la técnica del auxiliar reformado para que el protagonista reviva una situación traumática de modo que “suceda” (en la realidad excedente) en forma más positiva. Otra manera de promover la integración consiste en hacer que el paciente reinterprete la escena de una manera que le permita adquirir mayor poder y logre sentirse más autoasertivo. En este caso puede ser necesario el entrenamiento del rol, con aleccionamiento, quizá algún modelamiento por parte de otros miembros del grupo, y aliento y apoyo hacia las respuestas más efectivas. De manera que el psicodrama sirve como un laboratorio para experimentar con comportamientos alternativos, un sitio libre de fallas donde los pacientes tienen la libertad de ensayar un rango más amplio de reacciones. (Algunos de estos elementos se ilustran en la reseña de caso que se presenta más adelante.) A veces los problemas son complejos e implican varios asuntos interrelacionados. Después de lidiar con una faceta de la vida, suele suceder que surge otra situación; por ende, es posible que la terapia implique una o varias repeticiones de la secuencia, las cuales llegan a ocurrir con meses o años de intervalo, con cierto tiempo lejos de la terapia para consolidar las habilidades. También deben considerarse los temas relacionados con la terminación, el seguimiento y otros aspectos de la terapia. Dada la complejidad del proceso, existen muchas oportunidades para la aplicación efectiva de los métodos del psicodrama.

ÁREAS DE APLICACIÓN

Los métodos psicodramáticos pueden ser modificados y aplicados al trabajo terapéutico con niños (Bannister, 1997; Bannister, Huntington, 2002; Hoey, 1997), con pacientes que presentan trastornos postraumáticos (Kellerman, Hudgins, 2000; Hudgins, 2002), en terapia familiar (Blatner, 1994; Farmer, 1996) y otras áreas.

Duelo

El proceso del trabajo de duelo puede facilitarse a través de una técnica psicodramática modificada, si se aplica de manera sensata a ciertas fases. Debido a que una experiencia común que agrava el duelo sano es la sensación de “falta de conclusión”, de no haber dicho lo que se necesitaba decir, se permite explorar este proceso en la fantasía: la técnica de la “silla vacía” se emplea para imaginar a la persona fallecida y hacerle preguntas o afirmaciones. A través de la inversión de roles, el paciente puede representar lo que imagina que podría responder esa persona. La técnica se basa en la idea de que, en su ser más interno, las personas “tienen las respuestas” a muchas de sus preguntas más significativas desde el punto de vista emocional (Blatner, 2000b).

Educación

El role playing y el sociodrama son derivados del psicodrama y pueden utilizarse en todos los niveles educativos. En los primeros grados, como dramatización creativa, estos enfoques modificados promueven la capacidad de imaginación y la flexibilidad mental —cualidades que se necesitan en un mundo en constante cambio y que tienden a descuidarse en un sistema educativo que se orienta en demasía al conocimiento de las respuestas correctas y a presentar exámenes. Una de las principales aplicaciones de estos enfoques se encuentra en la tarea de promover el aprendizaje de habilidades sociales y emocionales, la “inteligencia emocional”, que es un movimiento en educación que está adquiriendo impulso (Blatner, 1995a).

Además, el role playing es un enfoque poderoso para mejorar una comprensión más profunda de la historia, literatura e incluso de algunos aspectos de las matemáticas y las ciencias naturales (Blatner, Blatner, 1997, capítulo 14). El role playing también es un método importante para el aprendizaje a través de la experiencia de las habilidades personales para todo tipo de personas que trabajan en servicios humanos, desde ventas y enfermería hasta la enseñanza de diversos temas a los estudiantes de medicina (p. ej., para hablar con los pacientes acerca de la muerte, recopilar una historia clínica más perceptiva o enfrentarse con comportamientos difíciles).

Ese tipo de enseñanza también se emplea en la educación profesional continua para todo tipo de clínicos. En estas actividades, el método psicodramático clásico se modifica de modo que los protagonistas no actúen escenas reales de sus propias vidas que resulten demasiado reveladoras de sí mismos, sino más bien, situaciones elegidas por el grupo, en donde los principales ejecutantes encarnan el papel de clínicos. (Esto concuerda con las diferencias antes mencionadas entre el sociodrama y el psicodrama.) Cabe la posibilidad de explorar una amplia diversidad de temas y de cultivar las habilidades sociales y emocionales de aprendizaje a través de una mezcla de sociodrama y role playing.

Profundización de la comprensión espiritual

Una interesante variación de este enfoque es la exploración sociodramática de las historias de la Biblia, de otras escrituras sagradas o de la literatura inspiradora (Pitzele, 1998). De nuevo, la cuestión es virar de la mera instrucción a un enfoque más asociado con la experiencia, a modo de apreciar las dificultades morales y espirituales implícitas en muchos de estos mitos culturales. Los sociodramas también pueden utilizarse en las escuelas de catequesis dominical y otros grupos religiosos (en especial para adolescentes y adultos jóvenes) para tratar temas culturales y éticos de otro tipo que han llegado a ser socialmente pertinentes.

Recreación

Aparte de su utilización como un proceso de solución de problemas, los métodos del psicodrama también son susceptibles de ser modificados y aplicados para los propósitos del juego puro. Algunas personas toman clases de teatro de improvisación; otros participan en “juego para adultos”, retomando la sencillez de las bufonadas, trabajando con materiales artísticos simples y demás. El autor de este capítulo ha desarrollado una variación creativa dramática, The Art of Play (El arte del juego), que permite que algunos participantes actúen escenas basadas en personajes de su imaginación (Blatner, Blatner, 1997). Tales enfoques no sólo sirven como una actividad para socializar, sino que también mejoran la capacidad de flexibilidad mental, de imaginación, espontaneidad y muchas otras cualidades.

DRAMATERAPIA

La dramaterapia evolucionó a mediados del siglo XX, con base en el trabajo realizado para ayudar a los internos a interpretar obras y escenas con un guión dentro de hospitales y prisiones, dramatizaciones en educación y otras fuentes, y en el decenio de 1970-79 se moldeó en el psicodrama (Emunah, 1997). Los profesionales que la practican tienen antecedentes que los identifican más con el teatro, mientras que los psicodramatistas son principalmente psicoterapeutas que aprenden un enfoque dramático específico. Aún así, existe una notable superposición en cuanto a técnica y contribuciones valiosas de ambos campos.

Antecedentes y fundamento de la terapia con muñecos

Los pacientes que sufren de enfermedades psicogeriátricas, principalmente demencia o enfermedad de Alzheimer, exhiben síntomas similares, como depresión, agitación y angustia. Asimismo, muchos de estos pacientes no logran comunicarse con el personal médico y con sus familias. Las personas que padecen demencia pierden sus roles gratificantes de manera gradual y, con frecuencia, su conducta alterada refleja su pérdida de significado y propósito.

Demencia alude a la pérdida de capacidades cognitivas, incluyendo deterioro de la memoria así como una o más de las siguientes: afasia, apraxia, agnosia, alteraciones de la planeación y discapacidades organizacionales y del pensamiento abstracto. El deterioro mental que caracteriza la demencia con frecuencia invierte el desarrollo normal de infancia a adultez; por tanto, es frecuente que las personas con demencia presenten conductas infantiles. Debido a lo anterior, parece apropiado considerar métodos de tratamiento que por lo general son adecuados para los niños. Los muñecos y juguetes se han utilizado como medio de diagnóstico y terapia con niños durante varios años (Jennings, 1993), ya que les proporciona la oportunidad de ejecutar los sentimientos y dificultades que están experimentando (McMahon, 1992; Synovitz, 1999). Por medio de la manipulación de muñecos y de otros objetos y juguetes de la vida diaria, el niño consigue mostrar cómo se siente acerca de sí mismo y de otras personas, y sucesos en su vida de manera más adecuada que a través de las palabras. También es de utilidad en casos de abuso sexual, cuando el niño tiene la posibilidad de señalar sobre el títere el sitio anatómico exacto del abuso (Eleanor, 1993; Martin, 1987).

El uso de juguetes y otros objetos de la vida diaria es necesario, ya que la mayoría de los niños menores de 9 o 10 años de edad todavía no han desarrollado las habilidades de razonamiento abstracto ni las capacidades verbales para sentarse en la oficina del terapeuta y expresar sus sentimientos. El profesional debe reconocer los sentimientos del niño de manera indirecta por medio del uso de una variedad de materiales, como muñecos, casas de muñeca y juguetes para obtener una mejor y más abierta comunicación con los niños (Axline, 1967). También se utilizan los títeres como técnica alternativa para educadores. Así, las enfermeras y los prestadores de servicios de salud pueden utilizar estos artículos a fin de promover la salud (Caputo, 1993; Snart, Maguire, 1986; Spann, 1994; Synovitz, 1999).

Es posible hacer inferencias del mundo de los niños al mundo de los pacientes adultos que padecen de deterioros cognitivos. Quizá estos adultos tengan dificultades considerables al tratar de expresarse; en ocasiones, las palabras y la narrativa no son una forma eficiente de comunicación para ellos. Tal vez necesiten expresarse con un objeto de mediación que sirve como vínculo al mundo exterior y a sus interacciones con las personas. Para algunos pacientes, tocar, sostener y abrazar facilita su comunicación con los demás (Landreth, 1991). El enfoque hacia los pacientes con demencia ha cambiado al paso de los años; un artículo en el Washington Post (Jones, 1997) describe estos cambios. En el pasado, los proveedores de cuidados intentaban devolver a los pacientes a la realidad orientándolos en tiempo y espacio; esto se denominaba orientación a la realidad. De manera reciente, existe una aceptación más generalizada de que el mejor método de comunicación con un paciente implica aceptar su propia realidad personal. Así, por ejemplo, cuando una mujer de 78 años de edad que padece demencia dice que está esperando el camión que la llevará al trabajo, después de lo cual va a comer con una amiga, la respuesta adecuada “no” sería explicarle que ya no es secretaria, que no ha trabajado desde hace 25 años y que su amiga murió hace mucho tiempo. En lugar de esto, la respuesta apropiada por medio de una terapia de validación sería, por ejemplo, mencionar lo bonito que está su collar de perlas y lo bien que está vestida para tal ocasión. De hecho, el enfoque actual para el cuidado de pacientes que padecen demencia es: “si funciona, úsalo” (Raymond, 2000).

No parece haber documentación definitiva del momento en que primero se introdujo la terapia con muñecos, pero lo más probable es que los pacientes que tenían a la mano muñecos de manera casual los adoptaron; los cuidadores profesionales notaron el efecto calmante y consolador que sus pacientes derivaban de las interacciones con muñecos y la terapia con éstos parece haber surgido de la necesidad que observaron (tanto el personal como los familiares). Funcionó, así que se usó, lo cual es acorde con la tendencia a utilizar la terapia de validación. Si el paciente se identifica con un muñeco y encuentra consuelo en él, el proveedor de cuidados debería validar tal necesidad, en especial si tiene un efecto positivo sobre el bienestar de aquél. Sin embargo, de primera instancia, existe una tendencia a que el personal y los miembros de la familia que cuidan de personas con demencia vean la terapia con muñecos de manera un tanto recelosa (Picolli, 1998). Algunas personas parecen sentir que el uso de muñecos infantiliza o denigra al paciente. No obstante, en general, después de la introducción inicial de muñecos al ambiente, la respuesta es tan abrumadoramente positiva que los proveedores de cuidados se sorprenden ante su éxito. A pesar de que no se ha llevado a cabo la suficiente investigación en cuanto a los beneficios de la terapia con muñecos, diversos proyectos muestran que es muy benéfica para los pacientes (p. ej., Ehrenfeld, Bergman, 1995).

Según Lloyd, McKenzie, Searle y James (2000), los beneficios de la terapia con muñecos incluyen:

• Reducción de ansiedad y agitación como alternativa a los medicamentos.

• Desvío a actividades significativas en pacientes con impulsos errantes nocturnos.

• Recuperación exitosa de años especiales, lo cual puede dar por resultado una mejora en autoestima.

• Recuperación, validación y resolución de recuerdos angustiantes.

• Recuerdos rememorados, lo cual puede incrementar el sentido de identidad, satisfacción, consuelo y seguridad.

• Alienta a las personas aisladas a que participen de manera activa.

• Realce de la comunicación.

• Poderosa herramienta de reminiscencia.

De acuerdo con varios directores de casas de reposo, muchos de los pacientes con Alzheimer, en especial las mujeres, tienden a revertir a los primeros años de su tercera década de vida, cuando eran madres de niños pequeños (Jones, 1997). Aparentemente, la interacción con muñecos las consuela y parecen desarrollar relaciones con éstos. Las pacientes se tornan más comunicativas, disfrutan de hablar acerca de sus bebés y de cambiarles la ropa y los pañales. También parecen estar más relajadas y satisfechas en general, y presentan menos conductas errantes e inquietud.

Terapia con muñecos: ejemplos clínicos

A fin de ilustrar la efectividad de la terapia con muñecos, sería útil elegir algunos ejemplos tomados de entornos clínicos en centros de cuidado diurno o de casas de reposo. En el primer ejemplo, es la paciente la que inicia su propia conexión con un muñeco y, en el segundo, se ve expuesta a la terapia con muñecos dentro de la unidad a la que se le internó. Los siguientes ejemplos se citan de un proyecto de investigación llevado a cabo en Israel (Ehrenfeld, Bergman, 1995).

La Sra. M., de 69 años de edad, está casada y tiene dos hijos; padece de enfermedad de Alzheimer y ha estado acudiendo a un centro de cuidado diurno tres mañanas a la semana durante los últimos dos años. Tiene un historial de depresiones repetidas, pero dice que nunca ha estado bajo tratamiento; desde el inicio de su enfermedad, vive en casa de una enfermera, quien cuida de ella. Cuando primero ingresó al centro, todavía podía reconocer a su marido e hijos; sin embargo, en meses recientes, sufrió de un grave deterioro y ya no logra reconocer a nadie. Camina de un lado a otro de manera inquieta y no sonríe ni se comunica con ninguna persona; hace poco deambuló hacia la oficina de las enfermeras en donde se encontraba un gran muñeco en forma de oso. La Sra. M. lo tomó con ambas manos, lo abrazó y sonrió de oreja a oreja (la primera sonrisa en muchos meses). Siguió abrazándolo durante el día, aferrándose a él con una gran sonrisa dibujada en su rostro. Les presentaba el oso a los demás señalando a su cara y acariciándolo; cada día tomaba el mismo muñeco tan pronto como llegaba al centro. Parecía mucho más feliz.

La Sra. S. está casada y tiene tres hijos; nació en Rumania en 1914 y emigró a Israel en 1935. Se le internó al departamento de psicogeriatría después de un deterioro en su conducta y estado mental. Los miembros de su familia sintieron que ya no podían cuidar de ella en su propia casa. Al momento de su ingreso su condición física era satisfactoria. El personal notó la falta de conexión entre lo que se le preguntaba y las respuestas que daba; además, no estaba orientada en espacio y tiempo. Durante los primeros días, la Sra. S. se sentaba cerca de la mesa de actividades y se negaba a cualquier participación. Cuando la enfermera la sentó junto a un grupo de pacientes que estaban ocupadas bañando a sus muñecas, la Sra. S. comenzó a acariciar a la muñeca que se encontraba junto a ella; al preguntársele la razón por la que acariciaba a la muñeca, respondió: “Son iguales a mis nietos, sólo que no hablan”. Cada mañana esperaba ansiosa a que le dieran la muñeca y al recibirla sonreía ampliamente. Su cara relucía mientras decía “¡Mira los ojos que tiene!”; durante el día pasaba su tiempo hablándole, riendo, cantando, vistiendo y “alimentando” a la muñeca. La Sra. S. también generalizó este vínculo positivo al personal y a los miembros de su familia. Su condición física mejoró y mostró conductas afectivas positivas. Godfrey (1994) realizó otro estudio de caso en el que describía el uso exitoso de terapia con muñecos con una residente cuyos intentos por “cuidar maternalmente” a otros pacientes estaban ocasionando problemas.

Implementación de un programa de terapia con muñecos

La terapia con muñecos puede utilizarse con personas que padecen demencia si están agitadas o angustiadas, cuando sienten la necesidad de ir a casa a ver si los niños están bien, cuando tienen problemas de comunicación o si están aisladas. La terapia es adecuada para cualquier paciente que parezca responder a la interacción con un muñeco. El uso de muñecos parecidos a bebés es capaz de estimular recuerdos de un rol vital gratificante, en especial el de padres. Lo anterior es adecuado para las personas con demencia, ya que los roles de familia se encuentran almacenados en las profundidades del centro de memorias afectivas del cerebro. A continuación, se encuentran varias recomendaciones que deberían tomarse en cuenta al implementar una terapia con muñecos en cualquier entorno para este tipo de pacientes; dichas sugerencias se han recogido de personas experimentadas en el campo. Se necesita urgentemente la investigación que sustente estas y otras ideas las cuales, al momento, están basadas primordialmente en la experiencia.

CÓMO INICIAR UN PROGRAMA DE TERAPIA CON MUÑECOS

Las siguientes son algunas recomendaciones pertinentes para dar inicio a un programa de terapia con muñecos:

• Es deseable que el muñeco luzca como un bebé real. En general, los pacientes tienden a responder ante muñecos de apariencia realista. Es importante que los muñecos tengan ojos que se abren y cierran, pues se han informado casos en que los pacientes se inquietan debido a que el bebé no consigue dormir porque siempre tiene los ojos abiertos, o que está muerto o que no despierta pues sus ojos están siempre cerrados.

• Disponga de una variedad de muñecos en un lugar central del cuarto de actividades.

• Deje que los pacientes elijan sus propios muñecos.

• Se debe acercar a los pacientes confinados a una silla a la mesa para elegir un muñeco si así lo desean.

• El personal de enfermería debería observar y registrar las reacciones de los pacientes a los muñecos, su método de selección, tipo de contacto, lenguaje verbal y corporal, y conducta del paciente.

• Al final del periodo de actividades, se deben recoger los muñecos a menos de que los pacientes indiquen que desean quedarse con ellos.

• Nunca cambie el muñeco de un paciente sin el permiso de éste. Además, Landreth (1991) sugirió las siguientes ideas para la terapia con muñecos:

• Facilite un amplio rango de expresión creativa y afectiva.

• Haga que la terapia sea interesante para el paciente.

• Permita la exploración y expresión tanto verbal, como no verbal dentro del cuarto.

• Proporcione experiencias en las que los pacientes se sientan exitosos sin que tengan que seguir ciertos procedimientos predeterminados.

• Elija muñecos bien construidos y durables.

METAS DE UN PROGRAMA DE TERAPIA CON MUÑECOS

El paciente utilizará el muñeco para:

• Establecer una relación positiva con el terapeuta.

• Expresar sus sentimientos.

• Explorar y recrear situaciones y relaciones de la vida real.

• Poner límites a prueba.

• Fortalecer su autoconcepto.

• Mejorar su comprensión de sí mismo.

Intensificar su autocontrol.

CONCLUSIÓN

A pesar de que existe poca investigación sobre la terapia con muñecos para adultos, parece que resulta ser una intervención eficaz para pacientes con demencia y, aparentemente, modifica la conducta de los pacientes de forma positiva. El personal de enfermería que ha participado en el uso de la terapia con muñecos afirma que éstos propician la reactivación de respuestas afectivas placenteras; tales beneficios probablemente se deban al hecho de que el juego es natural en los pacientes que se encuentran en un estado mental regresivo. Así como en el caso de los niños que no han desarrollado su razonamiento abstracto de manera plena, es factible que los adultos con un deterioro en este tipo de razonamiento se sientan cómodos al usar muñecos. Parece ser que los pacientes que juegan con muñecos logran generalizar los vínculos positivos a los miembros del personal, a sus familias y a otros pacientes; tal actitud facilita el tratamiento y, como resultado, mejora su condición y bienestar general. Todos los seres humanos necesitan de la cercanía y contacto físicos. A medida que las personas envejecen aumenta su necesidad de ser tocados, especialmente en momentos de aislamiento y temor, los cuales son comunes durante una hospitalización. El tocar es una manera de permanecer en contacto con el ambiente; así, el contacto físico provoca placer, tranquilidad y consuelo.

Sin duda, los muñecos —mismos que las personas pueden tocar, abrazar y acurrucar— acarrean una sensación de cercanía física y apego. De hecho, la terapia con muñecos es terapia de juego, y una vez establecido el principio de que esta última puede ser un medio terapéutico y válido para mejorar la calidad de vida de estas personas, se debe alentar cualquier tipo de terapia de juego. Considerar el uso de la terapia con muñecos en pacientes que padecen trastornos psiquiátricos diferentes a la demencia es un tema que requiere de mayor estudio. Se ha hecho algún trabajo con títeres en el cuidado de niños discapacitados (Murtagh, 1977), en hospitales psiquiátricos (Campbell, 1970), en educación nutrimental (Henry, Standley, Sarason, 1994), en el manejo de trastornos afectivos y conductuales (Caputo, 1993), en prevención y educación sanitaria (Synovitz, 1999) y en otros entornos y clínicas. Sin embargo, a pesar de que la investigación acerca del uso de la terapia con muñecos en diferentes campos médicos muestra el potencial de mejorar los resultados de tratamiento, se requiere de estudio adicional. No es trivial generalizar de un área a otra. Resulta esencial establecer un conocimiento preciso para adecuar un tratamiento específico a poblaciones determinadas. Sería muy provechoso investigar el uso de la terapia con muñecos y títeres en entornos psiquiátricos clínicos en un ambiente controlado y bajo la supervisión de profesionales capacitados.

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